La artista
italiana Sofonisba Anguissola (Cremona, c. 1532/1535-Palermo, 1626).
Fragmento de Autorretrato pintando (1559).
Nacida en una noble familia de Cremona, en fecha indeterminada (la mayoría de las fuentes apuntan h. 1530, pero en la actualidad se decantan más hacia 1532 y especialmente 1535) fue educada en
la pintura junto a sus cinco hermanas (el Museo del Prado tiene una pintura de
su hermana Lucia).
La familia Anguissola (1558), Su padre, Amilcare, entre su hermana Minerva y su hermano Asdrubale.
Partida de ajedrez (1555). Dos fotos con luz distinta de esta pose de familia.
La familia Anguissola (1558), Su padre, Amilcare, entre su hermana Minerva y su hermano Asdrubale.
Partida de ajedrez (1555). Dos fotos con luz distinta de esta pose de familia.
En sus inicios se ha señalado la influencia de su primer
maestro, desde 1545 aproximadamente, el retratista Bernardino Campi, aunque
algunos autores han puesto de manifiesto que Anguissola era claramente superior
en el oficio. En cambio, de su segundo maestro, Bernardino Gatti a partir de
1549, se derivaría la influencia parmesana de Correggio, muy evidente en
Cremona en el siglo XVI, que matiza suavemente el acercamiento veraz a los
objetos y materias que realiza Sofonisba, quien además insiste especialmente
en el estudio psicológico de los modelos.
Vasari visitó por entonces a la familia en Cremona y
dejó constancia de la preparación de Sofonisba tanto en la pintura como en el
dibujo. Su temprana actividad incluye pequeñas obras religiosas, realizadas con
el objetivo de satisfacer un tipo de devoción privada, pero sobre todo destacó
en la realización de retratos, llevando a cabo un tipo de representación un
tanto informal o desenfadada, en el que a menudo sus modelos desarrollan tareas
aparentemente domésticas, acompañados de una serie de objetos que definen en
mayor profundidad su personalidad. Así se manifiesta en sus numerosos autorretratos
en los que Sofonisba aparece leyendo, tocando algún instrumento musical o
pintando (como el ‘Autorretrato’ de
1559); todos estos atributos son a la vez representaciones elocuentes de las
actividades a las que está sujeto un noble de su rango.
En 1559 fue invitada a la corte madrileña de Felipe II
gracias a los oficios del duque de Alba y del duque de Sessa, gobernador de
Milán. En Madrid ejerció de dama de compañía de la reina Isabel de Valois (hasta la muerte de esta en 1568) y
continuó realizando retratos, como el del rey Felipe II en 1565 (retocado en
1579 para hacerlo coincidir con el de su cuarta esposa, Ana de Austria).
En 1573 los oficios del rey consiguieron que se casara
con Fabrizio de Moncada, hermano del virrey de Sicilia, adonde se dirigió
seguidamente. Tras la muerte de su primer esposo en una refriega contra los piratas hacia 1579, volvió a contraer matrimonio
con el noble genovés Orazio Lomellino, capitán del navío que la llevaba a Lombardía (un amor súbito), y después vivieron entre Génova (uno de sus mejores periodos personales y creativos) y desde 1615 en Palermo. En esta
última ciudad la visitó Anton van Dyck el 12 de julio de 1624, retratándola en su cuaderno de
viaje y anotando que pese a su edad (probablemente tenía 89) eso no la impedía conservar un
genio sutil para para discutir sobre la técnica de la pintura.
El antedicho retrato de ‘Felipe II’ (Prado)
anteriormente estuvo atribuido a Juan Pantoja de la Cruz, tal y como aparecía
inventariado en el Alcázar de Madrid en 1686. Ulteriores apreciaciones
estilísticas desaconsejaron esta filiación, señalándose su semejanza con otras
pinturas de la artista de Cremona. Todo ello se afirmó más sólidamente a partir
de la exposición *<Alonso Sánchez Coello y el retrato en la corte de
Felipe II> que tuvo lugar en el Museo del Prado en 1990, que
dio para realizar un examen técnico de la obra. Del mismo modo, su ‘Isabel de Valois sosteniendo un retrato de Felipe II’ también
fue considerada anteriormente de Pantoja de la Cruz.
Su gran fama en vida no evitó que fuera semiolvidada desde su muerte, mas la reivindicación actual
de las mujeres artistas del Renacimiento le ha devuelto un justo aprecio. Fue la primera mujer con obra en el Museo del Prado, que posee la mejor y mayor colección de la artista.
Jorge Sebastián Lozano. ‘Sofonisba Anguissola. Una mirada femenina en la corte’. Conferencia en Museo del Prado (2-II-2016). 67 minutos.
FUENTES.
[https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/anguissola] Referencia del texto.
[http://cuadernodesofonisba.blogspot.com]
[http://cuadernodesofonisba.blogspot.com]
De Diego, Estrella. Sofonisba Anguissola.
“El País” Semanal 2.186 (19-VIII-2018). [https://elpais.com/elpais/2018/08/14/eps]
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