EL ARTE OTÓNIDA.
Introducción.
Arquitectura.
Escultura.
Pintura.
Miniatura.
Artes menores.
Introducción.
El imperio en la época de Otón I, ca. 960.
El arte otónida u otoniano se engloba en el arte perrománico. Toma su nombre de los tres soberanos llamados sucesivamente Otón y se
desarrolló en Alemania durante el reinado de los emperadores sajones, desde 919
hasta 1002, Enrique el Pajarero (rey de Germania, 919-936), Otón I (rey de
Germania desde 936, de Italia desde 951 y emperador, 962-973), Otón II (973-983),
Otón III (996-1002). Les sucedieron los monarcas de otra dinastía, la francona de Enrique II
(rey de Germania, 1002-1024 y emperador, 1014-1024), Conrado II (1024-1046),
Enrique III (1046-1056).
El arte otónida se caracteriza por una tendencia áulica, al igual que el
carolingio, patente sobre todo en las escasas pinturas y en las numerosísimas
miniaturas. De gusto bárbaro aún, siente predilección por el trabajo de los
metales, los adornos de piedras polícromas y las filigranas, así como la
miniatura, que son de herencia carolingia.
Durante el reinado de Otón II fueron particularmente evidentes las influencias
bizantinas, que llegaron a modificar el repertorio iconográfico otónida. Este influjo bizantino fue directo, por medio de los matrimonios con princesas de Bizancio, e indirecto, a través del norte de Italia, donde la impronta oriental era muy profunda desde el siglo VI.
A
pesar de estas influencias el arte otónida es novedoso, formándose en su
tiempo las basess esenciales del arte románico. Los grandes centros culturales fueron las abadías de Reichenau, St. Gall, Tréveris, Colonia,
Echternach y Ratisbona.
Arquitectura.
La arquitectura posee una personalidad muy diferenciada (la historiografía alemana le pone un sello claramente nacional) e intenta separarse de la gran influencia del mundo clásico. Prefiere los planos de grandes dimensiones, con tendencia a las plantas centrales, si bien se sigue también el tipo basilical benedictino. En los interiores la decoración es escasa y de gran austeridad.
Los templos generalmente
se dividen en tres partes:
-La parte de la fachada principal forma un cuerpo occidental similar al Westwerk
carolingio.
-Un cuerpo central, formado
por tres naves con techumbre simple de madera, que presentan diferencias según la región donde se construye,
diferencias que dan lugar a dos tipologías distintas, que articulan un espacio
interior bien distinto: el tipo sajón, donde los soportes que separan
las naves alternan un pilar y dos columnas; y el tipo renano, en el que la
alternancia es más simple y consiste en un pilar por cada columna.
-La cabecera, que tiene un gran
desarrollo. El altar generalmente se coloca en el centro del crucero y lo que
es propiamente el ábside sirve de coro y por tanto es donde se colocan los
monjes. Debajo de la cabecera, generalmente bajo el ábside central, aunque hay
veces que también ocupa la parte baja del crucero, se alberga la gran cripta, para
el culto a las reliquias.
Los ejemplos máximos son San Miguel de Hildesheim, San Ciriaco de Gernrode, las catedrales de Spira y Estrasburgo (muy modificada en época gótica), el cuerpo occidental de Essen, San Pantaleón de Colonia y la Capilla Palatina de Valkhof (Nimega).
San Miguel de Hildesheim.
San Miguel de Hildesheim: planta, exterior y vistas de los dos ábsides.
La iglesia de San Miguel de Hildesheim es una obra maestra del
tipo sajón. Se construyó entre 1001 y 1033 y quizá por influencia de la basílica paleocristiana
de San Pedro de Roma, se organizó a partir del gran ábside occidental, acabado
en torno a 1015, al que se accedía por un inmenso transepto. Debajo tiene una enorme
cripta subterránea, a la que solo se podía acceder desde el exterior, a través
de una puerta en el ábside. El transepto tenía dos torreones en los extremos
para acceder a unas tribunas situadas en sus extremos y parece que desde un
principio estas tribunas estuvieron cubiertas por bóveda de aristas.
La parte oriental repite el
mismo modelo hipertrofiado de transepto, y probablemente el ábside oriental era
una cabecera tripartita conforme al modelo benedictino. La disociación entre
los elementos que forman el muro es enorme. Los capiteles son
característicamente otónidas, con una forma cúbica en la que sus aristas inferiores
se redondean.
San Ciriaco de Gernrode.
San Ciriaco de Gernrode.
El templo de San Ciriaco de
Gernrode se construyó en dos etapas. En la primera,
hacia el 961, parece que se creó la iglesia basilical con un gran transepto
destacado que daba al ábside y que era del tipo de iglesia renana, diferente al
tipo sajón. En esta etapa el paramento sería totalmente liso y ofrecería
en la parte inferior los arcos de comunicación con las naves laterales y en la
parte superior el registro de ventanas en la zona más elevada del muro.
En 971, gracias al patrocinio
de la emperatriz griega Teofanos, la iglesia se reformó planteándose la existencia
de una tribuna similar al modelo bizantino de matroneum. Se abrió un ábside contrapuesto en la fachada
occidental además de puertas laterales en las naves. En el exterior se enmarcaron
las ventanas de las naves laterales con una secuencia de arquerías ciegas, de probable
influencia lombarda.
Catedral de Spira.
La catedral de Spira; planta y exterior. El paramento de la nave lateral y del transepto y el cimborrio, son de época posterior, en estilo románico, con arquillos ciegos y bandas lombardas.
La catedral de Spira es
un templo de planta basilical cubierta con techumbre de madera en la nave
central y con bóvedas de aristas en las laterales. Tiene un nártex, por
lo que no hay ábside occidental, un transepto muy destacado en planta y un
ábside oriental. La cripta ocupa todo la parte inferior del ábside y del
transepto.
Cuenta con dos torres que
enmarcan la cabecera con un carácter meramente decorativo. Destaca la articulación
unitaria, del muro gracias a un arco que enmarca los dos cuerpos del paramento,
un precedente del románico.
El exterior muestra la
influencia de la arquitectura lombarda del norte de Italia, por lo que se cree
que el templo fue remodelado en época románica, con torres similares a los
campaniles raveneses y arquillos, galería enana y bandas lombardas.
Westwerk de Essen.
El Westwerk o Cuerpo Occidental de
Essen se construyó entre 973 y el 1002, tomando como modelo el Westwerk carolingio, aunque no es
cuadrangular, sino que está configurado como la mitad de un hexágono. Presenta
los tres pisos con un añadido románico. A los lados, se encuentran dos grandes
torreones para poder acceder al cuerpo. El resto de la iglesia está muy
remodelado en estilo románico.
San Pantaleón de Colonia.
San Pantaleón de Colonia. Ábside.
San Pantaleón de Colonia. Fachada occidental, con el elevado Westwerk.
Capilla Palatina de Valkhof.
La Capilla Palatina de Valkhof (Nimega) fue probablemente construida en 786 por orden de Carlomagno y reconstruida en época otónida. La destrucción casi total en 1795 impide apreciar hoy el que fue uno de los palacios de descanso preferidos de los emperadores carolingios y otonianos.
Escultura.
En escultura la obra maestra se halla en las puertas de bronce de la
catedral de Hildesheim (1015), obra del obispo Bernward. También son de bronce
la columna de Hildesheim y las puertas de Augusta.
Pintura.
La pintura conservada es escasa. Destaca el conjunto de pinturas murales
de San Jorge de Oberzell.
Miniatura.
La miniatura, por contra, es de un valor extraordinario. Funde la
expresión áulica bizantina con la influencia de la tradición carolingia,
logrando un estilo cuyas figuras se caracterizan por un dinámico plasticismo
expresivo.
Los rasgos generales son la voluntad de volver al arte clásico, contrapuesto con un alejamiento de facto, al coger los modelos del arte carolingio, por tanto por una vía indirecta. Hay un dualismo clásico-medieval, expresionismo en los rostros, mediante el uso del color.
La escuelas son más eclécticas, de difícil clasificación. Es general es una iconografía del poder, sin retratos.
Son varios los talleres de miniaturistas, entre los que destacan los de Reichenau y Echternach.
En Reichenau se halla el más importante. Al principio con influencia clásica, evoluciona hacia fondos de arquitectura, con iniciales decoradas con entrelazos. Abunda la iconografía del poder (Evangeliario de Otón III). Se realizó el Evangeliario de Otón III (Biblioteca de Múnich) de excelente iconografía del poder, con sus fondos dorados y la gestualidad de las manos; y el Códice de Egberto (Biblioteca de Tréveris).
En Echternach se confeccionaron el Códice de Spira (Biblioteca de El Escorial, Madrid) y el Evangeliario de Gotha, en los que se toman motivos de tejidos de influencia bizantina.
Destacan las series de manuscritos conservados en Aquisgrán con los retratos de los emperadores y sus esposas.
Destacan las series de manuscritos conservados en Aquisgrán con los retratos de los emperadores y sus esposas.
Otros talleres son los de Hildesheim, con el Evangelio de San Juan; de Fulda, caracterizada por el movimiento, como se ve en el Leccionario; de
Tréveris, en el que destaca el Maestro del Registrum Gregorii, con su composición de arquitecturas para los temas
imperiales de iconografía del poder y el tratamiento del volumen de los personajes; de Colonia, con páginas decorativas al principio, como el Evangeliario de San Gedeón; de
Ratisbona, cuyo Codex Aureus se hizo ya en época carolingia y se caracteriza por una ostentación de la riqueza, de influencia carolingia y
bizantina.
Artes menores.
En metalistería destacan las enormes puertas esculpidas en bronce para las iglesias abaciales. Al
parecer, este gusto llegó a través de Italia o por mediación de princesas
bizantinas que tenían una relación muy estrecha con la abadía de Montecassino.
Todo hace suponer que gracias a este contacto llegaron artistas bizantinos a la
corte germánica y realizaron estas puertas conforme a las técnicas de fundición
características del sur de Italia y del mundo bizantino. De resultas, en
Alemania se creó una escuela de escultura en bronce que a su vez influyó en el
este de Europa. Los talleres más importantes se establecieron en las regiones
del Mosa y de la Lorena.
Destacan las puertas de San Miguel de Hildesheim, que miden
más de 5 metros de altura y están fundidas de una sola pieza. Sus paneles son de excepcional calidad escultórica, con clara influencia bizantina.
Talla de marfil del pantócrator, Otón II y su esposa. Se observa la influencia de la iconografía bizantina en la imposición de manos sobre el emperador y la emperatriz,
El arte del marfil es muy importante, con el centro de Metz y las obras
mejores son el frontal del altar de Magdeburgo (M. de Berlín) y el recipiente
para el agua lustral del arzobispo Godofredo. Hay obras de tipo popular que
anuncian el arte románico.
Corona del emperador Otón I.
En orfebrería destaca el frontal del altar de
Basilea (c. 1020), ejecutado en un taller de Reichenau. Otras obras son los cálices, relicarios y la corona imperial de Otón I, de oro repujado en piedras preciosas.
FUENTES.
Internet.
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