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viernes, 21 de agosto de 2015

El arte abstracto y la abstracción lírica.

EL ARTE ABSTRACTO Y LA ABSTRACCIÓN LÍRICA.
El arte abstracto.
La corriente de la abstracción lírica.
Los independientes y la influencia en otros movimientos: Klee y Miró.
Comentario: Vassili Kandinsky y la pintura Líneas radiales.

El arte abstracto.
El arte abstracto es la denominación para una serie de estilos artísticos, desarrollados en el siglo XX, que repudian el tradicional concepto del arte como representación o imitación de la realidad. El arte sería básicamente una creación mental, del interior del individuo hacia el exterior, en la que se renuncia al objeto. En este sentido se basa necesariamente en las experiencias de las vanguardias anteriores, desde el impresionismo hasta el cubismo, y las trasciende.
No es un arte caprichoso, pese a que así lo aparente al espectador: requiere estudio e intuición. El arte abstracto no es un movimiento homogéneo, pues coexisten en él numerosas individualidades independientes y al menos dos grandes corrientes: la lírica y la geométrica. De la abstracción han surgido muchas escuelas y teorías: informalismo, suprematismo, rayonismo, neoplasticismo...
Su rasgo esencial común es que el arte abstracto es el último paso en el alejamiento de la realidad visible, al considerar que ya no existe objeto, sino simplemente juegos de formas y colores en libertad.

La corriente de la abstracción lírica.
La primera acuarela abstracta de Kandinsky (1910) inicia la corriente lírica (algunos autores la llaman romántica) del arte abstracto, proyección, a través de la magia de las líneas y de los colores, del mundo interior del artista y de su visión imaginaria. Crea algo nuevo, jamás visto antes; imita no lo creado por la naturaleza, sino a la naturaleza misma en su capacidad creadora.


Su más destacado miembro es el ruso Vassily Kandinsky, que dejó al grupo expresionista Der Blaue Ritter para cultivar la abstracción. Además de pintor es un notable escritor, en De lo espiritual en el arte y explica que con la abstracción la pintura se aproxima a la música, que no necesita imágenes visibles para transmitirnos los sentimientos del artista. Los colores son protagonistas absolutos, junto al ritmo. En los años 20 Kandinsky evoluciona hacia el geometrismo, gracias a su experiencia de profesor en la Bauhaus. De esta corriente partieron otros movimientos abstractos, como el expresionismo abstracto o el informalismo.

Los independientes y la influencia en otros movimientos: Klee y Miró.
Destaca en una línea expresionista Paul Klee, constante innovador, dominador del color. Otros artistas que ocasionalmente cultivan la abstracción son el español Miró, los franceses Delaunay, Léger y Picabia, el ruso Larionov (un rayonista), el italiano Magnelli y algunos de los futuristas, el norteamericano Dove...

Paul Klee. Alrededor del pez (1926). Óleo y témpera sobre tela (46,7 x 63,8). Col. MOMA, Nueva York. [http://artcontemporanigeneral.blogspot.com.es/2011/05/paul-klee-y-su-influencia-sobre-joan.html]

Paul Klee (1879-1940), suizo, aunque vivió casi siempre en Alemania (fue soldado en la I Guerra Mundial). Hijo de un profesor de música y de una estudiante de canto, él mismo violinista, se casó con la pianista Lily Stumpf. Todo ello hace que su estética muestre claras influencias musicales.
Klee, investigador nato, se dio una consigna: “No inspirarse en el pasado, ni en la naturaleza, sino en sí mismo”. Se formó en los ambientes expresionistas de la Alemania de principios de siglo. A partir de 1920 fue profesor en la Bauhaus (en Weimar y Dessau), llamado por Gropius y ejerció un gran estímulo sobre sus alumnos, aunque al final aborreciera la enseñanza. En 1933 los nazis le destituyeron de su cátedra en Düsseldorf y volvió a Suiza, donde se le declararon los primeros síntomas de la esclerodermia que acabó con su vida en 1940. En 1935 se montó su primera gran retrospectiva, en Berna y Basilea. La exposición del *<Arte degenerado (Entartete Kunst)>, organizada por los nazis, incluyó 17 obras suyas. Su influjo en el arte de la posguerra es sólo comparable al de Picasso y Matisse, especialmente por su libertad creativa, su exigencia, su simbolismo, su colorido.


Joan Miró (1893-1983), tras su etapa surrealista (y pese a proclamar que no es abstracto) sigue criterios abstractos, utiliza líneas onduladas y en sus murales y cuadros unas grandes manchas negras destacan sobre unas ondulaciones rojas o azules. En Detrás del espejo nos presenta un juego de formas alejadas de la realidad, con manchas de gran intensidad (especialmente las negras) y con una ingenuidad casi infantil, que dotan sus obras de una fascinación prodigiosa.

José Luis Pardo: sobre la abstracción.

José Luis Pardo, en Pintura sin palabras (y sin título) [“El País” Babelia 1.250 (7-XI-2015)], en ocasión de una retrospectiva de Kandinsky, razona sobre la abstracción:

‹‹¿Qué es una pintura abstracta? ¿Simplemente la que no es figurativa? ¿Y por qué los artistas que han definido la naturaleza del arte contemporáneo se sintieron obligados, a principios del siglo pasado, a romper con la figuración? Estas preguntas, aunque puedan parecer algo tópicas, resurgen siempre ante la obra de Vasili Kandinsky, y lo hacen aún con más urgencia cuando [en una exposición] (…) podemos asistir casi en vivo al proceso de ruptura que abrieron en la sensibilidad del siglo XX las llamadas “vanguardias históricas”, que probablemente dice más de nuestra época que cien gruesos volúmenes de eruditas descripciones.

Las primeras obras abstractas de Kandinsky, que parecen surgir casi naturalmente de su experimentación formal, nos impiden conformarnos con la definición negativa de lo abstracto como “no-figurativo”, sobre todo porque también nos veríamos en un aprieto para definir qué es lo figurativo. Félix de Azúa propone una forma ingeniosa de salir de ese aprieto: es figurativa toda representación visual en la que aparecen seres cuyos nombres se encuentran en los diccionarios. Por tanto, tendríamos que llamar “abstracta” a toda representación en la que aparecen formas, colores, manchas o texturas para los cuales no tenemos nombre. Algo que refuerzan los rótulos que leemos junto a los cuadros y que, para decepción de quien busque en ellos el significado figurativo oculto, no dicen más que Composición nº 8, Negro y violeta o, incluso, Sin título. Así pues, una manera de describir esa herida (por la que aún respiramos) en la representación contemporánea, que supuso la ruptura con la figuración, consistiría en decir que, en ese momento, por algún motivo, los pintores se quedaron sin palabras.

Eso mismo es lo que, según Walter Benjamin, les sucedió a los soldados de la Guerra del 14: cuando volvieron del frente no tenían nada que contar porque la experiencia de lo que habían visto (la primera guerra tecnológica a gran escala) no cabía en las viejas y gastadas palabras de las que disponían para relatar su historia. Y eso ocurría en el momento mismo en el que Kandinsky se desplazaba hacia la abstracción. Algo similar le pasa a Charlot en la última secuencia de Tiempos modernos, cuando sus excesos mímicos le hacen perder los papeles en los que llevaba anotada la letra de la canción que tenía que cantar y se queda sin palabras ante el público. Quizá es algo de este tipo lo que significa la abstracción en pintura: la aparición de una experiencia que, al menos en el momento en el que se está instalando como organizadora del mundo moderno, no conoce aún las palabras con las que podría integrarse en el relato de unas vidas humanas cuyas capacidades perceptivas se ven absolutamente desbordadas y superadas por las nuevas tramas tecnológicas y económicas. Quizá es por eso que los pintores se quedaron sin palabras. Y esos rótulos “decepcionantes” (Sin título) podrían también ponerse bajo los retratos fragmentarios de todos los pobres diablos cuyo mundo había estallado entonces en mil pedazos por culpa de la guerra o de la inflación y había salido disparado como los obuses y como los falsos puños de la camisa de Chaplin, sin que pudieran explicarse cómo había ocurrido ni hacerse una composición “figurativa” de lo sucedido.

Ya sé que las explicaciones del propio Kandinsky apuntan a razones exclusivamente formales, estéticas, y en todo caso de una profunda geometría espiritual, y que en ellas ni siquiera hay mucho espacio para su experiencia como colaborador de la política cultural soviética en los primeros años de la revolución rusa. Pero si ustedes se fijan en una de las pinturas de esta muestra, que se llama Sobre blanco II, creo que, además de trapecios, triángulos, cuadrados, diagonales y colores, verán sin dificultad la cabeza de un avión cuyas aspas, al girar, van triturando la realidad cromática y visual y arrojan sus fragmentos en todas direcciones, como lo haría una bomba recién estallada en cuyas esquirlas se mezclan la metralla y la carne, el punto y la línea. Esa bomba es la que hizo estallar la realidad en la que vivían los hombres en la primera mitad del siglo XX. La pintura no les devolvió la palabra que la historia les quitaba, pero al menos convirtió su confusión y su dolor en algo visible. Y en nuestro desconcierto ante esos cuadros sin palabras podemos aún sentir algo de aquella catástrofe de la que somos herederos.››

 
FUENTES. 
Exposiciones.
*<Contrastes de forma. Abstracción geométrica, 1910-1980>. Madrid. Salas Pablo Ruiz Picasso (17 abril-8 junio 1986). Col. de S.R. Guggenheim Museum y MOMA. [expos. anterior en Nueva York, 1985]. Cat. 302 pp. Texto de Magdalena Dabrowski.
*<The Spiritual in Art: Abstract Painting 1895-1985>. Los Angeles. Los Angeles County Museum of Art (noviembre 1986-?). Cat. 435 pp. Textos de Judi Freeman et al.
*<Arte abstracto. Arte concreto. Cercle et Carré>. Valencia. IVAM (20 septiembre-2 diciembre 1990). Comisaria: Gladys Fabre. Cat. 437 pp.

Libros.
Daval, Jean-Luc. Histoire de la peinture abstraite. Fernand Hazan. Paris. 1988. 214 pp. Miró: 91-92.
Harrison, Charles; Frascina, Francis; Perry, Gill. Primitivism, cubism, abstraction: the early twentieth century. Yale Univ. Press. Londres. 1993. 270 pp.
Lahuerta, Juan José. 1927. La abstracción necesaria en el arte y la arquitectura europeos de entreguerras. Anthropos. Barcelona. 1989. 285 pp.
Moszinska, Anna. Arte abstracto. Destino. Barcelona. 1996 (1990 inglés). 240 pp.
Ragon, Michel. Diario del Arte abstracto. Destino. Barcelona. 1992. 163 pp.
Roque, Georges. Quest-ce que lart abstraite? Gallimard. París. 2003. 532 pp.
Seuphor, Michel; Ragon, Michel. L’art abstrait. Maeght Editeur. Paris. 1971-1972-1973. 3 vols. 227, 240 y 306 pp.
Whitford, Frank. Understanding Abstract Art. Barrie & Jenkins. Londres. 1987. 160 pp. Capítulo: Miró: Tic Tic (42-43). Consulta en NYPL (21-VII-2010).

Artículos.
Chassey, Eric de. XXe siècle = abstrait? “Beaux Arts”, 143 (III-1996) 66-72. Sobre el concepto de abstracción según el crítico estadounidense Mark Rosenthal.
Clarke, David. Paths to Dissolution: Water and Abstract Art. “Art Criticism”, v. 24, nº 1 (2009) 34-68. MOMA Manhattan Library. En Mondrian, Kandinsky, expresionismo americano.


3 comentarios:

Oscar2017 dijo...

Buenisimo

Reinaldo Jones dijo...

El arte abstracto para mi es el arte que marca significado desde el punto de vista personal , es dependiendo de lo que el artista quiera transmitir a través de sus sentimientos, y que cada persona siente al observar las pinturas, a mi por ejemplo me gusta el pintor español Gabino Amaya Cacho, creador del puntillismo abstracto, derrochan mucha luz y colores llamativos.

Unknown dijo...

El arte abstracto consiste en realizar pinturas sin ninguna figuración, sin ninguna forma reconocida o vista, pero cuando Gabino Amaya Cacho incorpora el puntillismo, con colores y matices, el acabado es de hermosas obras de arte que brindan alegría al espectador.