La artista brasileña Lygia Pape (1927-2004).
Este texto es una versión para blog de la crítica de Boix Pons, Antonio. Antológica de Lygia Pape en Madrid. Sección ‘Exposiciones’. “Octopus” RDCS, nº 6 (VI-2011) 50-55. Otra versión se incluye en el blog El Mirador debido a la leve relación de influencia con Joan Miró.
[http://lorenapipa.blogspot.com.es/2013/06/lygia-pape.html]
Lygia Pape (Nova Friburgo, 7-IV-1927-Río de Janeiro, 3-V-2004). Artista brasileña. Estudió arte de modo autodidacta, salvo su temprana experiencia con la artista Fayga Ostrower (1920-2001), en el taller del Museu de Arte Moderna do Rio de Janeiro (MAM/RJ). Entre 1972 y 1985 enseñó semiótica en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Santa Úrsula en Río de Janeiro, y desde 1983 fue profesora en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Falleció por mielodisplasia, una enfermedad sanguínea. Le sobrevive su viudo, Gunther Pape, dos hijas Paula Pape y Cristina Maria Pape, y dos nietos. En 2004 se fundó la Associação Cultural Projeto Lygia Pape (Asociación Cultural Proyecto Lygia Pape), ideada por la propia artista y dirigida por su hija Paula Pape.
Comenzó como pintora abstracta, a caballo entre lo orgánico y lo geométrico, con influjos varios: Klee, Miró, Picasso, Malevich, Mondrian, Fontana… y cuando en 1951 el escultor, pintor y arquitecto suizo Max Bill obtuvo el gran premio en la I Bienal de Sao Paulo, ella se alistó entre sus jóvenes seguidores, con un arte rigurosos de racionalismo y purismo geométrico: el Concretismo o Arte Concreto, como el Grupo Ruptura de Sao Paulo, y en 1954 la misma Pape colaboró en la fundación de otro grupo ‘Frente’, en Río de Janeiro, concretista, pero que recuperaba los valores de lo sensorial que siempre había caracterizado el arte brasileño.
Entre sus primeras pinturas destaca sus serie de Jogos Vectorais, y las poco posteriores Tecelares (1955), con las que comienza a experimentar con xilografías realizadas por la incisión de sutiles líneas de la madera, obras que impresionan en especial a De Diego: ‹‹las delicadas xilografías de mediados de los cincuenta, los Tecelares, recuerdan de un modo llamativo a Stella, quien hizo obras semejantes... casi seguro unos años más tarde.›› y a Pulido: ‹‹los hay blancos, casi imperceptibles; y negros, donde se acerca a Frank Stella.›› Y realiza también Desenhos realizados en tinta sobre papel japonés, que muestran reminiscencias de la poética sutileza de los grabados nipones.
En 1959 Pape, junto a Hélio Oiticica (quien la definió como «una semilla permanentemente abierta») y Lygia Clark, funda el grupo o movimiento del Neoconcretismo, firmando el Manifesto Neoconcreto, que defiende centrarse en la realidad concreta de la obra de arte en su sentido opuesto a la imaginería representacional. Decía la artista: «Quiero trabajar en un estado poético intensamente. Estoy en busca del poema» y consecuente con este sentido realiza en 1959 sus Poemas luz y Poemas objeto, y sus Livros (“elegantes” los define De Diego), estos con elementos esculturales casi abstractos con texturas que el público puede acariciar e incluso con aromas de esencia de origami, en los que traduce visual y musicalmente un poema sin palabras sólo a través del movimiento, a la vez que da participación al lector en la construcción del libro. En los tres libros aborda la poesía como fenómeno plástico y construye una narrativa mediante la imagen: el Livro da criaçao (Libro de la Creación, en el que invita a montar y desmontar el libro, compuesto de delicadas construcciones tridimensionales), el Livro de Arquitetura o en el Livro do Tempo (Libro del Tiempo, un lienzo geométrico que ocupa una pared, compuesto de 365 pequeñas maderas pintadas, lo que funde el libro con el ciclo del tiempo). Estas obras son expuestas en la gran exposición internacional de Arte Concreto, *<Konkrete Kunst> organizada por Max Bill en el Museum Helmhaus de Zúrich (1960), en la que coincide con muchos artistas latinoamericanos y europeos.
En los años 60 realiza esculturas en madera y el Livro-Poema, en el que conjuga xilografías y poemas concretos. El lado más crítico y comprometido con la transformación social de la artista aparece por ejemplo en sus Caja de cucarachas (un simple caja con cucarachas muertas y resecas) y Caja de hormigas, ambas de 1967, en las que rechaza el arte momificado de los museos y la condición marginal de la población (se interesaba en especial por la cultura de los indígenas brasileños, que en algunas zonas todavía consume ambos insectos).
La idea de buscar una experiencia colectiva que trascendiera los límites museísticos y pusiera en entredicho la esencia de la autoría (como comenta De Diego) estaba patente ya en sus primeros ballets: en el primero, Ballet Neoconcreto I (1958), concebido con el poeta Reynaldo Jardim (1926), unos actores escondidos en formas geometricas muy simples se mueven por el escenario, y esto llevó a la artista hacia la experimentación de performances, registradas fotográficamente, como la todavía individual Espacios imantados (1968), y sobre todo la famosa Divisor (1969), su primera experiencia colectiva, concebida para poder ejecutarse cuantas veces se quiera (se repitió el 24 de mayo de 2011 en la plaza frente al Reina Sofía): a través de una enorme tela blanca agujereada, el público (mejor numeroso) asoma la cabeza mientras su cuerpo queda envuelto en el tejido blanco, rompiendo el límite entre el observador y el participante, en lo que ha sido interpretado, como comenta Johnson, como una crítica de la burocracia moderna y una referencia a la separación entre mente y cuerpo, así como de la oposición entre lo individual y lo colectivo (como apunta Pulido).
Performance de Divisor. Fotografía de Ángel de Antonio, “ABC” (25-V-2011).
En el mismo principio sensorial, lúdico y participativo se inspira su Roda dos prazeces (Rueda o Ronda de los placeres), en la que los espectadores pueden probar de unos pequeños platillos unas gotas de agua con colorantes alimentarios de distintos sabores y colores que tiñen sus lenguas. De Diego apunta: ‹‹Es la idea del arte como juego, lúdico, subversivo, que plantea otro de los trabajos, Roda dos prazeces, que propone al visitante servirse unas gotas coloreadas en la lengua. La trampa está servida: los colores no se corresponden con los sabores y el naranja quizá sepa a menta››
Su prestigio creció imparable en Brasil durante los años 60 y 70. Ya a finales de los 60 trabajó con el famoso grupo cinematográfico brasileño del ‘Cinema Novo’, encabezado por Glauber Rocha, diseñando títulos de crédito y carteles, e incluso realizó uma decena de cortometrajes experimentales, algunos de sólo pocos segundos de duración, y otros más documentales, como O Guarda-Chuva Vermelho (El Paraguas Rojo), de 1971, sobre el artista brasileño Oswaldo Goeldi (1895-1961). Entre 1972 y 1985 enseñó semiótica en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Santa Úrsula en Río de Janeiro, labor interrumpida en 1980, cuando marchó a Nueva York con una beca de estudios de la Fundación Guggenheim, y desde 1983 fue profesora en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Hacia esta época, después de la muerte en 1980 de Oiticica, organiza, junto con el artista gráfico Luciano Figueiredo (1948) y el poeta poeta Waly Salomão (1943-2003), el Projeto Hélio Oiticica, destinado a preservar y a difundir la obra de su gran amigo.
Cultivó sobre todo las instalaciones en los últimos decenios, en las que usaba luces, plantas, alimentos, líquidos y materiales de todo tipo, y entre ellas destaca su gran serie de piezas tituladas Ttéias (1977-2000), de gran formato, efectos teatrales de un barroco claroscuro y un dramatismo surrealista, elaboradas con filamentos de cobre (con variantes dorada, plateada o transparente) que atraviesan el espacio, combinando luz y movimiento cual místicos prismas-haces de luz al modo de Bernini en el Extasis de Santa Teresa; enetre ellas sobresalen las que realizó a partir de 1990, gracias a una beca de la Fundación Vital para su Projeto Tteias.
De Diego admira en Pape que sus obras jueguen con el concepto de lo “opuesto” e introduzcan a menudo una sorpresa lúdica, y siempre enlacen con la poesía: ‹‹en busca de un arte preciso pero imbricado en las emociones, en la poesía y en la sensualidad, con fórmulas consideradas antitéticas por el pensamiento occidental. Lo explicó en los noventa: “Construir un universo propio que resulte de una tarea insana de vuelos poéticos, de murmullos de locura e invención, este es el único destino del arte. Cabe a los poetas la confianza”.›› Y De Diego finaliza su crítica: ‹‹Lienzos y xilografías surcados por líneas, las impresionantes Ttéias, fotos, documentos de las acciones o películas underground hablan de su peculiar compromiso sensorial y político. Y poético: lo prueban los extraordinarios libros de poemas y una de las piezas clave de la muestra, Ballets neoconcretos. En un vídeo se ve el modo en el cual danzan las piezas: emoción y precisiones. Desde luego, cabe a los poetas la confianza.››
Los admiradores de la artista brasileña Lygia Pape vieron su primera antológica europea, en el Reina Sofía de Madrid, <Lygia Pape. Espacio imantado> (25 mayo-12 septiembre 2011).
El arte brasileño, demasiado tiempo preterido en Occidente, goza desde hace unos años de una estimulante mayor atención. Artistas clave como la pintora Tarsila do Amaral (1886-1973), el poeta y pintor Oswald de Andrade (1890-1954), el pintor Emiliano di Cavalcanti (1897-1976), el pintor realista Candido Portinari (1903-1962), la artista de origen suizo Mira Schendel (1919-1988), la pintora Lygia Clark (1920-1988) y artistas más recientes, que se dieron a conocer en los años 60 como Abraham Palatnik (1928), Lygia Pape (1927-2004), Nelson Leirner (1932) y el gran Hélio Oiticica (1937-1980) con sus pinturas e instalaciones neoconcretas; o artistas aparecidos a finales del siglo XX como el conceptual de origen portugués Artur Barrio (1945), Cildo Meireles (1948), el escultor Marlon de Azambuja (1978), Marcelo Cidade (1979)...
Lygia Pape, fundadora del Grupo de los Neoconcretos en 1959, es el tercer vértice del triángulo de la llamada ‘Segunda Modernidad’, junto a los más conocidos Helio Oiticica y Lygia Clark, como apunta Estrella de Diego. Manuel Borja-Villel, comisario de la muestra a la vez que director del Museo Reina Sofía, explica que la obra de Pape se manifiesta ‹‹de muchos modos›› como la performance, el ballet, el cine o la pintura —Ken Johnson comentaba en 2004 que retaba los límites formales y conceptuales del arte a través de muchos diferentes medios, incluyendo pintura, grabado, escultura, danza, cine, performance e instalaciones—, pero el libro es el elemento vertebrador de la misma ‹‹en el sentido que Mallarmé le daba a la palabra como algo que crea un espacio moderno››. Esto es, la exposición narra la búsqueda del Santo Grial del (de la) artista-poeta: la escritura de un libro imposible, que recoja en su lenguaje un nuevo orden sensible. La fusión de las artes literaria y plástica en un todo trascendente, abierto al espectador, al que reta a participar, pues como Borja-Villel añade, la artista brasileña utiliza su obra como un espacio ‹‹en el que el espectador se mete y es capaz de generar sus propios recorridos››, aspecto que la hace “singular”. Teresa Velázquez, la otra comisaria, considera que la exposición ‹‹hace justicia poética›› a una de las artistas más importantes del arte brasileño de la segunda mitad del siglo XX. Laura Pape, una de los dos hijas de la artista, directora del Projeto Lygia Pape (creado en 2004 por la propia artista), ha alabado el resultado de la exposición (una idea que partió de José Jiménez, quien le propuso a Borja-Villel hacer el proyecto en el MACBA, que ahora retoma en el Reina Sofía) y la profesionalidad de sus comisarios y recuerda que su madre era una artista en todos los sentidos, que mezclaba conceptos y materias, y daba una importancia excepcional a las personas y espacios.
La obra de Pape ha gozado en los últimos decenios de frecuentes exposiciones en los museos de arte moderno brasileños, como los renombrados de Sao Paulo y Río de Janeiro, pero se ha difundido sólo muy recientemente por EE UU y Europa con intensidad, apenas desde el cambio de siglo, con exposiciones en el Museum of Contemporaru Art de Los Angeles (1998), en la gran colectiva *<Body and Soul> que recorría el arte brasileño desde el siglo XVI en el Guggenheim de Nueva York (2001), y nuevamente en el Guggenheim de Nueva York (2002), la Haus der Kunst de Múnich (2004), el Museum of Contemporaru Art de Chicago (2005), el Barbican Centre de Londres (2006) o el Moderna Museet de Estocolmo (2008), y su póstuma fama actual se asienta en especial gracias a su exitosa presentación especial en el Arsenale durante la 53 Bienal de Venecia (2009), donde asombró y emocionó su instalación Ttéia I, C (2002). Tanto retraso se debe tal vez a que debía pechar con el doble obstáculo de ser mujer y brasileña, lo que no arredró a esta gran artista de la vanguardia más comprometida, que proclamaba en 1980: ‹‹Las artes plásticas me sirven para penetrar el mundo››. Esto significaba buscar su indisociable singularidad personal y artística a través de una constante mutación que integrase las esferas ética, estética y política.
Fuentes:
Internet.
[www.lygiapape.org.br/] Una web oficial sobre su vida y obra, poco desarrollada.
[www.designboom.com/weblog/cat/10/view/6861/lygia-pape-tteia-i-c-at-venice-art-biennale-09.html] Reproduce espectaculares imágenes de su instalación Ttéia I, C (2002).
Exposiciones.
*<América Fría. La abstracción geométrica en Latinoamérica (1934-1973)>. Madrid. Fundación Juan March (11 febrero-15 mayo 2011). 300 obras de 64 artistas en pintura, fotografía, escultura y arquitectura: Ferreira Gullar, César Paternosto, Luis Pérez Oramas, Gabriel Pérez-Barreiro, María Amalia García, Michael Nungesser, Hélio Oiticica, Lygia Clark, Lygia Pape, Sergio Camargo, Geraldo de Barros, Thomaz Farkas, Haruo Ohara, Marcel Gautherot, Leo Matiz, Jesús R. Soto, Alejandro Otero… Comisario: Osbel Suárez. Cat. Textos de Osbel Suárez. Noticias de Jarque, Fietta. Entrevista. Patricia Phelps de Cisneros / Coleccionista. “El País” (12-III-2011) 46. / Marín-Medina, José. Geometrías con acento propio. “El Cultural” (25-II-2011) 26-27.
<Lygia Pape. Espacio imantado>. Madrid. MNCARS (25 mayo-12 septiembre 2011). Unas 250 obras: pinturas, relieves, xilografías y acciones performativas, mostradas mediante objetos, vídeos, fotografías, cine, carteles de películas, poemas, collages y documentos. Primera antológica de la artista en Europa, en colaboración con el Projeto Lygia Pape. Comisarios: Manuel Borja-Villel y Teresa Velázquez. Se prevé editar un catálogo en español y en inglés con una selección de textos de la propia artista y de su círculo, un texto de presentación de los comisarios, Manuel Borja-Villel y Teresa Velázquez, y ensayos de Paulo Herkenhoff, Lauro Cavalcanti, Ivana Bentes, Paulo Venancio Filho y Guy Brett.
Artículos.
Agencia EFE. El Reina Sofía muestra el arte sensorial de la brasileña Lygia Pape. Noticia recogida en “El Mundo”, “La Vanguardia” y otros medios (24-V-2011).
De Diego, Estrella. Justicia poética para Lygia Pape. “El País” (25-V-2011) 44.
Hontoria, Javier. Lygia Pape y la magia de lo análogo. “ABC” (24-V-2011).
Johnson, Ken. Lygia Pape, a Brazilian Artist of Concrete Reality, dies at 77. “The New York Times” (16-V-2004).
Pulido, Natividad. En las redes de Lygia Pape. “ABC” (25-V-2011).
Redacción. Lygia Pape, en el Reina Sofía, a partir de mayo. “Revista de Arte” (10-IV-2011).
Antonio Boix, en Palma de Mallorca (25-V-2011).
Se advierte que en principio todas las obras citadas tienen derechos de copyright, pertenecientes a los respectivos museos e instituciones, y en el caso de la fotografía reproducida a Ángel de Antonio y el diario “ABC”.
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