1. CARACTERÍSTICAS.
La policromía.
Al ampliarse las
ventanas pierde importancia la pintura mural, prácticamente desaparece (las
bóvedas y ábsides ya no se pintan, como se hacía en el románico) y se
desarrollan, en cambio, otros procedimientos como la pintura sobre tabla y los
tapices. Las tablas de madera son las más difundidas, sobre todo los retablos
(con muchos dorados) y la pintura de caballete que triunfa en todo Occidente a
partir del siglo XVI.
Las características
más importantes en la pintura no serán, con todo, la reducción de su ámbito,
sino el nuevo sentido que tiene para el hombre. Las imágenes ya no serán
informaciones expresionistas, sino que tratarán de comunicarnos sentimientos y
sensaciones. Para ello necesitan moverse en un espacio real, ya que no valen
los fondos neutros y abstractos, sino que se requieren paisajes y perspectivas
que evoquen un entorno de naturalidad y verosimilitud. Esta sensación de espacio
real se obtendrá por dos vías que se desarrollan paralelas en la Historia de la Pintura: la perspectiva y
el claroscuro.
2. LAS ESCUELAS.
LOS PERIODOS.
Hay cuatro
periodos/estilos para los estudiosos: lineal, ítalo-gótico, internacional y
flamenco.
1) Gótico lineal
(1200-1330): Francia y la miniatura, con predominio de la línea en el dibujo,
marcando con fuerza las siluetas, con colores planos, sin volumen ni
sombreados.
2) Estilo ítalo-gótico
(1300-1400): Florencia y Siena. Marcado por el naturalismo, el abandono
paulatino de los dorados, la dulzura y elegancia, la preocupación por la
perspectiva clásica, el estudio anatómico y la expresión del rostro. Sigue
influyendo la pintura bizantina. Hay muchos frescos murales. Las órdenes
mendicantes influyen con su temática más popular.
3) Gótico
Internacional (1350-1440). A finales del siglo XIV funde los dos estilos
anteriores, con rasgos inconfundibles como el color, riqueza en el ropaje,
naturalismo, fondos paisajísticos, escenas de vida cotidiana.
4) Escuela Flamenca
(siglo XV). Es una escuela independiente, que parte de la anterior, y se
caracteriza por la técnica del óleo y por el realismo, dando origen a los
géneros del retrato y del paisaje, propios del gusto burgués. Es muy influyente
en España y en toda Europa.
FRANCIA.
En Francia destaca
la miniatura, de la cual en el siglo XIII Francia proporciona los primeros
ejemplos del estilo lineal. Destacan los Evangelios de la Santa Capilla.
ITALIA.
La pintura
italiana en el Duecento.
El Trecento italiano
evoluciona desde el bizantinismo (decoración, dibujo plano) a la belleza
naturalista y el volumen.
Cavallini diseña los
mosaico de Santa María in Trastévere, con mayor naturalismo. Cimabue (c. 1272-1302),
todavía bizantino, aumenta el naturalismo y la variación de temas, en los
frescos de la iglesia superior de Asís.
En el Trecento,
hacia 1300, aparecen en Toscana dos escuelas de pintura, antecedentes del
Renacimiento, la florentina y la sienesa.
La escuela
florentina del Trecento: Giotto.
La escuela florentina
del Trecento tiene en Giotto (1266-1337) a su máximo representante; por su
extraordinario y profético lenguaje pictórico marca una auténtica revolución en
la historia de la pintura. Giotto rompe los convencionalismos del denominado “estilo
bizantino”. Su naturalismo no es sólo una exigencia de sus temas de la vida de
San Francisco, el santo enamorado de la naturaleza, sino una actitud personal
de estimación de la realidad como fuente de inspiración; poco importa que sus
montañas sean de formas convencionales, en definitiva el espíritu de
observación le distancia de los maestros sieneses; la monumentalidad de las
figuras, por ejemplo su Virgen en el trono (Museo de los Uffizi, de
Florencia), inicia el camino que van a recorrer en el Renacimiento Massaccio y Miguel
Ángel; el dramatismo de las expresiones señala una observación de los rostros
poco usual en la época; el movimiento, que adquiere una intensidad excepcional
en las lanzas del Prendimiento de Jesús (frescos de la Capilla de
Scrovegni, de Padua), anuncia un estilo nuevo, más vivo y más humano.
La escuela
sienesa del Trecento.
Destaca por su
delicadeza y elegancia que sugiere una afinidad con el espíritu del gótico
internacional; sintetiza el recuerdo del arte de Bizancio, por un lado, y el
nuevo lenguaje propuesto por el genio artístico de Giotto, por otro.
Son sus
características principales la belleza de las líneas, la proliferación de las
figuras y temas que complican enormemente la composición, y el carácter
decorativo del color.
Duccio de Buoninsegna
(?-1319) pinta la tabla de la Majestad para la catedral de Siena, tabla
que representa por una de sus caras la Madonna rodeada de ángeles y por otra escenas de la Pasión.
Otro artista genial
de esta escuela es Simone Martini (1284-1344), que abandona los fondos dorados
y todo recuerdo de bizantinismo para llevar a su cima más alta la elegancia
sienesa. Trabaja en la corte papal de Aviñón, desde donde su arte influye por
Francia y toda Europa; la Anunciación de los Uffizi es su obra más
conocida y representativa de su estilo.
Durante toda la
segunda mitad del siglo XIV trabajan en Siena los hermanos Ambrgio y Pietro Lorenzetti, sobre
todo Ambrogio, que abandonan un poco la delicadeza sienesa para sumergirse en
un mundo de mayor naturalidad y viveza expresiva; con ellos aparece el paisaje,
como tema único, en la pintura italiana.
FLANDES.
*Se debate sobre la clasificación de este extraordinario grupo de artistas, por lo que en este blog se les sitúa en la pintura gótica (como resulta en numerosos libros de Bachillerato) y en la pintura renancentista y manierista nórdica (como aparece en muchos estudios de ámbito univesitario), apartado en el que se desarrolla este grupo con mayor extensión.
Los primitivos
flamencos.
Los pintores
primitivos flamencos nos muestran en sus obras la realidad burguesa y popular
de las ciudades flamencas. El arte predominante es la pintura.
Características
de la escuela flamenca.
- Minuciosidad. Los
detalles más concretos y cercanos son registrados escrupulosamente.
- Naturalismo. Se
pretende la representación veraz de la realidad, sin idealización de las
figuras humanas.
- Amor al paisaje.
Hay una pasión romántica por el paisaje, por sus visiones más sorprendentes.
- Delectación en la
reproducción de los objetos. Lo cotidiano es el tema recurrente, con la vida
burguesa en las casas.
- El material
utilizado es la tabla. La técnica del óleo permite dar brillo a los colores y
trabajar los detalles.
La pintura flamenca
anticipa la renacentista en el trato de las luces y la pasión por el paisaje
[añadimos el naturalismo], pero es aún gótica por el escaso movimiento e
interrelación de las figuras, y por el predominio de las partes y de los
detalles por encima del conjunto.
Los principales
maestros flamencos.
Robert Campin,
llamado Maestro de Flémalle (1378-1444), destaca con el Nacimiento de Cristo,
La Anunciación,
El Tríptico Werl.
Jan Van Eyck
(1390-1441), nacido en Maestricht, trabajó sobre todo en Brujas y viajó por
España. Pintó obras realistas (con detalles humanos incluso interesantes para
la medicina) como en los retratos presentes en La Virgen del
Canciller Rolin, El canónigo Van der Paele, el Matrimonio Arnolfini,
y el extraordinario Retablo del Cordero Místico en San Bavón de Gante
(lo pinta junto a su hermano Humberto), una cima de la pintura gótica, resumen
de la temática, los simbolismos, la técnica del óleo, la perspectiva
convergente en el fondo, el realismo, el detallismo minucioso, el cuidado en
los ropajes, la luz y el color suave...
En el
Matrimonio Arnolfini Giovanna lleva un elegante vestido verde, "el color de la fertilidad", propio de un retrato de
sociedad y un cuadro de boda. No está embarazada, sino que su postura se limita
a resaltar el vientre, que entonces se tenía por una de las partes más bellas
del cuerpo. También cabe pensar que su pose y la exagerada curvatura del
vientre sugieran su fertilidad y su futura preñez. [Cummings, Robert. Guía
vidual de Pintura y Arquitectura. Santillana. Madrid. 1997 (1995): 30-31.]
Roger van der Weyden
(c. 1400-1464), discípulo de Campin em Tournai, trabajó sobre todo en Bruselas.
Es el pintor del dolor. El Descendimiento de la Cruz es un ejemplo de
figuras expresivas, con una composición muy estudiada, sobre un fondo dorado
gótico. Otras obras son: Tríptico de San Juan Bautista, la Anunciación, el
Políptico del Juicio Final. Viajó por Italia y su estilo influyó en los
pintores de varias escuelas renacentistas. Trabajó, como Van Eyck, parta los
duques de Borgoña.
Hans Memling (c. 1440-1494),
de origen alemán, trabaja en Brujas, donde crea una escuela, con figuras
serenas y pensativas, en paisajes melancólicos, como en la arqueta de Santa
Úrsula, La Virgen
con el Niño.
Gerard David (c. 1465-1523)
sigue las pautas de la escuela de Brujas, de un naturalismo flamenco más referencias italianas, con figuras de poses verticales, en
claroscuros, con una fusión de gracia y dolor, en El descanso en la huida a
Egipto.
El Patinir (c. 1480-1524),
discípulo de Quentin Metsys, cultiva el paisaje como tema casi único, con
pretexto de temas secundarios religiosos, como en El paso de la Laguna
Estigia, Paisaje con San Jerónimo, Las tentaciones de San Antonio,
Huida a Egipto. La luz celeste es brillante, el paisaje está lleno de
rocas y lagunas, estático, con una composición simple (horizontal y vertical).
Peter Brueghel el
Viejo (c. 1525-1569), iniciador de una larga familia de pintores, también
cultiva el paisaje como tema casi único, pero con figuras más destacadas,
llenas de simbolismo, en una concepción más dinámica del paisaje, como en Los
patinadores, El triunfo de la
Muerte, La caída de Ícaro.
El Bosco (c. 1450-1516),
holandés de Hertogenbosch, es el gran pintor primitivo nórdico, con una
concepción del paisaje influida por Patinir, pero con un mundo lleno de formas
fantasiosas, como un resumen de la cultura popular medieval de alegorías y
farsas burlescas. Su influjo en el surrealismo ha sido muy citado.
Su obra más conocida
es el Tríptico del Jardín de las Delicias, con el Cielo a la izquierda. el abigarrado jardín en el centro y
el Infierno a la derecha (con unos cincuenta símbolos de humanos-bestias,
tormentos musicales, luces misteriosas y espacios angustiosos). En El
carro de heno, fustiga a todos, poderosos y plebeyos. En La piedra de la
locura, critica a la medicina. En el Tríptico del Nacimiento fustiga a
los ejércitos y los símbolos religiosos.
Hay un debate sobre
su temática: ¿Irrealismo onírico o realismo social encubierto? Parece que
mostraba las realidades de su tiempo: los incendios, las torturas y los
sermones apocalípticos le inspiraron imágenes demoníacas. Pintaba al mundo
medieval en crisis de valores, al hombre eternamente amenazado. Fray José
Sigüenza escribió: “El Bosco tuvo el valor de pintar a los hombres cuales son
por dentro”. Fue el pintor favorito de Felipe II, que coleccionó sus mejores
obras, por lo que hoy están en el Museo del Prado.
ALEMANIA.
La pintura gótica
alemana enlaza con la de principios de la influencia del Renacimiento italiano.
Destacan las primeras obras de Durero, Grünewald..., pero sus obras de madurez son
ya propiamente representativas del Renacimiento Nórdico.
VIDRIERAS.
1. CARACTERÍSTICAS.
La policromía.
El color alcanzará
cimas únicas en la Historia
a través de las vidrieras. Las vidrieras góticas son el summun de este arte, con orígenes en las culturas orientales más
antiguas. Las nuevas teorías constructivas hacían virtualmente innecesarios los
muros y como por otra parte el humanismo incipiente empujaba al hombre hacia la
luz, que le liberase de las oscuras tinieblas, los muros se cubren de vidrios
policromados que encenderán de espiritualidad y amor el corazón de los hombres.
Se dedican grandes
superficies para su cubrición (Chartres tiene 10.000 m2 de vidrieras).
Se podían fabricar ya coloreados o se pintaban después de su colocación, sobre
unos paneles de plomo, formando un rico conjunto cromático, que ilumina el
interior con multicolores reflejos y que ilustra a los fieles con sus escenas
figurativas y simbólicas.
2. LAS ESCUELAS.
Los conjuntos más
hermosos se encuentran en las catedrales francesas del siglo XIII, en Chartres,
Bourges, Le Mans, Lyon, Reims, Poitiers. Su técnica se extendió por el resto de
Europa.
Las vidrieras de la
catedral de Chartres destacan sobre todas las demás por su riqueza y calidad.
En el siglo XIII la ciudad de Chartres entera participó en el pago de la
fabricación de las vidrieras, con lo que se representaron todos los oficios,
desde los tejedores a las prostitutas, toda la sociedad medieval. Los vitrales
de la zona norte fueron una donación de la reina Blanca de Castilla. En los
portales de Chartres hay 1.800 esculturas, como una enciclopedia medieval de la
religión y la teología y, sobre todo, de la vida de Cristo. Hay un nuevo
naturalismo, un intento de representar la realidad de las personas y sus
oficios, aunque idealizados.
En España destacan
los conjuntos de las catedrales de León, y, a continuación, las de Burgos,
Toledo, Gerona, Barcelona y Sevilla.
Este arte decayó en
el siglo XVI, hasta su recuperación con el Art Nouveau, ya en el siglo XIX.
ARTES MENORES.
Hay un
extraordinario desarrollo de las artes menores de orfebrería, cerámica, tejido,
miniatura, tapicería...
Destaca por sus
valores plásticos la tapicería, sobre todo en el gran centro flamenco de Arras,
con los maestros Jean de Bandol y Jean de Brujas. Sus producciones se difunden
por toda Europa, introduciendo sus temáticas históricas y religiosas.
En la miniatura,
destacan en España las Cantigas de Alfonso X, del siglo XIII, con su
temática naturalista.