EL ARTE ROMÁNICO. RESUMEN E INTRODUCCIÓN.
INTRODUCCIÓN.
Un resumen.
1. LA SOCIEDAD Y CULTURA DEL ROMÁNICO.
El contexto histórico: el feudalismo.
El Románico como cultura rural.
Los monasterios y las órdenes
monásticas.
Las peregrinaciones.
Las ciudades.
MÉTODOS DE ESTUDIO DEL ROMÁNICO.
CRONOLOGÍA.
ÁMBITO GEOGRÁFICO.
LA ICONOGRAFÍA.
Características.
Temática.
Programas.
EL ROMÁNICO HISPÁNICO.
Características.
El Camino de Santiago.
2. URBANISMO.
El mantenimiento de las estructuras
urbanas: las ciudades episcopales.
FUENTES.
INTRODUCCIÓN.
Esta es una UD general sobre la historia,
conceptos, historiografía... y se tratan en otras UD la arquitectura, la
escultura y la pintura en Europa y en los reinos hispánicos.
El Románico es el
primer estilo artístico común a la Europa medieval occidental y su estudio es
inseparable del de la sociedad que lo produjo.
Un resumen.
El término “Románico”
se debe a De Caumont (1824), como derivación de la formación en dicho periodo
de las lenguas romances y como extensión de la supuesta influencia del arte
romano en todo el arte de los siglo VIII-XII, aunque luego este periodo se redujo
a los siglos X-XIII, dando entidad propias a los estilos visigodo, asturiano,
mozárabe, carolingio, otónida... que son clasificados como altomedievales o
prerrománicos. Su fin no fue repentino ni coetáneo en todo Occidente: en
Francia decayó por el empuje del Gótico desde principios del siglo XIII, pero
se mantuvo bastante más tiempo en Italia y España.
El
centro vital del estilo Románico será Francia, centro del feudalismo en su
estado más puro, donde surge la dinastía de los Capetos, mientras que en Alemania
y Norte de Italia triunfa la dinastía salia de Franconia (1024-1125), sucesora
de la dinastía otoniana de Sajonia.
El arte románico se
desarrolló principalmente en las regiones donde la tradición romana había
permanecido viva (norte de Italia en el Imperio Romano Germánico, Francia y
España), en confluencia con los caracteres bárbaros del arte prerrománico, los
estilos precedentes carolingio y otoniano, y con importantes aportes de
Bizancio y del Islam.
Es el primer estilo
internacional del Occidente Medieval, la primera manifestación artística del
carácter unificador de la cultura europea, la cual llevó consigo el comienzo
del proceso diferenciador entre Oriente y Occidente, en torno al naciente
concepto de cristiandad, que culminaría con el Cisma de Occidente. Hay una
verdadera fiebre de construcción en Europa desde 1000, sobre todo de iglesias
(texto de Glaber, 1048), por grupos ambulantes de maestros y picapedreros, al
tiempo que la Iglesia y los monasterios promueven las grandes rutas de las
peregrinaciones (Roma, Tierra Santa, Saint-Michel, Santiago de Compostela),
todo lo cual difunde el Románico por Occidente, desde Italia a Inglaterra,
desde España a Alemania, e incluso en Palestina con las Cruzadas del siglo XII.
El carácter
cristiano es patente en todo el arte: la clientela, los tipos arquitectónicos,
los temas figurativos. Pero también el arte románico refleja la estructura
social feudal, piramidal, al presentar a un Dios todopoderoso, hierático, que
imparte justicia.
El románico es un
arte profundamente unitario en muchos de sus aspectos, pero tiene también una
multitud de escuelas o derivaciones locales, debido a la diversa aplicación
regional de los mismos principios fundamentales. Sus centros son variados,
desde las ciudades (que comienzan a resurgir con el comercio desde el siglo XI
y que edifican sus iglesias-catedrales) a los monasterios rurales cistercienses
y las iglesias de los pueblos.
En España es un arte
fundamentalmente de importación, que se introdujo por Cataluña y el Camino de
Santiago, mediante la orden de Cluny, y favorecido por la consolidación de los
reinos cristianos en el siglo XI y la entrada de dinero mediante el comercio y
las parias (tributos pagados a los cristianos) desde la España islámica a la
caída del califato omeya.
En el Románico hay
una clara jerarquía de las artes, con predominio de la arquitectura, a la cual
se subordinan las artes plásticas, que se integran y adaptan en el marco
arquitectónico.
La arquitectura se
centra en un gran tipo constructivo, el templo, definido por su estética maciza
(muros sin aperturas, lo que oscurece el interior), la cubierta de bóveda de
cañón (en los espacios rectangulares, exigiendo muros con igual fuerza en toda
la longitud), la articulación en tramos (lo que facilita la utilización de las
cimbras de madera y abarata la construcción y la reparación), con arcos de
medio punto (fajones, formeros y torales) sostenidos por los pilares y los
gruesos muros reforzados por contrafuertes en los puntos de soporte. Otras
cubiertas alternativas son las bóvedas de arista (en los espacios cuadrados de
las naves centrales y laterales, y que permitían apoyar el peso sobre cuatro
puntos, que debían ser reforzados con contrafuertes y que permitían que el
resto de los muros fuesen más ligeros y con ventanas más amplias, en lo que es
un paso esencial hacia el arco ojival y el futuro estilo gótico) y las de
cuarto de esfera (en los ábsides y capillas), y las cúpulas (en los cruceros)
sobre trompas o pechinas. Las torres campanario (o espadaña) en la fachada o
laterales son el único elemento claramente vertical. Hay una clara mejora de
los materiales, desde la inicial piedra rota hasta el sillar bien pulido del
Románico pleno.
La decoración es muy
rica, con pinturas murales cubriendo casi todas las paredes y con grandes
conjuntos escultóricos en los portales y las ventanas, en los capiteles de los
pilares y en las galerías de los claustros.
Se distinguen las
iglesias-catedrales, de planta basilical de nave única, y las iglesias de
peregrinación, más monumentales, adaptadas al rito de los peregrinos mediante
la multiplicación de las naves, un amplio transepto, un deambulatorio (o
girola) para la vuelta procesional alrededor de la tumba del santo
(generalmente situada en la cripta bajo el altar mayor) y un amplio ábside con
capillas radiales.
Los monasterios, con
un templo y varios edificios especializados, son conjuntos arquitectónicos
notables.
Hay numerosas
escuelas o centros de difusión de la arquitectura, destacando inicialmente la
lombarda, con su solución revolucionaria de la bóveda y las decoraciones de
lesenas y arcuaciones ciegas, que recogió la influencia romana y bizantina, y
se difundió por la Toscana, el sur de Italia —sobre todo en
Sicilia, donde se enriqueció con la influencia normanda, bizantina e islámica— y hacia la misma Francia. Las escuelas de Francia, algo posteriores,
son los grandes centros difusores hacia el resto de Europa, destacando la de
Provenza, muy influida por el arte romano sobreviviente, con grandes basílicas
con crucero coronado por cimborrio y con las naves laterales resueltas en
cuarto de esfera; de Toulouse, con deambulatorios festoneados de capillas
radiales; de Auvernia, con tribunas elevadas sobre las naves laterales; de
Perigord, con tendencia a la impostación de las cúpulas; de Normandía,
monumental, con su fachada de dos torres y su cubierta de madera, que se
difunde hacia Inglaterra y la Europa Central; de Borgoña, con las grandes
iglesias de peregrinación promovidas por la Orden de Cluny, que se extiende
hasta Castilla y León por el Camino de Santiago.
Los temas
figurativos de las artes plásticas, con una gran unidad en la escultura y la
pintura, siguen una finalidad didáctica de tipo religioso. Domina una estética
naturalista, pero irreal, en la que los cuerpos son inmateriales, casi
abstractos, estáticos, adaptados al marco, prefiriendo la interpretación antes
que la narración. Es un arte majestuoso e hierático en el que interesa sobre
todo su contenido simbólico. Predominan los ciclos del Viejo y del Nuevo
Testamento y las vidas de los santos, lo que da una gran homogeneidad
iconológica al Románico, aunque las distintas tradiciones culturales de las
regiones repercuten en una gran diversidad de escuelas.
De los mismos
centros de la arquitectura provienen los avances en la escultura, partiendo de
formas decorativas ornamentales de gusto bárbaro —sobre todo los
motivos geométricos y vegetales, que pervivirán en la ornamentación— para llegar a los grandes ciclos figurativos compenetrados con las
estructuras arquitectónicas, destacando los talleres de Toulouse y del
Rosellón. Las tallas de madera son de una gran expresividad (en especial los
Cristos). En general, los espacios más concurridos se dedican a los grandes
temas sagrados y los lugares más recónditos a los temas más profanos y
cotidianos.
En pintura, las
grandes decoraciones de pintura mural (al fresco y al temple) en los muros y
las bóvedas tuvieron una programación iconográfica de origen bizantino,
reelaborada en Italia y difundida junto a las construcciones lombardas. Después
se diversificó en la pintura de baldaquines y antipendios (tablas de los
altares). En general, los programas iconográficos se disponían según un orden
invariable: en el ábside el Pantocrátor justiciero e implacable en el interior
de la almendra mística, flanqueado por el Tetramorfos (los Cuatro Evangelistas
o sus símbolos); pero este lugar central podía estar ocupado también por la
Virgen y el Niño, rodeada por los Magos que presentan sus ofrendas. Por debajo
del ábside, una galería de Apóstoles con sus atributos. Los muros laterales se
dedicaban a temas evangélicos y otras alegorías, reservando el muro posterior,
a los pies del edificio, para el Juicio Final. En las bóvedas y cúpulas, podía
haber el Juicio Final u otros temas.
En las artes menores
o decorativas, cabe señalar la expansión de la orfebrería y el esmalte, en
metal y marfil, con influencias bizantinas e islámicas. La miniatura
(iluminación de libros) alcanzó una gran calidad en los scriptoria
monásticos y episcopales, continuando la gran tradición carolingia y otónida, y
sirvió como gran vehículo de difusión de los temas iconográficos y de los
motivos ornamentales en todo Occidente.
1. LA SOCIEDAD Y
CULTURA DEL ROMÁNICO.
El Románico
es la primera expresión artística auténticamente europea (Focillon), por su
desarrollo en todo el continente, acompañado de un gran auge en la producción
artística. Esto fue favorecido por una serie de factores históricos.
El contexto
histórico: el feudalismo.
El centro
vital del estilo Románico será Francia, centro del feudalismo en su estado más
puro, donde surge la dinastía de los Capetos, mientras que en Alemania y Norte
de Italia triunfa la dinastía salia de Franconia (1024-1125), sucesora de la
dinastía otoniana de Sajonia.
La cronología concuerda con un apogeo en los siglos XI y XII, que en algunos lugares apartados perdura hasta finales del siglo XIII. Su contexto histórico es pues la crisis que experimenta Europa tras la descomposición del Imperio Carolingio, con la aparición del feudalismo.
La cronología concuerda con un apogeo en los siglos XI y XII, que en algunos lugares apartados perdura hasta finales del siglo XIII. Su contexto histórico es pues la crisis que experimenta Europa tras la descomposición del Imperio Carolingio, con la aparición del feudalismo.
- En torno al año 1000 termina el periodo de las segundas invasiones, cuando los pueblos húngaros, polacos, moravos y normandos se asientan al fin pacíficamente en Europa, mientras que los musulmanes son rechazados (en España y Sicilia, así como en las costas) y las fronteras se tranquilizan, al tiempo que las fronteras del Occidente cristiano se expanden hacia el Sur y el Oeste.
- El sentimiento colectivo del “terror milenario”, a la llegada del fin del mundo, sufrido no sólo en el año 1000 sino también en otras fechas señaladas por los
astrólogos, que exaltó la religiosidad (tema del Apocalipsis, Juicio Final).
- El feudalismo
triunfante, que promueve monasterios y castillos en el campo gracias a la mayor
estabilidad política.
- Hay un gran
desarrollo demográfico en los espacios urbano y rural y un fuerte crecimiento
económico (se promueven más iglesias y catedrales), pero con una riqueza basada
en la tierra, con un comercio aún escaso. En los lugares vacíos hay una intensa
repoblación y un auge constructivo, mientras que la vida urbana se reanima y se
reabren las rutas comerciales en el Mar del Norte, el Báltico y el
Mediterráneo, cerradas durante el tiempo de las invasiones de la Alta Edad Media.
- La mezcla de
influencias artísticas locales y externas muy variadas. No hay un centro único
de origen, aunque Borgoña y Lombardía son los más influyentes.
El Románico como
cultura rural.
Es un estilo
artístico que da respuesta a las necesidades de una sociedad básicamente rural,
organizada en torno a los monasterios, los castillos, pueblos y ciudades de
escasa población.
Reconstrucción de una ciudad medieval con murallas.
Los monasterios y
las órdenes monásticas.
El arte románico
simboliza el poder y el esplendor de los monasterios en la época feudal, de la
que son los auténticos focos culturales.
En la Alta Edad Media
predomina la orden benedictina, que sigue la regla de San Benito de Nursia (ora
et labora), en principio muy austera y que extenderán sus técnicas agrarias
por toda Europa. Pero la riqueza acumulada por los monasterios a lo largo de
varios siglos hizo que los señores feudales codiciasen las abadías para nombrar
titulares a sus hijos, al igual que los obispados y demás cargos eclesiásticos.
Monasterio de Cluny en el siglo XII.
Como reacción a
estos problemas el monasterio de Cluny en Borgoña, sede de la orden
cluniacence, fundado en 910 por el duque Guillermo de Aquitania, fue eximido de
la autoridad civil y religiosa, y pasó a depender directamente del papado, para
evitar la decadencia y ser casa de reforma de la vida religiosa y del pueblo
cristiano. Sus monjes elegían a sus propios abades. El ejemplo cundió, de forma
que los monasterios benedictinos se rigen por la regla de Cluny. El monasterio
de Cluny se convirtió en el gran centro espiritual de Europa y centro de un
verdadero imperio monástico que en el siglo XII comprenderá casi 1.500 abadías
y prioratos, con un poder político y económico de primera magnitud, promoviendo
el arte Románico, las Cruzadas y las Peregrinaciones a Roma, Tierra Santa
(Jerusalén), Santiago de Compostela, Saint-Michel en Bretaña, Canterbury en Inglaterra, fomentando así el
contacto entre los distintos pueblos. Su influencia artística fue notable a
través de los scriptoria, la fábrica
de los grandes edificios monásticos con edificios en los cuales se sigue un similar estilo arquitectónico y se producen las artes plásticas y suntuarias
aplicadas a la liturgia. Se difunde de este modo un tipo de arquitectura y
artes plásticas común para Europa occidental, en el que se renuevan conceptos
de la herencia clásica romana, de su arquitectura tardía, la tradición
prerrománica e incluso la oriental (Bizancio, Islam). Cluny en 1258 perdió su
independencia respecto a la Corona de Francia y ello precipitó su decadencia, de la que no salió hasta
su desaparición en 1790 (los edificios fueron destruidos casi totalmente en
1801).
La orden
cisterciense aparece en el monasterio de Citeaux (finales del siglo XI),
fundado por Roberto de Molesmes, con el ánimo de reencontrar el espíritu de San
Benito. Sus monjes pretenden una vuelta al carácter austero y sencillo de la
primera Iglesia, santificando el trabajo manual de nuevo, alejándose del boato
cluniacense y viviendo severamente (dormir en el suelo, comer una libra de pan
y dos platos de verdura, vestir con tosco hábito blanco) y en silencio. Dicho
estilo de vida se extiende rápidamente por toda Europa. En 1154 ya hay 350
abadías y a finales del siglo XII llega a contar con 1.800 abadías.
La figura más
importante de la orden cisterciense es San Bernardo de Claraval (que entra como
novicio en 1112 y muere en 1154), tercer hijo de un noble. Hombre de gran
prestigio en toda la Europa civil y eclesiástica, sus ideas incidirán en el
arte. Propugna la sencillez, que quedará plasmada en el rechazo crítico a
algunas de las imágenes con que se decoran los claustros, calificadas como “esos
monstruos grotescos, ese desorden de bellezas deformes y de rarezas estéticas”,
para buscar expresiones más cercanas al simple cosmos y por lo tanto más
naturales.
Las
peregrinaciones.
Las rutas de
las peregrinaciones recorren Europa.
A Roma
llegaban los peregrinos por dos rutas, la Vía Emilia que pasaba por Módena y la Umbría , y la Vía Casia que pasaba por
Arezzo en la Toscana.
A Santiago llegaban los peregrinos por cuatro rutas atravesando Francia y el norte de España. Otras rutas secundarias alimentaban este gran circuito o se separaban a centros menos importantes.
Cada ruta
llegó a tener un santuario de cierta importancia, adoptando modelos artísticos
semejantes, pero el Románico es un estilo internacional poco rígido, pues hay
múltiples variantes regionales, por la influencia local que pervive y porque en
las regiones se reciben influencias distintas.
Las ciudades.
En esta época renace
la ciudad como núcleo urbano y de producción artesanal, cuyo desarrollo
urbanístico gira en torno a la iglesia-catedral, sede episcopal, como centro
espiritual y objeto de las ambiciones artísticas de la comunidad, de la que se
erige en monumento y símbolo, aunque también asume la función de sede
administrativa y lugar de reunión, recogiendo el carácter de la basílica
romana.
LA CULTURA Y
EL ARTE DEL ROMÁNICO.
Hay en el
Románico una fusión cultural, completamente nueva, pues anteriormente las
influencias se habían juntado sin fundirse, coexistiendo todas. Ahora los
elementos de distintas tradiciones se funden en una nueva unidad, más
perceptible en la escultura. La arquitectura ordena a su servicio a las demás
artes, convertidas en auxiliares de su decoración. Será pues un arte tectónico,
basado en los efectos estéticos de la piedra, en la que se concentra la forma y
decoración del edificio.
Junto a la
arquitectura religiosa (sin duda la más importante) surge una arquitectura
civil, con pocos palacios (por la decadencia del poder real ante el auge del
feudalismo, excepto en la monarquía otoniana) con obras militares desde el
siglo XI, como castillos, torres y murallas almenadas y, sobre todo, obras
civiles de puentes y hospitales a lo largo de las rutas de peregrinación y
comerciales.
El Románico
es un arte popular, eminentemente ilustrativo y didáctico, pero es también un
arte intelectual, propio de la culta orden benedictina, con una rica
iconografía y temática simbólica, con la novedad secular de los Bestiarios y
otros temas, como los pornográficos en las misericordias de los coros, que
pervivirán incluso en el Gótico.
MÉTODOS DE
ESTUDIO DEL ROMANICO.
Hay dos
tipos de criterios, el geográfico por escuelas regionales y el cronológico.
-El criterio
geográfico de las escuelas regionales es difícil de aplicar porque no da una
visión unitaria y porque siempre es polémico delimitar las escuelas.
-El criterio
cronológico lo desarrolló Puig i Cadafalch de acuerdo a sus estudios sobre la
evolución de la arquitectura, con dos periodos: 1) Primer Románico, con una
intensa experimentación en el sistema de bóveda. 2) Románico Pleno, con una
generalización y perfeccionamiento del sistema de bóveda. El sistema de
cubrición de bóveda es el más utilizado en el Románico, pero es un criterio
dudoso porque hay zonas que no experimentan con la bóveda hasta un periodo
tardío, como Alemania.
Yarza y
Conant aplican la suma de los dos criterios a la Arquitectura, con el criterio
de ver los focos innovadores del Primer Románico y qué elementos cambian.
Estudiamos primero las corrientes internacionales que llevan a la eclosión del
Románico Pleno y luego estudiamos las regionales. El concepto de región es
usado sólo porque la región es foco de creación de unos modelos que se expanden
allende sus fronteras.
En Pintura
(en todas las artes del color) hay más claridad metodológica, por la mayor
coherencia estilística. En la pintura mural se distinguen dos corrientes,
italobizantina y francorrománica, con matices distintos entre sí. Y lo mismo se
sigue en Escultura, uniendo ambos criterios, cronológico y regional.
CRONOLOGÍA.
La
cronología no es uniforme en todas las regiones, pero en general hay tres periodos
básicos:
1) Primer
Románico, desde finales del siglo X a c. 1075. Hay tres grandes focos:
Alemania, Sur de Europa y Francia.
En el
primero, Alemania, tenemos el arte otoniano (otónida), muy dudoso, porque hasta
el 1024 es heredero y una continuación del arte carolingio. El segundo foco
innovador es el Primer Románico o Meridional (Puig i Cadafalch), en el Sur de
Europa. El tercero, a principios del siglo XI, es Francia, que cuenta asimismo
con tres focos: Loira, Borgoña y Normandía.
2) Románico
Pleno, desde c. 1075 a
1150. Caracterizado por el apogeo de los monjes de Cluny, de las rutas de
peregrinación y la eclosión de la escultura, mientras que se sistematizan las
escuelas regionales, con el primer desarrollo de la Orden del Císter. Finaliza
al aparecer el Gótico en St. Denis (1154).
3) Románico
Tardío, de disolución, desde 1150 a siglo XIII (con fin muy impreciso, en la
mayoría de los lugares h. 1250). Convive con el Gótico y vive el apogeo de la
escultura historiada aplicada a los claustros.
ÁMBITO GEOGRÁFICO.
El ámbito
geográfico es muy extenso Francia, el Imperio Germánico, Norte de España, Norte
y Centro de Italia (hasta Roma), Inglaterra (desde 1066), hasta incluso en
Palestina. Hay también influencias locales en el Sur de Italia por la influencia
normanda, en Chipre por las Cruzadas, etc.
LA
ICONOGRAFÍA.
Características.
El Románico
es el momento en que la estética medieval (basada en la Patrística ) llega a su
apogeo, con un fuerte simbolismo. En Occidente se introduce con fuerza la
imagen narrativa. La función de la imagen estaba ya fijada por san Gregorio
Magno c. 600 y el Concilio de Arras en 1025 confirma esta concepción. En el
Románico se actúa por oposición para articular la función didáctica, en una
desferenciación con la que se trasciende la narración y se la emplea como
metáfora. Se representa en una sola imagen lo colectivo (genérico).
El Románico
no es una época de grandes combinaciones iconográficas, sino que combina de
modo distinto el repertorio ya creado. Cada elemento tiene una filiación
conocida.
Temática.
Se destacan cuatro grandes grupos de temas:
- Teofanías.
Se basan en visiones apocalípticas. Hay otro tipo de teofanías (como el
Pentecostés), que en el Románico se relacionan con ciclos iconográficos típicos
de la época, como los ciclos de la
Redención , etc.
- Temática
historiada. Lo típico son las escenas del AT y NT, asociadas por el
significado, una del AT con una del NT.
-
Hagiografía. Escenas relacionadas con la vida de los santos, que se asocian por
contraste. El santo se presenta como modelo a seguir o como testimonio de fe.
- Temática
profana. Con significado religioso o no. Puede ser de dos tipos:
a)
Antropomórfica. Con escenas del Zodíaco y escenas sobre la vida cotidiana del
campo (mensario). Tiene esta temática una larga continuidad, con sentido
simbólico por lo que se contrasta con las representaciones religiosas. En el
Románico tardío esta temática se presenta ya sola, con lo que deja de tener un
sentido simbólico.
b)
Zoomórfica. Pueden ser animales reales que pueden seguir un esquema simbólico
de enfrentar dos animales diferentes, como el león y la serpiente (el bien y el
mal). También pueden ser animales fantásticos para las visiones apocalípticas y
el bestiario. También se dan los motivos vegetales y geométricos.
Programas.
No hay
programas homogéneos que abarquen todo el edificio. Sólo existen programas
homogéneos en las portadas, en los claustros y en las pinturas. La portada
esculpida tiene un papel más admonitorio (amonestación, advertencia), mientras
que la pintura intenta presentar los grandes principios de la fe. Los lados de
la epístola (derecha) y del evangelio (izquierda) no tienen un programa
específico.
Los grandes
principios de la fe constituyen la manifestatio
y se suelen ubicar en el ábside. Cuando la pintura está en una cripta, un
panteón, en suma en un lugar distinto de la propia iglesia, la manifestatio
ocupa las bóvedas (que desde Bizancio tienen un simbolismo celestial).
Lo más
importantes es el dogma de la
Trinidad , por lo que se ubica en el ábside. La Madre de Dios dentro de
estos principios de fe tiene un papel menos importante (lo mismo ocurre en las
teofanías de las portadas). Se la representa como Theotokos, como trono de
Dios. A veces la manifestatio incluye el Coro Celestial.
El programa
de la pintura mural incluye también la testificatio.
Se trata a veces de la propia Corte Celestial, pero más a menudo de los
Apóstoles o los Santos que testimonian la verdad de las manifestaciones de
estos principios. Se suelen situar en el registro inferior de la cuenca del
ábside, pero alguna vez se colocan en las paredes de las naves laterales. Lo
normal es que en estas se incluya la temática narrativa.
En cuanto al
programa iconográfico de la portada, la escena principal, la teofanía ocupa
siempre el tímpano, y se dedica a la exaltación de la gloria de Cristo. La
aparición de la Virgen en las portadas es totalmente excepcional (sólo aparece
alguna vez en las iglesias hispánicas). Las arquivoltas se suelen dedicar a
motivos vegetales y geométricos, pero algunas veces incluyen el mensario y el
zodíaco. El dintel presenta escenas relacionadas con la escena principal, que
frecuentemente es el Juicio Final, por lo que el dintel normalmente presenta el
tema de los condenados y de los elegidos. Las jambas están formadas por
columnas con fustes lisos y capiteles historiados. En un momento ya muy tardío
nos encontramos con la estatua-columna dedicada a santos y profetas. Las piezas
que quedan sueltas lo normal es que estén ocupadas por el motivo del bestiario.
El tema del
tímpano está pensado para dar efecto, para hacerse notar, mientras que los
demás están destinados a una visión más detenida.
EL ROMANICO
HISPÁNICO.
Características.
El románico
hispánico es una de las más importantes escuelas regionales. En Cataluña
recibió de influencia italiana y en el resto de España la influencia francesa,
pero no es una simple imitación sino una derivación acorde al sustrato regional
de cada lugar.
El Románico
hispánico fue una apertura hacia Europa, en busca de una identidad común, lo
que afectó a múltiples aspectos de la realidad, como la liturgia, con una
sustitución de la liturgia mozárabe por la romana y de la letra visigótica por
la carolingia. Penetró con la Orden cluniacense, con monjes franceses que
trajeron sus pautas artísticas y gracias al interés de los reyes hispánicos
(con un fuerte afrancesamiento dinástico). Se inscribe en el proceso de la Reconquista hacia el
Sur, con una amplia participación francesa en la intensa repoblación,
proveniente del suroeste de Francia y sobre todo del Poitou.
A su vez
España aporta al Románico europeo rasgos islámicos: cúpulas nervadas al estilo
cordobés y arcos polilobulados. La escultura hispánica aportará una iconografía
más rica que la europea, por la fuerte tradición prerrománica.
El Camino
de Santiago.
Los reyes
hispánicos influyen decisivamente en el éxito del Románico, por su impulso
reconquistador y su política de favorecer a la Orden de Cluny.
El
conocimiento de la leyenda del Apóstol Santiago es esencial para comprender el éxito
de las masivas peregrinaciones por el Camino. Según esta, las reliquias fueron
transportadas primero a Egipto y después a Galicia, por unos monjes coptos, al
caer bajo el dominio islámico el Oriente. Desde el triunfo cristiano en la
batalla de Clavijo su fama creció y se convirtió en patrón de España, como
Curador de enfermedades y Matador de moros. Santiago será un símbolo de la
lucha entre el Bien y el Mal y sus reliquias serán un instrumento que determine
el triunfo del Bien, a favor del individuo (salud física y mental) y de la
sociedad (contra las epidemias y las guerras).
A Santiago llegaban los peregrinos por cuatro rutas atravesando Francia y el norte de España. Otras rutas secundarias alimentaban este gran circuito o se separaban a centros menos importantes.
1) La primera de París a Burdeos, al O., donde se juntaba con la marítima de los peregrinos de Inglaterra.
2) La segunda por Vézelay y el suroeste.
3) La tercera por Le Puy y el centro-este. Las tres pasaban simultáneamente por Roncesvalles.
4) La cuarta pasaba por Arlés, Toulouse y Somport, para encontrarse con las otras en el Puente de la Reina, desde donde seguían juntas hasta Santiago.
El Codex Calixtinus recoge la propia
experiencia de un monje cluniacense c. 1150, Pico, que expone la peregrinación
en tres etapas, con consejos prácticos y críticos (una excelente información
social) sobre los lugares de descanso. Es posible que Pico recibiera el encargo
de esta obra de parte del obispo Gelmírez y que el papa Celestino II pusiera su
aprobación al libro (de ahí el título que nos ha llegado).
El 25 de
julio, cuando caía en domingo, se establecía que fuera un Año Jacobeo, en el
que las multitudes acudían con mayor intensidad que los años normales para
obtener la indulgencia, un perdón completo y retroactivo de todos los pecados.
Los
servicios a los peregrinos estimularon las edificaciones y la aparición de
nuevas ciudades como Puente de la
Reina , Briviesca y la misma Santiago, mientras que otras
crecieron, como Burgos, León y Astorga. Hospitales e iglesias rurales se
erigieron en los distintos puntos de descanso del Camino, como Rabanal y
Cebreiro.
Las etapas
son muy interesantes, con sus restos de la época románica, con varios influjos,
lombardos, mozárabes, etc. Las iglesias generalmente son de una nave con
cubierta de madera y pequeños vanos abocinados (San Juan de Busa, en Navarra).
Santa María de Iguacel (Burgos) tiene un aparejo regular. Otras iglesias tienen
mejores portadas esculpidas.
-Los
monasterios cluniacenses de San Juan de la Peña , con dos iglesias superpuestas, bajo una
gran roca que es la cubierta de la iglesia superior, con un claustro de
magnífica escultura, y de Santa Cruz de Serós, con lesenas lombardas.
-El
monasterio de Leire es el mejor, con tres naves desiguales, con pilares
escalonados y bóveda de medio cañón. La cripta tiene una portada en la entrada
y unas columnas muy cortas. Las portadas son de épocas diferentes.
-La iglesia
de Santa María la Real
es de transición al Gótico, con preciosa escultura, con Santiago.
-La tercera
etapa de la Vía
de Lausana pasa por Monreal hasta Puente de la Reina. Las iglesias de
planta central, octogonales, son de las Ordenes Militares y se vinculan con la
mezquita de la Roca
o la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén. La iglesia de Santa María de Eunate
en Navarra es un buen ejemplo de planta centralizada. La iglesia de Torres del
Río, del mismo tipo, con escultura más austera que Eunate. Sus cúpulas son
nervadas, con nervios que se cruzan en Eunate y que no lo hacen en Torres del
Río (una influencia más islámica).
-Roncesvalles
tiene la Capilla
del Espíritu Santo o de Carlomagno. Pamplona creció con la afluencia de
peregrinos. Hasta Estella se pasaba por Puente de la Reina , con su famoso puente,
con seis arcos de medio punto y otros menores en los pilares, con dos torres de
vigilancia (se conserva una). Las calzadas medievales eran bien cuidadas en las
cercanías de las ciudades.
-De Estella
a Nájera, pasa por Logroño. En Estella está el palacio real del siglo XII. El
monasterio de Irache. De Nájera a Viana, a Santo Domingo de la Calzada hasta Burgos, con
desviación a San Millán de la
Cogolla (reconstruido en el siglo XVI). La catedral de Santo
Domingo de la Calzada. El
conjunto de San Juan de Ortega.
-Burgos tuvo
hasta 32 hospitales. El monasterio de las Huelgas.
-Castrojeriz,
con su iglesia.
-Frómista,
con la iglesia de San Martín de Frómista.
-Santa María
la Blanca , con
bellas portadas esculpidas.
-Carrión de
los Condes, con dos iglesias.
-Sahagún,
con Románico “mudéjar”, en ladrillo, no en piedra como las restantes iglesias
del Camino.
-Hospital de
Villarente, hoy una casa privada. Son hospitales pequeños, fruto de donaciones
particulares. Otros son más grandes, con servicios, un patio o un claustro.
Siempre hay separación entre sexos. Hospital de San Marcos en León. Hospital
del Rey en Burgos, de tipo basilical, con capilla en la cabecera. El hospital
de Santo Domingo de la Calzada ,
también de tipo basilical.
-De León a
Rabanal, pasando por Orbigo y Astorga. Los edificios daban siempre a la Rua principal de los
peregrinos.
-De Rabanal
a Villafranca. La Cruz
de Ferro se erigió con piedras de los peregrinos.
-En Galicia,
hay pequeñas iglesias parroquiales, de tipo popular, muy rústica.
-En la etapa
12, el monasterio de Samos, reconstruido en estilo barroco después de padecer
un incendio.
-De Palas do
Rei a Santiago.
-Los ritos
de purificación de los peregrinos, que se lavaban desnudos antes de entrar en
Santiago, en Lavacolla. En el Monte del Gozo, se descalzaban hasta llegar a la
catedral en la ciudad, tocaban las frentes y las manos bajo la estatua del
apóstol en el parteluz del Pórtico de la Gloria y ya en el interior veneraban las
reliquias del apóstol en la cripta bajo el altar principal, así como las
restantes de la girola.
URBANISMO.
En la Edad Media , Bizancio
sustituyó en este papel a Roma, mientras el resto de las ciudades caían en una
profunda decadencia, prolongada hasta el siglo XI. Las ciudades medievales, con
escasa dimensión física y humana, concentraban el poder político (realeza,
nobleza, burguesía) y religioso (obispos), protegido por las murallas y
puertas.
Las ciudades
se amurallaban en pequeños recintos no sólo por facilitar la defensa sino
también porque así se gastaba menos en la construcción y mantenimiento de los
muros y porque la principal entrada de impuestos era la entrada en la ciudad y
por ello un recinto muy amplio disminuía los ingresos en vez de aumentarlos.
En la Alta Edad Media las
ciudades sufren una profunda crisis. La población vivirá durante siglos de la
tierra, siendo las ciudades meros centros administrativos y religiosos, residencias
de los príncipes y obispos. Pirenne, en su magistral estudio sobre las ciudades
medievales, ha demostrado que la supervivencia de las ciudades en la Alta Edad Media se debió
a la presencia de la jerarquía de la
Iglesia en ellas, porque la desaparición del comercio y en
consecuencia de los mercaderes, junto a la desaparición de la economía
monetaria que permitía a los grandes propietarios agrícolas vivir en la ciudad,
habían suprimido las bases económicas para la vida urbana. Hasta el resurgimiento
económico del siglo XI la
Iglesia será el sostén de las ciudades, junto a la excepción
de algunas ciudades con función de capitales administrativas, como Aquisgrán o
Rávena.
El
mantenimiento de las estructuras urbanas: las ciudades episcopales.
En Colonia,
y en las italianas Florencia, Pavía, Turín y Verona, se pueden observar aún las
líneas de las murallas y vías romanas. En Tréveris se da el caso opuesto,
tapando el trazado anterior con los escombros y reutilizando los mejores
edificios romanos para la catedral y el castillo del arzobispo. Herzog ha
escrito que de las 17 mayores ciudades fundadas en época carolingia y otónida
13 eran sedes episcopales, dos procedían de palacios imperiales y dos eran
ciudades-mercado.
El impulso
de las ciudades episcopales se debe a la presencia de artesanos y comerciantes
debido al desarrollo de los edificios religiosos, con su mano de obra
artesanal, y al hecho de que albergasen mercados. Ejemplos son Halberstadt,
Hildesheim y Bamberg.
FUENTES.
Internet.
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