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jueves, 7 de noviembre de 2013

La difusión europea del Renacimiento y Manierismo en Flandes.

LA DIFUSIÓN DEL RENACIMIENTO Y EL MANIERISMO EN FLANDES.
Índice.
Introducción.
La llegada del Renacimiento.
LA PINTURA FLAMENCA.
Características de la escuela flamenca.
LOS PRINCIPALES MAESTROS.
El Maestro de Flémalle (1378-1444).
Jan van Eyck (1390-1441).
Roger van der Weyden (c. 1400-1464).
Hans Memling (c. 1440-1494).
Gérard David (c. 1465-1523).
Hugo van der Goes (c. 1440-1482)
El Bosco (c. 1450-1516).
Quentin Metsys (1466-1530).
El Patinir (c. 1480-1524).
Pieter Brueghel el Viejo (h. 1525-1569).


Introducción.
La crisis de 1348 suscitó en la segunda mitad del siglo XIV agudos conflictos sociales en Flandes. Revueltas campesinas y urbanas se sucedieron contra los nobles y eclesiásticos, siendo los burgueses unas veces sometidos y otras triunfantes.
Al entrar en el siglo XV las ciudades flamencas habían alcanzado cotas de autonomía inusuales en Europa excepto en Italia, aprovechando plenamente la recuperación europea del nuevo siglo.
Las ciudades flamencas son populosas y ricas, las mayores urbes comerciales del Norte de Europa, con una burguesía rica y numerosa, culta y que compra arte a su gusto, y que se relaciona con toda Europa. Yprés alcanzó hacia 1400 los 20.000 habitantes, antes de comenzar su decadencia. Gante alcanzó los 50.000 habitantes (4.000 eran tejedores), como Brujas y tal vez Arrás. Tienen un virtual monopolio de la industria textil lanera de alta calidad (de renombre por la suavidad y belleza de sus colores) y de su comercio en el Norte de Europa, alcanzando hasta el Mediterráneo, con activas relaciones con Italia (Genova sobre todo). Comerciantes de toda Europa llegaban a sus ciudades y se establecían permanentemente, aportando su gusto artístico y obras portátiles (pinturas, retablos pequeños).
Es lógico pues que las ciudades flamencas del siglo XV alumbraran una intensa vida artística, basada en el mecenazgo de sus mercaderes y maestros artesanales, agrupados en gremios.
En esta larga época de paz y prosperidad Flandes será un centro artístico preeminente en Europa, sólo comparable al italiano, antes de entrar en decadencia a finales del siglo XV, con la irrupción de nuevos centros productores de tejidos de lana en Francia e Inglaterra y el traslado del tráfico portuario más al Norte, a Amberes. Pero se mantenía el capital de las grandes familias, ahora dedicadas a la banca y al mecenazgo cultural y artístico, buscando en éste un “ennoblecimiento burgués”.
El Renacimiento llegó a Flandes, como en la mayoría de Europa, a través de tres vías principales: los viajes de artistas flamencos por Italia (los casos de Pieter Brueghel el Viejo es solo uno de muchos); las estancias de artistas italianos en Flandes, en la corte de Bruselas sobre todo, gracias al mecenazgo de los gobernadores de la dinastía habsburguesa; y la difusión de obras italianas y de libros con imágenes gracias al desarrollo de la imprenta.
Los focos más importantes fueron las ciudades de Bruselas y Amberes, aunque también tuvieron un actividad notable las demás ciudades pañeras y comerciales, donde la Iglesia, la burguesía y la aristocracia católicas tenían abundantes recursos y una voluntad de mecenazgo para ganar prestigio social o por propaganda política o religiosa.

La llegada del Renacimiento.
El Renacimiento italiano llega a través de la Corte imperial establecida en Malinas y Bruselas a finales del siglo XV y principios del siglo XVI, sobre todo gracias a la regente Margarita de Austria, que remodela el palacio de Malinas y atrae artistas italianos que imponen temas clásicos muy italianizantes en lo decorativo, y a Carlos V, que impone el gusto clásico en el arte áulico. Al mismo tiempo los intelectuales flamencos participan en la difusión del Humanismo.
Los artistas flamencos se relacionan con el Renacimiento por la fascinación que ejerce Italia en ellos y establecen una competencia con los artistas italianos que redundan en el perfeccionaminto de la técnica, como vemos en Jan van Eyck y Memling. El Renacimiento se manifiesta sólo en la pintura y el paso al estilo del Manierismo será inmediato.

LA PINTURA FLAMENCA.
La pintura flamenca anticipa la renacentista en el trato de las luces y la pasión por el paisaje pero es aún gótica por el escaso movimiento e interrelación de las figuras, y por el predominio de las partes y de los detalles por encima del conjunto. Los pintores primitivos flamencos nos muestran en sus obras esa realidad burguesa y popular de las ciudades.

Características de la escuela flamenca.
- La minuciosidad. Los detalles más concretos y cercanos son registrados escrupulosamente. Lo cotidiano es el tema recurrente, sobe todo la vida burguesa en las casas.
- El naturalismo. Se pretende la representación veraz de la realidad, sin idealización de las figuras humanas.
- La perspectiva empírica. Puede llegar a una composición muy creíble del espacio.
- Amor al paisaje. Hay una pasión preromántica por el paisaje, en sus visiones más sorprendentes.
- El material de tabla.
- La técnica del óleo. Su lentitud de secado y sus trasparencias permiten dar más brillo a los colores y trabajar más adecuadamente los detalles.

LOS PRINCIPALES MAESTROS.
El Maestro de Flémalle (1378-1444).
El Maestro de Flémalle (posiblemente fue el pintor Robert Campin), llamado Maestro de Flémalle (1378-1444) destaca en su minuciosidad y perspectiva empírica en el Nacimiento de Cristo, La Anunciación y el Tríptico Werl.

Jan van Eyck (1390-1441).  
Jan Van Eyck (Maestricht, 1390-1441), trabajó sobre todo en Brujas y viajó por España.

La Virgen del Canciller Rollin

La Virgen del canónigo Van der Paele


Retablo del Cordero Místico (1432).

Pintó obras realistas con detalles humanos incluso interesantes para la medicina como en los retratos presentes en La Virgen del Canciller Rollin, La Virgen del canónigo Van der Paele, El Matrimonio Arnolfini, con el juego del espejo y la imagen, y por fin el extraordinario Retablo del Cordero Místico (1432) en la iglesia de San Bavón de Gante (lo pinta junto a su hermano Humberto), una cima de la pintura gótica, resumen de la temática, los simbolismos, la técnica del óleo, la perspectiva empírica convergente en el fondo, el detallismo minucioso, el cuidado en los ropajes, la luz, agrupación de prsonajes que articulan los planos, naturalismo flamenco...


El matrimonio Arnolfini (1434) nos muestra reflejado en el espejo del fondo al propio pintor como notario de los esponsales, al lado del espectador. La proximidad y complicidad espacial es similar en Van Eyck y Memling, aunque en la del primero haya menos movimiento y el espacio sea menos sofisticado, a cambio de un mayor equilibrio espacial. Giovanna lleva un elegante vestido verde, "el color de la fertilidad", propio de un retrato de sociedad y un cuadro de boda. No está embarazada, sino que su postura se limita a resaltar el vientre, que entonces se tenía por una de las partes más bellas del cuerpo. También cabe pensar que su pose y la exagerada curvatura del vientre sugieran su fertilidad y su futura preñez. [Cummings, Robert. Guía vidual de Pintura y Arquitectura. Santillana. Madrid. 1997 (1995): 30-31.]
Y una consecuencia de la riqueza de esta visión: el Velázquez de Las Meninas (1656) explora los mismos elementos, la función notarial del artista, la complicidad del espectador con el espacio real de los reyes (que no aparecen en el cuadro sino a través del reflejo especular), los distintos planos (las meninas, el pintor, el caballero en la puerta...) y las relaciones entre los personajes. Todo elevado a la máxima potencia, a la sencillez más misteriosa y con el mínimo detalle, con una paleta preimpresionista. Lucas Jordán dijo de este cuadro: «Es la teología de la pintura».

Roger van der Weyden (c. 1400-1464).
Rogier van der Weyden (Tournai, 1399 o 1400-Bruselas, 1464), discípulo de Campin em Tournai, trabajó en Bruselas y, como Van Eyck, para los duques de Borgoña. Viajó por Italia tres veces y su estilo influyó en los pintores de varias escuelas renacentistas italianas.
Es el pintor del dolor: El Descendimiento de la Cruz (1435) es un ejemplo máximo con sus figuras expresivas, en una composición muy estudiada, sobre un fondo dorado gótico. Otras obras son el Tríptico de San Juan Bautista, la Anunciación y el Políptico del Juicio Final. En algunas obras parece usar una perspectiva científica renacentista, pero en realidad es empírica. Su Crucifixión muestra una acusada desproporción, en un marco de arquitectura gótica, una perspectiva empírica y detallismo.

Hans Memling (c. 1440-1494).
Hans Memling  (c. 1440 o 1450-1494), de origen alemán, trabaja en Brujas, donde crea una exitosa escuela. Su puntura se caracteriza por las figuras serenas y pensativas, insertas en paisajes melancólicos, como en el Relicario de Santa Úrsula y La Virgen entronizada con el Niño, El hombre de la medalla. Una obra muy italianizante es la serie La Ciudad de Dios, con una intersante fragmentación escénica.
Memling es el artista del apogeo del primer Renacimiento nórdico, cuyos pioneros son Jan van Eick y Rogier van der Weyden. Algunos autores aún le consideran como culminador de los “primitivos flamencos”, cuando tiene muy poco de ellos, salvo que utiliza tablas y, aunque trabaje y viva en Flandes haya nacido en Alemania.
Inserto en la mejor sociedad flamenca, en 1473 accede a la cofradía religiosa de Nuestra Señora de las Nieves, junto a nobles, clérigos y burgueses.
A diferencia del Renacimiento italiano, el nórdico no supone una radical ruptura con el gótico tardío ni con el estilo Internacional. De esta tradición extrae el gusto por el detallismo de la miniatura, añadiendo a estas influencias el uso de la técnicas científicas de la perspectiva, con escenarios de gran realismo y profundidad (como el de Panorama de la Pasión, un retablo teatral sobre planos arquitectónicos de la ciudad), con un movimiento natural y vivaz del cuerpo humano, con paisajes creíbles por su realismo, con el invento del trazo fino (gracias a la técnica de pintura al óleo, una creación nórdica), con la tímida aparición de la temática laica pues, aunque cultiva el retrato y la alegoría pagana, sigue ocupándose prioritariamente de temas religiosos (como el brebosquiano Tríptico del Juicio Final).
Memling fue contemporáneo de la segunda generación renacentista italiana (los Uccello, Botticelli, Mantegna), pero es menos estatuario y más íntimo. Como ellos, es miembro (aun menor) de esa burguesía de comerciantes y financieros que hizo la fortuna de las ciudades del siglo XV. En Brujas los delegados de la banca italiana de los Médicis, Portinari, Tani..., se juntaban con los burgueses locales en la primera Bolsa del mundo, en la taberna De Beurs (significa monedero), mezclándose con los nobles y los clérigos en negocios sin prejuicios. Estas gentes fueron retratadas por Memling, insertas en una arquitectura gótica, con su aire ausente y sus ojos rasgados (Retrato de mujer joven).
Dirk de Vos dice: «Memling creó una imaginería muy personal, que encarnó por última vez las aspiraciones religiosas ideales de una burguesía próspera y racional en el umbral del humanismo». Es una imaginería que une lo sagrado con lo profano: retrata a sus clientes (embelleciéndolos con afán platónico) orando en dípticos y trípticos ante vírgenes y santos, como en el Tríptico Moreel, que pinta a una rica familia rodeando a San Cristóbal, con una «estructura épica sinóptica» y en una «nueva organización del espacio». Con esta obra, Memling se convierte en el primer pintor flamenco que retrata a una familia numerosa al completo.
Pero lo mejor es la luz. ¡Es tan moderno su uso de la luz como elemento vivificador de los modelos! Memling es menos rupturista que sus antecesores en cierto modo, pero su luz dulcificadora le aproxima a un Piero della Francesca, salvo que es más estática.
La luz es omnipresente en La captura de santa Ursula, decoración de un relicario ubicado en la exacta arquitectura de la ciudad de Colonia, mostrando a unos espectadores presentes reflejándose en la coraza del soldado que dirige la operación, un recurso para dar la máxima profundidad a la escena y completar así la utilización de la perspectiva.
La luz, también, en el Díptico de Martin van Nieuwenhove (1487), una obra maestra de la perspectiva, con una misteriosa claridad y una límpida profundidad. En esta obra, la Madonna con el Niño está en la tabla de la izquierda y el donante en la de la derecha. A la derecha de la Madonna hay un espejo convexo, a contraluz, reproduciendo la escena del díptico, poniendo al espectador en la posición del mismo pintor. Vemos a la Maddonna sentada y envuelta en ropas ideales, mientras que el caballero (de la Corte del emperador Maximiliano) está arrodillado, visto de costado y aparece ataviado en su traje más elegante. La arquitectura les enmarca en sendas ventanas. Los puntos de fuga se concentran en la boca de la Virgen.
El espejo explica el espacio de la sala de un modo complejo y riguroso. Vemos la escena por delante y por detrás, podemos observar y casi palpar los detalles, dentro de la escena, gracias al juego de luz y espejo y perspectiva.

Gérard David (c. 1465-1523).
Gerard David (c. 1465-1523) sigue las pautas de la escuela de Brujas, de un naturalismo flamenco más referencias italianas, con figuras de poses verticales, en claroscuros, con una fusión de gracia y dolor, en El descanso en la huida a Egipto.

Hugo van der Goes (c. 1440-1482)
Hugo van der Goes (c. 1440-1482) destaca con el Tríptico Portinari (1474-1475), que muestra elementos góticos e italianos de Venecia y una acusada desproporción en los elementos, con realismo en los retratos y el paisaje.

El Bosco (c. 1450-1516).
El Bosco (c. 1450-1516), seudónimo de Anton van Acken, es el gran pintor primitivo nórdico, sigue una concepción del paisaje influida por Patinir, con un excelente dominio de la técnica del óleo, del minucioso detallismo flamenco y de la perspectiva empírica flamenca, con algunas influencias italianas en lo ornamental, compositivo (la perspectiva axial) e iconográfico, para pintar un mundo de formas fantasiosas, basado en la cultura popular (cómica, satírica) y la tradición religiosa medieval de alegorías y farsas burlescas, con escasa influencia humanista.
El Bosco ha sido considerado un presurrealista y aún continúa hoy el debate sobre su temática: ¿Irrealismo onírico o realismo social encubierto? Parece que mostraba las realidades de su tiempo: los incendios, las torturas y los sermones apocalípticos le inspiraron imágenes demoníacas. Pintaba al mundo medieval en crisis de valores, al hombre eternamente amenazado. Fray José Sigüenza escribió: El Bosco tuvo «el valor de pintar a los hombres cuales son por dentro». Esto le convirtió en el pintor favorito de Felipe II, que coleccionó sus mejores obras (por lo que están en El Prado).
Crucifixión muestra los personajes en el mismo plano, con un paisaje al fondo, un colorido de gran riqueza tonal, una ornamentación y perspectiva italianas, mientras que es flamenco el resto: la técnica del óleo, el detallismo, con retratos esquematizados.
Coronación de espinas tiene una composición flamenca, con retratos individualizado y encuadres novedosos pues corta a los personajes en los bordes.
Ecce Homo con los donantes seculariza el tema religioso, con una perspectiva urbana de tipo flamenca empírica, con personajes vestidos modernamente.
San Jerónimo penitente tiene un predominio del paisaje.
San Cristóbal muestra un paisaje de perspectiva lineal italiana, pero el santo es de una desproporción flamenca.
San Juan y la Revelación en Patmos muestra a la Virgen en la parte superior, en una posición de jerarquía.
San Juan Bautista es otra muestra de la fusión de influencias, con un aparente antinaturalismo premanierista pero que solo sigue la tradición nórdica.
La Nave de los Locos es en cambio de tradición medieval en su perspectiva empírica.
El Prestidigitador muestra una escena costumbrista.
El Tríptico de la Adoración de los Reyes Magos es de composición axial y cueta con una luz flamenca.
El Tríptico de las Tentaciones de San Antonio muestra la pervivencia de la pintura medieval flamenca.
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Tríptico del Jardín de las Delicias, de El Bosco.

Su obra más conocida es el Tríptico del Jardín de las Delicias, con una composición en la que el Cielo figura a la izquierda y el Infierno a la derecha (con unos cincuenta símbolos de humanos-bestias, tormentos musicales, luces misteriosas, espacios angustiosos, etc.).
El carro de heno le sirve para fustigar a todos, tanto poderosos como plebeyos.
La piedra de la locura critica a la medicina.
El Tríptico del Nacimiento fustiga a los ejércitos y los símbolos religiosos.
La Mesa de los Pecados Capitales compone los siete pecados en un círculo alrededor del Ojo de Dios. Algunos expertos han sugerido que esta obra no es de El Bosco sino de su taller o de seguidores suyos.

Quentin Metsys (1466-1530).
Quentin Metsys (o Massys) (Lovaina, 1466-1530) fue maestro de El Patinir y en su abundante obra religiosa se muestra la pervivencia de la pintura flamenca en la composición, la perspectiva empírica, el lujo del decorado... Su obra más conocida es El cambista y su mujer /1514).

El Patinir (c. 1480-1524).
El Patinir (c. 1480-1524), discípulo de Metsys, cultiva el paisaje como tema único, con el pretexto de pintar temas religiosos. Le caracteriza la luz celeste brillante, el paisaje pleno de rocas y lagunas, estático con una composición simple, de estructuras horizontales y verticales.
Sus obras más conocidas son El paso de la Laguna Estigia, Paisaje con San Jerónimo, Las tentaciones de San Antonio, Huida a Egipto

Pieter Brueghel el Viejo (h. 1525-1569).
El pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo (Breda, c.1525-Bruselas, 1569), iniciador de una larga familia de pintores, se forma en Amberes con dos maestros, Coecke y Cock, amén de otra influencia notable, la contemplación de la obra de El Bosco.
Pieter Coecke es un pintor de cartones para tapices y vidrieras, arquitecto, grabador y traductor de Vitruvio y Serlio. Por su parte, Jeronimus Cock es un difusor de las ilustraciones del Manierismo italiano, adaptándolo al nórdico. 
Ingresa en 1551 en el gremio de pintores de Amberes y en 1552-1553 viaja por Italia, donde estudia la obra de Miguel Ángel, y por Francia.
Vuelve a Amberes para trabajar con Coecke y Cock y se casa en 1563 con María Coecke (hija de su maestro), una notable miniaturista (hoy se ha revalorizado y se ha sugerido que fue posiblemente coautora de muchas obras de su marido), con la que se traslada a Bruselas, protegidos por el cardenal Perrenaud, gobernador de los Países Bajos y tienen dos hijos que serán grandes artistas.
Pronto se especializó en paisajes y escenas de vida campestre, por lo que le llamaron Boeren-Brueghel (campesinos- Brueghel), e incluso se decía que iba disfrazado a sus fiestas para estudiarlas. En sus obras pinta el paisaje nórdico, con figuras más destacadas que las de El Patinir, y las llena de simbolismos, La suya es una concepción dinámica del paisaje, como vemos en Los patinadores. La influencia italiana se centra en la decoración. Es una pintura objetiva, descriptiva, de temática popular, con una perspectiva empírica y científica. Obras importantes son Los patinadores, El triunfo de la Muerte, Escena del País de Jauja, Leyenda de Ulle Griet, La caída de Ícaro, La Torre de Babel, La Huida a Egipto, Reposo durante la Huida a Egipto. El miniaturismo y el costumbrismo popular, basado en los Proverbios flamencos, se manifiestan en Baile popular, El banquete de bodas, Escena de mercado.

           Una de sus obras más conocidas es Camino del Calvario (1564) [*comentario en entrada propia], que ha inspirado la película El molino y la cruz (2012) de Lech Majewski.

Hans Burgkmair el Viejo (1473-1531).
Hans Burgkmair el Viejo (1473-1531) pasó cuatro años en Italia (sobe todo en Venecia) y trabajó en la Corte de Bruselas,  como ayudante de Gerard David. Una obras destacada es Retrato (un caballero con gorro), en el que consigue una fusión de lo nórdico y lo italiano (la influencia de Tintoretto), con el detallismo, el color (en este caso con pocos contrastes cromáticos), los ropajes venecianos, la perspectiva lineal, la fragmentación narrativa en los planos, y la atmósfera irreal. El Tríptico nos muestra un personaje central en pose serpentina, ya manierista.

Bernard van Orley (1488-1541).
Bernard van Orley (1488-1541), formado en Bruselas, viaja por Italia. Comienza como pintor tardogótico, con una perspectiva empírica aunque sobre una escenografía italiana. Sigue después el modelo manierista.

En el Descendimiento hay expresividad, desproporción, tonos metálicos, fondo dorado, color y volumen manieristas, con una decoración italiana (como columnas y arquitecturas fantásticas) sacada de las estampas italianas que entonces se difunden por toda Europa. En Georg van Zelle (1519, retrato de joven escribiendo) sigue la acentuación del modelo manierista. Otra obra importante, muy dramática, es Judit con Holofernes.

Abraham Bloemaert (1564-1651).

Abraham Bloemaert (1564-1651), aprendiz en Bruselas, en su juventud usa el color y la luz manieristas, y por ser el más tardío la mayor parte de su obra penetra ya en el Barroco.


FUENTES: FLANDES.
Exposiciones.
*<From Bosch to Bruegel>. Róterdam. Boijmans van Beuningen (desde 10 octubre 2015). 40 pinturas y 40 grabados de Lucas van Leyden, Quinten Massijs, Jan Sanders, El Bosco, Brueghel el Viejo... Reseña de Ferrer, Isabel. Róterdam refleja el viaje de la pintura costumbrista europea. “El País” (8-X-2015) 28.

Libros.
Balis, A.; et al. La pintura flamenca en El PradoFonds Mercator. Amberes. 1989. 318 pp.
De Maere, J.; Wabbes, M. Illustrated Dictionary of 17th Century Flemish PaintersLa Renaissance du Livre. Bruselas. 1994. 3 vols. 1. Text. 542 pp. 2. Plates A-K. 694 pp. 3. Plates L-Z. 711-1319 pp. NYPL. Interesante para estudiar las fuentes de los bodegones y alegorías (como la de los cinco sentidos) en la pintura de Miró.
Puyvelde, Leo van. Flemish Painting from the Van Eycks to MetsysMcGraw-Hill Book Company. Nueva York. 1968. 263 pp.
Whinney, Margaret. Early Flemish PaintingFaber & Faber. Londres. 1968. 168 pp. más 96 láms. Cap. II. Robert Campin (34-43). Consulta NYPL.

Artículos. Orden cronológico.
Calvo Serraller, F. Conmoción. “El País” Babelia 1.234 (18-VII-2015) 11. Análisis del cuadro El Descendimiento (25 x 19,5; Museo del Prado, donación de Plácido Arango en 2015), de Pedro de Campaña, nombre castellanizado del flamenco Pieter de Kempener Petrus Campaniensis (c. 1503-1580), un notable pintor, escultor, arquitecto y tapicero, formado en Italia y que trabajó la mayor parte de su vida en España, hasta su regreso a Flandes en 1562.

Fuentes: Hans Memling (c. 1440-1494).
Exposiciones.
<Hans Memling, maestro de la luz>. Brujas. Museo Groeninge(octubre-15 noviembre 1994). Vidal-Folch, Xavier. Memling"El País", Babelia, 158 (29-X-1994).
Libros.
Vos, Dirk de. Hans Memling: the complete worksThames & Hudson. Londres. 1994.

Fuentes: Joachim Patinir (1485-¿1524?).
Exposiciones.
<Patinir y la invención del paisaje>. Madrid. Museo del Prado (3 julio-7 octubre 2007). 22 de las 29 pinturas catalogadas del pintor. Reseña de Larrauri, Eva. El padre del paisaje. “El País” (21-VI-2007) 50. / Calvo Serraller, F. Selecto recorrido por el paisaje. “El País” (10-IV-2007) 42. / Calvo Serraller, F. Un reencuentro cinco siglos después. “El País” Babelia 815 (7-VII-2007) 18. Durero y Patinir. / Noteboom, Cees. Patinir, bajo el microscopio. “El País” Babelia 827 (29-IX-2007) 20.

Fuentes: Rogier van der Weyden (1399/1400-1464).
Exposiciones.
*<Van der Weyden. La emoción del maestro>. Lovaina. Museo Municipal (25 septiembre-9 diciembre 2009). 40 obras de Rogier van der Weyden. Comisario: Jan van der Stock. Reseña de Ángeles García. El artista que supo pintar el dolor. “El País” (25-IX-2009) 40.
<Rogier van der Weyden>. Madrid. Museo del Prado (24 marzo-28 junio 2015). Reseña de Hermoso, Borja. La Pasión según Van der Weyden. “El País” (24-III-2015) 34-35.

Fuentes: El Bosco (1450-1516).
Exposiciones.
*<El Bosco. La exposición del centenario>. Madrid. Museo del Prado (mayo-septiembre 2016). Bono, Ferran. El Prado revelará los enigmas del Bosco en la mejor muestra del pintor. “El País” (25-IX-2015) 36.
<El Bosco. Visiones de un genio>. Den Bosch. Noordbrabants Museum (2016). Reseña de Ferrer, Isabel. Del cielo al infierno: vuelve El Bosco. “El País” (12-II-2016) 26.
<El Bosco en el Escorial. Celebración del V Centenario>. El Escorial. Monasterio de El Escorial (19 marzo-1 noviembre 2016). 11 obras: siete pinturas y cuatro tapices. Folleto con texto de Alfredo Pérez de Armiñán. Reseña de Bengoa, Aitor. El Bosco se ríe en El Escorial. “El País” (19-III-2016).

Artículos. Orden cronológico.
Ferrer, Isabel. ¿Pintó El Bosco los ‘pecados’ del Prado? “El País” (1-XI-2015) 33. Expertos holandeses consideran que la Mesa de los pecados capitales es una obra de taller. El Prado refuta esta teoría.
Ferrer, Isabel. Expertos atribuyen a El Bosco ‘El Juicio Final’ de Brujas. “El País” (21-XI-2015) 32. El tríptico de El Juicio Final (1505-1515), del Museo Groeninge de Brujas, se había atribuido a su taller.
Ferrer, Isabel. Más enigmas sobre El Bosco. “El País” (20-XII-2015) 33. El Bosco probablemente no pintó La mesa de los pecados capitales del Museo del Prado. Inspiró algunas escenas de la saga Star Wars de George Lucas: los monstruos, el senador Palpatine…
Ferrer, Isabel. El Bosco enfrenta al Prado con los expertos holandeses. “El País” (2-II-2016) 31. El Proyecto de Investigación atribuye tres obras del Prado a los discípulos: la Mesa de los pecados capitales, Las tentaciones de San Antonio Abad y La extracción de la piedra de la locura; en cambio, atribuye al pintor Las tentaciones de San Antonio (Museo de Arte Nelson-Atkins de Kansas).
Ferrer, Isabel. Riñas para celebrar el V Centenario del Bosco. “El País” Ideas (7-II-2016) 6-7.
Ferrer, Isabel. El Prado rechaza prestar a Holanda dos de sus ‘boscos’. “El País” (16-II-2016) 31. Deniega el préstamo de dos obras cuya autoría los expertos holandeses atribuyen a otros artistas.
Hermoso, Borja. El Bosco se convierte en cómic. “El País” (10-IV-2016). El dibujante Max realiza la historieta El Tríptico de los encantados (una pantomima bosquiana).

Fuentes: Pieter Brueghel el Viejo (h. 1525-1569).
Internet.
[http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/obras/5171.htm] 
Exposiciones.
*<The Age of Brueghel: Netherlandish Drawings in The Sixteenth Century>. Washington. National Gallery of Art (7 noviembre 1986-18 enero 1987). Nueva York. Pierpont Morgan Library (30 enero-5 abril 1987). Cat. Textos de comisarios: John Oliver Hand, J. Richard Judson, William W. Robinson, Martha Wolff. 339 pp. Consulta en PML Reading Room.
<Las brujas de Brueghel>. Brujas. Hospital de San Juan (marzo-junio 2016). Comisaria: Renilde Vervoort. Reseña de Mazarrasa, Luis. Las brujas vuelan gracias a Bruegel. “El País” (28-III-2016).
Libros.
Bozal, Valeriano. Pieter Brueghel. Triunfo, muerte y vida. Abada Editores. Madrid. 2010. 128 pp. Se centra en dos obras, los triunfos de El triunfo de la muerte (1562, Museo del Prado, Madrid) y Cazadores en la nieve (1565, Kunthistorisches Museum, Viena).
Artículos.
Seisdedos, Iker. Desvelando los misterios de un ‘bruegel’. “El País” Semanal 1.837 (11-XII-2011) 48-56. El cuadro Vino de la fiesta de San Martín (h. 1567/1568) (148 x 270,5) de Pieter Bruegel el Viejo, recién descubierto y hoy en la col. del Museo del Prado.
Mihalic, Suzana. Cómo mirar un cuadro. El caos absoluto según Pieter Brueghel el Viejo. “ABC” XL Semanal 1.317 (20-I-2013) 54-55.

El artista flamenco Jan Brueghel el Viejo (1568-1625).
Exposiciones.
<Jan Brueghel the Elder. A Loan Exhibition of Paintings>. Londres. Brod Gallery (21 junio-20 julio 1979). 42 obras. Cat. Texto de Klaus Ertz. 123 pp. Consulta en NYPL.

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