LA ESCULTURA GÓTICA EN LOS REINOS HISPÁNICOS.
ESPAÑA.
La escuela castellana.
La escuela catalana-aragonesa.
ESPAÑA.
En España se supera
el esquematismo simbolista románico para estilizarse en formas más naturales y
humanas. Destaca la decoración de las portadas de las catedrales y de las
esculturas (mostrando una nueva sensibilidad ante la muerte).
Destacan las
escuelas castellana y catalano-aragonesa.
La escuela
castellana.
En el siglo XIII los
edificios construidos necesitaban escultores y decoradores, provenientes de
Francia y Alemania, que trajeron un naciente humanismo, atento a la graciosa
gestualidad y la elegancia en el vestido.
Destaca la catedral
de Burgos, con artistas seguramente franceses: en la puerta sur del crucero, la
del Sarmental (conjunto de Apóstoles); en la puerta de la Coronería hay un gran
conjunto de estatuas (por su actitud solemne del Románico y por su modelado y
ropaje del Gótico); en las torres y en el claustro alto hay una serie de
excelentes estatuas, sobre todo la de la reina Beatriz de Suabia.
En la catedral de
León está la otra gran colección, menos homogénea que la burgalesa, con obras
como la Virgen
y el Niño, los Tres Reyes y la Anunciación. Su esbeltez y elegancia revela
relación con Amiens. Del Maestro Enrique es la Virgen Blanca del
parteluz de la puerta principal.
En el siglo XIV
apenas destaca la decoración de la catedral de Toledo.
En el siglo XV se alcanza
la cima de la escultura gótica hispana.
En Castilla es
determinante la influencia flamenca y borgoñona, con su realismo burgués, con
los pintores Van Eyck y el escultor Sluter. Los grandes centros son León, con
el flamenco Jusquín; Sevilla, con el bretón Lorenzo Mercadante de Bretaña; y,
sobre todo, Toledo, con varios artistas, como Hennequin de Bruselas y Juan
Guas, los Colonia o el grupo anónimo que trabaja en los Sepulcros del
Condestable, mientras otros (Egas Cueman, Juan Alemán) esculpen grandes ropajes
quebrados en ángulo y gestos dramáticos.
Producto de esta
influencia flamenco-borgoñona se crea una escuela española, con el gran
Sebastián de Almonacid, que labra el sepulcro del sereno y melancólico Doncel
de Sigüenza y el sepulcro de Alvaro de Luna en la catedral de Toledo.
El mayor escultor
del siglo es Gil de Siloé, no sometido a reglas ni cánones, con gran técnica al
servicio del realismo. Obras suyas son: la Portada del colegio de San Gregorio de
Valaldolid, el Retablo de Santa Ana en la Capilla del Condestable de la catedral de Burgos,
y el conjunto de la Cartuja
de Miraflores (Burgos), con los sepulcros de Juan II y su esposa, el sepulcro
del príncipe Alfonso y el extraordinario retablo.
Los retablos góticos
son inmensos a finales del siglo XV, como el de Toledo (en el que trabajan
Copín de Holanda, Almonacid y Vigarni) y el de Sevilla (el mayor del mundo).
Como gran ejemplo de
la escultura gótica tenemos la
Virgen de la
Catedral de Toledo, en grácil movimiento, proporcionada,
naturalista, llena de dulzura y belleza, más humana, con ropajes llenos de
vida, con detalles de una religión de amor (la flor en la mano del Niño).
La escuela
catalana-aragonesa.
El siglo XIV es el
gran siglo de Cataluña en escultura (como en arquitectura), no en las fachadas
sino en los retablos y sepulcros. La escuela catalana tiene más personalidad,
con una predominante influencia italiana (pisana), con un numeroso grupo de
escultores, entre los que resaltan los maestros Aloy, Bartomeu, Jordi de Deu.
Los retablos son de piedra (mientras que los castellanos son de madera) y
acrecientan su calidad hasta desaparecer con el Renacimiento. Una obra maestra
y modelo posterior es el Retablo de Cornellá de Conflent, de Jaime Castayls (o
Cascalls), con la gran Virgen en el centro, rodeada de escenas en
compartimentos (influencia italiana). Los sepulcros de los monasterios reales
de Poblet y Santes Creus son de influencia italiana, como los de Santa Eulalia
(catedral de Barcelona) y del arzobispo Juan de Aragón (Tarragona).
En el siglo XV hay
grandes maestros, como el mallorquín Guillem Sagrera (Portada del Mirador de la
catedral de Palma) y el catalán Pere Johan, que labra el retablo mayor de la
catedral de Tarragona, el retablo de la catedral de Tarazona y el banco del de
Zaragoza, con la vida de Santa Tecla (fantasía, dramatismo, naturalismo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario