OP UD 59. EL ARTE GÓTICO.
INTRODUCCIÓN.
1. CONTEXTO
HISTÓRICO.
Una nueva
estructura social.
El despertar del
humanismo: las órdenes mendicantes y las universidades.
Evolución del
pensamiento teológico y filosófico.
La reforma
cisterciense.
2. CARACTERÍSTICAS
GENERALES Y CRONOLOGÍA.
CARACTERÍSTICAS.
Corrientes de
interpretación: espiritualista y técnica.
CRONOLOGÍA.
Primera época (2ª
mitad del siglo XII y el siglo XIII).
Segunda época
(siglo XIV y 1ª mitad del siglo XV).
Tercera época (2ª
mitad del siglo XV).
La pervivencia
del Gótico.
3. EL GÓTICO EN
ESPAÑA.
El éxito del
Gótico en España.
Características
formales del Gótico en España.
4. URBANISMO.
4.1. LA CONCEPCIÓN
DEL ESPACIO URBANO.
4.2. LA CIUDAD.
El desarrollo
urbano.
Estructura de la ciudad.
5. ARQUITECTURA.
5.1. CARACTERÍSTICAS.
Los grandes
avances de la arquitectura.
Lenguaje
expresivo.
Verticalidad.
Naturalismo.
Principales
elementos constructivos.
Decoración.
Distinción entre
la arquitectura religiosa y la civil y militar.
5.2. LAS ESCUELAS.
FRANCIA.
ITALIA.
ALEMANIA.
INGLATERRA.
ESPAÑA.
La escuela
castellana.
La escuela
catalana-aragonesa.
La arquitectura
mudéjar de España.
6. ESCULTURA.
6.1.
CARACTERÍSTICAS.
Independencia y
naturalismo en la escultura.
6.2. LAS ESCUELAS.
FRANCIA.
ITALIA.
ALEMANIA.
FLANDES Y BORGOÑA.
La escuela
borgoñona: características.
Claus Sluter.
ESPAÑA.
La escuela
castellana.
La escuela
catalana-aragonesa.
7. PINTURA.
7.1.
CARACTERÍSTICAS.
La policromía.
7.2. LAS ESCUELAS.
LOS PERIODOS.
FRANCIA.
ITALIA.
La pintura
italiana en el Duecento.
La escuela
florentina del Trecento: Giotto.
La escuela
sienesa del Trecento.
FLANDES.
Los primitivos
flamencos.
Características
de la escuela flamenca.
Los principales
maestros flamencos.
ESPAÑA.
La escuela castellana.
La escuela
catalana-aragonesa.
8. VIDRIERAS.
8.1.
CARACTERÍSTICAS.
La policromía.
8.2. LAS ESCUELAS.
9. ARTES MENORES.
INTRODUCCIÓN.
Daré sólo una visión
general del Gótico y de las artes principales, respetando la unidad esencial de
las escuelas regionales, aunque también podría ser válida una explicación
homogénea de cada país.
Este tema es de
extraordinario interés, porque supone la culminación del arte medieval
cristiano y el enlace con el renacentista de la Edad Moderna. Su perduración
hasta el mismo siglo XVII en Mallorca, con notables obras, es un reflejo de que
respondía a una necesidad espiritual muy profunda y de que aportó espléndidas
soluciones a las necesidades de la sociedad. Como dice el historiador Arnold
Hauser:
‹‹Hay pocas fases de
la historia del arte en las que el desarrollo dialéctico (...) se revele con
más claridad que en tiempos de la transición del románico al gótico. (...). El
cambio decisivo del espíritu occidental de la época de transición, la vuelta
del mundo divino a la naturaleza, de las cosas últimas al mundo de las
criaturas, se efectúan en la escultura y en la pintura antes y de un modo más
claro, y la presentación de lo vivo y de lo orgánico, que desde el fin de la
Antigüedad había perdido su sentido y valor, choca con menos obstáculos que en
las otras formas. Las palabras de Santo Tomás: “Dios se alegra de todas las
cosas, pues cada una de ellas concuerda con su esencia”, resuenan como una
solución acertada para todo el naturalismo nuevo.›› [Hauser. Sociología
del arte. 1975: II, 111-112]
Un resumen.
El Gótico es un
estilo desarrollado en un periodo entre el Románico y el Renacimiento, en los
siglos XIII-XIV en unos países y XIII-XV en otros. Geográficamente ocupa toda
la Europa del norte, la central y la occidental, y llega hasta el Próximo
Oriente y, mucho más tarde, incluso a la América hispana.
La denominación de
“gótico” como sinónimo de barbarizante y equivalente a un estilo no sujeto a
cánones se debió a los académicos que sólo valoraban las reglas clásicas, pero
fue reivindicado en el siglo XIX por los movimientos prerrafaelita y neogótico.
Históricamente se
vive un proceso de paulatina evolución desde una sociedad rural a una sociedad
urbana. La ciudad progresa en una estrecha relación entre la expansión del
comercio, la reducción de los privilegios señoriales y el desarrollo urbano.
Las ciudades erigen grandes catedrales y también lonjas y ayuntamientos, como
signos principales de su poder.
Desde su inicio en
la cabecera de la abadía de Saint-Denis (1144) hasta el desarrollo del gótico
perpendicular en Inglaterra (h. 1350), que llega hasta finales del siglo XV, y
hasta el comienzo de la catedral de Segovia (1525), se suceden en la
arquitectura una serie de variantes con dos características comunes: el arco
apuntado y la bóveda ojival, que comportan una evolución estructural desde el
sentido de masas románico (con sus gruesos muros de soporte de las bóvedas)
hacia una visión etérea del espacio, definido por la elevación y la
luminosidad, distribuido mediante un complejo esqueleto de piedra en el que
cada parte está perfectamente diferenciada con vista al cumplimiento de su
función. Esto posibilita la elevación hacia alturas insospechadas antes y la
apertura de los muros a la luz de las vidrieras.
Junto a esta unidad,
hay sin embargo numerosas variantes regionales, debido a sus tradiciones
respectivas. Entre los arquitectos destacan los franceses Pierre de Montereau y
Jean de Champs, así como los anónimos maestros de Amiens y otras catedrales;
Guillem de Sagrera en la Corona de Aragón.
En las artes
figurativas: escultura, pintura, vidriera, orfebrería, tapicería, etc., hay un
conocimiento progresivo de las leyes de la perspectiva y de la anatomía,
evolucionando en cuatro periodos, definidos por sus centros: francés,
italogótico, internacional y flamenco, con técnica.
El francés, en el
siglo XIII-inicios del XIV, con un primer esquematismo lineal (reminiscencia
románica). El italogótico, también en el siglo XIII, con un naturalismo
realista idealizado, destacando las escuelas de Siena y Florencia, con Duccio,
Simone Martini, los hermanos Lorenzetti y, sobre todo, Giotto, así como el
escultor Niccolo Pisano, que transforman el bizantinismo en un estilo
occidental, que influye en Francia a través de la corte papal en Aviñón y en
Cataluña con Ferrer Bassa. El internacional, que domina la segunda mitad del
siglo XIV y la primera del XV, con un gusto por el realismo y el lujo,
destacando las escuelas de París y Flandes-Borgoña, que influyen en toda
Europa; la de París con Jean Pucelle, los hermanos Limbourg, André de Beauneveu
y Jacquemard de Hesdin; la de Flandes-Borgoña con el escultor Claus Sluter en
el gran centro de Dijon, mientras que en Flandes se desarrolla la tapicería en
el centro de Arras, con los maestros Jean de Bandol y Jean de Brujas; en
Cataluña destaca Bernat Martorell. El flamenco, ya desde finales del XIX y casi
todo el siglo XV, con una temática humanista y una técnica detallista (gracias
a la innovación del óleo), con grandes pintores como Jean van Eyck, Roger van
der Weyden y Hans Memling; en Cataluña destaca Lluís Dalmau.
1. CONTEXTO
HISTÓRICO.
El arte gótico se
extiende en el entramado general de la espiritualidad que caracteriza a la Edad
Media, pero de ninguna manera podrá considerarse como una continuación del
espíritu románico. Desde el pensamiento filosófico hasta las nuevas situaciones
socioecónomicas nos plantean las condiciones necesarias para que aparezca un
hombre nuevo y por ello un arte nuevo, allá a finales del siglo XII. Las
novedades serán de tal importancia que, como veremos, llevan casi siempre a
situaciones artísticas radicalmente nuevas.
Las principales
condiciones sociales y culturales que desembocan en el nuevo estilo son varias.
Una nueva
estructura social.
Una nueva figura
aparece en la historia: el burgués. Frente al románico agrario, feudal y
monástico se desarrolla ahora el gótico artesanal y burgués, donde el
monasterio aislado en el campo es sustituido por la catedral ciudadana.
El despertar del
humanismo: las órdenes mendicantes y las universidades.
Trasmiten una
espiritualidad humanista las órdenes mendicantes y las universidades.
Las órdenes
mendicantes más destacadas son las de franciscanos y dominicos, que viven de su
trabajo, la predicación y la limosna, en contraste con los monasterios que
poseen grandes extensiones de tierra. San Francisco de Asís, en el siglo XIII,
nos transmite esta nueva dimensión del hombre. En adelante el cuerpo no será un
miserable soporte del alma, sino una maravillosa obra de Dios que hay que
respetar.
Las universidades se
convierten en los grandes focos difusores del saber, superando el aislamiento
de los monasterios. Estudiantes y profesores de toda Europa se desplazan de
universidad en universidad, buscando el saber.
Evolución del
pensamiento teológico y filosófico.
En el siglo XII se
traduce a Aristóteles y sus ideas opuestas al platonismo se extienden por toda
Europa; en ellas la sensación priva sobre la abstracción y con ello se tenderá
cada vez más al naturalismo en la plástica. La observación y el cálculo
determinan a partir de ahora el conocimiento, y en arte el realista y el ingeniero
sustituirán al expresionista y al simbolista románico.
La reforma
cisterciense.
Ya habíamos visto en
el Románico que, contra la relajación de la Iglesia, San Bernardo emprende una
tajante reforma, fundando la Orden del Císter. Entre varias innovaciones de
orden espiritual, la nueva Constitución de la Orden contiene instrucciones muy
precisas sobre los nuevos templos, proscribiéndose todo tipo de decoración y
limitándose la arquitectura a sus elementos estructurales. Esta nueva situación
permite a los arquitectos despreocuparse del ornato y atender únicamente a las
cuestiones técnicas. De este modo la ingeniería arquitectónica da unos pasos
gigantescos en la segunda mitad del siglo XII hasta alcanzar su madurez en el
siglo XIII.
2. CARACTERÍSTICAS Y
CRONOLOGÍA.
CARACTERÍSTICAS.
- Ideológicamente
representa una espiritualidad más humana y realista, al imponerse desde el
siglo XIII la idea aristotélica del valor religioso de las cosas naturales.
- Técnicamente
plantea una nueva concepción del espacio arquitectónico, que posibilita la
menor presión del arco apuntado (ojival) y la estructura de fuerzas y
contrafuerzas que permite la bóveda de crucería y el arbotante. Se planifican y
cubren así los mayores espacios que necesita la ciudad al aumentar su población.
- Su periodización
es clara: el gótico europeo (y español), evoluciona desde un gótico de
transición (finales siglo XII-primera mitad siglo XIII) a un gótico clásico
(segunda mitad siglo XIII-primera mitad siglo XIV), para terminar en un gótico
flamígero (segunda mitad siglo XV-XVI).
Corrientes de
interpretación: espiritualista y técnica.
Hay dos grandes
corrientes de interpretación del arte gótico: la espiritualista y la técnica.
- La espiritualista,
propia sobre todo de la historiografía alemana (Worringer, Dvorak, Pinder,
Sedlmayr), defiende que es una expresión del alma nórdica frente al arte
clásico mediterráneo, y que el arco ojival apuntado, la bóveda de crucería y el
arbotante son prioritariamente una decoración.
- La técnica,
influida por Viollet-le-Duc e historiadores de la École des Chartes (Choisy,
Lefèvre-Pontalis, Brutails, Lasterye, Aubert), opinan que el gótico es la
respuesta funcional a unos problemas constructivos: el arco ojival apuntado, la
bóveda de crucería y el arbotante son las soluciones técnicas geniales que
posibilitan la verticalidad y la luminosidad de los templos.
Focillon representa
la síntesis de ambas corrientes: técnica, forma y significado tienden al
equilibrio. Panofsky enfatiza que el arte gótico representa la mentalidad de su
época tanto como la Suma Teológica de santo Tomás de Aquino.
CRONOLOGÍA.
Esta periodización
en tres épocas no es general para cada arte (la pintura se divide en cuatro)
pero sí representa los cambios espirituales en el Gótico.
Primera época (2ª
mitad del siglo XII y el siglo XIII).
Es una época de fe,
de amor y de entusiasmo. La fe de los Capetos con Luis IX, el rey santo, y la
prolongada paz que consigue políticamente favorecen la elevación de los templos
en tiempos cada vez más breves. La rapidez de la construcción le da a la obra
una unidad de estilo rara vez obtenida en la Edad Media. Respondiendo a la
nueva espiritualidad, al principio del Gótico las figuras divinas son menos
hieráticas, menos castigadoras y más acogedoras. La Virgen sonríe, el Niño
bendice, los Cristos son menos sufrientes.
Segunda época
(siglo XIV y 1ª mitad del siglo XV).
Pero esa fe y ese
amor que eleva catedrales hacia el cielo y que las honraba con el título de
Nuestra Señora (Nôtre Dame) se va extinguiendo con el final del siglo XIII.
Otras preocupaciones morales y económicas, así como la Peste Negra (desde 1348)
y la Guerra de los Cien Años, cambiaron radicalmente el panorama religioso en
buena parte de Europa. Y por otra parte el crecimiento de las Universidades, en
las que la razón sustituía al sentimiento, contribuye a que a piedad no sea
producto de la fe sino del estudio. En esta época de crisis reaparecen en las
figuras la expresividad, el patetismo y el sufrimiento.
Tercera época (2ª
mitad del siglo XV).
Al extinguirse la
espiritualidad que fundamentaba el estilo, se busca una salida estética. Es el
gótico flamígero, que sin innovar en los aspectos técnicos y estructurales
expresa el gusto por la decoración exuberante, peculiar de una época de riqueza
material.
En esta época de
relativa calma y prosperidad, las figuras vuelven a serenarse, asumiendo un
realismo psicológico, una mayor atención al hombre real. Es una actitud que
enlaza con el Humanismo del Renacimiento y que contemplamos en las obras de
Flandes. Pero en épocas de crisis o de exaltado misticismo vuelve el patetismo
y la expresividad: son los casos de Alemania o de España antes de los Reyes
Católicos.
La pervivencia
del Gótico.
Hemos de precisar
que en muchos países o regiones el gótico perduró más allá de 1500. En España
hasta 1550 en muchos edificios, en Alemania y sobre todo Inglaterra hasta
principios del siglo XVII. En Mallorca, en concreto, se hacen edificios góticos
incluso en el siglo XVIII. La causa de esta extraordinaria pervivencia fue que
el gótico aportó soluciones técnicas sencillas, y resolvió perdurables
necesidades espirituales.
Así, no es de
extrañar que resurgiese un neogótico en el siglo XIX, con enorme fuerza.
Simplemente sobrevivió al barroco y al neoclasicismo, para satisfacer las
necesidades de la burguesía ascendente y de la Iglesia que requería un estilo
espiritual, no racionalista.
3. EL GÓTICO EN
ESPAÑA.
El éxito del
Gótico en España.
Socialmente el
gótico es un arte burgués, más rico por lo tanto en Cataluña y Valencia,
realizado para satisfacer las necesidades de un patriciado burgués, corporativo
y mercantil, que en Castilla, donde es aceptado por la nobleza y el clero,
enriquecidos por el comercio de la lana.
Es un arte de
importación europea, siendo mucho más original en la Corona de Aragón que en
Castilla, excesivamente dócil a las influencias francesas en arquitectura y a
las flamencas en pintura. Según el historiador norteamericano Post (años
1930-1950) Cataluña se relacionó con los otros reinos peninsulares y, como
ellos, recibió influencias de Flandes y el norte de Francia. En cambio, Joan
Sureda considera que lo hizo más con Italia y el sur de Francia, por lo que
deberían dejarse de lado los conceptos de franco-gótico o hispano-flamenco.
Tiene un distinto
desarrollo cronológico en los reinos peninsulares, de acuerdo a su distinto
desarrollo económico. Alcanza su apogeo en Cataluña durante el siglo XIV
(dominio comercial en el Mediterráneo occidental) y en Valencia en el siglo XV
(huida de los capitales barceloneses ante la crisis y la guerra civil),
mientras que en Castilla las épocas cumbre son el siglo XIII (Reconquista de
Andalucía) y el siglo XV (comercio de la lana).
En el gótico español
la orden monástica del Císter es el mensajero del nuevo estilo. La introducción
del gótico se hace desde Francia a través del Camino de Santiago, sobre todo
por estos monjes cistercienses, muy promovidos por la monarquía (desde c.
1130).
En Castilla y León
hay en el siglo XIII una mayor influencia francesa, con su relación comercial
con Francia y la expansión territorial hacia el Sur (lo que explica la
influencia mudéjar), en una época de gran prosperidad. En 1348 la Peste Negra y
ya antes el estancamiento de la Reconquista frenan el impulso creador, hasta el
renacer del siglo XV, en cuyo final la influencia flamenca es dominante. En
Cataluña y Aragón la expansión territorial y comercial mediterránea y también
la expansión hacia Valencia abren un periodo de gran prosperidad hasta 1348.
Las influencias artísticas provienen del sur de Francia y de Italia. Surge un
“gótico mediterráneo” de extraordinaria genialidad arquitectónica. En Navarra
la vinculación con las dinastías francesas explica su gótico absolutamente de
estilo francés.
Características
formales del Gótico en España.
La arquitectura
gótica española se caracteriza por la menor altura relativa a la anchura,
respecto a la francesa. En la Corona de Aragón la línea es predominantemente
horizontal. Los monjes cistercienses portan un nuevo concepto arquitectónico,
de austeridad y avance técnico: bóvedas ojivales, arcos apuntados, mayor
altura, etc., que influye sobre las últimas construcciones románicas
(catedrales de Lérida, Sigüenza, Ávila). Las primeras estructuras ojivales
aparecen en las catedrales de Ávila y Tarragona.
La escultura sigue
los modelos de Francia en el exterior, aunque con inferior calidad. Más notable
es la talla de madera polícroma, mientras el retablo (esculpido o pintado)
alcanza un gran desarrollo, desde fines del siglo XIV.
La pintura hispana alcanza
un gran desarrollo, sobre todo la de retablos, con variadas influencias
europeas. Hubo poca pintura mural al fresco (más desarrollada en Italia). El
siglo XV es el gran siglo de la pintura en España, con diferencias entre las
coronas de Castilla, con influencia flamenca, y Aragón (con centros en Cataluña
y Valencia), primero con influencia italiana y más tarde también flamenca (a la
que se añade libertad y realismo).
4. URBANISMO.
4.1. LA CONCEPCIÓN
DEL ESPACIO URBANO.
Es un espacio de
relación, de comercio, de política. Las ciudades son mucho más populosas y con
mayores intercambios, lo que exige templos mucho mayores, grandes lonjas para
el comercio, ayuntamientos para la gestión de los asuntos municipales, plazas,
etc. Pero en lo fundamental subsiste el planeamiento y la estructura irregular
de la ciudad románica, con calles estrechas, insalubridad, etc.
4.2. LA CIUDAD.
El desarrollo
urbano.
El fenómeno del
crecimiento de las ciudades se debe a diversas causas:
‑ Económicas, como
el aumento de la industria‑artesanía, la necesidad de mejorar talleres y
almacenes, la exigencia de mejores servicios y de afirmar simbólicamente los
centros de poder, de la misma manera que se había destacado el castillo en el
Románico.
‑ Culturales, ya que
la ciudad debía actuar como escenario de acontecimientos y ceremoniales laicos
(cortejos, torneos) y de ceremoniales religiosos (procesiones, conmemoraciones
y representaciones teatrales).
‑ Políticas: muchas
de estas ciudades gozarán de estatutos propios obtenidos por su oposición a ser
feudos de la nobleza, siendo además utilizadas por los reyes en su lucha contra
la nobleza feudal. Algunas, en su camino hacia la independencia, se apoyarán en
la realeza, a la que pagarán impuestos, aunque a cambio conseguirán estar presentes
en organismos de poder, como las Cortes. No obstante, llegaron a crear órganos
de gobierno propio (Asamblea, consejo, alcalde o burgomaestre o dux) que les
permitirán participar en la gestión urbana.
Estructura de la
ciudad.
Con esta nueva
concepción espacial, la estructura de la ciudad presenta nuevos rasgos:
-La división interna
que arranca del Románico: calles estrechas y vinculadas con las actividades de
sus habitantes; apiñamiento dentro de los muros, que propiciará la aparición de
problemás higiénicos, etc. Por eso se seguirán creando baños públicos y
privados, se abrirán pozos y manantiales, se crearán hospitales y leproserias,
y se instituirá, incluso, la cuarentena para los viajeros.
-El deseo de dotar a
la ciudad de una estructura físico-jurídica: anchura y largura de casas y
calles, horario de circulación de carros, protección del centro para evitar
actividades ruidosas, malolientes, o el ejercicio de la prostitución.
-El interés por los
espacios comunitarios y de expresión ciudadana. De los primeros, los más
importantes son las plazas, lugares de intercambio entre las producciones del
campo y la ciudad. Suelen ser rectangulares y de proporciones considerables; en
ocasiones son centros religiosos (la plaza de la catedral) o centros civiles (la
plaza del Ayuntamiento).
Los espacios de
expresión ciudadana, entre ellos los Ayuntamientos, se conciben como órganos de
participación y como lugares de afirmación autonómica ante el poder de la
nobleza y los señores; la burguesía se volcará en ellos y su belleza será
comparable a la de las catedrales. Destacan los de Amberes, Múnich, Florencia,
Siena...
Los espacios de
expresión comercial no son generales, pero predominan en los Países Bajos y la
costa mediterránea: son las lonjas, entre las que destacan la de Los Paños, en
Brujas, o las del Levante español: Valencia, Mallorca, Barcelona, Tortosa... En
la Corona de Aragón, se desarrollan también las atarazanas, expresión de la
actividad económica y comercial.
-La evolución de los
lugares residenciales: el castillo, sin descuidar su estructura defensiva, da
paso al palacio, en el que se desarrollarán progresivamente los aposentos de
comodidad y suntuosidad. Su función defensiva también se adapta a la evolución
de las máquinas de asedio (torres circulares) y, ya en el siglo XV, a las armas
de fuego.
Las residencias
particulares de la Monarquía y el Papado se ubican en las ciudades; también las
de la aristocracia y las de la gran burguesía. Serán la exteriorización visible
del poderío económico. Ejemplo significativo es el palacio de los Dux en
Venecia.
5. ARQUITECTURA.
5.1. CARACTERÍSTICAS.
Los grandes
avances de la arquitectura.
Si algo caracteriza
plásticamente el espíritu gótico es su arquitectura. Igual que el siglo XVII
puede considerarse el siglo de la Literatura, el siglo XIX de la Música y el
siglo XX de la Imagen, el periodo gótico es ante todo ingeniería constructiva
al servicio de una idea.
Nunca hasta entonces
se avanzó tan impresionantemente ni se alcanzaron unos logros tan sorprendentes
en el arte de edificar. En la arquitectura gótica quedaron planteados y
resueltos todos los juegos de tensiones dinámicas que vuelven a resucitarse y a
resolver en nuestro siglo XX, pero con otros materiales.
La catedral es el
edificio modelo, pero se desarrolla la arquitectura civil mucho más que en el
románico (lonjas, palacios, ayuntamientos...), como resultado de la presencia
dominante en la ciudad de dos poderes: religioso (Iglesia) y civil (Estado,
burguesía urbana).
Lenguaje
expresivo.
No obstante, la
importancia que merece la arquitectura gótica en la historia del hombre europeo
no se debe sólo a sus increíbles avances técnicos sino al hecho de aceptarse
plenamente como lenguaje expresivo. Efectivamente, nunca, salvo en la
Antigüedad, un edificio había trascendido tanto como símbolo de una idea. Esa
espiritualidad ansiosa de luz y con un permanente e inquieto anhelo de
elevación que caracteriza el siglo XIII se traduce fielmente en la catedral
gótica, que desde entonces será el modelo, por antonomasia, del templo
cristiano.
Verticalidad.
Hay que resaltar,
ante todo, que la catedral gótica está dominada por la línea vertical y esta
línea invoca en el hombre una sensación de equilibrio inestable. Las catedrales
estiran sus columnas y subrayan el verticalismo.
Naturalismo.
Otra de las grandes
características de esta arquitectura es su naturalismo, es decir su aprendizaje
en la Naturaleza. El aspecto exterior es un trasunto claro de las ordenación
interna. Esta ordenación interna parece inspirada en las nervaduras ligeras y
resistentes de las plantas, y toda la teoría de arbotantes y contrafuertes
parece haber sido sugerida por la observación de animales que soportan su
pesado cuerpo sobre livianas y arqueadas patas.
Principales
elementos constructivos.
Se mantiene en lo
fundamental la planta románica de las iglesias-catedrales, con sus naves
únicas, ahora convertidas en tres para conseguir mayor espacio, y de las
iglesias de peregrinación, con tres o cinco naves, con la central más ancha, y
una girola-deambulatorio con capillas radiales.
La gran genialidad
del arquitecto del siglo XIII consiste en la utilización del arco apuntado y de
la bóveda ojival. Con el primero desvía mejor los empujes oblicuos del arco, y
con la segunda concentra los empujes en los cuatro extremos del tramo y con
ello sólo le queda colocar ingeniosos soportes que trasladen estos empujes a
tierra; estos soportes son el pilar baquetonado (con columnas adosadas), el
arbotante y el contrafuerte (o estribo). Otro elemento muy característico, el
pináculo, contra lo que tantas veces se ha dicho, apenas tiene misión
constructiva sino principalmente decorativa y expresiva.
Decoración.
Las características
fundamentales de la decoración con artes plásticas de la arquitectura son una
progresiva independencia, la decoración de tracería gótica y el naturalismo.
La decoración cambia
radicalmente de signo. En ella podemos reconocer claramente lo que de
naturalista tiene el arte gótico. La abstracción geométrica tan representativa
de la ornamentación románica se torna aquí en elementos vegetales que se mueven
en entera libertad.
Los primeros pilares
son recios y de sección bien simple (cilíndrica, octogonal), sin embargo al ir
progresando el estilo en el siglo XIII se multiplican las columnas adosadas, siendo
sólo columnillas o baquetones que se prolongan sobre la cubierta, determinando
los arcos del entramado. El conjunto de pilar-cubierta da la impresión
biológica de un tronco de árbol que se ramifica en su copa para crear la
cubierta del templo.
Los capiteles van
perdiendo importancia —al ser mucho más altos ya no
sirven como soporte iconográfico— y tienden a desaparecer o a ser
simplemente indicados por una pequeña moldura o una hoja de acanto.
Las bases de los
pilares también evolucionan y de una primera disposición de molduras, que aún
es románica, pasa a romperse en diferentes alturas, como ya será característico
más tarde en los siglos XIV y XV.
Pero esto es
compensado con los nuevos cierres del coro y los púlpitos, en piedra o madera,
que permiten al escultor realizar grandes conjuntos figurativos, con fines
didácticos, generalmente con temas del AT y NT.
En el exterior la
decoración es ubérrima, con los conocidos conjuntos escultóricos en los
portales (tímpano, jambas, parteluz). En la cumbre del edificio hay numerosos
arbotantes, pináculos, gárgolas..., dotados con una ornamentación de tracería y
motivos vegetales, zoomórficos o geométricos; aunque estos elementos tienen
también una función constructiva, de equilibrio de las tensiones.
La pintura en el
interior también evoluciona, pues al eliminarse los muros que sostenían las
bóvedas van desapareciendo los frescos, reducidos a las paredes laterales del
ábside y de las capillas, mientras que las proyecciones al exterior son
abiertas con grandes vidrieras con temas religiosos, por las que entra la luz
multicolor. Además, la gran altura de las bóvedas reduce su utilidad para las
pinturas.
Distinción entre
la arquitectura religiosa y la civil y militar.
Hay una clara
distinción entre la arquitectura religiosa y la civil y militar. La religiosa,
que era la única verdaderamente monumental en el Románico, se especializa en
las catedrales de las ciudades y las iglesias, de dimensiones en altura muy
superiores a las del Románico, mientras que ahora, gracias al desarrollo de la
sociedad civil, aparece una importante arquitectura civil en los ayuntamientos
de las ciudades, en las lonjas de comercio y en las mansiones de los burgueses.
Los castillos y las murallas son nuevamente las grandes obras militares, con unos
avances técnicos notables.
5.2. LAS ESCUELAS.
FRANCIA.
La arquitectura
gótica nace y se desarrolla en la Isla de Francia. Todos los esfuerzos y
tanteos constructivos vienen a converger en la obra que el abad Suger dirige en
la construcción de la cabecera de la vieja abadía carolingia de Saint-Denis,
cerca de París, entre 1132 y 1144, cuando se consagra. Esta iglesia ofrece de
golpe todo el planteamiento claro y lógico de la estructura gótica. A partir de
aquí los progresos son claros y fácilmente identificables.
Los hitos que
jalonaron los siguientes avances se realizaron en la segunda mitad del siglo
XII: las catedrales de Sens, Noyon (1150), Laon y París (1160) y Chartres
(1195). Naturalmente la altura es también progresiva, y de 22 m para la nave central en
Noyon se pasa a 32,5 m en Paris. Todas ellas tienen en común la pervivencia de
algunos rasgos románicos y la ordenación del espacio interior dividido en dos
pisos. Sobre el triforio corre una pequeña galería que será sustituida más
tarde por los arbotantes. Por otra parte la planta ofrece la característica de
que en ella no sobresale demasiado el transepto y que este se va situando cada
vez más hacia el centro.
La catedral de
Chartres se edifica sobre la anterior, románica, que tras un incendio a fines
del siglo XII (1195) sólo conserva la portada occidental del transepto y parte
de los dos campanarios. Es la primera catedral que se libera de la galería
superior para desplegar airosos arbotantes y en su interior los pilares se
bifurcan en las columnillas adosadas que se abren de un modo orgánico para
distribuirse en las bóvedas. El conjunto es de una tremenda unidad vertical que
induce a mirar al cielo.
Fachada de la catedral de Reims.
El apogeo y la
verdadera época clásica comienza con los logros de Chartres, pero se fija en la
primera mitad del siglo XIII en las catedrales de Reims, Amiens y Beauvais. El
planteamiento en todas ellas es parecido: el transepto, casi al centro, se
continúa con una serie de capillas radiales, que circundan la girola o
deambulatorio. Dos torres gemelas al modo normando flanquean la portada
principal, que, a su vez, tiene tres grandes puertas correspondientes a las
tres naves y que serán el marco ideal de magníficas esculturas religiosas. El
esquema de las tres puertas se mantiene en los brazos del transepto, aunque no
tan grandioso como el de la fachada principal. Una larga aguja se coloca sobre
el cimborrio del crucero, destacando así el inequívoco deseo de ascensión de la
espiritualidad gótica. En el interior la altura es creciente, alcanzando, como
ya dijimos, la increíble altura de 51
m en Beauvais, y la cada vez mayor ausencia de muros
favorece el desarrollo de las maravillosas vidrieras, en lo que destaca la
Sainte Chapelle en París, una obra cumbre de luminosidad, con vidrieras que
sustituyen casi por completo a los muros.
A partir de la
segunda mitad del siglo XIII, los avances serán escasos. Se abandonan las
alturas excesivas, aunque no la carencia de muros. Se profundiza más en la
decoración, desarrollándose, particularmente, los grandes rosetones y toda
aquella decoración menuda y calada que desemboca en el gótico flamígero del
siglo XV.
ITALIA.
En Italia el arraigo
del gótico es precario; la intensidad de la tradición clásica contribuye a
recibir con recelo un estilo “bárbaro”, cuyas raíces estilísticas rompen,
especialmente en arquitectura, con los legados de las civilizaciones
mediterráneas; la bóveda de crucería y sus sistemas de distribución de pesos
son considerados “herejías” por los constructores. Así pues en la arquitectura
religiosa son escasos los intentos de dotar a las ciudades de
monumentos-símbolos similares a las catedrales francesas o alemanas.
En cambio, la
estructura política de ciudad-comuna, gobernada por una familia o un grupo de
familias, contribuye a la aparición de programas edilicios en los que los
edificios públicos, como las signorie, recogen las esencias góticas.
Nota peculiar del gótico italiano será, en consecuencia, la importancia de la
arquitectura civil, superior a otras naciones europeas, y la comparativamente
escasa difusión de la arquitectura religiosa.
Del examen de las
siguientes notas del gótico religioso italiano se deduce su parentesco con el
románico:
- Clasicismo.
-.Ausencia de
arbotantes.
-Ventanales
pequeños.
- Policromía.
- Importancia del
gablete.
- Predominio de la
horizontalidad.
La mayoría de los
primeros autores son extranjeros, pero finalmente aparecen arquitectos
italianos en el siglo XIII. Los dos monumentos que de manera más pura reflejan
estos rasgos son las catedrales de Siena y Orvieto. En Florencia el escultor
Arnolfo di Cambio levanta la catedral de Santa Maria dei Fiori, con una
concepción que recuerda a las basílicas romanas, y probablemente a él se deba
también la iglesia de Santa Croce de Florencia.
En la arquitectura
civil destacan los focos de Toscana y Venecia, con los edificios de las signorie
de Florencia y Siena, y los palacios venecianos del Dux y del Ca d'Oro. El
castillo de Castel del Monte (1240-50), construido por Federico II en la
Apulia, es de planta circular e influyó en el de Bellver.
ALEMANIA.
Destacan en el
gótico alemán las cubiertas: bóveda estrellada y bóveda reticular. La
verticalidad se concentra en las agujas, siendo el edificio muy compacto.
Las primeras
construcciones son las catedrales de Limburgo y Bamberg. Siguen las grandes
catedrales de Estrasburgo, Colonia y Friburgo, y la iglesia de Santa Isabel de
Marburgo.
INGLATERRA.
El gótico inglés se
apoya en una intensa influencia de los modelos franceses, derivada de los
vínculos dinásticos de la monarquía inglesa en Francia, pero pronto la
arquitectura gótica inglesa va a seguir caminos propios hasta crear
procedimientos totalmente originales dentro del gótico. Pueden distinguirse
tres fases en su evolución:
1) Primera fase.
Época clásica del gótico o Early English (fines del siglo XII y siglo
XIII). Se introducen en esta época todos los elementos de la arquitectura
gótica francesa. Destacan las catedrales de Lincoln y York.
2) Segunda fase.
Época del gótico decorativo (siglo XIV): es un gótico decorativo u ornamental.
Se multiplican los adornos. Destaca la catedral de Ely y algunas parte de las
catedrales de Gloucester y Wells.
3) Tercera fase.
Época del gótico perpendicular (último cuarto siglo XIV y siglo XV). Es el
periodo de máxima originalidad. La luz y la altura de los edificios alcanzan su
cénit. Pero el rasgo fundamental es la multiplicación de las bóvedas y de las
trompas en forma de abanico colgante y desplegado, que dan a los interiores una
apariencia fastuosa de lujo y fantasía. Son las grandes capillas construidas
bajo patronato real: del Colegio Real de Cambridge, de San Jorge en Windsor,
del Colegio de Eton, de Enrique VII en la abadía de Westminster.
ESPAÑA.
Se distinguen dos
escuelas: la castellano-leonesa y la catalano-aragonesa.
La escuela castellano-leonesa.
La escuela
castellano-leonesa continúa un gótico de transición, en la segunda mitad del
siglo XII, en las tierras entre el Duero y el Tajo, con un carácter sobrio y
militar: catedrales de Ávila, Sigüenza, Ciudad Rodrigo...
La primera catedral
gótica es la de Cuenca (h. 1200), construida poco después de su conquista en
1177,
La madurez del
gótico se manifiesta en las tres catedrales iniciadas en el siglo XIII, el gran
siglo del gótico arquitectónico castellano: Burgos, Toledo y sobre todo León.
Sólo la de León
mantiene una unidad de estilo, porque se comenzó en el primer tercio del siglo
XIII y se terminó en el mismo siglo, recordando los modelos de Amiens y Reims,
por lo que es una obra cumbre de la arquitectura francesa en España; cuenta con
extraordinarias vidrieras. Por contra, la de Burgos se terminó ya en el siglo
XVI (gótico flamígero), con intervención de arquitectos alemanes (Juan de
Colonia en las flechas, Simón de Colonia en la Capilla del Condestable) y
borgoñones (Vigarny en el cimborrio). La de Toledo tiene excepcionalmente cinco
naves y doble deambulatorio.
El gótico flamígero,
ya en el siglo XV, está representado por las catedrales de Sevilla y, más
tarde, de Salamanca y Segovia (ambas de principios del siglo XVI), que son los
últimos grandes ejemplos del gótico hispano. Pero en muchos lugares se seguirán
haciendo edificios góticos hasta incluso el siglo XVII.
Los avances son
ahora estilísticos y decorativos, no técnicos. Se prefieren las plantas
rectangulares (sin girola) y los soportes adelgazados. La decoración es
profusa. Hay una fuerte influencia flamenca. Llegan arquitectos extranjeros,
sobre todo alemanes y flamencos: en Burgos trabajan Juan y Simón de Colonia, en
Toledo trabajan Hanequín de Bruselas, Juan Guas y el alemán Enrique Egas. En la
época de los Reyes Católicos destaca la iglesia de San Juan de los Reyes de
Toledo, de una sola nave.
La escuela
catalano-aragonesa.
La escuela
catalano-aragonesa presenta una mayor originalidad y variedad de formas. Junto
a una arquitectura religiosa se desarrolló una rica arquitectura civil.
Técnicamente usa, para las catedrales, una planta basilical (hallen-kirchen
o “iglesia de salón”) de planta bastante horizontal, sin crucero, más apta para
la labor predicadora de las órdenes mendicantes; construye tejados planos con
menos arbotantes y contrafuertes que, muchas veces, quedan ocultos entre las
capillas laterales; abre menos ventanales adaptándose a un clima que ofrece
mucha luz; transforma con originalidad modelos franceses e italianos. Alexandre
Cirici (1968) resume:
‹‹Per haver-se
disfressat amb motius gòtics, s'anomena “gòtic català” una arquitectura que hauria de tenir nom propi,
perquè en l'essencial és, precisament, el
contrari del goticisme. En efecte, l'arquitectura gòtica té com a elements essencials el dinamisme, l'eix longitudinal, el domini de
la línia, la verticalitat, el predomini dels buits sobre els plens, el gust per
les formes sobredecorades o els perfils brodats, les cobertes punxegudes, la
complicació i l'esquelet extern dels arcbotants.
L'arquitectura catalana corresponent, en
canvi, respon al gust per les formes estàtiques, l'espai centralitzat, el domini de la massa,
l'horitzontalitat, el predomini dels plens
sobre els buits, el gust per les formes nues i llises, els perfils tallants,
les cobertes planes, la simplicitat i l'esquelet intern dels contraforts.›› [Cirici. Arquitectura gòtica
catalana. Lumen. Barcelona.
1968: 8.]
El gótico de
transición cuenta con las catedrales de Lérida y Tarragona y la iglesia del
monasterio de Sant Cugat.
La madurez del
gótico (siglo XIV-XV) está presente en las catedrales de Barcelona (inspirada
en la de Narbona, tiene tres naves con poca diferencia de altura), Girona (de
nave única. cubierta por el arquitecto Guillem Bofill con una enorme bóveda) y
Palma de Mallorca (la más esbelta y equilibrada, la segunda más alta del gótico
europeo, tras de la de Beauvais) y en la iglesia de Santa Maria del Mar de
Barcelona. Se caracteriza por el pragmatismo, alejado del decorativismo del
resto de la península; el sentido mediterráneo, mucho más horizontal (salvo en
la catedral de Palma). El gótico pervivirá hasta bien entrado el siglo XVII.
Castillo de Bellver en Palma de Mallorca.
En la arquitectura
civil destacan los edificios del Barrio Gótico de Barcelona (Lonja, Palau del
Consell de Cent, Palau Major con el Salón del Tinell, Hospital de la Santa
Creu, Drassanes) y fuera de Cataluña las lonjas de Palma de Mallorca, Zaragoza
y Valencia, el castillo de Bellver en Palma de Mallorca y las murallas de Valencia.
La arquitectura
mudéjar de España.
Durante el periodo
gótico, España cuenta paralelamente con una arquitectura singular, realizada
por albañiles mudéjares (musulmanes) con ladrillo y madera como materiales
constructivos y cerámica esmaltada como decoración. Se usan estructuras
románicas, góticas e incluso renacentistas.
El mayor centro
románico-mudéjar es Toledo: sinagogas de Santa María la Blanca (siglo XIII) y
Nuestra Señora del Tránsito (siglo XIV), y en el reino de León, San Tirso de
Sahagún.
El gótico-mudéjar,
en los siglo XV-XVI, se encuentra en Extremadura, con el monasterio de
Guadalupe, y en Aragón, con las catedrales de Zaragoza y Tarazona, y las torres
de planta cuadrada u octogonal, con decoración de cerámica esmaltada, en San
Martín y San Salvador de Teruel.
6. ESCULTURA.
6.1.
CARACTERÍSTICAS.
Independencia y
naturalismo en la escultura.
Notorio es el cambio
en la escultura. En el nuevo estilo un soplo de vida anima las figuras, y
estas, aunque incluidas en la arquitectura, parecen estar allí de paso,
accidentalmente. Su valor plástico no está nunca condicionado al lugar
arquitectónico que se les confía. Al hacerse independientes, las actitudes y
los gestos son más naturales y más realistas, alcanzando cotas sorprendentes.
Las esculturas suelen situarse sobre una ménsula (pedestal o repisa) y
cubiertas con doselete, y al estar situadas en las arquivoltas siguen la
alineación del arco, a diferencia del románico que colocaba las figuras según
la dirección de las dovelas.
Va apareciendo la escultura
exenta: calvarios y otros temas religiosos, así como la escultura funeraria,
toman un desarrollo que preludia el de estos temas en el Renacimiento y en el
Barroco. Esta escultura, normalmente, es polícroma.
Características:
creciente naturalismo y humanismo, con figuras de rasgos individualizados y
gestos y actitudes más realistas, con más movimiento y expresión de
sentimientos. Triunfa la línea curva. La temática es religiosa, pero de más
clara interpretación.
6.2. LAS ESCUELAS.
FRANCIA.
A comienzos del
siglo XII toda la producción artística está ligada a la arquitectura. La
escultura se ciñe, según patrones aún románicos, a su marco arquitectónico,
principalmente en las grandes portadas catedralicias. No faltará, sin embargo,
escultura independiente propia de interiores, o la de carácter funerario,
aunque esto sólo sea usual a partir del siglo XIV. En los pórticos el esquema
es básicamente el mismo que en siglos anteriores, pero con mayor presencia del
tema de la Virgen, principalmente en el parteluz. El Juicio Final o las
referencias a la vida del santo a quien se dedica el templo ocupan el tímpano.
Destaca la maravillosa fachada occidental de la catedral de Chartres, que nos
ha legado la mejor escultura del periodo, con una perfecta integración con la
arquitectura. La “estatua-columna” posiblemente se inspiró en la miniatura
cisterciense, que unía la figura humana con la letra I inicial, pero Von Simson
supone también que se debió a un gusto artístico general que procedería de los
mosaicos bizantinos de la Sicilia normanda. La iconografía es serena y
tranquila, con un benigno Salvador en el tímpano central, muy alejado de los
vengativos personajes divinos del Románico. Otra novedad es que en la portada
derecha la Virgen como Madre de Dios está rodeada por primera vez de las
personificaciones de las artes liberales y de sus maestros. La Virgen es así la
Madre de la Sabiduría.
Las proporciones son
precisas, de acuerdo al módulo de la “sección áurea”. El cuadrado y el
triángulo equilátero dominan. La geometría es el principio ordenador de toda la
fachada.
El naturalismo que
caracteriza el gótico se va haciendo más patente a medida que avanza el siglo
XIII. En las primeras portadas de París, Amiens y Reims. Es en Reims donde la
escultura gótica alcanza la madurez de su estilo, con un clasicismo casi
helénico.
ITALIA.
La escultura
verdaderamente gótica es casi inexistente en Italia por el poco arraigo de este
estilo y a la pronta recuperación de las formas clásicas. A lo más pueden
anotarse algunas importaciones de obras extranjeras o la instalación de
artistas foráneos, lo que influirá parcialmente en la obra de pocos escultores
italianos del Gótico (que son a su vez los primeros del Renacimiento), como
Juan Pisano. En suma, hay pocas piezas góticas de calidad.
Pero la escultura
italiana del periodo sí es riquísima, aunque sea clasicista (muchos la
consideran ya renacentista). El mismo espíritu clásico de la arquitectura
trasciende en toda la escultura de esta época en Italia.
Arnolfo di Cambio
realiza una importante labor escultórica en donde siempre comunica a sus obras
una severidad y grandiosidad propias de la Antigüedad.
El más sorprendente
escultor del siglo XIII es Nicolás Pisano (1280). Su extraordinario instinto
clasicista le lleva a producir una obra que se anticipa en el tiempo al
Renacimiento. Aunque parezca proceder del sur, de Apulia, es en Pisa donde nos
ofrece la obra más sorprendente y genial del Duecento italiano. Para el
Baptisterio realiza los relieves del púlpito; este es hexagonal, lo que permite
labrar seis escenas de iconografía cristiana, todas ellas con la solemnidad y
la grandeza de la estatuaria romana.
Sin embargo, su hijo
Juan Pisano resulta un ardiente goticista, más próximo a la expresividad
alemana y al fuerte dibujo francés, que a la serenidad de los clásicos. Labra
púlpitos en Pisa y Pistoia y extraordinarias Vírgenes con el Niño para la
catedral de Siena. Su dramatismo lleva a sus últimas consecuencias el
expresionismo característico del realismo gótico.
ALEMANIA.
La escultura alemana
prima la expresividad, en detrimento de la elegancia y de la belleza, más
propias de la escuela francesa. En los siglos XIII y XIV destaca la estatua
ecuestre del Caballero de la catedral de Bamberg. Las obras cumbre están
en las catedrales de Estrasburgo y Magdeburgo. Hay una larga tradición de
tallas de madera.
Destaca en el siglo
XV Nicolas Gerhaert de Leyden, un escultor alemán de origen flamenco, cuyas
obras tienen una tendencia de la figura a ocupar todo el espacio, y una
acentuación fisiognómica, de gran realismo psicológico. Sólo hay obras de
1460-73: Tumba del arzobispo de Tréveris Jakob von Sierck, Monumento
funerario de Federico III.
En la misma Alemania
tenemos a Pacher, de gran dramatismo, en el Retablo del altar mayor de San
Wolfgang (1471-1481), con la Coronación de la Virgen (detallismo,
movimiento). En la decoración la arquitectura sirve a la escultura.
Riemenschneider, de naturalismo, monumentalismo, delicadeza e idealismo.
Rechaza el decorativismo y dramatismo, en el Retablo de la Virgen María de
Creglingen (1511) y el Retablo de la Sagrada Sangre. Stoss trabaja
en Polonia y la ciudad alemana de Núremberg, con dramatismo, naturalismo,
realismo, expresividad, en el Retablo de la Virgen de Cracovia, Salutación
Angélica, Retablo de Bamberg (1523).
En Bohemia (parte
del Imperio alemán) hay tres corrientes: formalista, realista y sensible. Se
funden en la obra de Parler y su taller, con las estatuas reales yacentes
(tumba de Otocar I en 1377) y los bustos del triforio de la catedral de San
Vito en Praga (1375-1393).
BORGOÑA Y FLANDES.
En Borgoña y Flandes
gobernó durante gran parte del siglo XV la dinastía Valois: Felipe el Atrevido,
Juan sin Miedo, Felipe el Bueno y Carlos el Temerario, a cuya muerte su hija
María, por matrimonio con Maximiliano, pasaría sus derechos sobre gran parte de
los dominios patrimoniales a la Casa de Habsburgo. Este Estado, a caballo entre
Francia y Alemania, fue un centro artístico de primer orden, en el que algunos
autores han querido ver la cuna de un Renacimiento “nórdico”, pero la mayoría
de los autores lo sitúan en el Gótico tardío. Su pintura y escultura influyeron
decisivamente en toda Europa.
La escuela
borgoñona: características.
La escuela borgoñona
introduce el naturalismo en la escultura occidental del siglo XV. Se
caracteriza por los mismos rasgos que la escultura centroeuropea (Flandes y
Borgoña, Alemania y Bohemia) del siglo XV:
Expresividad,
efectismo, dramatismo. Naturalismo y realismo: mayor plasticidad de las
figuras. Detallismo minucioso. Independencia del marco arquitectónico.
Penetración de los volúmenes en el espacio. Uso creciente de la madera.
Narratividad, para la ilustración moral del pueblo. Las obras responden a la
nueva religiosidad de la época, más íntima y popular, emotiva y hasta mística.
Predominio de unos pocos géneros de escultura, básicamente religiosa: retablo,
de devoción y funeraria. Auge del retrato. Influencia del teatro religioso en
la escultura, con temáticas, modelos de representación, etc., teatrales.
Novedosa temática religiosa (Piedades, Descendimientos, temas relacionados con
la Pasión), inspirada por una lectura más libre de las fuentes literarias e
iconográficas: Evangelios Apócrifos y las Meditaciones de San
Buenaventura. La temática profana tiene un origen proverbial y popular,
reflejándose en los objetos cotidianos, en las misericordias... Interrelación
de la escultura con las otras artes: grabado, pintura y arquitectura.
Incremento del comercio, por la demanda privada de obras escultóricas, por
parte de una burguesía en auge. Mayor movilidad de las obras, de tamaño más
reducido.
Convivieron dos
tendencias: un estilo “suavizado”, comenzado en el siglo XIV y que conecta con
el Renacimiento, y el estilo “anguloso”, de Sluter, apasionado, tenebroso,
germánico.
Los primeros
escultores borgoñones fueron Jean de Marville y Jacob de Baerze, pero el más
destacado es Sluter.
Claus Sluter.
El maestro
indiscutido es el holandés Claus Sluter (Holanda, c. 1345-Dijón, 1406), que
trabajó en Bruselas y Brujas. Fue contratado por los duques de Borgoña desde
marzo de 1385, para trabajar en su capital, Dijón, y fue nombrado jefe de las
obras de escultura ducales en 1390. Le caracterizan el naturalismo, el retrato
realista y la expresividad. Sus grandes conjuntos escultóricos se centran en la
cartuja de Champmol, cerca de Dijón, donde los duques tenían su capilla
funeraria: El duque Felipe el Atrevido y su esposa, el grupo del Calvario
(llamado Pozo de Moisés o Pozo de los profetas) y el Sepulcro
de Felipe el Atrevido.
Sobre las
influencias que recibe hay división de opiniones. Pit destaca los talleres de
escultura alemanes de las catedrales del Rin, con su dramatismo y expresividad.
Erlande-Brandenburg considera que predomina la influencia de Francia, con su
arte realista. Quarré piensa que Sluter sería un artista genial, un individuo
aislado, que elabora un estilo nuevo y radicalmente revolucionario.
En el portal de la
iglesia (1391) de Champmol se conservan La Virgen con el Niño del
parteluz, con un “barroquismo gótico”, movimiento y realismo; y el grupo del duque
Felipe el Atrevido y su esposa, de gran realismo en sus retratos, sin
idealización, con tridimensionalidad en la talla, y una plena liberación del
marco arquitectónico: todas las figuras del grupo están vueltas hacia la Virgen
y la arquitectura no domina a la escultura (como era la concepción medieval).
Su mejor obra
conservada es el pedestal del grupo del Calvario, llamado Pozo de
Moisés (o Pozo de los profetas) (1395-1405), con seis columnillas,
seis ángeles y seis profetas (Moisés, David, Isaías, Daniel, Zacarías y
Jeremías) con rasgos individualizados y de inequívoca tipología racial, que
anuncian la muerte y el mensaje salvador de Jesús. La fuente es fons vitae: “yo soy la vida; quien beba
de esta agua no morirá”. Destaca también la decoración vegetal, la policromía y
el realismo.
Especial por su
patetismo es la Cabeza de Cristo perteneciente al Calvario.
El Sepulcro de
Felipe el Atrevido es la primera de las esculturas funerarias de los duques
de Borgoña en Champmol. Proyectado por Marville, lo reformó Sluter y lo acabó
su taller. Presenta a los difuntos yacentes, unos ángeles, una comitiva de
plañideros que transmiten una honda emoción. Destaca la ornamentación por su
barroquismo expresivo.
Las características
de Sluter son en suma:
- Liberación del
marco arquitectónico (portada de Champmol).
- Naturalismo y
expresividad, con actitudes verdaderas en gestos y expresiones (plañideros del
sepulcro de Felipe el Atrevido).
- Un realismo formal
y sobre todo lírico.
- Un uso del ropaje
como elemento plástico que expresa el sentimiento y la emoción de la figura,
con pliegues angulosos.
- Inaugura la historia
de retrato moderno, antes que Van Eyck.
- Innova temáticas
ya existentes: cortejo fúnebre, profetas anunciando la Pasión, la Virgen con el
Niño.
- Tiene una visión
más dinámica, libre, expresiva y emotiva.
- Su escultura
conjuga dos tendencias: la nórdica y la francesa, la expresividad y la
elegancia.
Su estilo determina
la escultura europea del siglo XV e incluso influye en el Quattrocento
italiano.
Le sucedieron en su
taller escultores tan interesantes como Klaus Werwe (continuación del sepulcro del
duque Felipe el Atrevido), el aragonés Juan de la Huerta (sepulcro del duque
Juan sin Miedo) y Antoine le Moiturier (sepulcro
de Philippe Pot), que siguen un proceso de creciente realismo, que enlaza
con el espíritu humanista del Renacimiento.
En Flandes (parte
del Imperio alemán) la escultura flamenca reside en los talleres, con los
rasgos comunes de la especialización en la madera, la policromía y el realismo,
y los retablos como el género favorito.
ESPAÑA.
En España se supera
el esquematismo simbolista románico para estilizarse en formas más naturales y
humanas. Destaca la decoración de las portadas de las catedrales y de las
esculturas (mostrando una nueva sensibilidad ante la muerte).
Destacan las
escuelas castellana y catalano-aragonesa.
La escuela
castellana.
En el siglo XIII los
edificios construidos necesitaban escultores y decoradores, provenientes de
Francia y Alemania, que trajeron un naciente humanismo, atento a la graciosa
gestualidad y la elegancia en el vestido.
Destaca la catedral
de Burgos, con artistas seguramente franceses: en la puerta sur del crucero, la
del Sarmental (conjunto de Apóstoles); en la puerta de la Coronería hay un gran
conjunto de estatuas (por su actitud solemne del Románico y por su modelado y
ropaje del Gótico); en las torres y en el claustro alto hay una serie de
excelentes estatuas, sobre todo la de la reina Beatriz de Suabia.
En la catedral de
León está la otra gran colección, menos homogénea que la burgalesa, con obras
como la Virgen y el Niño, los Tres Reyes y la Anunciación. Su esbeltez y
elegancia revela relación con Amiens. Del Maestro Enrique es la Virgen Blanca
del parteluz de la puerta principal.
En el siglo XIV
apenas destaca la decoración de la catedral de Toledo.
El siglo XV es el
gran siglo de la escultura gótica en España.
En Castilla es
determinante la influencia flamenca y borgoñona, con su realismo burgués, con
los pintores Van Eyck y el escultor Sluter. Los grandes centros son León, con
el flamenco Jusquín; Sevilla, con el bretón Lorenzo Mercadante de Bretaña; y,
sobre todo, Toledo, con varios artistas, como Hennequin de Bruselas y Juan
Guas, los Colonia o el grupo anónimo que trabaja en los Sepulcros del
Condestable, mientras otros (Egas Cueman, Juan Alemán) esculpen grandes ropajes
quebrados en ángulo y gestos dramáticos.
Producto de esta
influencia flamenco-borgoñona se crea una escuela española, con el gran
Sebastián de Almonacid, que labra el sepulcro del sereno y melancólico Doncel
de Sigüenza y el sepulcro de Alvaro de Luna en la catedral de Toledo.
El mayor escultor
del siglo es Gil de Siloé, no sometido a reglas ni cánones, con gran técnica al
servicio del realismo. Obras suyas son: la Portada del colegio de San Gregorio
de Valladolid, el Retablo de Santa Ana en la Capilla del Condestable de la
catedral de Burgos, y el conjunto de la Cartuja de Miraflores (Burgos), con los
sepulcros de Juan II y su esposa, el sepulcro del príncipe Alfonso y el
extraordinario retablo.
Los retablos góticos
son inmensos a finales del siglo XV, como el de Toledo (en el que trabajan
Copín de Holanda, Almonacid y Vigarni) y el de Sevilla (el mayor del mundo).
Como gran ejemplo de
la escultura gótica tenemos la Virgen de la Catedral de Toledo, en grácil
movimiento, proporcionada, naturalista, llena de dulzura y belleza, más humana,
con ropajes llenos de vida, con detalles de una religión de amor (la flor en la
mano del Niño).
La escuela
catalana-aragonesa.
El siglo XIV es el
gran siglo de Cataluña en escultura (como en arquitectura), no en las fachadas
sino en los retablos y sepulcros. La escuela catalana tiene más personalidad,
con una predominante influencia italiana (pisana), con un numeroso grupo de
escultores, entre los que resaltan los maestros Aloy, Bartomeu, Jordi de Deu.
Los retablos son de piedra (mientras que los castellanos son de madera) y
acrecientan su calidad hasta desaparecer con el Renacimiento. Una obra maestra
y modelo posterior es el Retablo de Cornellá de Conflent, de Jaime Castayls (o
Cascalls), con la gran Virgen en el centro, rodeada de escenas en
compartimentos (influencia italiana). Los sepulcros de los monasterios reales
de Poblet y Santes Creus son de influencia italiana, como los de Santa Eulalia
(catedral de Barcelona) y del arzobispo Juan de Aragón (Tarragona).
En el siglo XV hay
grandes maestros, como el mallorquín Guillem Sagrera (Portada del Mirador de la
catedral de Palma) y el catalán Pere Johan, que labra el retablo mayor de la
catedral de Tarragona, el retablo de la catedral de Tarazona y el banco del de Zaragoza,
con la vida de Santa Tecla (fantasía, dramatismo, naturalismo).
7. PINTURA.
7.1.
CARACTERÍSTICAS.
La policromía.
Al ampliarse las
ventanas pierde importancia la pintura mural, prácticamente desaparece (las
bóvedas y ábsides ya no se pintan, como se hacía en el románico) y se
desarrollan, en cambio, otros procedimientos como la pintura sobre tabla y los
tapices. Las tablas de madera son las más difundidas, sobre todo los retablos
(con muchos dorados) y la pintura de caballete que triunfa en todo Occidente a
partir del siglo XVI.
Las características
más importantes en la pintura no serán, con todo, la reducción de su ámbito,
sino el nuevo sentido que tiene para el hombre. Las imágenes ya no serán
informaciones expresionistas, sino que tratarán de comunicarnos sentimientos y
sensaciones. Para ello necesitan moverse en un espacio real, ya que no valen
los fondos neutros y abstractos, sino que se requieren paisajes y perspectivas
que evoquen un entorno de naturalidad y verosimilitud. Esta sensación de espacio
real se obtendrá por dos vías que se desarrollan paralelas en la Historia de la
Pintura: la perspectiva y el claroscuro.
7.2. LAS ESCUELAS.
LOS PERIODOS.
Hay cuatro
periodos/estilos para los estudiosos: lineal, ítalo-gótico, internacional y
flamenco.
1) Gótico lineal
(1200-1330): en especial en Francia (por lo que se le llama a menudo
franco-gótico) y en la miniatura en toda Europa, se caracteriza por el
predominio de la línea en el dibujo, marcando con fuerza las siluetas, con
colores planos, sin volumen ni sombreados.
2) Estilo
ítalo-gótico (1300-1400): con las escuelas de Florencia y Siena. Marcado por el
naturalismo, el abandono paulatino de los dorados, la dulzura y elegancia, la
preocupación por la perspectiva clásica, el estudio anatómico y la expresión
del rostro. Sigue influyendo la pintura bizantina. Hay muchos frescos murales.
Las órdenes mendicantes influyen con su temática más popular.
3) Gótico
Internacional (1350-1440). A finales del siglo XIV funde los dos estilos
anteriores, con rasgos inconfundibles como el color, riqueza en el ropaje,
naturalismo, fondos paisajísticos, escenas de vida cotidiana.
4) Escuela Flamenca
(siglo XV). Es una escuela independiente, que parte de la anterior, y se
caracteriza por la técnica del óleo y por el realismo, dando origen a los
géneros del retrato y del paisaje, propios del gusto burgués. Es muy influyente
en España y en toda Europa.
FRANCIA.
En Francia destaca
la miniatura, de la cual en el siglo XIII Francia proporciona los primeros
ejemplos del estilo lineal. Destacan los Evangelios de la Santa Capilla.
ITALIA.
La pintura
italiana en el Duecento.
El Duecento italiano
evoluciona desde el bizantinismo (decoración, dibujo plano) a la belleza
naturalista y el volumen
Cavallini diseña los
mosaicos de Santa María in Trastévere, con mayor naturalismo. El florentino
Cimabue (c.1272-1302), todavía bizantinista, aumenta el naturalismo y la
variación de temas, en los frescos de la iglesia superior de Asís.
La escuela
florentina del Trecento: Giotto.
En el Trecento,
hacia 1300, aparecen en Toscana dos escuelas de pintura, antecedentes del
Renacimiento, la florentina y la sienesa.
La florentina tiene
en Giotto (1266-1337) a su máximo representante; por su extraordinario y
profético lenguaje pictórico marca una auténtica revolución en la historia de
la pintura. Giotto rompe los convencionalismos del denominado “estilo
bizantino”. Su naturalismo no es sólo una exigencia de sus temas de la vida de
San Francisco, el santo enamorado de la naturaleza, sino una actitud personal
de estimación de la realidad como fuente de inspiración; poco importa que sus
montañas sean de formas convencionales, en definitiva el espíritu de
observación le distancia de los maestros sieneses; la monumentalidad de las
figuras, por ejemplo su Virgen en el trono (Museo de los Uffizi, de
Florencia), inicia el camino que van a recorrer en el Renacimiento Massaccio y
Miguel Ángel; el dramatismo de las expresiones señala una observación de los
rostros poco usual en la época; el movimiento, que adquiere una intensidad
excepcional en las lanzas del Prendimiento de Jesús (frescos de la
Capilla de Scrovegni, de Padua), anuncia un estilo nuevo, más vivo y más
humano.
La escuela
sienesa del Trecento.
Destaca por su
delicadeza y elegancia que sugiere una afinidad con el espíritu del gótico
internacional; sintetiza el recuerdo del arte de Bizancio, por un lado, y el
nuevo lenguaje propuesto por el genio artístico de Giotto, por otro.
Son sus
características principales la belleza de las líneas, la proliferación de las
figuras y temas que complican enormemente la composición, y el carácter
decorativo del color.
Duccio de
Buoninsegna (c. 1255-1319) pinta la tabla de la Majestad para la
catedral de Siena, tabla que representa por una de sus caras la Madonna rodeada
de ángeles y por otra cara unas escenas de la Pasión.
Otro artista genial
de esta escuela es Simone Martini (1284-1344), que abandona los fondos dorados
y todo recuerdo de bizantinismo para llevar a su cima más alta la elegancia
sienesa. Trabaja en la corte papal de Avignon, desde donde su arte influye por
Francia y toda Europa; la Anunciación de los Uffizi es su obra más
conocida y representativa de su estilo.
Durante toda la
segunda mitad del siglo XIV trabajan en Siena los hermanos Lorenzetti: Pietro Lorenzetti (c. 1280-1348) y, sobre todo,
Ambrogio Lorenzetti (c. 1290-1348), que abandonan un poco la delicadeza sienesa para sumergirse en un
mundo de mayor naturalidad y viveza expresiva; con ellos aparece el paisaje,
como tema único, en la pintura italiana. Su obra principal es la Alegoría del Buen Gobierno.
FLANDES.
Los primitivos
flamencos.
Los pintores
primitivos flamencos nos muestran en sus obras la realidad burguesa y popular
de las ciudades flamencas. El arte predominante es la pintura.
Características de
la escuela flamenca.
- Minuciosidad. Los
detalles más concretos y cercanos son registrados escrupulosamente.
- Naturalismo. Se
pretende la representación veraz de la realidad, sin idealización de las
figuras humanas. Probablemente lo consiguieron con
- Amor al paisaje.
Hay una pasión romántica por el paisaje, por sus visiones más sorprendentes.
- Delectación en la
reproducción de los objetos. Lo cotidiano es el tema recurrente, con la vida
burguesa en las casas.
- El material
utilizado es la tabla.
- La técnica del
óleo que permite dar brillo a los colores y trabajar los detalles.
- El uso de técnicas
ópticas: cámaras oscuras, lentes..., que permitían reproducir la realidad con
un detallismo que no fue superado hasta la aparición de la fotografía. [David
Hockney. El conocimiento secreto. Destino. Barcelona. 2001.]
La pintura flamenca
anticipa la renacentista en el trato de las luces y la pasión por el paisaje, y
el naturalismo, pero es aún gótica por el escaso movimiento e interrelación de
las figuras, y por el predominio de las partes y de los detalles por encima del
conjunto.
Los principales
maestros flamencos.
Robert Campin,
llamado Maestro de Flémalle (c. 1378-1444), con el Nacimiento de Cristo,
La Anunciación, El Tríptico Werl.
El matrimonio Arnolfini, de Jan Van Eyck.
Jan Van Eyck
(1390-1441), nacido en Maestricht, trabajó sobre todo en Brujas y viajó por
España. Pintó obras realistas (con detalles humanos incluso interesantes para
la medicina) como en los retratos presentes en La Virgen del Canciller Rolin,
El canónigo Van der Paele, el Matrimonio Arnolfini, y el
extraordinario Retablo del Cordero Místico en San Bavón de Gante (lo
pinta junto a su hermano Humberto), una cima de la pintura gótica, resumen de
la temática, los simbolismos, la técnica del óleo, la perspectiva convergente
en el fondo, el detallismo minucioso, el cuidado en los ropajes, la luz...
Roger van der Weyden
(c.1400-1464), discípulo de Campin em Tournai, trabajó sobre todo en Bruselas.
Es el pintor del dolor. El Descendimiento de la Cruz es un ejemplo de
figuras expresivas, con una composición muy estudiada, sobre un fondo dorado
gótico. Otras obras son:Tríptico de San Juan Bautista, la Anunciación,
el Políptico del Juicio Final. Viajó por Italia y su estilo influyó en
los pintores de varias escuelas renacentistas. Trabajó, como Van Eyck, parta
los duques de Borgoña.
Hans Memling
(c.1440-1494), de origen alemán, trabaja en Brujas, donde crea una escuela, con
figuras serenas y pensativas, en paisajes melancólicos, como en la arqueta de Santa
Úrsula, La Virgen con el Niño.
Gerard David
(c.1465-1523) sigue la escuela de Brujas, con figuras de poses verticales, en
claroscuros, con una fusión de gracia y dolor, en El descanso en la huida a
Egipto.
El Patinir
(c.1480-1524), discípulo de Quentin Metsys, cultiva el paisaje como tema casi
único, con pretexto de temas secundarios religiosos, como en El paso de la
Laguna Estigia, Paisaje con San Jerónimo, Las tentaciones de San
Antonio, Huida a Egipto. La luz celeste es brillante, el paisaje
está lleno de rocas y lagunas, estático, con una composición simple (horizontal
y vertical).
Peter Brueghel el
Viejo (c.1525-1569), iniciador de una larga familia de pintores, también
cultiva el paisaje como tema casi único, pero con figuras más destacadas,
llenas de simbolismo, en una concepción más dinámica del paisaje, como en Los
patinadores, El triunfo de la Muerte, La caída de Ícaro.
Tríptico del Jardín de las Delicias, de El Bosco.
El Bosco
(c.1450-1516), holandés de Hertogenbosch, es el gran pintor primitivo nórdico,
con una concepción del paisaje influida por Patinir, pero con un mundo lleno de
formas fantasiosas, como un resumen de la cultura popular medieval de alegorías
y farsas burlescas. Su influjo en el surrealismo ha sido muy citado. Su obra
más conocida es el Tríptico del Jardín de las Delicias, con el Cielo a
la izquierda y el Infierno a la derecha (con unos cincuenta símbolos de
humanos-bestias, tormentos musicales, luces misteriosas, espacios angustiosos,
etc.). En El carro de heno, fustiga a todos, poderosos y plebeyos. En La
piedra de la locura, critica a la medicina. En el Tríptico del
Nacimiento fustiga a los ejércitos y los símbolos religiosos.
Hay un debate sobre
su temática: )Irrealismo onírico o realismo
social encubierto? Parece que mostraba las realidades de su tiempo: los
incendios, las torturas y los sermones apocalípticos le inspiraron imágenes
demoníacas. Pintaba al mundo medieval en crisis de valores, al hombre
eternamente amenazado. Fray José Sigüenza escribió: El Bosco tuvo ‹‹el valor de
pintar a los hombres cuales son por dentro››. Será el
pintor favorito de Felipe II, que coleccionó sus mejores obras, por lo que
están en El Prado.
ESPAÑA.
España cuenta con
una pintura muy interesante por fusionar las mejores tradiciones europeas con
una personalidad propia.
Se pinta sobre tabla
y muy poco sobre los muros porque la arquitectura gótica anula los grandes
muros de pared, sustituidos por ventanales o rosetones decorados con vidrieras,
entre las que destacan las de las catedrales de León, Burgos, Toledo, Gerona,
Barcelona y Sevilla. El pintor ve reducido su marco de trabajo a los retablos
de madera (que el ritual romano permite colocar detrás del altar central o en
las capillas laterales).
Se cultiva el color
y una expresividad muy naturalista, gracias, sobre todo, a la nueva técnica del
óleo sobre tela, que se introduce en el siglo XV.
La pintura española,
respecto a las otras artes, es más independiente de las influencias
extranjeras: italiana, borgoñona y flamenca. Hay dos tesis de clasificación de
la pintura española, según las influencias o según la cronología, que es la más
aceptada. Hay dos escuelas, la catalana-aragonesa y la castellana.
La escuela
castellana.
En el siglo XIII la
influencia es sobre todo francesa. Hay escasa pintura sobre tabla y todavía
menos de mural. El siglo XIV tiene poca importancia.
En la primera mitad
del siglo XV en Castilla destacan dos pintores extranjeros: Nicolás Francés en
la catedral de León (un retablo y los frescos del claustro) y Nicolás
Florentino (de nombre Dello Delli), en el retablo y el fresco del altar mayor
de la Catedral Vieja de Salamanca, con gran dominio técnico, color veneciano,
junto a los paisajes, animales exóticos, ropajes, perspectivas arquitectónicas,
etc., del gótico internacional e italiano. Pero no era un realista y no creó
escuela.
En la segunda mitad
del siglo XV España recibe la influencia flamenco-borgoñona y llegan a Castilla
numerosos pintores extranjeros, como Jorge Inglés (con el Retablo de la
Virgen de los Ángeles, con los flamencos retratos de los comitentes, el
marqués de Santillana y su esposa), Juan de Flandes y Juan de Borgoña.
Destacan en especial
dos grandes artistas, Fernando Gallego y Pedro Berruguete.
Fernando Gallego
(1466-1506) debió disponer de un taller numeroso. Trabaja en Salamanca, con un
estilo dramático y efectista, con figuras angulosas y delgadas, naturalistas,
con detallismo gracias al óleo, con obras como los retablos de Santa
Catalina y de San Ildefonso y la Piedad (Museo del Prado).
Pedro Berruguete (c. 1450-1504) empezó influido por Van der
Weyden (Crucifixión, Piedad) pero después asimiló la influencia
renacentista italiana, con su espacio más ordenado (luz, sombra, volumen,
perspectiva lineal) como en Auto de fe.
La escuela
catalana-aragonesa.
La escuela catalana
se desarrolló preferentemente en Barcelona durante los siglos XIV y XV y en
Valencia durante el siglo XV.
El siglo XIV es un
siglo de auge de Cataluña, abierta a la influencia del Trecento italiano, sobre
todo de la escuela sienesa (que llega a través de Aviñón, la Corte de los
Papas). La escuela de Siena, dulce y elegante, influye en Ferrer Bassa (c. 1285/1290-1348), en su capilla de San Miquel de
Pedralbes, y sobre todo en los hermanos Serra: Jaume Serra, con el Retablo de
Sigena, y Pere Serra, con el Retablo de Manresa (o del Espíritu Santo). Los
artistas procuran aunar el naturalismo minucioso de la vida real (una
mentalidad burguesa) con el pensamiento religioso. Técnicamente se usan fondos
dorados, con pequeños paisajes a veces urbanos, y se siluetean las figuras con
una línea elegante y firme.
Entre 1350 y primera
mitad del siglo XV llega a Cataluña el gótico internacional, un arte cortesano
ecléctico entre la elegancia italiana y el realismo flamenco y borgoñón,
elegante y amanerado, detallista y pintoresco en las escenas narrativas.
Destacan sobre todo Lluís Borrassà (fl.
1380-1424) y Bernat
Martorell (¿?-1452), en el Retablo de San Jorge.
Durante la segunda
mitad del siglo XV llega la influencia flamenco-borgoñona.
En Cataluña hay
todavía pintores italianizantes, como Jaume Huguet (c. 1414-1495), con figuras equilibradas y solemnes, con
fondos dorados y recargados, como en los retablos de San Vicente Mártir
(con variados retratos, la Coronación de San Agustín), y de los Santos
Abdón y Senén (con elegancia, realismo y melancolía).
Los artistas más
destacados son los flamenquizantes (influidos por Van Eyck y Van der Weyden),
como Lluís Dalmau (fl. 1428-1460), que viajó a los Países Bajos en
1431 (a Brujas para conocer a Van Eyck) y le copia en La Verge dels
Consellers. También destaca Jacomart en Valencia
También en la Corona
de Aragón, trabaja el cordobés Bartolomé Bermejo (c. 1440-c. 1500), posiblemente el más importante pintor
español de la Edad Media, con formas volumétricas y monumentales, así como
elegantes. Sus obras mejores son: el Santo Domingo de Silos, una recia
figura, rodeada de un dorado lleno de arquitecturas, y la Piedad del
Arcediano Desplá (catedral de Barcelona), con la Virgen y el Cristo de
composición flamenca, junto al espléndido retrato del arcediano.
8. VIDRIERAS.
8.1. CARACTERÍSTICAS.
La policromía.
El color alcanzará
cimas únicas en la Historia a través de las vidrieras. Las vidrieras góticas
son el summun de este arte, con
orígenes en las culturas orientales más antiguas. Las nuevas teorías
constructivas hacían virtualmente innecesarios los muros y como por otra parte
el humanismo incipiente empujaba al hombre hacia la luz, que le liberase de las
oscuras tinieblas, los muros se cubren de vidrios policromados que encenderán
de espiritualidad y amor el corazón de los hombres.
Se dedican grandes
superficies para su cubrición: por ejemplo, Chartres tiene 10.000 m² de vidrieras. Se podían
fabricar ya coloreados o se pintaban después de su colocación, sobre unos
paneles de plomo, formando un rico conjunto cromático, que ilumina el interior
con multicolores reflejos y que ilustra a los fieles con sus escenas
figurativas y simbólicas.
8.2. LAS ESCUELAS.
Los conjuntos más
hermosos se encuentran en las catedrales francesas del siglo XIII, en Chartres,
Bourges, Le Mans, Lyon, Reims, Poitiers. Su técnica se extendió por el resto de
Europa. En España destacan los conjuntos de las catedrales de León, y, a
continuación, las de Burgos, Toledo, Gerona, Barcelona y Sevilla.
Este arte decayó en
el siglo XVI, hasta su recuperación con el Art Nouveau, ya en el siglo XIX.
8. ARTES MENORES.
Hay un
extraordinario desarrollo de las artes menores de orfebrería, cerámica, tejido,
miniatura, tapicería...
Destaca por sus
valores plásticos la tapicería, sobre todo en el gran centro flamenco de Arras,
con los maestros Jean de Bandol y Jean de Brujas. Sus producciones se difunden
por toda Europa, introduciendo sus temáticas históricas y religiosas.
En la miniatura,
destacan en España las Cantigas de Alfonso X, del siglo XIII, con su
temática naturalista.
BIBLIOGRAFÍA.
Documentales / Vídeos.
Gótico. Grupo CREHA. 10:22. [https://www.youtube.com/watch?v=jHlxoSD6-rY] Excelente resumen de arquitectura, escultura y pintura.
Arte gótico: arquitectura. Pero eso es otra historia. 17:31. [https://www.youtube.com/watch?v=09VWWNMRe30] Entretenida y completa.
Arte gótico: escultura y pintura. Pero eso es otra historia. 18:28. [https://www.youtube.com/watch?v=yhIFPSsAXYA] Entretenida y completa.
Libros.
Borrás, Gonzalo M. El
Arte Gótico. Colección Biblioteca Básica. Anaya. Madrid. 1990. 96 pp.
Bracons, José. Las
claves del arte gótico. Cómo identificarlo. Planeta. Barcelona. 1991. 80
pp.
Chueca Goitia, F. Historia
de la Arquitectura Occidental. Gótico en Europa. Dossat. Madrid. 1989. 456
pp.
Duby, Georges. La
época de las catedrales. Arte y sociedad, 980-1420. Cátedra. Madrid. 1993
(1966-67, francés). 311 pp.
Durán Sampere, Agustín; Ainaud de
Lasarte, Juan. Escultura Gótica. Colección Ars Hispaniae.
Plus Ultra. Madrid. v. VIII.1956. 409
pp.
Durliat, Marcel. Introducción
al arte medieval en Occidente. Cátedra. Madrid. 1985. 378 pp.
Erlande-Brandenburg, A. L'Art Gotique. Mazenod.
Paris. 1983. 628 pp.
Focillon, Henri. Arte de Occidente. La Edad Media románica
y gótica. Alianza. Madrid. 1988 (1938). 308 pp.
Gozzoli, Mª
Cristina. Cómo reconocer el arte Gótico. Edunsa. Barcelona. 1993 (1978).
63 pp.
Gudiol Ricart, Josep; Gaya Nuño, Juan
Antonio. Pintura Gótica. Colección Ars Hispaniae.
Plus Ultra. Madrid. v. IX.1955. 420
pp.
Huizinga, Johan. El
otoño de la Edad Media. Alianza. Madrid. 1981 (1923). 468 pp.
Karlinger, Hans. Historia
del Arte Labor. Vol. 7. Arte Gótico. Labor. Barcelona. 1932. 840 pp.
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arte gótico en España (siglos XII y XIII). Cátedra. Madrid. 1982. 300 pp.
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gótico: la iconografía de la Edad Media y sus fuentes. Encuentro. Madrid.
1986 (1898). 420 pp.
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luz, símbolo y sistema visual (El espacio y la luz en el arte gótico y del
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Pijoan, Joan. El
arte gótico de la Europa Occidental. Siglos XIII, XIV y XV. Col. Summa Artis XI, Espasa-Calpe. Madrid.
1966 (1944). 625 pp.
Quarré, Pierre. La
Sculpture en Bourgogne à la fin du moyen âge. Office du Livre. Fribourg. 1978. 193 pp.
Ramírez, Juan
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Románico/Gótico. 401
pp.
Torres Balbás, Leopoldo.
Arquitectura Gótica. Colección Ars Hispaniae.
Plus Ultra. Madrid. v. VII.1952. 402
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Von Simson, Otto. La
catedral gótica. Alianza. Madrid. 1985 (1956). 322 pp.
Williamson, Paul. Northern
Gothic Sculpture 1200-1450. Victoria and Albert Museum. Londres. 1988. 211 pp. P.
Williamson, Paul. Escultura
gótica 1140-1300. Cátedra. Madrid. 1997. 464 pp.
Worringer, W. La
esencia del estilo gótico. Nueva Visión. Buenos Aires. 1967 (1911). 142 pp.
PROGRAMACIÓN.
EL ARTE GÓTICO.
UBICACIÓN Y
SECUENCIACIÓN.
En BACH, en las
modalidades de Artes y Humanidades y Ciencias Sociales, en 2º curso, como
optativa, así como para otras modalidades.
BACH, 2º curso.
Historia del Arte. Apartado 3. Los estilos artísticos: evolución histórica y
diversidad espacial.
El arte cristiano
medieval: configuración de una iconografía. Peculiaridades españolas.
RELACIÓN CON TEMAS
TRANSVERSALES.
Relación con los
temas de la Educación Moral y Cívica y la Educación Ambiental (la contaminación
es uno de los grandes peligros para la arquitectura y la escultura).
TEMPORALIZACIÓN.
11 sesiones.
1ª Documental.
Diálogo para evaluación previa. Exposición del profesor sobre características
generales del Gótico: cultura, orígenes.
2ª Exposición del
profesor sobre el urbanismo y la arquitectura. Diálogo con cuestiones.
3ª Exposición del
profesor sobre la arquitectura. Diálogo con cuestiones. Actividades prácticas
sobre urbanismo y arquitectura. La catedral de Palma merece un estudio especial
en la UD, con una presentación.
4ª Exposición del
profesor sobre la escultura. Diálogo con cuestiones.
5ª Exposición del
profesor sobre la escultura. Diálogo con cuestiones. Actividades prácticas
sobre escultura.
6ª Exposición del
profesor sobre la pintura. Diálogo con cuestiones.
7ª Exposición del
profesor sobre la pintura. Diálogo con cuestiones. Actividades prácticas sobre
pintura.
8ª Exposición del
profesor con refuerzo de lo anterior. Comentarios de textos, esquemas, mapas.
9ª Preparación de la
salida a Palma (o en otro centro artístico), con visita al Museo de Mallorca,
la catedral y la Lonja. Explicación con diapositivas sobre lo que se verá,
reparto de hojas para hacer actividades individuales sobre la salida
(comentarios, señalización de partes de la arquitectura...), que se harán
posteriormente por el alumno en casa.
10ª Salida a Palma.
11ª Examen de dos
UD, el Románico y el Gótico. Entrega de las actividades individuales de la
salida.
OBJETIVOS.
Determinar relación
entre desarrollo urbano y arte gótico. Conocer las circunstancias históricas.
Hacer una cronología
del arte gótico.
Conocer las
características de arte gótico y escuelas en cada arte: arquitectura,
escultura, pintura.
Analizar las obras
clave del gótico en España.
Valorar el gótico de
Palma como hecho artístico, cultural y social.
Valorar el
patrimonio artístico.
CONTENIDOS.
A) CONCEPTUALES
Relación del arte
gótico con la Historia de Europa.
El urbanismo y el
renacer de las ciudades en el Gótico.
Arquitectura:
características, elementos, escuelas por países, ejemplos.
Escultura:
características, elementos, escuelas por países, ejemplos.
Pintura:
características, elementos, escuelas, ejemplos.
B) PROCEDIMENTALES.
Análisis de la
relación entre arte y sociedad.
Análisis de las
obras de arte en diapositivas.
Análisis comparativo
del lenguaje plástico y visual románico y gótico.
Asimilar conceptos
de causalidad múltiple y continuidad.
Comentario de textos
medievales sobre arte.
Visitar Museos y
edificios.
C) ACTITUDINALES.
Rigor crítico y
curiosidad científica.
Valoración y
conservación del patrimonio artístico.
Valoración de la
obra de arte como un producto de la sociedad en la que aparece.
METODOLOGÍA.
Expositiva y
participativa.
ACTIVIDADES.
A) CON EL GRAN
GRUPO.
Exposición por el
profesor del tema, con proyección de diapositivas de imágenes y transparencias
de esquemas conceptuales, mapas y planos. Se hará hincapié en la relación entre
sociedad y arte.
Salida al Museo y
los edificios góticos de Palma.
B) EN EQUIPOS DE
TRABAJO.
Realización de una
línea de tiempo sobre el proceso del arte gótico.
Elaboración de un
mural con un esquema del arte gótico y fotocopias de principales obras.
Elaboración de un
mapa de Europa y otro de España con las líneas de difusión del Gótico y los
principales lugares.
Realización de
esquemas sobre los apartados de la UD: arquitectura, escultura, pintura,
cerámica...
Comentarios de obras
principales de cada una de las artes.
Comentario de textos
medievales sobre arte.
C) INDIVIDUALES.
Realización de
apuntes esquemáticos sobre la UD.
Participación en las
actividades grupales.
Búsqueda individual
de datos en la bibliografía, en deberes fuera de clase.
Contestar
cuestiones, con diálogo en grupo, pero respuesta individual en el cuaderno.
RECURSOS.
Presentación digital
y mapas (Europa y España).
Libros de texto,
manuales.
Fotocopias de textos
para comentarios.
Cuadernos de
apuntes, esquemas...
Documental, sobre arte
gótico.
Documental
complementario: Jaume Huguet i el seu temps. Arte
gótico catalán en el siglo XV. Huguet
(1420?-1492).
EVALUACIÓN.
Evaluación continua.
Se hará hincapié en la participación en las actividades de grupo, la calidad de
los comentarios de las diapositivas, el debate de los contenidos, el dominio de
los términos y el análisis de las características del Gótico.
Trabajos
documentados y exposición en clase.
Examen final al
concluir Arte medieval cristiano (Románico y Gótico), para relacionar ambos
estilos. Examen con tres partes:
1) Preguntas breves
de conceptos.
2) Pregunta
esquemática sobre características generales de arquitectura, escultura y
pintura.
3) Comentario de
imágenes de arquitectura, escultura y pintura. Deben ser fácilmente
reconocibles. Se valorará la identificación de la obra y del autor, del lugar
donde se halla el edificio, la época y fase, las características principales
del arte en cuestión, etc.
RECUPERACIÓN.
Trabajo
personalizado guiado por profesor, con bibliografía guiada y atención de dudas.
Deben realizarse esquemas, comentarios de obras y una entrevista personal.
1 comentario:
Me encanta
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