Comentario: Los Propileos (437-431), de Mnesicles.
Descripción.
Vista de la entrada, con la escalera monumental romana, restos de la Puerta Beulé romana al pie del bastión donde se eleva el templo de Atenea Niké (a la derecha), y la fachada externa de los Propileos.
La palabra Propileos, procede del plural griego προπύλαια, compuesto del prefijo προ “pro” y
el singular πύλιον “pylaion”, formando Προπυλαιον, traducido como “delante de
la puerta”, como sinónimo de vestíbulo o sala de recepción.
Se conoce popularmente por
Propileos (otros nombres usados son Propilea y Propylea) el edificio monumental
de la entrada de la Acrópolis de Atenas. Los persas habían destruido los
antiguos Propileos de Pisístrato y habían quedado sin restaurar. Finalmente,
durante un periodo de paz y prosperidad, el jefe ateniense, Pericles, como homenaje
al triunfo de la ciudad en las Guerras Médicas, encomendó el gran plan de
reconstrucción de la Acrópolis al escultor Fidias, que a su vez encomendó este
proyecto específico al arquitecto Mnesicles (activo c. 437-409 aC ).
Vista idealizada desde el Oeste de la Acrópolis en época clásica, con los Propileos y los principales templos.
Vista idealizada del interior de pórtico y de la acrópolis, con la fachada interior dórica. Al fondo a la derecha se observa el Partenón y a la izquierda la estatua de Atenea Prómachos y más allá el Erecteión. Es realidad esta vista no era posible porque había varios muros intermedios que encauzaban y bifurcaban los caminos.
La obra se inició el 437 pero nunca llegó a
terminarse, probablemente debido a los avatares de la guerra del Peloponeso,
iniciada en el año 431, que retrajo los recursos de la ciudad. Las obras se
paralizaron y quedaron inacabados dos pórticos interiores, a los lados
del pórtico central interior, y también quedó inconclusa gran parte del ala sur.
Los Propileos, en un grabado de Jacques-Philippe
Le Bas, basado en un dibujo de Julien-David Le Roy. Les Ruines des plus beaux monuments de la Grèce (1758). Le Roy se situó sobre el basamento
del templo desmontado de Atenea Niké.
Los Propileos en 1896, se ve la parte posterior al fondo, más cerca a la derecha, el Erecteion.
Análisis formal.
El edificio se debía adaptar a una doble problemática:
una funcional pues el edificio debía servir de entrada monumental en forma de
pórtico, por lo que no podía se rodeado sino atravesado, y también debía
albergar una pinacoteca y una biblioteca; y otra espacial puesto que el
edificio estaba en la cima de una cuesta que penetraba en una parte cóncava de
la acrópolis, y desarrollarse.
Plano de planta del proyecto original de los Propileos, con el ala norte a la izquierda y el ala sur a la derecha.
Plano
de planta levantado a mediados del siglo
XIX y que muestra los restos
conservados. Se observa que los pórticos interiores laterales quedaron inacabados.
Fotografía de James Stillman (1869).
Mnesicles resolvió los dos problemas planificando un
doble pórtico rectangular de 18,12 metros de ancho y 12,96 metros de fondo, con
dos fachadas gemelas, una interna (mirando hacia el interior de la acrópolis) y
otra externa (mirando hacia el camino de ascenso), y le acopló dos amplias alas
rectangulares, que finalmente sirvieron para la pinacoteca (el ala norte) y
la biblioteca (el ala sur).
Vista desde el Este de la fachada interior de los Propileos. Se observa que los pórticos laterales no se terminaron pues no hay restos visibles.
Vista desde el Este de la fachada interior de los Propileos. Ya había comenzado la reconstrucción, pues se había repuesto el lado derecho del frontón.
Mnesicles proyectó las dos fachadas (interior y
exterior) del pórtico central según el modelo de un templo dórico hexástilo,
es decir, con seis columnas dóricas monumentales, que enmarcaban las cinco
puertas de acceso al recinto, la central más ancha (4,13 metros de ancho y 7,38
de altura) para encauzar el camino de las Panateneas. Debido a la inusual
anchura del interior y el gran peso del techo, decorado con artesonados del
pesado mármol pentélico, reforzó el sostén del techo con seis columnas perpendicularmente
dispuestas en el centro, pero tuvo la genialidad de escoger para estas el
orden jónico para hacerlas más esbeltas, con lo que facilitaba la vista tanto del interior de los
Propileos como de la acrópolis más allá. Estas seis columnas jónicas son hoy consideradas
paradigmas de este orden arquitectónico. Reforzó además la solidez del
edificio poniendo piezas de hierro entre las piezas del arquitrabe, tal como
se había hecho en el Partenón.
Vista de una grácil columna jónica del interior, que permite comparar su menor circunferencia respecto a la dórica más próxima.
El ala norte, la sala de la Pinacoteca, fue el primer
museo de pintura abierto al público, y exponía una colección de
tablas de pintura de los grandes artistas griegos, como Polignoto, Zeuxis o
Parrasio. En el ala sur, en la pequeña sala de la Biblioteca se
reunía una excelente colección de libros, tanto sagrados como literarios, que
podían leer todos los interesados. El resto del ala, que restó inacabada,
servía solo de acceso a la explanada sobre la que se hallaba el templo de
Atenea Niké.
Significado.
Todas las acrópolis griegas que conocemos tenían
propileos, fueran pequeños o grandes. Muy conocido es por ejemplo el micénico
de Tirinto. Y la misma acrópolis ateniense tenía unos grandes Propileos promovidos
por el tirano Pisístrato que fueron destruidos por los persas en 480.
El ambicioso proyecto de reconstrucción y ampliación
que emprendió Mnesicles prueba el alto compromiso de los atenienses con los
ritos religiosos, la política y la cultura y en concreto a la función del
edificio en el camino de las Panateneas, pues coronaba el camino de ascensión
desde el llano al recinto sagrado superior, al que servía como entrada
monumental, y asimismo era un importante lugar de celebración de festejos y certámenes,
así como pinacoteca y biblioteca.
Desde el punto de vista estilístico es notable la
decisión del arquitecto de utilizar los órdenes dórico y jónico, tal como se
había hecho pocos años antes en el Partenón, y posiblemente esto tiene un
significado no sólo utilitario sino también político de simbolizar la unidad en
la guerra contra los persas de los pueblos de la Grecia continental (el dórico)
y la costa asiática de Jonia (el jónico).
Pero el inacabado edificio nos informa también de la
grave decadencia de la ciudad desde el siglo IV. Los atenienses de la gran
época de Pericles no hubieran cejado en su ambicioso proyecto, pero a sus
sucesores les pareció excesivo y así, a medio construir, nos ha llegado hoy.
Fuentes.
Internet.
Documentales / Vídeos.
Arquitectura griega y Propileos. 15:46. [https://www.youtube.com/watch?v=CuZQY0jN-m8]
La primera mitad para las características generales y la segunda mitad para el
comentario de los Propileos.
Libros.
AA.VV. Arquitectura griega. Parramón.
Barcelona. 2000. 95 pp.
AA.VV. Historias
de arte para Bachillerato de las editoriales Algaida, Anaya, Bruño, ECIR, Edebé, Santillana, SM, Vicens Vives...
Boardman,
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Destino. Barcelona. 1991 (1967). 252 pp.
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Summa Artis IV. Espasa-Calpe. Madrid. 1982. 591 pp.
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Romana. Cátedra. Madrid. 1988. 357 pp.
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