LA PINTURA ROMÁNICA EN EUROPA.
1. CARACTERÍSTICAS.
2. EVOLUCIÓN.
3. TEMÁTICA.
4. ESCUELAS.
ITALIA.
FRANCIA.
5. MINIATURA.
FUENTES.
1.
CARACTERÍSTICAS.
Cronología:
en los siglos XI-XII y pervive hasta el siglo XIII.
Influencias
en sus orígenes: son muy importantes las tradiciones medievales, sobre todo la
carolingia, la miniatura y el mosaico bizantino anterior y coetáneo.
En pintura
es donde encontramos mayor unidad estilística, dentro de un notorio
antinaturalismo. El dibujo es grueso, el color puro, con carencia de
profundidad y luz, y la composición es yuxtapuesta. El muro se trabaja al
fresco.
Dos
corrientes: italo-bizantina y francorrománica.
Es un arte
docente, explicativo, tendente a la formación de los fieles, buscando su
formación piadosa.
Es un arte
simbólico, no naturalista, que da una imagen del mundo espiritual. Dios es un
juez terrible y apocalíptico, lejano, que exige sometimiento.
La pintura
puede ser mural o sobre tabla, pues se vincula a los muros del interior -en los
que se utiliza la técnica del fresco- y a la pintura exenta en los frontales de
altar (los antipendios).
Las formas
son simples, casi geométricas. Los colores son planos, sin preocuparse de crear
espacio en profundidad.
La miniatura
es muy importante, por su carácter docente y como testimonio y difusor de los
temas y estilos.
Se
caracteriza por un dibujo grueso (linealidad), que contornea enérgicamente la
silueta y separa con un trazo negro cada superficie cromática; con esta
intensificación se explota el poder del dibujo para la construcción de formas.
La seguridad de la siluetación es admirable en las superficies curvas de los
ábsides, en las que los artistas llegan a sentirse tan cómodos como en el
trabajo de superficies planas.
Hay un color
puro, sin mezclas, o a lo sumo con dos tonalidades. Se prefiere el plano
cromático amplio, en el que se obtienen efectos violentos y con el que se
expresa muchas veces algún simbolismo medieval.
Hay una
carencia de profundidad y luz. Es una pintura bidimensional y plana. Las
figuras se disponen en posturas paralelas a manera de relleno de un plano, y
con frecuencia resaltan sobre un fondo monocromo o listado en franjas
horizontales de diversos tonos. Al no proceder a la mezcla de los colores las
escenas carecen de vibración lumínica, ausencia que contribuye a resaltar de
forma más poderosa la geometría de las formas.
Es una
composición yuxtapuesta; con preferencia por las figuras frontales y por la
eliminación de cualquier forma que rompa el plano. En los grupos las figuras no
se relacionan hasta el románico tardío, alrededor de 1200. La composición
geométrica es compleja: triángulos, pirámides, cuadrados, círculos. Las figuras
son hieráticas, sin movimiento, simples y estilizadas, sin canon (con un canon
alargado al final del románico).
El muro se
prepara al fresco de forma tan concienzuda, aplicando los colores sobre una
capa fresca de cal absorbente (lo que ha conservado muchas obras) que,
arrancadas las pinturas de Berlanga o de Tahull, quedan siluetas y colores
adheridos a la cal; quizás los toques finales se dieran con temple, lo que ha
contribuido a mantener la viveza de los tonos.
Tiene un
carácter antinaturalista y simbólico , con un gran poder expresivo, falta de
realismo, y tendencia a la esquematización. Este antinaturalismo extremo sigue
la escuela bizantina: el artista prefiere plasmar vivencias antes que
reproducir formas reales. No hay fondos de perspectiva ni paisajes.
El género
por excelencia es la pintura mural, y los mosaicos de influencia bizantina se
usaron sólo en Italia (catedral de San Marcos de Venecia), pero también se
pintaron frontales de altar. En España abunda la pintura al temple sobre tabla
en los frontales de altar (Cataluña y Aragón), con una temática variada:
Cristo, Virgen, Santos. El esquema es simétrico, generalmente en tres calles
verticales. Destacan los frontales de Seo de Urgel y de Aviá.
2.
EVOLUCIÓN.
Se distingue
un periodo de románico bizantinizante, en el siglo XI y uno de románico pleno,
en el siglo XII, ya completamente autónomo, pero no por ello mejor.
Predominan
las influencias bizantina (ubicación, iconografía, hieratismo, siluetas con
grandes rayas), clásica, copta y prerrománica (de cada región), y de la
miniatura mozárabe.
3.
TEMÁTICA.
Las pinturas
se localizan en el interior de los templos, con una finalidad docente,
explicando la doctrina oficial de la Iglesia.
Las figuras
son hieráticas y frontales. No hay una perspectiva geométrica.
4.
ESCUELAS.
Las escuelas
que dominan en Europa son dos: la italo-bizantina y la franco-románica. Italia
y Francia son, pues, los dos centros más influyentes, aunque las obras mejor conservadas
están en España.
En Alemania destacan
las pinturas murales de Jorge de Oberzell y la iglesia de Schwarzheindorf. En
Inglaterra señalo que en 1996 un ingeniero jubilado descubrió en las ruinas de
una iglesia en Norfolk (Este de Inglaterra) los frescos más antiguos de Gran
Bretaña; son de finales del siglo XI, justo antes de la muerte de Guillermo I y
aunque de escasa calidad formal destacan porque son la más antigua
representación europea de la Santísima Trinidad.
ITALIA.
Hay también
dos estilos:
A) Local, en
Lombardía, con un románico más puro.
B)
Bizantinizante en el Sur (hasta el siglo XI hubo dominio bizantino). La
corriente italobizantina se crea en Italia a principios del siglo XI y es la
más extendida, por Francia a través de Cluny, por Inglaterra a través de
Normandía, por Centroeuropa desde el N de Italia y por Castilla-León a través
de Cluny y Cataluña.
A principios
del siglo XI en el siglo de Italia se hacía mosaico bizantino. Paralelamente se
realizaba un tipo de trabajo conocido como maniera
griega (se copiaba el mosaico bizantino) en toda Italia que se sigue
empleando hasta Simone Martini. Mientras en Italia del S se hacía esto, surge
la pintura románica en el monasterio de Montecassino que es un lugar de unión
del N con el siglo Se adaptó la influencia bizantina a las necesidades
didácticas de Occidente. El resultado es la pintura italobizantina, que a
principios del siglo XI ya introduce la narración y la monumentalidad, siendo
la corriente que más aprovecha la expresividad y la gestualidad (de Reichenau).
A pesar de la introducción de la narración siempre presenta la complejidad
simbólica de Bizancio, con hieratismo, majestuosidad. Se suele dividir el
espacio en franjas de color que se aprovechan para acentuar el simbolismo (con
el uso de colores naturales). El empleo de la gama de colores azules y verdosos
contrasta con los colores pardos de las vestiduras. Los mejores ejemplos son
St. Angelo in Formis, Agnani, St. Pietro al Monte y St. Elia.
En suma, hay
una fuerte influencia italo-bizantina, con frontalidad y planos únicos.
Sant'Angelo
in Formis (siglo XI, en Campania). Es un ciclo muy completo. En el ábside hay
un grupo con Cristo en Maiestas, con el Tetramorfos, y debajo los tres
arcángeles, San Benito y el abad Desiderio de Montecassino (1059-1167). En las
absidiolas hay figuras de santos y en el nártex hay una Virgen Orante, San
Miguel y vidas de santos. Grabar ve un contacto con el clasicismo y la
iconografía bizantina, con el tema del sentido de la vida. Pero puede ser
también un influjo del arte monástico de Montecassino. Los ciclos no son
homogéneos ni contemporáneos, sino que hay cambios debidos a nuevas
influencias, pues se simplifican y estilizan los modelos. Hay un gran control
de la luz, que da tonalidad y un volumen que no parecen románicos. Incluso hay
tonalidades verdosas en los rostros (propios del arte deuterobizantino). El
abad Desiderio está en la testificación de la iglesia, cuyo modelo porta en la
mano. Su nimbo en la cabeza es cuadrado (sólo los santos tienen el circular).
Hay una monumentalidad y amplitud de formas (de tendencia paleocristiana,
apartada del canon alargado bizantino).
Los frescos
de la cripta de la catedral de Agnani (siglo XII, Calabria), con composición de
figuras alineadas en un solo plano, con frontalidad. Hay el tema de la Jerusalén Celestial.
Frescos de
San Pietro al Monte (finales del siglo XI, Lombardía). Es la obra maestra del
periodo. Está en un lugar especial la Manifestación , no en el ábside sino en la pared
del vestíbulo interior. La
Maiestas está rodeada por una escena del Apocalipsis, con el
arcángel San Jorge matando al dragón. Hay dosificación de la luz para conseguir
un volumen (un elemento no románico). La Maiestas es de colores planos, típicamente
bizantina, como la fisionomía o los tonos verdosos. Para Durliat el reverso del
vestíbulo, con el triunfo del arcángel San Miguel, es del tipo bizantino,
mientras que las pinturas del vestíbulo y la bóveda (Jerusalén Celestial) son
de tipo romano.
En Santa
Elia hay un bizantinismo, que sigue el modelo de los mosaicos de Rávena.
FRANCIA.
Aunque
posterior, es el mayor centro de producción de la época, con dos estilos:
A) Local,
románico puro, en tonos claros, con figuras sobre fondo dispuesto en bandas
anchas. Se la llama corriente franco-románica. Es más coherente con la narración
didáctica de Occidente, menos solemne, menos hierática y menos presentativa.
Los programas iconográficos son más sencillos y accesibles, con más movimiento
y variación en las posturas. Más simplista, ingenua y ruda. Hay menos gama
cromática que en Italia (no hay los colores verdosos y azules de las ropas,
sino colores ocres y grises).
En St.
Savin-sur-Gartempe en la bóveda hay bandas narrativas con una temática
narrativa. En la cripta de Tavant hay rasgos casi de catacumba, con
narratividad, figuras sueltas, reseña de las aristas, colores ocres,
movimiento...
B)
Bizantinizante, con figuras sobre fondo azul oscuro, con riqueza de color y
detalles decorativos (frescos de Berzè-la-Ville en Saone-et-Loire). Desde
Montecassino y Cluny penetra el estilo italobizantino en Francia y otros
países. La obra maestra fue el ábside de Cluny III (hoy desaparecido).
En Berzé-la-Ville
hay una colección de obras maestras, bien conservadas. En el ábside, Cristo delega su poder a
San Pedro. Hay un programa con la Testificación en el registro inferior, debido
a las ventanas que están en medio, con vírgenes en las enjutas. En el coro hay
dos escenas narrativas, de los martirios de San Blas y San Lorenzo. Hay santos
en el basamento. Hay una clara influencia clasicista mediante la miniatura
(volumen, tridimensionalidad).5. MINIATURA.
Los talleres
monásticos y episcopales, los scriptoria, decoraban con miniaturas los
libros religiosos: biblias, salterios, hagiografía, libros profanos...
La miniatura
influyó mucho en la pintura mural, mediante su iconografía.
Características.
Hay una amplia variedad de
libros de miniaturas. Se iluminan el prefacio y el canon misal. Dibujo
caligráfico con pluma en un fondo de pergamino, derivado del Salterio de
Utrecht. Se decoran las páginas y las letras iniciales (influencia de la
anglosajona). Abundan los elementos zoomórficos. La iconografía es semejante a la de la escultura.
Las biblias tienen generalmente personajes libres sobre los fondos. Hay una evidente influencia afinidad con la pintura mural. Es frecuente la ilustración
de libros didácticos, sobre el Cosmos, con el hombre como símbolo o alegoría
del Cosmos, con Dios como fuerza creadora.
En la corriente anglosajona destacan las escuelas de Winchester y Canterbury. La primera muestra la influencia
del Salterio de Utrecht y su estilo caligráfico, con iniciales historiadas, al
principio del Beatus Vir, con iconografía clásica y bizantina. La Biblia de Winchester es una de sus obras maestras.
La escuela de Canterbury destaca por sus figuras zoomórficas.
La influencia
bizantina es patente en el Salterio de St. Albans, con valores afectivos que entran en la
miniatura antes que en las otras artes.
La escuela de
Normandía se relaciona con la de Winchester desde 1066. Las iniciales habitadas
(con entrelazos), con otros elementos, calografía a pluma. Subordinación al
marco ornamental. Destaca una biblia del Beatus Vir.
La Escuela
de Borgoña o Citeaux (siglo XII) destaca por sus iniciales figurativas: la Biblia de Dijon. Influencia
bizantina. El Maestro de Citeaux (c. 1150), con trabajos cotidianos de los
monjes como temas de la iconografía.
En Italia la escuela
de Montecassino es el mejor ejemplo.
Internet.
Documentales.
Exposiciones.
<Gilabertus. Un
viaje decisivo en el descubrimiento del románico>. Vic. Museo Episcopal (30
diciembre 2007-4 febrero 2008). Reseña de Clota, Eva. Gilabertus, autor medieval. “El País” (30-XII-2007) 47.
Libros.
Artículos. Orden cronológico.
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