Historiadores de arte: Austria.
Biblioteca Nacional de Austria, en Viena. Su colección de libros de arte es majestuosa.
Adam von Bartsch (1757-1821,
grabado), Friedrich Bartsch (1798-1873),
Albert Ritter von Camésina (1806-1881,
arte medieval), Rudolf Eitelberger (1817-1885, director de museo, profesor, método
didàctico, arte medieval), Gustav Heider (1819-1891, historia de arte, preservación
de arte, editor, arte medieval), Otto Berndorf (1838-1907), Wilhelm Ritter von Härtel
(1839-1907, arte paleocristiano), Moritz Thausing (1838-1884),
Wilhelm Klein (1850-1924, profesor en Praga;
arqueología, cerámica griega), Julius Langbehn (1851-1907, historia racista del
arte, Rembrandt), Franz Wickhoff (1853-1909, metodología e historia del arte), Alois
Riegl (1858-1905, arte tardorromano),
Heinrich Benesch (1862-1947), Josef Strzygowski
(1862-1941, arte bizantino y altomedieval), Julius Leisching (1865-1933, director
de museo), Julius von Schlosser (1866-1938, historiografía artística),
Hermann Egger (1873-1949, dibujos), Max
Dvorak (1874-1921, de origen austro-checo; metodología), Ernst Diez (1878-1961,
arte bizantino),
Ludwig von Baldass (1887-1963, Renacimiento
nórdico), Fritz Eichler (1887-1971, escultura griega y romana), Karl Maria Swoboda
(1889-1977, estructuralista),
Fritz Dworschak (1890-1974, medallística
y numismática), Robert Eigenberger (1890-1979, pintura, curador de pintura), Fritz
Saxl (1890-1948, iconología), Otto Benesch (1896-1964, Renacimiento nórdico y Rembrandt),
Hans Sedlmayr (1896-1984, historia de estilos artísticos), Vladímir Sas Zaloziecki
(1896-1959, arte bizantino),
Walter Hahland (1901-1966, cerámica griega),
Otto Demus (1902-1990, arte bizantino), Karl Öttinger (1906-1979, arte medieval),
Walter Frodl (1908-1994, Románico), Eva Kraft-Frodl (1916, arte austriaco), Walter
Koschatzky (1921-2003, director de museo Albertina), Bernard Andreae (1930, sarcófagos
romanos), Konrad J. Oberhuber (1935-2007, director de museo Albertina, Rafael),
Gerbert Frodl (1940, arte austriaco),
Sabine Haag (1962, directora de museo,
comisaria),
Ebba Koch (, arquitectura mogola), Klaus
Schröder (director de Albertina Museum de Viena), Wilfried Seipel (director de Kunsthistorischen
Museum de Viena),
El psicólogo austriaco KarL Buhler (1879-1963).
Profesor en Viena de Gombrich. Especialista en psicología de la expresión y del lenguaje. Sin ser historiador de arte, su pensamiento ha influido poderosamente en la corriente psicologista.
El historiador de arte austriaco Konrad Fiedler
(1841-1895).
Konrad Fiedler (1841-1895), jurista, coleccionista y mecenas,
vivió en el mundo cultural de Viena. Publicó bastante tarde (a los 35 años) su
primer ensayo teórico, Über die Beuerteilung von Werken der bildenden Kunst
(Sobre la crítica de las obras de las artes plásticas, 1876). Su obra más
importante es Über den Ursprung der Künstlerischen Tätigkeit (Sobre el
origen de la actividad artística, 1887). Su obra estética completa la reunió
H. Konnerth en Schriften über Kunst (Escritos sobre arte, 1914), incluyendo
las obras anteriormente citadas. Una obra de Fiedler no traducida al castellano
es Aforismos. [Un excelente estudio sobre los aforismos de Fiedler se
encuentra en Banfi, 1962: 252-281.]
Considera que la actividad artística constituye el desarrollo
natural de la concepción-tesis, una estructura mental previa del sujeto-artista,
en la que este elabora y explica su conocimiento del mundo. El artista crea unas
formas que sólo alcanzan su explicación en ellas mismas, mediante unas leyes formales
que el artista nos proporciona (nos comunica).
Parte de la tesis kantiana de la distinción entre la percepción
objetiva y la percepción subjetiva, pero las reelabora desde el formalismo herbartiano,
al afirmar que las condiciones a priori de la sensibilidad imponen a cada
arte un límite y una coherencia propios. El artista no “ve” de un modo distinto
que otra persona, pero su papel es activo, en contraste con el papel pasivo del
espectador. Su morada es la misma que la de la gente común, pero intensificada.
En vez de limitarse, como el espectador, a recibor pasivamente las impresiones
visuales, el artista desarrolla la función de su “morada” y se especializa en un
conocimiento de la realidad —de una naturaleza particular y en un sentido exclusivamente
visual—. La síntesis artística, realizada por el artista, tiene, de este modo, un
valor de conocimiento.
Es un conocimiento del mundo que es para el hombre una
apariencia visible en la medida que ésta viene al mundo a través de su espíritu.
Este subjetivismo, esta creación de la realidad perceptiva a través de los mecanismos
psicológicos de la visión, explica la relación entre la teoría de la “pura visibilidad”
y el arte expresionista alemán.
A partir de esta tesis, cabe plantear la historia del arte
de un modo nuevo, como la historia del conocimiento de lo real bajo el aspecto
de la visibilidad —que constituye la verdadera naturaleza de la actividad artística—.
Es la tesis que subyace, por ejemplo, en los trabajos de Svetlana Alpers sobre
la morada “científica” de los pintores holandeses del siglo XVII.
Esto no implica que la historia del arte no sea también
la historia de la expresión de una época, de un pueblo, de exigencias culturales
y sociales determinadas, pero sin duda enriquece notablemente el abanico de intereses
y cuestiones a dilucidar. Fiedler, en todo caso, no sigue la línea hegeliana y
no cree que la historia del arte sea una evolución ininterrumpida e impersonal
—determinada por leyes históricas— de los elementos visuales. Al contrario —y esto
le separa de Wölfflin, que rechazaba la personalidad del artista, subsumido en el
estilo de su época, en una “historia anónima del arte”—, Fiedler afirma que lo
más importante es la acción de las personalidades “fuertes”, que revelan nuevas
perspectivas visuales —estilísticas— y marcan así una evolución discontinua de
la historia visual.
En suma, Fiedler afirma la necesidad de fundar el juicio
artístico en elementos formales de la obra de arte, en valores efectivos de estilo.
El impacto de sus tesis fue determinante sobre la Escuela
de Viena, con las figuras de Wickhoff, Riegl, Dvorak, Frey, Worringer, Wölfflin.
Para el pintor Paul Klee la teoría de Fiedler sería la primera poética del arte
abstracto, al reivindicar la visualidad del arte plástico, en contraposición a
la alternativa de la mímesis de la realidad, la figuración.
El historiador
de arte austriaco Werner Hofmann (1928).
Werner Hofmann (Viena, 1928), formado en la tradición
vienesa de Hans Sedlmayr, retrocede la ruptura del arte contemporáneo desde el
siglo XIX hasta 1750, rechazando los conceptos de neoclasicismo y romanticismo,
que sustituye por los de desintegración y polifocalidad. [Hofmann, Werner. Une époque en rupture
1750-1830. Gallimard. París. 1995. 720 pp. 563 ilus. Véase entrevista Coignard
a Hofmann. “Beaux Arts”, 139 (XI-1995) 14-15.]
Pone como ejemplo de la invalidez de aquellos conceptos
su inaplicabilidad a David y Goya. Así, El juramento de los Horacios lo asimila
a los polifocales trípticos del gótico. Es una época de desintegración de las
formas, de rechazo de la fórmula del tableau fenêtre. Las licencias del capricio
permiten a Poranesi y Goya, como a Manet o Gauguin juxtaponer las imágenes. Hofmann
caracteriza el impresionismo por su sentido de la monofocalidad, pero niega que
este movimiento sea un germen del siglo XX; al contrario, es un retorno al tableau
fenêtre, y considera que el verdadero punto de partida del siglo XX se encuentra
en la obra de Munch o Klinger.
El historiador
de arte austraico Ernst Kris (1900-1957).
Conservador del Departamento de Artes Aplicadas del Kunshistorisches
Museum de Viena. Interesado en el psicoanálisis, amigo y promotor de Gombrich (le
recomendó a Fritz Saxl, director del Warburg Institute).
Kris, Ernst. Psicología del Arte y del artista.
Paidós. Buenos Aires. 1964. 202 pp. (comprende una obra conjunta con Gombrich).
Kris, Ernst; Kurz, Otto. La leyenda del artista.
Cátedra. Madrid. 1991 (1979). 133 pp.
El historiador
del arte austríaco Julius von Schlosser (Viena, 1866-1938).
Julius von Schlosser (Viena, 1866-1938), profesor en
la Universidad de Viena, fue un gran erudito
y promotor de sus alumnos, aunque Gombrich le criticara sus aburridos monólogos. Formado en la Escuela de Viena, en contacto con Wickhoff,
Riegl y Dvorak, su método filológico e histórico de análisis de los fenómenos artísticos
y el atento estudio de las fuentes fueron determinantes para la publicación de
textos fundamentales en la historia del arte: El arte de la Edad Media (1923), La literatura artística (Die
Kunstliteratur, 1924). Fue director de las colecciones de artes menores del
Kunsthistorisches Museum de Viena.
Schlosser, Julius von. La literatura artística. Cátedra. Madrid. 1976 (1924). 640 pp.
El historiador de arte austríaco Franz Wickhoff (1853-1909).
Imagen de El Génesis de Viena (1895).
Franz Wickhoff (Steyr, 1853-Venecia, 1909), inspector del Museo Austríaco de Arte y Oficios y profesor universitario en Viena (1882-1909), fue fundador de la Escuela de Viena e introdujo el concepto de la originalidad del Arte romano con respecto al griego. Es autor de El Génesis de Viena (1895), un estudio de las miniaturas de un códice miniado del s. IV conservado en la Biblioteca de Viena, a través del cual reconstruyó el desarrollo de las características estilísticas del arte romano, desde Augusto a Constantino.
Wickhoff reclamaba una historia científica del Arte sin palabrería bella pero vacía: “El objetivo (…) es situar la historia del Arte entre las filas de otras ciencias históricas tratando su objeto de estudio de manera científica”. [Wickhoff. An die Lerser! “Kunstgeschichtliche Anzeigen”, nº 1 (1904). Trad. a partir de versión inglesa de Gombrich, cita de Woodfield en p. 80 de Gombrich, E. H. Gombrich esencial. Textos escogidos sobre Arte y cultura. Richard Woodfield (ed.). Debate. Madrid. 1997 (1996).]
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