Comentario: La naveta dels Tudons.
N.B. Hi ha una traducció al català en Comentari: La naveta ‘dels Tudons’.*
Descripción.
La Naveta dels Tudons (o des Tudons) es una construcción ciclòpica en
forma de nave invertida, situada en el término municipal de Ciutadella de
Menorca. Es la naveta más grande y mejor conservada de la isla y, curiosamente,
es el edificio intacto más antiguo de Europa, porque los otros han sido
reconstruidos o son ruinas.
La datación.
Este tipo de construcción es típico de la Edad del Bronce y la Edad de
Hierro, a lo largo del final del segundo milenio y del primer milenio aC, que
se corresponde en Menorca con el final del período pretalayótico y todo el
periodo talayótico. Antes se pensaba en una fecha bastante anterior, hacia el
1500-1300 aC, por lo que su origen sería pretalayótico, hasta que las nuevas técnicas de datación como el carbono 14 y la
prueba de termoluminiscencia han postergado la fecha al 1000 aC, ya en avanzada época talayótica.
Una hipótesis de interpretación razonable es que probablemente todo o gran parte del paramento inferior sea anterior, con la forma navetiforme propia de la cultura pretalayótica, pero que el paramento principal más elevado de las fachadas sea talayótico.
Las excavaciones.
La naveta fue excavada por la arqueóloga María Luisa Serra y su equipo a
partir de 1959 hasta 1975 (la restauración principal es de 1959-1960), y se
descubrieron gran cantidad de restos de enterramientos, tanto humanos como de
objetos de los ajuares funerarios.
Análisis formal.
Estos edificios megalíticos se construían utilizando la técnica ciclópea,
de grandes piedras, que encajaban sin mortero. Hay dos tipos de piedras, unas
muy grandes y relativamente irregulares al zócalo de la base, mientras que las
otras son sillares o losas muy bien cortadas y forman el resto del edificio.
Esto abonaría la hipótesis de que hacia el 1500-1300 aC se haría una primera construcción navetiforme, tal vez con la función inicial de vivienda principal del poblado, con una técnica propia del pretalayótico naviforme, y hacia el 1000 aC, en un momento de transición, se reutilizaría para levantar el edificio actual, de técnica talayótica, con sillares, y una función ya funeraria.
Plano axionométrico.
Es una construcción monumental, de la que las dimensiones máximas son
13,60 por 6,40 metros mientras que la cámara interior hace 7,45 por 2,45
metros. La forma rectangular indica que es una naveta tardía, “evolucionada”
desde los primeros modelos ovalados.
Alzados de perfil y de fachada principal.
La fachada principal, en el lado oeste, es casi plana y tiene una pequeña
puerta, desde la cual se accede a una antecámara o pasillo arquitrabado de 1,40
metros, desde el que se puede pasar por otra puerta en ambas cámaras del
interior, de planta rectangular. Ambas cámaras, una superpuesta a la otra, se
encuentran cubiertas por losas planas embutidas en los muros. El interior
termina, al este, el lado contrario de la entrada, en una cabecera absidal
redondeada, una reminiscencia de las primeras navetas de forma ovalada.
Entrada desde la antecámara a la cámara inferior. En este espacio se pondrían ofrendas y realizarían ritos funerarios.
La forma navetiforme (o naviforme) parece influida por los dólmenes y dólmenes de corredor, por la forma de nave de las habitaciones pretalayóticas, y
quizás también, en cuanto a la característica de la verticalidad truncada, por las formas externas de las mastabas egipcias, aunque en este
caso lo más probable es una simple coincidencia porque se daba una similar
respuesta a las mismas necesidades.
Vista exterior del ábside.
La función.
Cámara superior.
La función funeraria es patente porque se han encontrado en el interior
numerosos enterramientos, aproximadamente un centenar, al menos en tres etapas
diferentes, acompañados de numerosos objetos personales como colgantes,
collares, brazaletes, botones de hueso, utensilios, algunas armas y de piezas
de cerámica que debían contener ofrendas de alimentos sólidos y líquidos y en
algunos casos se han encontrado dentro cabellos teñidos de rojo en lo que
parece un rito funerario.
Cámara inferior, con agujeros de enterramiento.
Parece que era un monumento funerario colectivo, donde descansaban los
restos, previamente descarnados o incinerados en un lugar cercano e indeterminado, aunque es
probable que fuera relacionado con la taula, el otro monumento funerario
menorquín. Las cabezas de los difuntos se colocaban amontonadas en el punto más
sagrado, el ábside curvilíneo, apuntando hacia el este, por donde sale el sol, como en los
templos cristianos. En cambio, los otros huesos agolpaban a los lados, para dar
espacio para los posteriores enterramientos.
La pequeña antecámara podía servir, aparte de acceso, también como cámara de ofrendas y para las ceremonias como la ingestión de comida y bebida ritual o la inhalación de humo de mirto (de conocidos efectos alucinógenos) y romero, plantas que se utilizaban en el Mediterráneo en el culto a la Diosa Madre y otras deidades. Debido a su uso posterior nada ha quedado de estas ceremonias pero el estudio analógico hace que sean muy probables.
Significado.
Las Islas Baleares, concretamente Mallorca y Menorca, albergaron una de
las sociedades megalíticas más peculiares de las islas del Mediterráneo
occidental, junto con las de Sicilia (los sículos), Cerdeña (los sardos de la
cultura nurágica) y Córcega (la cultura de los Turri), pueblos que parece que
provenían de los conocidos Pueblos del Mar que ahuyentaron los egipcios en el
siglo XIII aC y que se esparcieron por el Mediterráneo. En Baleares se
dedicaban básicamente a la ganadería, aunque conocían la agricultura y la
pesca, pero también podían ser piratas y servían como honderos mercenarios en
los ejércitos de las grandes potencias mediterráneas.
Tradicionalmente la prehistoria más tardía de las Islas Baleares se ha
dividido en dos periodos: pretalayótico hasta el 1200 aC, y talayótico hasta la
conquista romana el 129 aC, pero la historiografía más reciente establece
cuatro períodos: pretalayótico dolménico (2.500-1600 aC), pretalayótico naviforme (1600-1000 aC) que serviría para la transición, talayótico
(1000-450 aC) y postalayótico (450-129 aC). En Ibiza sólo se ha manifestado el
primer período, y no se sabe la causa de que no haya restos de los otros tres
períodos, presentes sólo en Mallorca y Menorca, aunque parece fundamental la
temprana influencia púnica que hubo en Ibiza.
Conocemos construcciones megalíticas como el talayot, el santuario, la
naveta y la mesa, estas dos sólo en Menorca, que tenían múltiples funciones: el
talayot como edificio de defensa en la muralla del poblado, recinto religioso,
cuarto del tesoro, límite y lugar de acecho en la frontera, etc., el santuario
como centro religioso, y la naveta y la taula, propios sólo de Menorca, como edificios funerarios.
Naveta de Rafal Rubí (Menorca).
Fuentes.
AA.VV. Libros de Historia del Arte para Bachilerato de las editoriales Algaida,
Anaya, Casals, Ecyr, Edebé,, Edelvives, McGraw Hill, Santillana, SM, Teide,
Vicens-Vives…
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