Comentario.
El templo de Atenea Niké (427-424), de Calícrates.
Descripción.
El templo de Atenea Niké (“la victoriosa”), es una
obra maestra del orden jónico, ligero y elegante.
En 449 la ciudad de Atenas, dirigida entonces por
Pericles y su rival Cimón, decidió erigir un nuevo templo dedicado a la diosa
Atenea, en homenaje a su ayuda en la decisiva victoria naval de Salamina (480)
sobre los persas, y en conmemoración de la paz de Calias, firmada con los
persas. El proyecto fue concebido entonces por el arquitecto Calícrates, uno de
los coautores del Partenón dos años después pero, probablemente porque Pericles
decidió que los recursos se concentraran en el coetáneo Partenón, su
realización se postergó. Calícrates, entonces decidió ejecutar el proyecto en
otro lugar, el santuario de Démeter en la vecina ciudad de Agres. Durante los
años siguientes, el adversario de Pericles, Cimón, se impuso al fin, y en
427-424 aproximadamente, cuando ya había comenzado la Guerra del Peloponeso, se relanzó el proyecto, aunque se
cambió al parecer el plan original del arquitecto.
Vista idealizada desde el Oeste de la Acrópolis en época clásica, con los Propileos y los principales templos. No se había construido todavía la gran escalera romana de acceso a la Acrópolis.
El templo estuvo en pie hasta el siglo XVII, cuando
los turcos otomanos lo derribaron y usaron sus materiales para construir una
posición de artillería. Fue reconstruido en 1835, después de la independencia
griega, y se procuró conservar la mayor semejanza posible con la estructura
original, de la que había varias descripciones.
Análisis formal.
Es un templo muy pequeño, de ocho metros de altura, otros
ocho de largo y cuatro de ancho, porque está situado sobre una pequeña cima al
lado derecho de la entrada de la acrópolis, lo que exigió un plano especial debido
a la dificultad del lugar, además de grandes trabajos de consolidación del
espolón calcáreo inferior, que tomó la figura de un torreón, y sobre todo, dado el mínimo espacio disponible, fundir en una
sola sala, llamada la “sala de la diosa”, las dos salas habituales de la parte
delantera de un templo griego, la naos y la pronaos, una solución brillante
porque permite crear el efecto óptico de ser un templo in antis, lo que se adaptaba mejor a la estrechez del lugar. Además, se debía acceder por la parte trasera,
atravesando el ala sur de los Propileos.
El templo visto desde la entrada central de los Propileos, en el NE.
Plano del alzado hipotético. Tomado de Wikipedia.
Plano de planta. Tomado de Wikipedia.
Vista de la fachada anterior, desde el acceso en el ala sur de los Propileos.
Foto de 1897, desde el mismo lugar.
Vista de la fachada posterior desde el suelo del torreón. En la pared del torreón se pueden observar los agujeros en los que se sujetaban los enganchas posteriores de los relieves.
Es un templo de tipo anfipróstilo tetrástilo, con cuatro
columnas monolíticas de orden jónico, con acanaladuras. Construido en mármol
pentélico, se levanta sobre un basamento (crepis o crepidoma) de cuatro escalones,
los tres inferiores del estereóbato y el superior del estilóbato. Las columnas
jónicas, muy esbeltas y gráciles, tienen una basa con escocia (la parte
cóncava) y dos toros (las partes convexas), y un fino capitel con collarino,
equino de volutas y ábaco. El entablamento tiene un arquitrabe dividido en tres
bandas superpuestas, un friso escultórico, una cornisa que produce efectos de claroscuro sobre las esculturas, y un frontón
del que apenas quedan indicios en los extremos.
Imagen en una cerámica de Atenea Niké llevando un timiaterio (un incensario para los ritos). Foto tomada de Wikipedia. La xoana del templo sería muy parecida.
En la “sala de la diosa”,
cuadrada y pequeña (cuatro por cuatro metros), se guardaba una xoana (escultura de madera) de Atenea
Niké y probablemente en el pórtico posterior, el tesoro o opistodomos, se exponían
espolones de los barcos persas y otros trofeos de la batalla de Salamina, por lo que la parte posterior
del recinto se cerró con una verja metálica para guardar estas valiosas reliquias.
Reconstrucción hipotética del templo de Atenea Niké, con un altar de sacrificios en primer término, y una reja cerrándolo en la parte posterior, tal como lo describió Pausanias en el siglo II dC. La escalera a la derecha, construida en la época romana, comunicaba con la escalera por la que se accedía a los Propileos.
Batalla de griegos y bárbaros, en el friso del templo de Atenea Niké.
Escena de sacerdotisas en el friso del templo de Atenea Niké.
Escena de Atenea atándose la sandalia, en la pared del torreón inferior del templo de Atenea Niké.
La decoración escultórica que se ha conservado es excelente,
obra de discípulos del taller de Fidias, bien reconocibles en su virtuoso uso
de la técnica de “los paños mojados” esculpidos al trépano, dirigidos por el broncista Calímaco. En el friso había escenas de
las Guerras Médicas con alusiones religiosas a la ayuda de los dioses tutelares
de la ciudad, Atenea, Zeus y Poseidón, y en los dos frontones destacaban las
figuras alusivas a su dedicatoria a la diosa Atenea, en sus formas de Niké
(victoriosa y alada) y Aptera (sin alas).
Aunque ya fuera del edificio, continuaban su programa escultórico los relieves que
forraban las paredes del torreón inferior, entre los que se ha conservado una bellísima
imagen de Atenea atándose la sandalia y otras escenas
bélicas de los dioses, en lo que es indudablemente una invocación a su ayuda en
la Guerra del Peloponeso contra Esparta y sus aliados.
Significado.
El templo, un prodigio de armonía y belleza, guardaba la
esquina sudoeste de la acrópolis y se divisaba a modo de bienvenida a la
derecha de la entrada, siendo el primer templo cuya visita era importante para
los fieles.
Su estilo jónico, aparte de corresponder mejor por su
esbeltez al mínimo espacio disponible, se ha interpretado como un mensaje
simbólico de la voluntad ateniense de integrar a los jonios de Asia Menor.
Hay que señalar además que la construcción, preterida dos
decenios, se promovió hacia 427-424, cuando ya había comenzado la Guerra del Peloponeso y la ciudad había padecido la
terrible epidemia de peste en la que falleció Pericles. En medio de tantos
problemas, los atenienses afrontaron el proyecto, no como un gasto sino como
una inversión para lograr el favor de su diosa protectora, en su forma de guerrera
victoriosa, en la cruenta guerra. Y todos podían en aquel lugar el templo como
una prueba de la eterna alianza entre Atenea (y también otros dioses) y la fiel
Atenas, en un supremo acto de propaganda política y religiosa.
Fuentes.
Internet.
Libros.
AA.VV. Arquitectura griega. Parramón.
Barcelona. 2000. 95 pp.
AA.VV. Historias
de arte para Bachillerato de las editoriales Algaida, Anaya, Bruño, ECIR, Edebé, Santillana, SM, Vicens Vives...
Boardman,
John. El arte griego.
Destino. Barcelona. 1991 (1967). 252 pp.
Martin,
Roland. Arquitectura Griega. Aguilar. Madrid. 1989 (1980 italiano). 198 pp.
Papaioannou,
Kostas. Arte griego.
Gustavo Gili. Barcelona. 1973. 531 pp.
Pijoan,
José. El Arte Griego.
Summa Artis IV. Espasa-Calpe. Madrid. 1982. 591 pp.
Richter,
Gisela. El Arte Griego.
Destino. Barcelona. 1980.
Robertson,
Martin. Arquitectura Griega y
Romana. Cátedra. Madrid. 1988. 357 pp.
Robertson,
Martin. El Arte Griego.
Alianza. Madrid. 1987. 434 pp.
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