URBANISMO EN ESPAÑA.
Las ciudades españolas del siglo XVI apenas son
modificadas, salvo la erección de nuevos edificios y monumentos. Hay un intento
de rivalizar con la arquitectura islámica presente en España, en lo que el
reinado de Carlos I será muy prolífico con tres ejemplos:
El palacio de Carlos I en Granada lo diseña Pedro
Machuca, según modelos italianos, con una planta cuadrada con un patio
circular. Está dentro del recinto de la Alhambra, rodeada de monumentos islámicos.
La actuación en La Giralda sustituye la parte superior
del minarete almohade por una torre renacentista.
La actuación en la mezquita de Córdoba levanta una
iglesia cristiana en el centro de la mezquita aljama.
URBANISMO EN IBEROAMÉRICA.
América, tras la Conquista, fue la tierra ideal para
la realización de la ideología urbanística racionalista, en los cientos de
ciudades que se fundaron, la primera en Santo Domingo (1496), con plano
regular. Muchas se superpusieron sobre las ciudades precolombinas, con
influencias locales (azteca, mayas, incas) que explican el carácter propio del
Barroco americano.
Las Leyes de Indias de 1573 representan una de las
primeras legislaciones urbanísticas, con 148 artículos sobre todos los aspectos
urbanísticos básicos, desde la elección del lugar a las dimensiones de las
plazas y solares o que las casas sean uniformes en sus fachadas. Se establece
que antes de la fundación debe hacerse un plan y que las divisiones se hagan
regularmente por plazas, calles y solares con «regla y cordel». Pero el plan,
al hacerse de acuerdo a las razones militares y prácticas, no contiene
generalmente grandes novedades, sino que las ciudades americanas son
generalmente copias o trasuntos de ciudades ibéricas, como las nuevas ciudades
de la Reconquista.
Chueca establece cinco grupos de ciudades americanas:
irregulares, semirregulares, regulares, fortificadas de trazado regular y
singular. Los planos de estas ciudades nos han llegado gracias a la gran labor
cartográfica del siglo XVIII.
- Las irregulares se determinan totalmente por el
lugar.
- Las semirregulares se adaptan en parte.
- Las regulares son la inmensa mayoría.
- Las fortificadas de trazado regular imitan el modelo
poligonal o estrellado italiano (Trujillo en Perú, con 15 lados y 15 bastiones).
- Las singulares tienen detalles especiales (no tienen
plaza o las calles principales dan al centro de los lados de la plaza).
Se generaliza el trazado en cuadrícula a partir de una
plaza que cuenta con el templo y el ayuntamiento. En las plazas principales de
las capitales de virreinatos y de capitanías generales se añaden palacios y
edificios para los virreyes, gobernadores, Audiencias, etc. La plaza americana
es distinta de la española europea, al contar con estos edificios emblemáticos.
Alrededor de la plaza central las manzanas del trazado originario se
subdividirán más tarde en casas por cuadrículas. Ejemplos son Caracas, Cholula,
Quito, donde cuatro cuadrículas se convirtieron plazas, y otras muchas
ciudades.
Buenos Aires es un excelente ejemplo de trazado en
cuadrícula, con subdivisión en barrios o cuarteles. Será un modelo muy
semejante al de Chicago en EE UU y ello explica que los primeros rascacielos
hispanoamericanos se hiciesen allí.
Veracruz fue fundada por Hernán Cortés y tiene un trazado
en cuadrícula. Fue fortificada con baluartes, con paseo sobre las murallas, de
un modo parecido a las ciudades europeas. Igual que en Europa, en el siglo XIX
se derrocaron las murallas para facilitar la comunicación.
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