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sábado, 28 de diciembre de 2013
Comentario: El anfiteatro Flavio o Coliseo de Roma (c. 72-80 dC).
Comentario: El anfiteatro Flavio o Coliseo de Roma (c. 72-80 dC).
Introducción: el anfiteatro romano.
Los anfiteatros romanos tienen una forma circular,
ovalada o elíptica, a partir de la fusión de las formas de dos teatros unidos
por la escena, para cumplir su función de albergar los combates entre gladiadores
y fieras, en todas las combinaciones imaginables, naumaquias (batallas navales)
y grandes espectáculos circenses o de demostración del poder romano.
Hay dos tipos: el republicano y el imperial.
Anfiteatro de Pompeya.
Anfiteatro de Mérida. El republicano, desarrollado a partir del siglo III aC
y que perdura incluso en época imperial, es macizo, con grandes muros de
sillería y rellenos en los que se disponen gradas para el público; ejemplos famosos
son los de Pompeya, Mérida y Córdoba.
Anfiteatro de Arlés, hoy utilizado como plaza de toros y otros espectáculos.
El imperial se caracteriza por sus estructuras cubiertas con bóvedas muy elaboradas. Su ejemplo
máximo es el Coliseo de Roma, y hay muchos otros excelentes en las provincias, como el de Arlés (Francia).
La construcción
del Coliseo.
El Coliseo de Roma se erigió durante la dinastía
Flavia, a partir del 72 y se inauguró en el 80 dC, aunque se hizo una ampliación
en los años siguientes y numerosas restauraciones a lo largo de los siglos
posteriores.
El Coliseo se erigió sobre el lago artificial.
Dos propuestas de localización de los restos de la base del Coloso, separados por unas decenas de metros, en unas fotos de 1918-1920. [https://www.roger-pearse.com/weblog/tag/colossus-of-nero/]. Parece más probable la posición más cercana al futuro arco de Constantino si se considera el impacto visual más monumental respecto al eje de los fotos imperiales, pero es más amplia la alejada y se correspondería mejor al enorme peso que tendría.
La situación del Coloso parece demasiado alejada del arco de triunfo.
Propuestas de situación del Coloso en relación al Coliseo y el Foro Romano.
El pueblo puso el nombre de Colosseum porque cerca había una estatua colosal, de unos 20 metros
de altura, erigida por el emperador Nerón en postura de dios Sol con su propio
rostro, enfrente de un gran lago artificial (su cavidad sirvió para los
subterráneos del Coliseo) cercano a la Domus Aurea, el lujoso palacio de Nerón
que fue abandonado al suicidarse este. El emperador Vespasiano mandó que la
cabeza fuera sustituida por una más aséptica del dios Sol; Comodo le puso una
cabeza de Hércules y desde el siglo III, fue la estatua ante la que los
cristianos debían orar y jurar fidelidad a las instituciones imperiales.
El famoso incendio de Roma en el 64 dC, en época también
de Nerón, había destruido, entre otros, el gran anfiteatro de Roma, el
Estatilio Tauro, construido a expensas de este famoso general en el Campo de
Marte, en el 29 aC. Había pues necesidad de un gran edificio que supliera el
déficit de plazas que había dejado la catástrofe.
Vespasiano, el primer emperador de la dinastía Flavia.
Tito, el segundo emperador de la dinastía.
Domiciano, el tercer y último emperador de la dinastía Flavia. El emperador Vespasiano promovió pues el anfiteatro,
en una jugada maestra para ganar popularidad. Probablemente tomó la decisión en el 70 e
inició las obras de derrocamiento de obras anteriores y la construcción ex novo en el 72, en un lugar muy
próximo al Foro y al circo Máximo, lo que facilitaba que el público fuera de un
espectáculo a otro. El edificio fue proseguido e inaugurado por su hijo y
sucesor Tito en el 80, con 100 días de espectaculares celebraciones, y lo
culminó su otro hijo y último emperador de la dinastía, el emperador Domiciano,
que aproximadamente en el 82 añadió el cuarto piso y completó el hipogeo. En
total 42 emperadores celebraron juegos en esta sede, hasta que Honorio prohibió
las luchas de gladiadores en el 404.
¿Cómo se consiguió financiar este inmenso y caro edificio? Una inscripción de letras de bronce sobre piedra, reutilizada en el siglo V y cuyo original fue descifrado recientemente, indica que Tito lo financió con el tesoro del templo de Salomón en Jerusalén.
Posteriormente fue iglesia cristiana, fortaleza en las
guerras e incluso cantera para los edificios públicos, pues sus materiales de
piedra y metal de hierro eran muy caros, lo que explica que solo se mantenga la mitad de
su fachada. Un proyecto para derribarlo en el siglo XVI afortunadamente fue
prohibido por el papa.
Descripción del Coliseo.
Albergaba un aforo de hasta 50.000 o tal vez incluso
70.000 personas en un graderío dividido en sectores para los distintos grupos
sociales.
Es una enorme construcción elíptica u ovalada, de 48,5
metros de altura, con una distancia entre fachadas de 187,75 metros a lo largo
y 155,60 a lo ancho, con un perímetro de 525 metros, mientras que la arena
interior mide 79,35 por 49 metros. Los cimientos tienen unos 12 metros de profundidad.
Se construyó en hormigón y, en menor grado, con otros materiales, como piedra
de travertino, toba, ladrillo, estuco, mortero y mármol.
La piedra de travertino es una caliza porosa, de color blanco o amarillento, fueron unos
100.000 metros cúbicos los extraídos de las canteras de Tívoli a unos 27
kilómetros, y se usaron sobre todo para los sillares estructurales de la fachada y de los pilares interiores.
Para los cerramientos se usó la toba, una roca volcánica ligera para las partes
superiores, y también el ladrillo para las separaciones en algunas estancias, sobre todo en los vomitorios y el hipogeo; el mármol para los palcos y las partes nobles del exterior, pues cubría la fachada
de la planta baja, pero apenas se han conservado algunas piezas; finalmente, el estuco y el mortero en la fachada de los pisos superiores.
Se formaron cuatro grupos de trabajo, que se
repartieron la obra en cuatro cuartos. Se usaron grandes grúas para levantar y colocar las piedras. Se emplearon varias técnicas griegas, lo
que ha hecho suponer que los arquitectos eran orientales, lo que era típico en
la época imperial, como prueba el caso de Apolodoro de Damasco. Entre estas técnicas destaca que los bloques de travertino se acoplaron con abrazaderas de hierro —en total se usaron hasta 300 toneladas de hierro—, que a su vez era recubierto con plomo y una fina capa de mortero a través de un canalillo, para fijar mejor y proteger de la corrosión y para dar mayor solidez al conjunto en casa de terremotos, pero en la Edad Media se produjo el saqueo del hierro, lo que explica los innumerables agujeros que hoy divisamos.
Análisis formal.
El Coliseo se caracteriza por su gran planta ovalada,
levantada con un sistema constructivo mixto, arquitrabado y abodevado, que combina
los sillares de piedra escuadrada, columnas y pilares, con el arco y la bóveda.
Los cimientos miden hasta 12 metros de profundidad, con cemento compacto, para evitar la humedad del cercano río Tiber y los pantanos que antaño cubrían la zona.
La monumental fachada hasta alcanzar una altura total del edificio de 48,5 metros, y tal vez 50 si se añaden los mástiles, muestra tres niveles de arcadas y
un cuarto nivel, que sirve de ático paramento. Se le decora la fachada con una superposición de órdenes, de
abajo arriba el dórico-toscano en la planta baja, jónico en el primer piso, corintio en el segundo y un orden indefinido en el tercero en las pilastras o lesenas (antecedentes de las bandas lombardas medievales) engastadas en un alto parapeto liso.
Sobre la denominación del orden de este último piso hay tres propuestas: la de orden corintio, aunque no es gemelo del piso inferior (es la opción que yo apoyo); la de corintio/compuesto (sería una evolución del corintio con un fuste de más altura y un capitel corintio con unos caulículos más similares a la forma de las volutas jónicas) y la más difundida en la bibliografía es la de orden compuesto (así fue definido en el siglo XVI por varios tratadistas, aunque el capitel es distinto al típico de los compuestos). La cuestión sigue abierta hoy en día.
Los tres órdenes del Coliseo. El arquitrabe (dividido en tres fascias) es idéntico en los tres, así que comparten esta característica de los órdenes jónico y corintio.
La foto permite advertir que el capitel del cuarto piso es similar al corintio, con caulículos y sin las amplias volutas del capitel compuesto más común. Comprender el debate lo facilita comparar fuentes contrapuestas sobre los órdenes:
Modelo de capitel compuesto romano, distinto del capitel del cuarto piso del Coliseo.
En total hay 80 arcos de medio punto, con semicolumnas
(se puede usar también el término pilastras), adosadas en los espacios
intermedios. Las arquerías de la planta baja o primera sirven como entradas.
Las arquerías de las plantas segunda y tercera se decoraron con estatuas, salvo
sobre la entrada principal del emperador, en la que había una réplica de su
cuadriga de bronce del interior.
Se desarrollan en el interior siete anillos
concéntricos, con 560 sólidos pilares de piedra, con bóvedas de cañón en los
corredores y con paredes de ladrillos en las separaciones. Ocasionalmente
experimentaron con bóvedas de arista reforzada con nervios de ladrillo, aunque
puede que sean restauraciones posteriores.
La arena es
el espacio para los espectáculos y toma su nombre de la arena que la cubría y
que permitía quitar con rapidez la sangre vertida. Había unas 32 rampas para la
salida de los gladiadores y las fieras, y al levantarse estas trampillas
levantaban una nubecilla de polvo que hacía de efectos especiales. Podía
cubrirse con una plataforma de madera y una tela impermeable para llenar la
superficie de agua hasta un metro y medio de profundidad en las naumaquias.
Había dos puertas: la Triumphalis a
la derecha del emperador, sobre la cual se colocó una cuadriga de bronce con la
efigie del emperador, y la Libitinaria
a la izquierda, para la salida de las víctimas.
Debajo de la arena había el hipogeo (hypogeum), que comprendía dos plantas de
una compleja red de pasillos (las galerías suman 1.500 metros) levantados con
piedra y ladrillo, donde trabajaban cientos de operarios (un documento cuenta
256, que trabajaban en casi completa oscuridad, salvo la luz de lámparas de
aceite y antorchas), encargados de las rampas, los montacargas directos para
subir los animales y los decorados (mediante tornos accionados con cuerdas y
poleas), las salas de animales salvajes (en las paredes había sus nombres y
figuras para que los analfabetos pudieran distinguirlos), los cubículos de los
gladiadores, las prisiones (cárceres)
para los destinados al sacrificio (a menudo cristianos, delincuentes o enemigos
de Roma), depósitos de agua y arena, almacenes para los decorados que movían
los tramoyistas, una enfermería para los luchadores heridos e incluso una
carnicería para cortar la carne de los muertos (animales o personas). Lo
completó el emperador Domiciano hacia el 82 dC.
La inmensa cavea
o graderío se divide en cuatro plantas, con un total de 80 gradas, que acogen a los asistentes, siempre de
forma gratuita, pero estrictamente divididos por clases sociales. Para impedir
que se mezclasen en algún momento, y sucediera una confusión o engaño, hay los
vomitorios, formados por un intrincado conjunto de puertas, escaleras y
pasillos abovedados que proceden de la calle directamente. El sistema permitía evacuar con seguridad a los espectadores en solo tres minutos, un reto insuperable incluso hoy. La seguridad era tan excelente que no se conoce ninguna catástrofe o accidente de atropellos o embestidas masivas en la historia del monumento.
Así, había en la
planta baja cuatro entradas para la clase alta, habiendo al principio una para el emperador, otra
para el cónsul, una para los senadores y otra para los patricios y altos
funcionarios, y las otars 76 entradas para el resto. Esta disposición podía cambiar y alguna fuente registra una entrada para el emperador con su familia y allegados, otra para los senadores y altos funcionarios, una para las vírgenes vestales (sacerdotisas que no podían mezclarse con el resto) y otra para los gladiadores, aunque esta última entrada era poco frecuente, porque había un pasadizo que llegaba directamente hasta el subterráneo debajo de la arena desde el Ludus Magnus de los gladiadores, cuyos restos hoy se contemplan a muy poca distancia.
La primera planta, ima
cavea, para las clases dirigentes, se divide en dos partes. La primera,
situada directamente sobre la arena de la que la separa una pared alta y una
barrera de protección para evitar las salpicaduras de sangre, las armas
rebotadas o el salto de las fieras, comprendía el pódium ovalado para los
senadores y sus familias, y tenía dos amplios palcos, uno para el emperador y
otro enfrente para el cónsul encargado de los espectáculos. La segunda parte,
que comprende casi dos tercios de la ima
cavea, era para la aristocracia (el patriciado), los oficiales del ejército, los altos funcionarios y las vírgenes vestales, que tenían un palco especial más apartado.
La segunda planta, media
cavea, era para la clase media de los ciudadanos romanos y era de menor
tamaño que la anterior.
La tercera planta, suma
cavea, era para los esclavos y pobres.
La cuarta planta, summum
maenianum ligneis, era para las mujeres, aunque probablemente los
espectadores de las clases sociales podían estar acompañados de las suyas. Esta
planta la inició Tito y tras su muerte repentina en el 81 la prosiguió su
hermano, el emperador Domiciano, hasta completarla un año después, en el 82.
El velarium
lo añadió, también en el 82, Domiciano. Era un gigantesco toldo compuesto por telas engrasadas, que pesada unas 50 o 60 toneladas y cubría totalmente el interior del anfiteatro durante los días más soleados o
lluviosos. Se sostenía con un complejo sistema de drizas sujetas a 240 mástiles de madera que rodeaban la cuarta planta del anfiteatro y se movía mediante unas cuerdas de cañamo que bajaban desde los mástiles hasta unos cabrestantes en el suelo, que eran
maniobrados por unos 600 marineros expertos de la base de la flota romana en
Misenum, en la bahía de Nápoles.
Escena de combate (una recreación ficticia de la batalla de Zama entre Anibal y Escipión) de Gladiator (2000), de Ridley Scott. 5:05. [https://www.youtube.com/watch?v=Efk4JUVTVvE]
Sin duda el espectáculo más famoso es la lucha de
gladiadores (por la espada o gladius),
generalmente clasificados en 10 tipos, siendo los más conocidos el reciario (retiarius) armado con una red plomada y
un tridente y protegido con una hombrera metálica y a veces con un casco, y su
adversario más frecuente, el secutor,
armado ligeramente con un casco, un escudo largo de legionario y una espada
corta.
Hay que señalar que, pese a lo difundido en novelas y
películas, raras veces morían en las peleas porque se entendía que eran caros
de entrenar y si hubieran muerto los combatientes se hubiese tardado años en
entrenar a sus sustitutos. La ejecución se reservaba para los cobardes, lo que
era muy inusual.
No se los liberaba con facilidad, lo que ocurría
cuando se hacían muy famosos y el emperador entonces les otorgaba la libertad
mediante la entrega de una espada de madera llamada rudus. Otras vías de salida era el pago con el dinero que ganaban
con las apuestas, el alistamiento en la guardia imperial, sufrir graves heridas o el
ascenso como veteranos para ser entrenadores de otros gladiadores en sus escuelas (ludus).
Significado.
Los dirigentes republicanos y después los emperadores eran muy conscientes de la necesidad de contentar a los ciudadanos de Roma, pues como comentaba Juvenal: “Dos cosas solamente anhela el pueblo: pan y espectáculos (panem et circenses)”. Sabían la importancia de las ceremonias asociadas a la lucha violenta, como exaltación de los valores de valor y violencia que habían dado a Roma su hegemonía sobre gran parte del mundo conocido y a menudo las encargaban para actos funerarios de respeto a un familiar difunto o en fechas de especial valor religioso. [https://es.wikipedia.org/wiki/Gladiador]
Los anfiteatros romanos cumplían la función de
albergar los combates de gladiadores y fieras, en todas las formas y combinaciones imaginables, a menudo simples ejecuciones de reos o cacerías (venationes) de animales exóticos traídos de más allá de los confines del Imperio lo que remarcaba a los ojos del pueblo su inmenso dominio, naumaquias que eran combates navales en embarcaciones de poco calado tras impermeabilizar e inundar la arena, así como también grandes
espectáculos sin sangre o de demostración simbólica del poder romano.
En ocasiones se usaban para actos políticos, religiosos, sociales o culturales muy diversos, sobre todo en las épocas en que se restringieron, suspendieron o prohibieron las luchas sangrientas de gladiadores. Por ejemplo, Marco Aurelio sustituyó las armas de metal por otras de madera porque le desagradaban las heridas de sangre, pero su hijo Comodo llegó a a luchar en la arena como gladiador, lo que enconó su desprestigio ante la élite aristocrática.
Contexto histórico-artistico.
El edificio, como el resto de los anfiteatros, se adapta a las necesidades específicas del espectáculo lúdico con su forma circular o elíptica, a partir de la fusión de las formas
de dos teatros unidos por la escena, convertida en la arena, una respuesta eminentemente práctica,
ejemplar del espíritu romano. Prescribía el gran arquitecto y tratadista Vitruvio, en los edificios había que aunar firmitas, utitilitas y venustas, y los anfiteatros cumplieron las tres reglas.
Desde el inicio de la construcción de anfiteatros especializados en el siglo II aC hasta la erección del Coliseo en el último cuarto del siglo I dC el modelo se fue perfeccionando, y este anfiteatro colosal fue un modelo
famoso y perdurable a lo largo de los siglos. El inglés Beda el Venerable, un
monje y escritor del siglo VIII, escribió: “Mientras el Coliseo resista, Roma
resistirá; cuando el Coliseo caiga, Roma caerá; cuando Roma desaparezca, el
mundo entero desaparecerá”.
Su
superposición de órdenes no era novedosa, pues ya antes se había hecho en el
Teatro Marcelo (13 aC) y en el hoy perdido Tabularium (archivo estatal en el
Foro), pero ha sido el ejemplo del Coliseo el que más ha influido en la
posteridad y la imitación de su
fachada en los tres primeros pisos se advierte en el Palazzo Rucellai del
arquitecto Alberti en el siglo XV y en otros edificios monumentales del
Renacimiento y el Barroco.
AA.VV. Historias de arte para Bachillerato de las
editoriales Algaida, Anaya, Bruño, ECIR, Edebé, Santillana, SM, Vicens Vives...
Artículos.
Fernández Vega, Pedro Ángel. El Coliseo, ocio y política. “Historia Nacional Geographic”, 28 (2006) 66-79.
Val, Eusebio. Un mecenas discreto para el Coliseo. “Magazine” (8-XII-2013) 32-37.
La empresa italiana de calzado Tod’s paga 25 millones de euros para la
restauración del anfiteatro, el monumento más visitado de Italia.
Agencia EFE. La arena del Coliseo romano será reconstruida. “El País”
(18-IV-2015) 41.
Ordaz, Pablo. El Coliseo recobra
la antigua belleza de su pasado romano. “El País” (2-VII-2016). Las
arquitectas Pia Petrangeli, Gisela Capponi y Cinzia Conti han codirigido la
restauración.
Pastor, Francisco. Descubierto el secreto que mantiene en pie
el Coliseo: “Ninguna civilización ha creado un hormigón tan duradero”. “El País” (31-I-2023). El
material de construcción romano es mejor que el actual. Tras décadas de
estudio, varias universidades han descubierto que, gracias a la cal viva (aún
caliente) que se añade a la mezcla de grava (la mejor es la puzolana) y cal
apagada (fría, apagada con agua durante seis meses), es capaz de reparar sus
propias grietas porque el cemento reacciona con el carbono del aire cerrando
los poros. El Coliseo romano durará más que los edificios hechos con cemento
portland en los últimos decenios, que se degrada.
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