El arquitecto estadounidense Louis Kahn (1901-1974), el poeta de la luz y el espacio.
Louis Isadore Kahn (Pernu, Estonia,
1901-Nueva York, 1974) fue probablemente el más eminente sucesor de Wright, Gropius
y Mies van der Rohe, los tres genios que marcaron la mejor arquitectura realizada en Estados
Unidos durante la mayor parte del siglo XX. Se consagró pronto a una arquitectura
dominada por dos objetivos: la funcionalidad al servicio de la liberación y felicidad
de la gente común y la creación de un espacio lírico que satisficiera el ansía de
Kahn por una arquitectura pura y trascendente. Pero durante la primera cincuentena
de su vida no tuvo los medios para alcanzar ambos ideales. Esto explica en buena
medida las contradicciones de un hombre de enorme complejidad que se movió siempre
entre el filo de navaja del límite entre la oscuridad y la luz.
Nació en Kuressaare (un pueblo del distrito
estonio de Pernu, en la isla de Osel) con el nombre de Leiser-itze Schmuilowsky
en una familia estonia de religión judía que marchó a EE UU en 1905 (entre otros
motivos, para evitar que el padre fuera reclutado para luchar en la guerra ruso-japonesa)
cuando él tenía cuatro años y ya había sufrido unas quemaduras en la cara, cuyas
cicatrices probablemente influyeron en su legendaria timidez. Cuando llegaron a
Filadelfia el padre de familia ya se había rebautizado como Leopoldo Kahn.
Louis tuvo una infancia especialmente
pobre y sufrió la lucha familiar para abrirse paso en la feroz sociedad estadounidense
durante los años de la preguerra y la Primera Guerra Mundial: de creer a Louis,
tuvo que trabajar de pianista en un cine cuando tenía 10 años. Vivió con sus padres
y hermanos, primero en un pequeño piso al norte de Filadelfia y, tras 12 mudanzas,
los padres consiguieron comprarse una casa de ladrillo donde Kahn vivió hasta 1933.
En esos “felices años 20” la situación
familiar había mejorado lo suficiente y él trabajó como delineante diseñador en
los estudio de arquitectura de Hoffman y Henon, y en el de John Molitor, en el que
llegó a ser jefe de proyectos como el del plan regulador de Filadelfia, un logro
impresionante para su edad. Necesitaba el dinero, pues estudiaba arquitectura, una
carrera bastante cara entonces, en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad
de Pensilvania, la misma a la que volvió como profesor al final de su carrera académica.
Louis Kahn al acabar sus estudios en 1924.
Con 23 años, apenas salido de la universidad,
ahorró, se embarcó en el Île de France y pasó un año en Europa visitando edificios,
dibujando y vendiendo sus dibujos para alargar el viaje. Le encantó especialmente
la ciudad medieval de Carcasona, cuyas murallas había restaurado Viollet-le-Duc,
y en ese ambiente de amor al pasado forjó alguna de sus ideas principales. El soñado
tour de madurez para un joven norteamericano de raíces europeas había dado sus frutos.
Además, desde entonces tomó costumbres austeras: hasta el final de su vida dormía
apenas unas horas sobre su mesa de trabajo o sobre su gabardina doblada en cualquier
sitio, llevando sus carpetas y su ropa (siempre poca y austera) en una bolsa.
A su regreso, dedicado a la arquitectura
como profesional, trabajó en los estudios de Paul P. Cret (1929-1930) y después
de Zantzinger, Boire y Medary (1930-1932), con el que atravesó las primeras tinieblas
de la dolorosa década de la Gran Depresión. Tras un corto viaje a Europa, volvió
a vivir hasta 1933 con sus padres, que poco después no pudieron pagar la hipoteca
y emigraron de nuevo, esta vez a Los Ángeles.
Su vida personal de adulto fue una curiosa
mezcla de estabilidad e incertidumbre: al final llegó a tener tres familias, pero
él nunca tuvo una casa permanente que pudiera llamar propia.
La primera familia, con su esposa desde
1933, Esther Virginia Israeli, con la que se fue a vivir a la casa de sus ricos
suegros en la zona más cara de Filadelfia, y con la que tuvo una hija, la hoy reputada
flautista Sue Ann Kahn. Vivió con Esther (y sus suegros) hasta 1970.
Kahn alcanzó un reconocido estatus
como arquitecto profesional y en 1937 abrió su primer estudio propio, hasta que
en 1940 formó otro con George Howe, uno de los pioneros americanos de la arquitectura
moderna y del estilo internacional en los EE.UU, y en 1941 ideó con Oskar Stonorow (recién llegado
al estudio) cinco comunidades para trabajadores, con viviendas dignas para los más
necesitados: 2.000 nuevas casas. La crítica destacó el barrio Jersey Homes Steads
de Highstown. Y aun más impresión causó su proyecto en equipo para la Carver Court
War Housing (1942-1943), en Coatsworth.
Carver Court War Housing (1942-1943), en Coatsworth.
En 1943 publicó el libro Why city planning is your responsability (Por qué el urbanismo es su responsabilidad),
del que vendió 110.000 copias, en el que
ya queda patente su idea del compromiso político-social con los desfavorecidos al
mismo tiempo que su individualismo.
Tras la Segúnda Guerra Mundial volvieron
los encargos, como la ampliación de la Universidad de Yale, en New Haven, al mismo
tiempo que obtiene el nombramiento como profesor en la prestigiosa Escuela de Arquitectura
de esta universidad (1947-1957).
Y con los éxitos llegó una segunda
(y oculta) familia, con la arquitecta Ann Griswold Tyng, a la que conoció en 1945
(ella tenía entonces 25 años). En 1955 dio a luz en Roma, sola, a Alexandra Tyng,
la única hija del arquitecto que no lleva su apellido. Kahn dedicó a Tyng la inauguración
de la Art Gallery de la Universidad de Yale (1952-1954), una construcción modular
compuesta por volúmenes prismáticos, en la que utilizó por primera vez el techo
de hormigón formado por una estructura de tetraedros con armadura espacial, que
deja al descubierto los dispositivos de iluminación y los conductos de aire acondicionado.
En este proyecto, en el que habían trabajado juntos “El espacio puede con todo,
es realmente fuerte”, según le escribió en una de sus cartas semanales, con las
que mantenía la relación viva pero a distancia, como él necesitaba.
Art Gallery de la Universidad de Yale (1952-1954).
Kahn proyectando en su estudio en 1961.
Pero la relación con Tyng se quebró
definitivamente en 1960, en ocasión de una exposición en el MOMA sobre la arquitectura
visionaria, en la cual Kahn negó la importante aportación como coautora de Tyng
en la faceta de las estructuras tensadas para el proyecto de la City Tower para
la ciudad de Filadelfia [http://proyectos4etsa.wordpress.com/tag/kahn/].
Era una admiradora del arquitecto Richard Buckminster Fuller (1895-1983), y elaboró
junto a Kahn, entre 1953 y 1957, varios modelos de construcciones a base de elementos
estructurales en serie que se emplearon al planificar el Center of Filadelfia (1956-1962).
Logró finalmente el reconocimiento de su coautoría en 1997, con 77 años, cuando
publicó las cartas de Roma, y aún entonces justificó parcialmente a su examante:
“Lou tenía una personalidad muy poderosa. Se dedicó a la arquitectura renunciando
a todo lo demás”.
Su largo aprendizaje le sirvió para
desarrollar su saber en la proyección de grandes obras y la técnica prodigiosa para
los detalles. Todo ello floreció bastante tarde, cuando con 49 años, en 1950, tomó
la decisión de aceptar un encargo del gobierno de Israel, que le había pedido ser
asesor de planificación urbana y de vivienda. Gran parte de 1950 y 1951 los pasó
en la Academia de Roma y viajando por varios países mediterráneos. En Roma, ante
el Panteón y el Vaticano, o en Grecia ante el Partenón, halló las claves para cambiar
modernidad por eternidad o aun mejor, excavar en el pasado para encontrar formas
modernas. Le escribió a Tyng: “Me he dado cuenta de que la arquitectura de Italia
permanecerá como la fuente de inspiración de los trabajos del futuro”. Como le pasó
a Goya, metamorfoseado muy tarde en el gran pintor que fue, también entonces emergió
de pronto el Kahn maduro, poseedor de un estilo propio, un genio por fin como él
ansiaba desde el inicio de su profesión. Sus temas principales fueron desde entonces
el espacio y la luz. Definió su trabajo como la "construcción reflexiva de
espacios", una máxima que queda patente al comparar los interiores de sus edificios
con los exteriores, mucho menos dramáticos, en lo que seguía la senda de Apolodoro
de Damasco para el Panteón.
El historiador Vincent Scully afirma
que “Al contrario de tantos arquitectos modernos, entre los edificios del pasado
Kahn vio siempre amigos, no enemigos”, mientras. Frank Gehry explica que “Fue un
artista sincero con su talento”, que le enseñó “que cada uno debe buscar su camino”
y Renzo Piano destaca su obstinación: “La persistencia es la única manera de llegar
al centro de las cosas”.
En esta época de crisis personal y cambio
estilístico enseñó un tiempo en la universidad de Cambridge (Massachusets) y pasó
finalmente a ser profesor de Arquitectura en la Escuela de Diseño de la Universidad
de Pensilvania (1957-1974), que hoy guarda su archivo.
Su estilo de madurez se muestra en pleno
esplendor en varias obras estos años.
Para el Jewish Community Center (1954-1959)
de Trenton, en Nueva Jersey, erigió una casa de baños (un lugar fundamental para
los ritos de purificación), en un complejo centralizado y en forma de cruz, de formas
severas y regulares, con cuatro tejados en pirámide.
Richards Medical Research (1958-1961), en la Universidad de Pensilvania.
Los laboratorios del Richards
Medical Research (1958-1961) en la universidad de Pensilvania forman un
edificio monumental, cuyas torres murales, de apariencia medieval (Carcasona
asoma al fondo), contrastan con los espacios acristalados de la modernidad más
estricta, de acuerdo a la oposición
respectivamente entre los espacios servidores (núcleos de comunicación vertical
y sistemas de acondicionamiento) y los espacios servidos (laboratorios y
estudios). En la misma universidad realizó el Alfred Newton Richards Medical
Research Building (1957-1961).
Casa Esherick (1959-1961). Filadelfia, Pensilvania.
La Casa Esherick (1959-1961), de sorprendente modernidad, copiada hasta la saciedad en los últimos decenios, juega en su pequeño cortile con la idea berniniana de los brazos acogedores de la plaza del Vaticano.
Salk Institute (1959-1965), en La Jolla.
El Salk Institute (1959-1965), en La Jolla (California) es una
obra maestra. La racionalidad funcional se muestra en detalles como los entrepisos
con sistemas de abastecimiento situados debajo de los despachos para facilitar la
marcha del trabajo. Kahn, con fama de críptico, tenía claro que el clasicismo –la
permanencia– requiere humildad, “un abandono del exceso de personalidad”, como le
enseñó su primer maestro, Paul Philippe Cret. Como decía Kahn: “Escucha al hombre
que trabaja con sus manos. Él será capaz de mostrarte la mejor manera de hacer las
cosas”. En las líneas perfectas en su pureza y en los reflejos del cielo y la roca
en el agua cristalina, Kahn había alcanzado en el Salk Institute su ideal: la mejor
arquitectura está en los espacios sin nombre y que cada uno hace suyos.
La ruptura con Tyng en 1960 coincidió
con el inicio de la tercera familia de Kahn, la que (casi) formó con la paisajista
de su estudio Harriet Pattison, la única mujer todavía viva en 2014. La conoció
en 1958, cuando ella tenía 30 años, y tuvo el 9 de noviembre de 1962 otro hijo,
Nathaniel Kahn, realizador en 2003 del documental nominado al Oscar, My architect. A son journey, que comentó
que su padre podía tener mujeres e hijos, pero en realidad solo estuvo casado con
su profesión, aunque en realidad “No conocí muy bien a mi padre. Nunca se casó con
mi madre y nunca vivió con nosotros”.
Kahn y su hijo Nathaniel.
El éxito deslumbrante del Salk
Institute explica el favor de los grandes encargos en los años 60. En 1962, el presidente paquistaní Ayub Khan decidió
levantar en Dhaka una asamblea para suavizar la voluntad separatista de los
bengalíes que habitaban esa zona. Le Corbusier rechazó la oferta y Alvar Aalto
estaba enfermo, pero Kahn aceptó el encargo.
La Asamblea
Nacional de Bangladesh.
Le escribió a su paisajista Harriet
Pattison que aquello no era un lugar para personas: “Aquí no hay donde
agarrarse”. Pero lo convirtió en un lugar de ensueño, hoy tal vez el más
humanizado de la capital. En un entorno hostil levantó un edificio que aúna la
función política, un símbolo cultural y religioso, y una obra de arte, como
dice Zabalbeascoa. Una plataforma de ladrillo asienta el edificio, levantado
con piezas de hormigón.
Indian Institute of Management (1962-1967), en Ahmedabad.
En la vecina India realizó
su otra gran obra postrera, el Indian Institute of Management (1962-1967, terminado
en 1974), en Ahmedabad, concebido como una fortaleza compacta y cerrada, en la que
puede apreciarse con claridad el tema de "la casa dentro de la casa",
que tanto gustaba a Kahn. Era un proyecto promovido por Vikram Sarabhai, un físico
que llevaba 10 años viviendo en una casa diseñada por Le Corbusier y entendía que
India necesitaba una clase propia de dirigentes. El arquitecto Balkrishna Doshi
(1927) le aconsejó contratar a Kahn, tras asegurar que ya tenían muchos Le Corbusier:
“Si lo contratan, cambiará la historia de India con una gran lección para los arquitectos
y un monumento para todo el mundo”. Doshi dice hoy que “Le Corbusier era un acróbata,
pero Kahn fue un yogui. Tenía una antena para detectar el pulso del lugar, su cultura
y su vida”. No se cerraba a los consejos y cuando Doshi le advirtió de la importancia
de las brisas del suroeste, giró el proyecto 45 grados para que pudiera pasar el
aire. La India le abrió a reconsiderar el pasado construyendo lo universal a partir
de lo local. El historiador William Curtis sostiene: “Llegó justo a tiempo. Cuando
las sociedades salían del colonialismo y necesitaban encontrar su propia identidad
cultural para aspirar desde ella a un futuro mejor, apareció Kahn”.
Sus
últimos proyectos eran de una maestría simple, enfocados al manejo de la luz
como un elemento fundamental, como se observa en la Casa Fisher (1960-1967) en
Hatborg, la Biblioteca de la Phillips Exeter Academy (1965-1968) en New
Hampshire, el Kimbell Art Museum (1967-1972) en Fort Worth, en colaboración con
Preston Gerne and Associates, el Yale Center for British Art (proyectado en
1969-1974, terminado en 1977), o la Casa Korman (1971-1973) en Fort Washington,
Pensilvania, su última vivienda. En cambio, sus proyectos urbanísticos finales,
ultimados póstumamente hacia 1976, seguían buscando una funcionalidad al
servicio de la gente para crear espacios vivibles.
Casa Fisher (1960-1967) en Hatborg, Pensilvania.
Biblioteca de Phillips Exeter Academy (1965-1968) en New Hampshire. [http://es.wikiarquitectura.com/index.php/Biblioteca_de_la_Phillips_Exeter_Academy]
Kimbell Art Museum (1967-1972), en Fort Worth, Texas.
Yale Center for British Art (1969-1974, terminado en 1977), en New Haven, Connecticut.
Casa Korman (1971-1973), Fort Washington, Pensilvania.
En 1974 su genio había desembocado en la casi
finalización de su grandioso proyecto de la Asamblea Nacional de Pakistán
Oriental (hoy el Parlamento Sher-e-Bangla Nagar del país independiente de
Bangladesh) en Dhaka, pero fue interrumpido por la guerra civil de Pakistán y
su propia muerte, cuando regresaba solo de Dhaka. Siempre viajaba solo. Lo
encontraron en los aseos de la Estación Pensilvania de Nueva York, víctima de
un infarto fulminante, el 17 de marzo de 1974, y en tres días, nadie reclamó su
cadáver. Su estudio, agobiado por las deudas con sus empleados, cerró al poco
tiempo.
Internet.
[http://louiskahn.es/] Magnífico resumen biográfico.
[http://louiskahn.es/Publicaciones.html] Una lista completa de las publicaciones.
Documentales.
<Louis Kahn. The Power of Architecture>.
Nathaniel Kahn. My architect. A son journey (1963). Fragmentos del documental. En Youtube hay numerosos clips de este importante documental, dirigido, producido y escrito por su hijo.
Louis Kahn. The Salk Institute.
Exposiciones.
<Louis I. Kahn: In the Realm of Architecture>. Filadelfia.
Philadelphia Museum of Art (20 octubre 1991-5 enero 1992). París. MNAM (5 marzo-4
mayo 1992). Nueva York. MOMA (14 junio-18 agosto 1992). Gunma, Japón. Museum of
Modern Art (26 septiembre-3 noviembre 1992). Los Ángeles. Museum of Contemporary
Art (7 marzo-30 mayo 1993). Fort Worth, Texas. Kimbell Art Museum (3 julio-10
octubre 1993). Columbus, Ohio. Wexner Center of the Arts, The Ohio State
University (17 noviembre 1993-1 febrero 1994). Organizada por Museum of Contemporary
Art de Los Ángeles. Cat. Textos de David B. Brownlee, David G. De Long y Vincent
Scully (introd.). Ed. Rizzoli. Nueva York. 446 pp.
<Louis Kahn. The Power of
Architecture>. Rotterdam. Netherlands Architecture Institute (7 septiembre
2012-6 enero 2013). Weil am Rhein. Vitra Design Museum (23 febrero
2013-11 agosto 2013). Cat. [http://www.design-museum.de/en/exhibitions/detailseiten/louis-kahn-detail.html]
Libros.
Kahn, Louis I. Conversaciones com estudiantes. Gustavo Gili.
Barcelona. 2002. 96 pp. Charlas con estudiantes de la Rice School of Architecture
en la primavera de 1964 y publicadas ese mismo año por Peter C. Papademetriou.
El libro indica que las charlas se hicieron en 1968 y
se publicaron en 1969.
Kahn, Louis I. Writings, Lectures, Interviews. Introducción
y edición de Alessandra Latour. Rizzoli. Nueva York. 1991. 352 pp.
Lesser, Wendy. You Say to Brick. The Life of Louis Kahn.
Farrar, Straus and Giroux. Nueva York. 2017. 397 pp. Biografía. Reseña de
Garner, Dwight. The Dramas and Intrigues
of Louis Kahn, Monumental Architect. “The New York Times” (7-III-2017). [https://www.nytimes.com/2017/03/07/books/review-louis-kahn-biography-you-say-to-brick-wendy-lesser.]
Artículos.
Zabalbeascoa,
A. Kahn. El maestro secreto. “El País” Semanal 1.909 (28-IV-2013) 56-62. He hecho una amplia paráfrasis de este excelente artículo.
Cebrián, Mercedes. El
hombre que hablaba con los ladrillos. “El País” El Viajero 879 (4-IX-2015)
9. Los edificios de Louis Kahn en Filadelfia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario