EL ARTE ABSTRACTO Y LA ABSTRACCIÓN LÍRICA.
El arte abstracto.
La corriente de la abstracción lírica.
Los independientes y
la influencia en otros movimientos: Klee y Miró.
Comentario: Vassili Kandinsky y la pintura Líneas radiales.
El arte abstracto.
El arte abstracto es la denominación para una serie de
estilos artísticos, desarrollados en el siglo XX, que repudian el tradicional concepto
del arte como representación o imitación de la realidad. El arte sería básicamente
una creación mental, del interior del individuo hacia el exterior, en la que se
renuncia al objeto. En este sentido se basa necesariamente en las experiencias de
las vanguardias anteriores, desde el impresionismo hasta el cubismo, y las trasciende.
No es un arte caprichoso, pese a que así lo aparente al
espectador: requiere estudio e intuición. El arte abstracto no es un movimiento
homogéneo, pues coexisten en él numerosas individualidades independientes y al menos
dos grandes corrientes: la lírica y la geométrica. De la abstracción han surgido
muchas escuelas y teorías: informalismo, suprematismo, rayonismo, neoplasticismo...
Su rasgo esencial común es que el arte abstracto es el
último paso en el alejamiento de la realidad visible, al considerar que ya no existe
objeto, sino simplemente juegos de formas y colores en libertad.
La corriente de
la abstracción lírica.
La primera acuarela abstracta de Kandinsky (1910) inicia
la corriente lírica (algunos autores la llaman romántica) del arte abstracto, proyección,
a través de la magia de las líneas y de los colores, del mundo interior del artista
y de su visión imaginaria. Crea algo nuevo, jamás visto antes; imita no lo creado
por la naturaleza, sino a la naturaleza misma en su capacidad creadora.
Su más destacado miembro es el ruso Vassily Kandinsky, que dejó
al grupo expresionista Der Blaue Ritter para cultivar la abstracción. Además
de pintor es un notable escritor, en De lo espiritual en el arte y explica
que con la abstracción la pintura se aproxima a la música, que no necesita imágenes
visibles para transmitirnos los sentimientos del artista. Los colores son protagonistas
absolutos, junto al ritmo. En los años 20 Kandinsky evoluciona hacia el geometrismo,
gracias a su experiencia de profesor en la Bauhaus. De esta corriente partieron
otros movimientos abstractos, como el expresionismo abstracto o el informalismo.
Los independientes y la influencia en otros movimientos:
Klee y Miró.
Destaca en una línea expresionista Paul Klee, constante
innovador, dominador del color. Otros artistas que ocasionalmente cultivan la abstracción
son el español Miró, los franceses Delaunay, Léger y Picabia, el ruso Larionov (un
rayonista), el italiano Magnelli y algunos de los futuristas, el norteamericano
Dove...
Paul Klee (1879-1940), suizo, aunque vivió casi siempre
en Alemania (fue soldado en la I Guerra Mundial). Hijo de un profesor de música
y de una estudiante de canto, él mismo violinista, se casó con la pianista Lily
Stumpf. Todo ello hace que su estética muestre claras influencias musicales.
Klee, investigador nato, se dio una consigna: “No inspirarse
en el pasado, ni en la naturaleza, sino en sí mismo”. Se formó en los ambientes
expresionistas de la Alemania de principios de siglo. A partir de 1920 fue profesor
en la Bauhaus (en Weimar y Dessau), llamado por Gropius y ejerció un gran estímulo
sobre sus alumnos, aunque al final aborreciera la enseñanza. En 1933 los nazis le
destituyeron de su cátedra en Düsseldorf y volvió a Suiza, donde se le declararon
los primeros síntomas de la esclerodermia que acabó con su vida en 1940. En 1935
se montó su primera gran retrospectiva, en Berna y Basilea. La exposición del *<Arte
degenerado (Entartete Kunst)>, organizada por los nazis, incluyó 17 obras
suyas. Su influjo en el arte de la posguerra es sólo comparable al de Picasso y
Matisse, especialmente por su libertad creativa, su exigencia, su simbolismo, su
colorido.
Joan Miró (1893-1983), tras su etapa surrealista (y pese
a proclamar que no es abstracto) sigue criterios abstractos, utiliza líneas onduladas
y en sus murales y cuadros unas grandes manchas negras destacan sobre unas ondulaciones
rojas o azules. En Detrás del espejo nos presenta un juego de formas alejadas
de la realidad, con manchas de gran intensidad (especialmente las negras) y con
una ingenuidad casi infantil, que dotan sus obras de una fascinación prodigiosa.
José Luis Pardo: sobre la abstracción.
José Luis Pardo, en Pintura
sin palabras (y sin título) [“El País” Babelia 1.250 (7-XI-2015)], en
ocasión de una retrospectiva de Kandinsky, razona sobre la abstracción:
‹‹¿Qué es una
pintura abstracta? ¿Simplemente la que no es figurativa? ¿Y por qué los
artistas que han definido la naturaleza del arte contemporáneo se sintieron
obligados, a principios del siglo pasado, a romper con la figuración? Estas
preguntas, aunque puedan parecer algo tópicas, resurgen siempre ante la obra de
Vasili Kandinsky, y lo hacen aún con más urgencia cuando [en una exposición]
(…) podemos asistir casi en vivo al proceso de ruptura que abrieron en la
sensibilidad del siglo XX las llamadas “vanguardias históricas”, que
probablemente dice más de nuestra época que cien gruesos volúmenes de eruditas
descripciones.
Las primeras obras
abstractas de Kandinsky, que parecen surgir casi naturalmente de su
experimentación formal, nos impiden conformarnos con la definición negativa de
lo abstracto como “no-figurativo”, sobre todo porque también nos veríamos en un
aprieto para definir qué es lo figurativo. Félix de Azúa propone una forma
ingeniosa de salir de ese aprieto: es figurativa toda representación visual en
la que aparecen seres cuyos nombres se encuentran en los diccionarios. Por
tanto, tendríamos que llamar “abstracta” a toda representación en la que aparecen
formas, colores, manchas o texturas para los cuales no tenemos nombre. Algo que
refuerzan los rótulos que leemos junto a los cuadros y que, para decepción de
quien busque en ellos el significado figurativo oculto, no dicen más que Composición
nº 8, Negro y violeta o, incluso, Sin título. Así pues, una manera
de describir esa herida (por la que aún respiramos) en la representación
contemporánea, que supuso la ruptura con la figuración, consistiría en decir
que, en ese momento, por algún motivo, los pintores se quedaron sin palabras.
Eso mismo es lo que,
según Walter Benjamin, les sucedió a los soldados de la Guerra del 14: cuando
volvieron del frente no tenían nada que contar porque la experiencia de lo que
habían visto (la primera guerra tecnológica a gran escala) no cabía en las
viejas y gastadas palabras de las que disponían para relatar su historia. Y eso
ocurría en el momento mismo en el que Kandinsky se desplazaba hacia la
abstracción. Algo similar le pasa a Charlot en la última secuencia de Tiempos
modernos, cuando sus excesos mímicos le hacen perder los papeles en los que
llevaba anotada la letra de la canción que tenía que cantar y se queda sin
palabras ante el público. Quizá es algo de este tipo lo que significa la
abstracción en pintura: la aparición de una experiencia que, al menos en el
momento en el que se está instalando como organizadora del mundo moderno, no
conoce aún las palabras con las que podría integrarse en el relato de unas
vidas humanas cuyas capacidades perceptivas se ven absolutamente desbordadas y
superadas por las nuevas tramas tecnológicas y económicas. Quizá es por eso que
los pintores se quedaron sin palabras. Y esos rótulos “decepcionantes” (Sin
título) podrían también ponerse bajo los retratos fragmentarios de todos
los pobres diablos cuyo mundo había estallado entonces en mil pedazos por culpa
de la guerra o de la inflación y había salido disparado como los obuses y como
los falsos puños de la camisa de Chaplin, sin que pudieran explicarse cómo
había ocurrido ni hacerse una composición “figurativa” de lo sucedido.
Ya sé que las
explicaciones del propio Kandinsky apuntan a razones exclusivamente formales,
estéticas, y en todo caso de una profunda geometría espiritual, y que en ellas
ni siquiera hay mucho espacio para su experiencia como colaborador de la
política cultural soviética en los primeros años de la revolución rusa. Pero si
ustedes se fijan en una de las pinturas de esta muestra, que se llama Sobre
blanco II, creo que, además de trapecios, triángulos, cuadrados, diagonales
y colores, verán sin dificultad la cabeza de un avión cuyas aspas, al girar,
van triturando la realidad cromática y visual y arrojan sus fragmentos en todas
direcciones, como lo haría una bomba recién estallada en cuyas esquirlas se
mezclan la metralla y la carne, el punto y la línea. Esa bomba es la que hizo
estallar la realidad en la que vivían los hombres en la primera mitad del siglo
XX. La pintura no les devolvió la palabra que la historia les quitaba, pero al
menos convirtió su confusión y su dolor en algo visible. Y en nuestro
desconcierto ante esos cuadros sin palabras podemos aún sentir algo de aquella
catástrofe de la que somos herederos.››
FUENTES.
Exposiciones.
*<Contrastes de forma. Abstracción geométrica, 1910-1980>.
Madrid. Salas Pablo Ruiz Picasso (17 abril-8 junio 1986). Col. de S.R. Guggenheim
Museum y MOMA. [expos. anterior en Nueva York, 1985]. Cat. 302 pp. Texto de Magdalena Dabrowski.
*<The Spiritual in
Art: Abstract Painting 1895-1985>. Los Angeles. Los Angeles County Museum
of Art (noviembre 1986-?). Cat.
435 pp. Textos de Judi Freeman et al.
*<Arte abstracto. Arte concreto. Cercle et Carré>.
Valencia. IVAM (20 septiembre-2 diciembre 1990). Comisaria: Gladys Fabre. Cat. 437 pp.
Libros.
Daval, Jean-Luc. Histoire de
la peinture abstraite. Fernand
Hazan. Paris. 1988. 214 pp. Miró: 91-92.
Harrison, Charles; Frascina, Francis; Perry,
Gill. Primitivism, cubism,
abstraction: the early twentieth century. Yale
Univ. Press. Londres. 1993. 270 pp.
Lahuerta, Juan José. 1927. La abstracción necesaria
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Moszinska, Anna. Arte
abstracto. Destino. Barcelona.
1996 (1990 inglés). 240 pp.
Ragon, Michel. Diario del Arte abstracto. Destino. Barcelona.
1992. 163 pp.
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que l’art abstraite? Gallimard. París. 2003. 532 pp.
Seuphor, Michel; Ragon, Michel.
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Whitford, Frank. Understanding Abstract Art. Barrie &
Jenkins. Londres. 1987. 160 pp. Capítulo:
Miró: Tic Tic (42-43). Consulta en NYPL
(21-VII-2010).
Artículos.
Chassey, Eric de. XXe siècle
= abstrait? “Beaux Arts”, 143 (III-1996) 66-72. Sobre
el concepto de abstracción según el crítico estadounidense Mark Rosenthal.
Clarke, David. Paths to Dissolution: Water and Abstract Art.
“Art Criticism”, v. 24, nº 1 (2009) 34-68. MOMA Manhattan Library. En Mondrian, Kandinsky, expresionismo americano.
3 comentarios:
Buenisimo
El arte abstracto para mi es el arte que marca significado desde el punto de vista personal , es dependiendo de lo que el artista quiera transmitir a través de sus sentimientos, y que cada persona siente al observar las pinturas, a mi por ejemplo me gusta el pintor español Gabino Amaya Cacho, creador del puntillismo abstracto, derrochan mucha luz y colores llamativos.
El arte abstracto consiste en realizar pinturas sin ninguna figuración, sin ninguna forma reconocida o vista, pero cuando Gabino Amaya Cacho incorpora el puntillismo, con colores y matices, el acabado es de hermosas obras de arte que brindan alegría al espectador.
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