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viernes, 23 de noviembre de 2012

Periodización e historiografía del Arte Medieval.

PERIODIZACIÓN E HISTORIOGRAFÍA DEL ARTE MEDIEVAL.

PERIODIZACION DEL ARTE MEDIEVAL.
LA EVOLUCIÓN DE LA HISTORIOGRAFIA.
FUENTES: DOCUMENTALES. LITERATURA ARTÍSTICA Y OTRAS FUENTES LITERARIAS.
HISTORIOGRAFÍA GENERAL,
ICONOGRAFÍAMEDIEVAL.

PERIODIZACION DEL ARTE MEDIEVAL.
Hay un permanente debate sobre la periodización. Para empezar, el concepto de Arte medieval es occidental, no aplicable al Islam o al Extremo Oriente, cuyos artes han permanecido estables en lo esencial más allá del periodo de la Edad Media.
Pero sí hay coincidencia en una serie de adscripciones.
Así, es medieval el arte carolingio en el siglo VIII, el llamado renacimiento carolingio en plena Alta Edad Media, marcado por el desplazamiento del centro de la civilización hacia el Norte en detrimento del Mediterráneo, consolidándose entonces en este ámbito tres civilizaciones dominantes: la germánico-cristiana, la bizantina y la islámica, que se interrelacionan entre sí.
La etapa románica también es claramente delimitable en su cultura y arte. Duby nos la muestra como una cultura monástica, casi iletrada, pero que vive una fuerte recuperación económica y desarrolla un arte europeo propiamente internacional.
La misma claridad en la adscripción se da para el arte gótico, dentro del marco de desarrollo de las ciudades y del creciente comercio e intercambio cultural en Europa.
Pero hay poderosas dudas sobre los límites temporales, tanto en su inicio como en su final.
El inicio se pone en tres fechas distintas: 313 por el Edicto de Milán que oficializa el cristianismo, 395 por la división del Imperio en Oriente y Occidente, y 476 por la caída del Imperio de Occidente. Pero las tres soluciones son demasiado tajantes, pues la separación del arte medieval del antiguo fue un proceso lento.
Riegl superó esta posición con su reivindicación del concepto y del valor artístico de la Antigüedad Tardía y, en concreto, del arte tardorromano. Este sería definido por ser un arte pagano y antiguo, mientras que el arte cristiano sería ya medieval. Es una división por el contenido y no por la forma.
Pero hay problemas en esta delimitación, pues el arte bizantino no puede considerarse medieval hasta después de superada la crisis iconoclasta, que comienza con el emperador León III (h. 730), ya bien entrado el siglo IX, pues siempre fue adalid del arte clasicista. Y en cuanto al arte de las invasiones bárbaras hay dudas, pues si Riegl lo considera tardorromano, Hubert lo considera medieval. Lo cierto es que la arquitectura siguió siendo tardorromana en su técnica y formas, no en cuanto a sus funciones, ahora religioso-cristianas, mientras que las artes plásticas y menores eran ya claramente medievales, sobre todo en la orfebrería, con formas y técnicas radicalmente nuevas.
Podemos concluir que el rasgo principal para definir si una obra pertenece al arte medieval es la primacía del contenido sobre la forma, de la espiritualidad de la idea sobre el materialismo (como naturalismo clásico) de la realidad. Y el arte hispano-visigótico del siglo VII es, pues, plenamente medieval.
El final se data en dos fechas aproximadas: 1420, para los partidarios de fecharlo en el Renacimiento italiano, 1500 para los partidarios de ligarlo al Renacimiento europeo. Puede argumentarse que ambas posiciones son legítimas, según se estudie el Renacimiento en Italia o el Renacimiento posterior en Europa.

LA EVOLUCIÓN DE LA HISTORIOGRAFÍA.
Renacimiento.
Vasari, en sus Vidas, rechaza el Arte Medieval, al que define como “gótico” sin hacer distinciones, considerándolo como un barbarismo no clasicista, en una época de decadencia del arte por influjo de los bárbaros y por la iconoclastia de la primitiva Iglesia.

Neoclasicismo.
Winckelmann considera que la decadencia del arte clásico comienza en el Bajo Imperio y termina con el Renacimiento. Sus estudios influyeron en una actitud negativa de autores posteriores, como Agincourt.

Siglo XIX.
Hay una generalizada reivindicación de la Edad Media por causas ajenas a la propia Historia del Arte. El Romanticismo la revaloriza por un interés sentimental, mientras que se inicia el estudio sistemático de la Iconografía, con E. Mâle, El arte religioso del siglo XII al XVIII (1898) y la Arqueología Cristiana, ambas obras al servicio de la Historia de la Religión.
La excepción es la arquitectura, que cuenta con estudios muy científicos de acuerdo a las corrientes del pensamiento positivista: Viollet-le-Duc para el Gótico, con su Dictionnaire raisonné de l'architecture française (1854-1868) y Puig i Cadafalch para el Románico, publicado ya a principios del XX. Sus consideraciones son fundamentalmente técnicas, propias de arquitectos, como la forma y materiales de arcos, bóvedas...

Siglo XX.
Comienzan los estudios más metódicos, con la influencia del postimpresionismo, que revaloriza el primitivismo. La Escuela de Viena, con Wickhoff (influido por el impresionismo y el naturalismo) y Alois Riegl, dará origen a dos principales líneas de investigación, el formalismo y la iconografía, seguidas más de lejos por la iconología, la filología, la sociología y la historia de las mentalidades.

Formalismo.
El primer estudio sistemático es de Alois Riegl, El arte industrial tardorromano, a partir de 1897, desde premisas historicistas (la historia como un continuum): haciendo una lectura formal de la obra de arte, estableciendo un estrecho paralelismo entre el arte y el resto de las actividades espirituales, y asimismo superando la dicotomía tradicional entre artes mayores y menores, para reivindicar la importancia de estas últimas.
Wilhelm Worringer, en La esencia del estilo gótico (1911), estudia la totalidad de la civilización medieval.
Julius Schlosser, influido por la lingüística de Vossler, con los conceptos de realidad y representación diferencia los estilos. Hace hincapié en la espiritualización del arte en la Edad Media, como rasgo fundamental, en El arte del Medievo (1923).
Louis Courajod, que, como el anterior, diferencia varias escuelas en el gótico, y es especialista en el gótico final.
Henri Focillon, para la escultura románica y para el arte medieval en su conjunto destaca en El arte de Occidente. La Edad Media románica y gótica (1938).
Otto Pacht es el gran especialista en la miniatura prerrománica y románica.
Lionello Venturi realiza una visión general del arte medieval.
En España destacan en la pintura románica los estudios de Cook y Gudiol en Pintura e imaginería románicas (1950) y de C. R. Post en A history of Spanish painting (1930-1966).

Iconografia.
La iconografía  estudia la clasificación y descripción de la imagen, sus orígenes y evolución y es especialmente válida para el estudio del arte medieval porque este tiene una tipología muy repetitiva.
André Grabar es especialista en el arte islámico y bizantino: El primer arte cristiano (1967), y La edad de oro de Justiniano (1966).
Meyer Schapiro es un maestro del Románico, y cuenta con un excelente estudio sobre el monasterio de Silos.
Joaquín Yarza es un buen generalista del arte medieval español y Joan Sureda es un especialista en la pintura románica en España y Cataluña.

Iconología.
En historia del arte medieval se ha aplicado poco porque los iconólogos prefieren estudiar a partir del Renacimiento, más cargado de símbolos.
Panofsky ha escrito Arquitectura gótica y pensamiento escolástico (1951) y otros libros de gran valor. Junto a Saxl publicó Classical mithology in Mediaeval Art (1932-1933).
Baltrusaitis estudia el tema de lo fantástico en sus libros desde 1955.

Filología.
Se centra en la lectura de textos y documentos. Esta corriente aporta luz sobre artistas a menudo poco conocidos, resolviendo errores en la atribución y posibilitando historias generalistas mejor documentadas.
Para las fuentes literarias destacan los estudios de Schlosser (influido por Vossler), Lionello Venturi, Rosario Assunto, De Bruyne..., y se emplean colecciones como las de Holt (1947) o la española de Yarza.

Sociologia del arte.
Hay en su seno dos corrientes, la marxista y la de los independientes.
La marxista tiene pocos autores, destacando Frederik Antal con El mundo florentino y su ambiente social (1947) y Arnold Hauser con Historia social de la literatura y del arte (1951), debido a que la escasa documentación social reduce el campo de estudio a la Baja Edad Media.
Los independientes son más numerosos, destacando Maillard Meiss en Pintura en Florencia y Siena después de la Peste Negra (1951) y Oleg Grabar para el arte islámico.

Historia de las mentalidades.
La Historia de las Mentalidades aporta dos autores esenciales: el holandés Jan Huizinga con El otoño de la Edad Media, y el francés Georges Duby con El tiempo de las catedrales. El arte y la sociedad, 980-1240 (1966-1967) y otras obras, dedicado después a la Historia Privada y Cotidiana.

FUENTES: DOCUMENTALES. LITERATURA ARTISTICA y OTRAS FUENTES LITERARIAS.
Las fuentes para el estudio pueden clasificarse en tres grupos: documentales, literatura artística (manuales de artista) y otras fuentes.

Documentales.
La arquitectura religiosa es la principal fuente en el Occidente cristiano, al ser la principal obra artística y social de sus comunidades y porque engloba y subordina a las artes plásticas. Se plantea el problema de la superposición de estilos en el mismo lugar, dado que el lugar edificado se consideraba suelo sagrado y las construcciones se sucedían en el tiempo. Por ello es importante la arqueología medieval y los testimonios de los frescos y grabados de los siglos XV al XVIII, que permiten conocer las obras antes de su destrucción, como ocurrió con muchas obras paleocristianas durante el Barroco y con las obras francesas anteriores a la Revolución Francesa como le sucedió al monasterio de Cluny.
Las artes figurativas aportan documentos fundamentales, en especial la miniatura de la ilustración de libros. En una cultura manuscrita, la miniatura era no sólo una actividad artística principal sino que también nos da hoy unas pautas para estudiar la evolución de la pintura, cuyas obras nos han llegado en peor estado que los libros. La escultura y el mosaico nos dan pocos testimonios, mientras que las artes menores tienen mayor importancia, tanto en el arte de las invasiones (a destacar su orfebrería) como en el islámico o el prerrománico.
Otros documentos son los inventarios de tesoros, como los realizados en las iglesias de Roma a partir del siglo VII, con referencias a sus materiales, valor, peso, medidas... Ya en la Baja Edad Media abundan los protocolos notariales y los contratos de los gremios o mecenas con los artistas. Asimismo son documentos valiosos los titulus, en las bandas que ciñen numerosas figuras, con fechas y otros datos.

Literatura artística: los manuales de taller.
Durante la Edad Media no hay un interés por el Arte por sí mismo, aunque abundan los datos económicos, religiosos o relacionados con el poder político. Así, Procopio (c. 500-560/562) en sus Panegíricos describe la ciudad de Constantinopla, no como testimonio de las obras de arte sino del poder de Justiniano. Hay en los siglos medievales tratados de óptica y algún repertorio iconográfico, pero ningún tratado o historia del arte.
Fernando Checa (1987) resume: «El pensamiento estético medieval hay que entresacarlo de los escritos de Plotino, San Agustín y Santo Tomás. Plotino (siglo III) sustituye el concepto de imitación de la Naturaleza, propio de la Antigüedad, por el de emanación divina, abriendo camino al arte medieval. San Agustín (siglo IV) exalta el papel de la fantasía como imaginación creadora e introduce el contraste como una cualidad de la belleza. Santo Tomás (siglo XIII) hace una apología de los sentidos, a través de los cuales se reciben formas que más tarde se almacenarán en la imaginación y en la fantasía. En su tratado de óptica, el monje Witelo, amigo de Santo Tomás, muestra su oposición al naturalismo clásico, al considerar más bellas las cosas artificiales que las naturales, coincidiendo con Plotino y San Isidoro de Sevilla. Este último, en sus Etimologías (siglo VII), enciclopedia medieval que recoge el saber de la época, trata de pintura, música, decoraciones de estuco y arquitectura, siendo en este campo donde su pensamiento se muestra más original: habla de dispositio, constructio y venustas, como partes de la arquitectura, y considera que la belleza procede del adorno venustas y no de la proporción como mantenía Vitruvio.» [Checa et al. 1987:158-162.]
Si no hay tratados artísticos, sí abundan, empero, los manuales de taller (llamados recetarios) y los libros de peregrinación (descripciones de viajes de peregrinación).
La literatura técnica, como advierte Barasch, se inicia en el siglo XII, transmitiendo las técnicas, difundiendo soluciones tradicionales, prescribiendo las tareas en las fases de la creación, junto con la descripción de modelos formales e icono­gráficos.
Heraclio, en Sobre los colores y artes de los romanos reúne un conjunto de textos de autores diversos, italianos (los dos primeros libros del siglo X) y franceses (el tercero de los siglos XIII-XV) en una exposición sólo técnica sobre ilustración de miniaturas, vidrio, cerámica, metales, propiedades mágicas de las piedras...
Teófilo, en su Schedula diversarium Artium (primera mitad del siglo XII), expone en la introducción que cuenta «lo que ha visto y oido». Es más importante que la obra anterior porque explica las técnicas tanto del Occidente románico como del Oriente. Compendia las técnicas de los talleres en tres libros, el primero sobre la miniatura y la pintura mural (atento siempre a la composición y a la mezcla de los colores), el segundo sobre el vidrio (fabricación y pintura) y el tercero sobre los metales, el marfil y las piedras preciosas.
Villard d'Honnecourt, un arquitecto francés del siglo XIII, es autor de Album o Livre de Portraiture (analizado por Wittkower), un cuaderno de dibujo que tiene poco texto y muchos dibujos, con dos partes: a) sobre modelos formales e iconográficos, por ejemplo los Doce Apóstoles sentados, b) da un método para dibujar las figuras humanas, estáticas o en movimiento, combinando figuras geométricas (triángulos, cuadrados, segmentos de círculos...), pero sin observar la realidad de la naturaleza, pues su tesis es que está antes la idea, la imaginación, que la realidad.
Dionisio de Furna, un pintor del Monte Athos, en su Hermeneútica de la pintura (obra tardía del siglo XVIII, hacia 1701-1745, analizada por Schlosser), nos refiere técnicas medievales bizantinas. Es un libro de texto, con modelos y con programas ico­nográficos con el interés de situar las imágenes dentro de las iglesias.


Cennino Cennini, discípulo de Agnolo Gaddi, es un florentino residente en Padua y en su Libro del Arte, escrito a finales del siglo XIV o principios del XV (hacia 1380), y publicado por primera vez en Roma (1821), introduce una radical novedad: el pintor debe observar la naturaleza para tomar su modelo, de modo que la realidad está antes que la idea. Este es un concepto revolucionario entonces, ya renacentista.
Cennini, recoge las innovaciones de Giotto y los demás maestros de la Escuela de Florencia para explicar la técnica pictórica (él mismo era pintor) y del trabajo de los metales y también para exponer las nuevas ideas renacentistas en la concepción y realización de la pintura, con respeto a la fantasía y libertad del artista. Introduce conceptos como moderno, relieve...
En cuanto a los manuales de peregrinación, descripciones para los peregrinos, se destacan dos del siglo XII:

Mirabilia Urbis Romae, que describe la ciudad de Roma.

Codex Calixtinus, aún más importante, referente al camino hacia Santiago de Compostela, e incluye una relación de leyendas del Apóstol, una epístola papal certificando la veracidad de éstas y una descripción de la catedral, que Yarza ha utilizado para descifrar la iconografía de las portadas y del interior.

OTRAS FUENTES LITERARIAS.
Destacan las obras religiosas, como los tratados teológicos, himnos o sermones, materiales que informan sobre iconografía como hace Santiago de la Vorágine, autor de La leyenda dorada, o la evolución del pensamiento medieval.
En la Baja Edad Media abunda la literatura profana y cortesana (al respecto es apasionante la lectura de Martí de Riquer en su tratado Los trovadores). Las obras de Dante, Bocaccio y Petrarca son interesantes por testimoniar la aparición en la Toscana del siglo XIV de una nueva edad artística, el Trecento. Dante y Bocaccio pregonan la vuelta a la austeridad (un concepto ya defendido por el cistercense San Bernardo), pero basándose ya en que el modelo debe ser el del arte antiguo. Petrarca, de hecho, sería el primero [Lionello Venturi es uno de sus estudiosos más preclaros] en intentar escribir un verdadero tratado de arte, no ya un simple recetario, defendiendo la vuelta al arte de la antigua Roma.
Un libro importante, por ser el precursor del método de Vasari será la obra de Filippo Villani, Del origen de la ciudad de Florencia y sobre sus famosos ciudadanos (h. 1400), que sitúa entre los florentinos ilustres a Cimabue y Giotto, refiriendo sus vidas y valorando su individualidad.
En el Islam abundan las descripciones históricas y geográficas, pero la mejor fuente es la literaria, como destaca María José Rubiera en La arquitectura en la literatura árabe.

HISTORIOGRAFIA GENERAL.
Internet.
Documentales / Videos.


Historia del arte medieval europeo: Paleocristiano, Bizantino, Prerrománico, Románico, Gótico. Pero eso es otra historia. 1:21:09. [https://www.youtube.com/watch?v=ouBY7TaYQh4] Excelente resumen didáctico.

Conferencias.

Claves de lectura de la imagen medieval. Conferencia de Inés Monteira. Museo Thyssen. 1:10:53. [https://www.youtube.com/watch?v=r_36HwXA1As]



La arquitectura medieval, ¿oscura o brillante? Conferencia de Antonio Momplet (UCM), en Colegio de Doctores y Licenciados. 1:14:54. [https://www.youtube.com/watch?v=a2f6ndhTqHc]



Belleza y técnica en la Edad Media. Las deformaciones de una historia del arte caduca. Conferencia de Isidro Bango. Museo del Prado (2014-2015). 1:05:37. [https://www.youtube.com/watch?v=38b233YVbs4]



Museos e iglesias, dos canteras para la historia del arte medieval. Conferencia (en español) del historiador noruego Justin Kroesen en el Museo del  Prado (4-XI-2021). 1:22:51. [https://www.youtube.com/watch?v=XNsps0avtEI]


Una historia de la escultura (1). La escultura medieval: escenarios, performance y sentidos. Conferencia de Manuel Castiñeiras. Fundación Juan March (11-IV-2023). 1:27:01. [https://www.youtube.com/watch?v=CkMoF9_MOEk&t=12s]


Exposiciones. Orden cronológico.
*<Vida y peregrinación>. Santo Domingo de la Calzada, La Rioja. Claustro de la iglesia catedral (9 julio-26 septiembre 1993). Ed. Ministerio de Cultura. 235 pp.
*<Los pilares de Europa. La Edad Media en el British Museum>. Madrid. CaixaForum (18 octubre 2016-5 febrero 2017). Barcelona. CaixaForum (10 marzo-18 junio 2017). 263 obras: 244 del BM y 19 del MNAC. Comisarios: Michael Lewis y Naomi Speakman. Reseña de Bono, Ferran. El alma europeísta del British. “El País” (19-X-2016). / Antón, J. De Ivanhoe a Ken Follett. “El País” (10-III-2017).

*<El espejo perdido. Judíos y conversos en la España Medieval>. Madrid. Museo del Prado (10 octubre 2023-14 enero 2024). Obras del Museo del Prado y el MNAC de Barcelona. Comisario: Joan Molina. Reseña de Marcos, Ana. El arte medieval fue cómplice de la demonización de judíos y conversos. “El País” (7-X-2023).


Libros.
Baltrusaitis, Jurgis. La Edad Media fantástica. Cátedra. Madrid. 1983 (1955). pp.
Bango, Isidro. El arte de la Alta Edad Media. Anaya. Madrid. 1989. 96 pp.
Bango, Isidro. El monasterio medieval. Anaya. Madrid. 1990. 96 pp.
Beckwith, John. El arte de la Alta Edad Media. Destino. Barcelona. 1995 (1964). 270 pp.
Bianchi Bandinelli. Del Helenismo a la Edad Media.
Bozal, V. Historia del Arte en España. I. Istmo. Madrid. 1978.
Braunfels. La arquitectura monacal en Occidente.
Caillet, Jean-Pierre (dir.). L'Art du Moyen Age. RMN/Gallimard. París. 1995. 592 pp. 643 ilus b/n, 200 color.
Carbonell, Eduard; Sureda, Joan. Tesoros medievales del Museo Nacional de Cataluña. Lunwerg. Barcelona. 1998. 350 ilus. de Maties Briansó.
Casanelli, R. (ed.). El arte en el Mediterráneo en la época de las Cruzadas. Lunwerg. Barcelona. 2000. 302 pp. 180 ilus. 12 autores, sobre la relación entre arte cristiano e islámico.
Cirici Pellicer, A. El arte de la Edad Media. En Historia del mundo en la Edad Media, v. III. Sopena. Barcelona. 1981. 445 pp.
Grabar, André. Les origines de l'esthétique médiévale. Macula. París. 1992. 128 pp.
Heck, Christian (dir.). Moyen Âge. Chrétienté et Islam. col. Histoire de l'Art. Flammarion. París. 1997. 576 pp. 700 ilus. (350 en color).
Janson, H.W. Historia general del arte. Alianza. Madrid. 1990 (1986). 4 vols. Tomo II. La Edad Media. Ref. pp. 543-547.
Mâle, Émile. Arqueología Cristiana.
Mérot, Alain (dir.). Histoire de l'art 1000-2000. Hazan. París. 1995. 528 pp. 850 ilus. Iconografía.

Miguélez, Alicia; Villaseñor, Fernando (coordinadores). La circulación de manuscritos iluminados en la península Ibérica. CSIC. 2018. 355 pp. Ensayos de 20 especialistas, para Congreso Internacional ‘Medieval Europe in Motion’ (2015), sobre los libros iluminados de las tres religiones, cristiana, musulmana (Kalila a Dimna) y judía (Biblia de Cervera, 1300), filosofía (Ética de Aristóteles) y otros temas, con maestros destacados en Cataluña, Galicia, Castilla (Juan de Carrión) o Portugal (Antonio de Holanda). Reseña de Morales, Manuel. La agitada vida del manuscrito iluminado de la época medieval. “El País” (2-I-2019).
Pacht, Otto. La miniatura medieval. Alianza. Madrid. 1987. 221 pp.
Pirenne, Henri. Las ciudades de la Edad Media. Alianza. Madrid. 1975. 167 pp.
Post, C.R. A history of Spanish painting. 1930-1966.
Schlosser, Julius. El arte del Medievo. 1923.
Schlosser, J. v. El Arte de la Edad Media. Gustavo Gili. Barcelona. 1981. 120 pp.
Scobeltzine, André. El arte feudal y su contenido social. Mondadori.
Seta, Cesare de; Le Goff, Jacques. La ciudad y las murallas. Cátedra. Madrid. 1991 (1989). 399 pp.
Shaver-Crandell, Anne. Introducción a la Historia del Arte. La Edad Media. Gustavo Gili. Barcelona. 1985. 136 pp.
Stegman, Hans. La escultura de Occidente. Labor. Barcelona. 1926.
Wittkower, Rudolf. La escultura: procesos y principios. Alianza. Madrid. 1983 (1977). 331 pp.
Yarza, J. et al. Arte Medieval II. v. III de Fuentes y Documentos para la Historia del Arte. Gustavo Gili. Barcelona. 1982. 446 pp. Textos n1 26, 27, 28, 31, 51,
Yarza Luaces, Joaquín (ed.). La miniatura medieval en la Península Ibérica. Nausicaä. Murcia. 2007. 612 pp.

Artículos.
Ruiz Mantilla, Jesús (textos); Navia (fotos); Peridis (ilustraciones). Luz de Dios. “El País” Semanal 1.879 (30-IX-2012) 56-61. Siete catedrales españolas: Jaca, Santiago de Compostela, Lleida, Barcelona, Burgos, Cuenca y Oviedo.
Pérez, José Luis (Peridis). Cuando Dante escribía divinas comedias. “El País” Ideas 101 (16-IV-2017). Reivindicación del arte y la cultura del Medievo.

ICONOGRAFÍA MEDIEVAL,
Exposiciones.
*<Medieval Monsters: Terrors, Aliens, Wonders>. Nueva York. The Morgan Library & Museum (8 junio-23 septiembre 2018). Manuscritos iluminados con el Bestiario de dragones, demonios… Cat. [https://www.themorgan.org/exhibitions/medieval-monsters]
Libros.
Charbonneau-Lassay, L. El bestiario de Cristo. Olañeta. Barcelona. 1996.
Duchet-Suchaux, Gaston; Pastoureau, Michel. La Biblia y los santos. Guía iconográfica. Alianza. Madrid. 1997. 414 pp.
Garnier, François. Le lampage de l'image au moyen âge. Significations et symbolisme. Le Léopard d'Or. Paris. 1982.
Grabar, André. Las vías de la creación en la iconografía cristiana. Alianza. Madrid. 1985 (1979, francés). 342 pp.
Guenebault, L.-J. Dictionnaire iconographique des figures, llegendes et actes des sainvs... par M. L.-J. Guenebault. Migne. Paris. 1850. Es el tomo 45 de la Encyclopédie Théologique, publicada por l'abbé Migne. En la sección censurada.
Heck, Christian. L'Échelle céleste dans l'art du Moyen Âge. Une image de la quête du ciel. col. Idées et Recherches. Flammarion. París. 1997. 265 pp. 195 ilus.
Izzi, Massimo. Diccionario ilustrado de los monstruos. Olañeta. Barcelona. 1996.
Nichols, Stephen G. Romanesque Signs. Early Medieval Narrative and Iconography. Yale University Press. New Haven. 1983. 248 pp.
Saxl. Classical mithology in Mediaeval Art. 1932-1933.

Artículos.

Morales, Manuel. Obscenidades románicas como pararrayos del Maligno. “El País” (30-VII-2018). Un debate de historiadores sobre el significado de la iconografía sexual en las iglesias románicas.

martes, 20 de noviembre de 2012

Comentario: La naveta dels Tudons.

Comentario: La naveta dels Tudons.

N.B. Hi ha una traducció al català en Comentari: La naveta ‘dels Tudons’.*

Descripción.
La Naveta dels Tudons (o des Tudons) es una construcción ciclòpica en forma de nave invertida, situada en el término municipal de Ciutadella de Menorca. Es la naveta más grande y mejor conservada de la isla y, curiosamente, es el edificio intacto más antiguo de Europa, porque los otros han sido reconstruidos o son ruinas.

La datación.
Este tipo de construcción es típico de la Edad del Bronce y la Edad de Hierro, a lo largo del final del segundo milenio y del primer milenio aC, que se corresponde en Menorca con el final del período pretalayótico y todo el periodo talayótico. Antes se pensaba en una fecha bastante anterior, hacia el 1500-1300 aC, por lo que su origen sería pretalayótico, hasta que las nuevas técnicas de datación como el carbono 14 y la prueba de termoluminiscencia han postergado la fecha al 1000 aC, ya en avanzada época talayótica.
Una hipótesis de interpretación razonable es que probablemente todo o gran parte del paramento inferior sea anterior, con la forma navetiforme propia de la cultura pretalayótica, pero que el paramento principal más elevado de las fachadas sea talayótico.

Las excavaciones.
La naveta fue excavada por la arqueóloga María Luisa Serra y su equipo a partir de 1959 hasta 1975 (la restauración principal es de 1959-1960), y se descubrieron gran cantidad de restos de enterramientos, tanto humanos como de objetos de los ajuares funerarios.

Análisis formal.
Estos edificios megalíticos se construían utilizando la técnica ciclópea, de grandes piedras, que encajaban sin mortero. Hay dos tipos de piedras, unas muy grandes y relativamente irregulares al zócalo de la base, mientras que las otras son sillares o losas muy bien cortadas y forman el resto del edificio.
Esto abonaría la hipótesis de que hacia el 1500-1300 aC se haría una primera construcción navetiforme, tal vez con la función inicial de vivienda principal del poblado, con una técnica propia del pretalayótico naviforme, y hacia el 1000 aC, en un momento de transición, se reutilizaría para levantar el edificio actual, de técnica talayótica, con sillares, y una función ya funeraria. 


Plano axionométrico.

Es una construcción monumental, de la que las dimensiones máximas son 13,60 por 6,40 metros mientras que la cámara interior hace 7,45 por 2,45 metros. La forma rectangular indica que es una naveta tardía, “evolucionada” desde los primeros modelos ovalados.

Alzados de perfil y de fachada principal.

La fachada principal, en el lado oeste, es casi plana y tiene una pequeña puerta, desde la cual se accede a una antecámara o pasillo arquitrabado de 1,40 metros, desde el que se puede pasar por otra puerta en ambas cámaras del interior, de planta rectangular. Ambas cámaras, una superpuesta a la otra, se encuentran cubiertas por losas planas embutidas en los muros. El interior termina, al este, el lado contrario de la entrada, en una cabecera absidal redondeada, una reminiscencia de las primeras navetas de forma ovalada.
 
Entrada desde la antecámara a la cámara inferior. En este espacio se pondrían ofrendas y realizarían ritos funerarios.

La forma navetiforme (o naviforme) parece influida por los dólmenes y dólmenes de corredor, por la forma de nave de las habitaciones pretalayóticas, y quizás también, en cuanto a la característica de la verticalidad truncada, por las formas externas de las mastabas egipcias, aunque en este caso lo más probable es una simple coincidencia porque se daba una similar respuesta a las mismas necesidades.
 
Vista exterior del ábside.

La función.

Cámara superior.

La función funeraria es patente porque se han encontrado en el interior numerosos enterramientos, aproximadamente un centenar, al menos en tres etapas diferentes, acompañados de numerosos objetos personales como colgantes, collares, brazaletes, botones de hueso, utensilios, algunas armas y de piezas de cerámica que debían contener ofrendas de alimentos sólidos y líquidos y en algunos casos se han encontrado dentro cabellos teñidos de rojo en lo que parece un rito funerario.
 
Cámara inferior, con agujeros de enterramiento.

Parece que era un monumento funerario colectivo, donde descansaban los restos, previamente descarnados o incinerados en un lugar cercano e indeterminado, aunque es probable que fuera relacionado con la taula, el otro monumento funerario menorquín. Las cabezas de los difuntos se colocaban amontonadas en el punto más sagrado, el ábside curvilíneo, apuntando hacia el este, por donde sale el sol, como en los templos cristianos. En cambio, los otros huesos agolpaban a los lados, para dar espacio para los posteriores enterramientos.
La pequeña antecámara podía servir, aparte de acceso, también como cámara de ofrendas y para las ceremonias como la ingestión de comida y bebida ritual o la inhalación de humo de mirto (de conocidos efectos alucinógenos) y romero, plantas que se utilizaban en el Mediterráneo en el culto a la Diosa Madre y otras deidades. Debido a su uso posterior nada ha quedado de estas ceremonias pero el estudio analógico hace que sean muy probables.

Significado.
Las Islas Baleares, concretamente Mallorca y Menorca, albergaron una de las sociedades megalíticas más peculiares de las islas del Mediterráneo occidental, junto con las de Sicilia (los sículos), Cerdeña (los sardos de la cultura nurágica) y Córcega (la cultura de los Turri), pueblos que parece que provenían de los conocidos Pueblos del Mar que ahuyentaron los egipcios en el siglo XIII aC y que se esparcieron por el Mediterráneo. En Baleares se dedicaban básicamente a la ganadería, aunque conocían la agricultura y la pesca, pero también podían ser piratas y servían como honderos mercenarios en los ejércitos de las grandes potencias mediterráneas.
Tradicionalmente la prehistoria más tardía de las Islas Baleares se ha dividido en dos periodos: pretalayótico hasta el 1200 aC, y talayótico hasta la conquista romana el 129 aC, pero la historiografía más reciente establece cuatro períodos: pretalayótico dolménico (2.500-1600 aC), pretalayótico naviforme (1600-1000 aC) que serviría para la transición, talayótico (1000-450 aC) y postalayótico (450-129 aC). En Ibiza sólo se ha manifestado el primer período, y no se sabe la causa de que no haya restos de los otros tres períodos, presentes sólo en Mallorca y Menorca, aunque parece fundamental la temprana influencia púnica que hubo en Ibiza.
Conocemos construcciones megalíticas como el talayot, el santuario, la naveta y la mesa, estas dos sólo en Menorca, que tenían múltiples funciones: el talayot como edificio de defensa en la muralla del poblado, recinto religioso, cuarto del tesoro, límite y lugar de acecho en la frontera, etc., el santuario como centro religioso, y la naveta y la taula, propios sólo de Menorca, como edificios funerarios.

Rafal Rubí

Naveta de Rafal Rubí (Menorca).


Fuentes.
AA.VV. Libros de Historia del Arte para Bachilerato de las editoriales Algaida, Anaya, Casals, Ecyr, Edebé,, Edelvives, McGraw Hill, Santillana, SM, Teide, Vicens-Vives…

jueves, 15 de noviembre de 2012

Conceptos de Historia del Arte y Arquitectura (D-L).


CONCEPTOS DE HISTORIA DEL ARTE. LETRAS D-L.
            D
Decumanus.

Calle principal en sentido este-oeste de una ciudad o campamento romano, que se cruza en el centro con el cardo (cardus) o calle principal en sentido norte-sur.

Dintel (o arquitrabe).

      Pieza arquitectónica horizontal que se sitúa encima de un vano (p. e. una puerta) o debajo del tímpano. Es característica de los portales románicos.
También se dice de la pieza superior horizontal entre dos columnas o pilares.

Díptico.




Conjunto de dos paneles de obras pictóricas o escultóricas, unidos con bisagras y que se pueden cerrar sobre el otro. Abundaron en el arte paleocristiano y bizantino, y posteriormente. 

Dolmen.

Construcción funeraria de la civilización megalítica, hecha con una piedra horizontal sostenida por una o más piedras verticales. Generalmente se enterraba el cadáver en el interior.

Domus.

Vivienda romana antigua, para una familia, con diversas dependencias.

Dovela.


            Cada una de las piezas escuadradas, de forma trapezoidal y función de cuña al ser más estrecha de un lado que del otro, que forman los arcos y el nervios de las bóvedas.

E
Entablamento.

        Parte superior del edificio formado por el arquitrabe, el friso y la cornisa. Característica de los templos griegos y posteriores.

Entasis.

Ensanche ligeramente convexo los tambores centrales del fuste de las columnas de un templo griego de estilo dórico, para conseguir un efecto óptico de armonía en disimular la apariencia de concavidad que presentaría un fuste recto.

Escena.
Parte elevada del teatro donde los actores representan la obra y puede haber decorados.

Escorzo.
Forma de representación de una figura dispuesta en perspectiva de forma oblicua al plano que la representa, por lo que está estirada en dirección al espectador y las dimensiones se ven reducidas. Ejemplo: Cristo yacente, de Mantegna.

Esfumado (del italiano sfumatto).
Técnica pictórica que difumina el contorno y las partes más lejanas, para dar un cierto realismo, como hace la perspectiva aérea. Ejemplo: La Gioconda, de Leonardo.

Estilóbato.

En el basamento de los templos griegos es el escalón superior al estereóbato. Sirve como base de la columnata.

Estípite.
Elemento arquitectónico con función de pilastra y en forma de estilizada pirámide invertida. A menudo decorada con elementos escultóricos, a veces antropomorfos. Característico de las portadas barrocas y los retablos.

Estoa (stoa).


      Edificio de la arquitectura griega, situado en el ágora, con forma de pórtico alargado con habitaciones en un lateral, y funciones comercial y administrativa entre otros. Ejemplo: estoa de Atalo, en el ágora de Atenas.

Exedra.
Construcción con forma de semicúpula sobre la que descansan el peso semicúpulas mayores y la gran cúpula. Ejemplo: las semicúpulas más pequeñas adosadas a las semicúpulas (F), en Santa Sofía de Constantinopla.




Construcción tendente a semiciírculo o de forma cóncava, a menudo situada en jardines, para albergar asientos, altares...

Extradós.


Superficie convexa exterior de un arco o una bóveda. Proviene de las palabras latinas extra (fuera) y dorsum (superficie).

F
Fachada (frontis).

Parte exterior de una construcción en forma de muro, abierto con puertas, ventanas... Se dice fachada principal si tiene la entrada principal, y también puede ser lateral, delantera o trasera.

Flecha (de arco).
Distancia imaginaria entre la dovela superior (la clave) y el centro de la línea de luz entre las impostas.

Foro.
Plaza principal de la ciudad romana, con función de centro comercial, cultural, administrativo, político y frecuentemente también religioso. Ejemplo: Foro de Roma.

Fresco (pintura al fresco).




Técnica pictórica sobre un muro que mezcla el pigmento con cal, goma arábiga y agua. Ejemplos: los frescos de Rafael en las Estancias Vaticanas o los de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina.

Friso.




Parte del entablamento de un templo, situada sobre el arquitrabe. Puede llevar decoración escultórica, como el ejemplo de los triglifos y metopas del friso de orden dórico del Partenón, o la procesión de las Panateneas en su interior.

Frontón.
Elemento triangular que corona la fachada de un templo o un retablo. A menudo tiene un tímpano interior decorado con esculturas.

Fuste.

Parte vertical de la columna, entre la basa o el basamento, y el capitel, que se compone de tambores o es de una sola pieza.

G
Gablete.
Elemento arquitectónico decorativo, originario de la arquitectura gótica, que consiste en un frontón apuntado, a menudo calado, que corona ventanales, portales o arquivoltas.

Gárgola.
Elemento arquitectónico y escultórico, de figuras animales y humanas fantásticas, con tres funciones: simbólica de protección del mal, decorativa y de salida vertiente de aguas. Fue una evolución de los acroterios antiguos y los canecillos medievales.

Girola (o deambulatorio).




Parte del templo cristiano, situada a menudo en las cabeceras de las iglesias de peregrinación, de forma semicircular en planta, con la función de facilitar el paseo de los visitantes durante la misa y de albergar las absidiolas.

Grada (o cavea).



Parte de los edificios públicos romanos, como circos, anfiteatros..., con forma de graderío con escalones, donde se situaban los espectadores, usualmente divididos en clases sociales.

Grafito (o graffiti).

Técnica pictórica mural, utilizando carboncillo, espray u otros medios pictóricos, a menudo como un medio de protesta político-social.

Grutesco (o grottesco).


       
Ornamentación escultórica o pictórica, propia de la pintura romana antigua (como la Domus Áurea de Nerón) y más tarde recuperada en el Renacimiento, que representa seres fantásticos, humanos, vegetales, animales o rocas ásperas, entrelazados en un todo. Se relaciona con el arabesco.

H
Haram.


         
Parte de la mezquita islámica, con la función de lugar de oración (haram significa zona prohibida), en forma de gran sala columnada, dividida en naves perpendiculares a la quibla que mira a La Meca.

I
Icono.
Imagen sagrada, en pintura o bajo relieve, característica del arte bizantino.

Iconoclastia.
Ideología religiosa que rechaza los iconos porque son paganas y promueve su destrucción. Se relaciona con el aniconismo, una tendencia o corriente artística contraria a la representación de imágenes, como en el arte musulmán, que no representa imágenes religiosas, y en el arte bizantino iconoclasta. Recintemente, los yihadistas islámicos han destruido imágenes, como los talibanes afganos en Bamiyán o los de Daesh en Mosul (en la foto).

Iconografía.


        Disciplina de la Historia del Arte que desarrolla el conocimiento y clasificación de los tipos de imágenes. Por ejemplo: la clasificación de los distintos tipos de Vírgen con el Niño.

Iconología.

Disciplina de la Historia del Arte que desarrolla el conocimiento del significado cultural de las imágenes. Por ejemplol, explica el significado de la granada, una fruta que representaba la fertilidad en la Roma antigua, y en el cristianismo representa la pasión de Cristo así como la entera Iglesia.

Iconostasis.


            

Muro o mampara de obra de piedra o de madera, a menudo decorado con iconos, que separa el presbiterio de la nave central de una iglesia. Es característico de la arquitectura bizantina. Tiene la función de separar al sacerdote de los fieles.

Imposta.


        La dovela o moldura horizontal, sin curvatura interna, situada al final inferior del arco de una portalada. Entre las dos impostas está la línea imaginaria de la luz del arco.

Intercolumnio.



Espacio entre las columnas o pilares.

Intradós.




            La superficie en la curvatura interna de un arco o una bóveda. Se opone al extradós (o trasdós), que está en la curvaturar exterior.

L
Lienzo.


En pintura es un soporte material de la obra pictórica, hecho de lino u otra fibra textil, más flexible y ligero que la madera y con más posibilidades de aumentar el tamaño y facilitar el transporte. Apareció a finales del Gótico.

En arquitectura es una fachada o pared de un edificio.

Linterna.



            
Elemento arquitectónico, de planta circular o poligonal, con aberturas laterales, que corona una cúpula o una torre cimborio, y sirve para iluminar el espacio interior.

Lonja.

Edificio monumental del arte gótico, dedicado al comercio o el registro de la actividad comercial. Ejemplo: la Lonja de Palma.

Luneta / Luneto.
Bóveda menor practicada perpendicularmente a otra bóveda de cañón principal, con la función de abrir una apertura para dar luz.
Abertura practicada en una bóveda o en una cúpula, con forma de media luna (a veces se da el nombre de luneto a un círculo completo) y función de iluminación o decoración.

Luz (del arco).


Línea imaginaria de la anchura de un arco, entre los puntos de imposta a ambos lados.