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lunes, 2 de noviembre de 2015

El Renacimiento y el Manierismo en España.

EL RENACIMIENTO Y EL MANIERISMO EN ESPAÑA.

Índice.
Introducción al Renacimiento y el Manierismo en España.
El Humanismo español.
Periodización del Renacimiento español:
1) El estilo gótico-renacentista o plateresco español: las influencias.
2) El estilo renacentista clásico español: las influencias.
3) El estilo manierista o herreriano: las influencias.
La literatura artística española en el siglo XVI.
La condición social del artista.
El coleccionismo.
La arquitectura.
El urbanismo.
La escultura.
La pintura.

Prólogo.
La historia del arte del Renacimiento español es de un interés preferente en la universidad española actual. La historia del arte en Cataluña estuvo dominada desde principios de siglo por estudiosos nacionalistas poco formados, mientras la de Baleares estaba en manos de aficionados y periodistas, hasta la llegada de Santiago Sebastián a Mallorca y el Renacimiento ha sido desde entonces uno de los temas más estudiados por los historiadores del arte. Hoy comienza a haber una bibliografía aceptable, pero aún quedan sin estudiar muchos temas. Entre las fuentes más citadas destacan:
Sánchez Cantón. Fuentes literarias para la Historia del arte español. vol. 1º (s. XVI). 1923.
Fernández Arenas. Fuentes del Renacimiento y Barroco en España. Gustavo Gili. vol. 6º. 1982. 
Colección Ars Hispaniae. Vol. 11 (Arquitectura, Chueca Goitia), 12 (Pintura, Diego Angulo), 13 (Azcárate, escultura), 20 (Decorativas). Camón Aznar. Historia General del Arte. Summa Artis XVII y en Historia del Arte Labor. vols. 9º, 10º.
Santiago Sebastián et al. Historia del arte hispánico. vol. 8º. Alhambra. Madrid. 1980.
Fernando Checa. Pintura y escultura del Renacimiento en España 1450-1600. Cátedra. 1983. 
Fernando Marías. El largo siglo XVI. Los usos artísticos del Renacimiento español. Taurus. 1989. 
Nieto, Morales y Checa. Arquitectura del Renacimiento en España 1488-1599. Cátedra. 1989.

Introducción al Renacimiento y el Manierismo en España.
El arte del siglo XVI en España tiene grandes diferencias regionales, con una indefinición estilística, debido a la suma de las influencias tardogóticas locales más las influencias flamenca e italiana. El modelo clásico italiano en España triunfa en el reinado de Carlos I durante el decenio de 1520, más tarde que en Italia, y al final asistimos a su triunfo en el reinado de Felipe II, en al segunda mitad del siglo.
En el Renacimiento español hay una fusión de los modelos gótico, flamenco e italiano.
La arquitectura española del Renacimiento se caracteriza por la fusión de la estructura gótica y de la decoración renacentista, en un estilo plateresco, cuyas fachadas aparecen como de orfebrería, con candelabros y tallos vegetales italianos, más escudos y medallones españoles. Los edificios más representativos son las catedrales, hospitales de grandes patios (Santiago, Granada, Toledo), universidades de fachadas humanistas (Salamanca, Alcalá), palacios (Monterrey en Salamanca). Salamanca aparece como la ciudad plateresca, con la Casa de las Conchas (arquitectura gótica, pero decoración renacentista), la Universidad (una fachada ricamente adornada con motivos humanistas), el palacio de Monterrey (con muros austeros y un remate de rica decoración plateresca). El Escorial es la cumbre de la arquitectura española, construida por Juan de Herrera (estilo herreriano) entre 1563 y 1584 para conmemorar la victoria de San Quintín. De planta geométrica cuadrada con la iglesia en el centro y la biblioteca y las estancias reales a los lados, cúpulas esféricas, fachadas rectangulares, muros austeros, patios casi cuadrados. Es una obra de complejos mensajes ideológicos.
La escultura española es de tema religioso, muy influenciada por Miguel Ángel, pero atendiendo menos a la energía y más a la piedad y el amor a Dios, despreocupándose de la belleza física. Destacan Alonso Berruguete y Juan de Juni.
La pintura hispana tiene a Morales “El Divino” y sobre todo El Greco, de formación griega e italiana, aunque afincado y finalmente hispanizado en Toledo.

El Humanismo español.
El humanismo español es el más destacado en Europa después del italiano, con grandes centros como las universidades de Salamanca y Alcalá de Henares, y el apoyo de los monarcas o del regente Cisneros.

Periodización del Renacimiento español:
1) El estilo gótico-renacentista o plateresco español: las influencias.
Corresponde a la mayor parte del reinado de los Reyes Católicos y la regencia del cardenal Cisneros. Durante gran parte del siglo XX se usó el concepto de "plateresco", pero actualmente se prefiere hablar de Renacimiento español y el plateresco se reserva para definir el estilo de finales del siglo XV y las primeras dos décadas del siglo XVI.

2) El estilo renacentista clásico español: las influencias.
El reinado del emperador Carlos V (1516-1555) representa el triunfo del arte cortesano y la introducción del erasmismo y del clasicismo, siendo un factor esencia en la llegada del Renacimiento, junto a la demanda de los nobles y eclesiásticos españoles, llegada directamente desde Italia, pero después de un primer periodo en el que se importaron obras de arte de Italia, aparecen en territorio español destacados artistas extranjeros o españoles como Bigarny, Berruguete y Juan de Juni.

3) El estilo manierista o herreriano: las influencias.
El reinado de Felipe II (1556-1598) es marcado por éxito de la influencia manierista italiana y el desarrollo de una arquitectura y unas artes plásticas con una personalidad propia muy acusada, como denotan el edificio de El Escorial o la pintura de El Greco.

LA LITERATURA ARTÍSTICA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVI.
Sagredo.
El tratado de Diego de Sagredo, Medidas del romano (1526, Toledo), alcanzó un rápido triunfo en Europa. Su obra es una codificación de la tradición local y de la adaptación a la influencia italiana. Es un texto esencial para comprender la época artística e inició la polémica de los modelos medieval y renacentista (naturalismo, proporción y perspectiva) hacia 1530, cuando hubo una toma de conciencia sobre los problemas teóricos del arte. Los temas son:
- La reivindicación de la arquitectura y del arquitecto respecto a la construcción y el maestro de obras.
- El estudio de la proporción del cuerpo humano.
- La aplicación de los principios de geometría a la arquitectura.
- La definición de los elementos arquitectónicos: columnas, géneros, decoración.
- El registro de los repertorios ornamentales, de la escuela lombarda casi todos.
Sagredo se opone a la mezcla de estilos. Desea que las obras sean de un estilo o de otro, romano (el clásico renacentista) o moderno (el gótico en la opinión de la época).

Pérez de Oliva
Fernán Pérez de Oliva escribió Diálogo de la dignidad del hombre (escrito en 1530 y publicado en 1585 en Córdoba). Humanista cordobés, formado en Bolonia y París, fue rector de la Universidad de Salamanca. Fue un difusor de las ideas de Sagredo, pero desde un planteamiento ético: exalta la grandeza y belleza del hombre y defiende que la belleza está en la compostura y la proporción.

Villalón.
Cristóbal de Villalón, en su Escolástico introduce la tesis de la «pictura poesis», de la poesía como pintura hablada y de la pintura como poesía sin lengua. Hay en esta obra un claro predominio de lo italiano sobre lo medieval.

Ruiz el Joven.
Hernán Ruiz el Joven publicó el Libro de Arquitectura (1545-1562). Es una traducción comentada de la obra de Vitruvio y de la lectura de Serlio. Introduce la teoría del Manierismo.

LA CONDICIÓN SOCIAL DEL ARTISTA.
La consideración social del artista en España mejora notablemente. Los artistas se dignifican profesionalmente como artífices (como reivindica Oliva) y creadores. Manifestación de esta mejora es la abundancia de autorretratos en los que el artista se revaloriza socialmente, como los del escultor Damiá Forment en un medallón en el retablo de la catedral de Valencia y en el retablo de la catedral de Huesca, de él y su esposa, en los que se equipara a Fidias y Praxíteles. Un autorretrato de Yáñez de Almedina está en el retablo de Játiva, siguiendo una costumbre que se generalizará en la segunda mitad del siglo XVI.
Otra manifestación es el artista cortesano, que vive y trabaja junto al monarca o un noble, a cuyo lado el artista se ennoblece, recibiendo títulos de caballero o “magnífico señor”. Trabaja para una élite y él mismo es elitista. Es más versátil, como Pedro Machuca, que trabaja en varias artes y en los preparativos de las fiestas. Es más sumiso a las peticiones de los comitentes en temas y estilos, de acuerdo al gusto de estos mecenas mucho mejor formados que en el siglo XV, aunque también pueden tener un gusto arcaico, como lo sufrirá Pedro Berruguete, que debe volver a un estilo medieval para poder trabajar. De hecho, el siglo XVII barroco es el verdadero siglo de desarrollo teórico y artístico en España, con un auge extraordinario, el Siglo de Oro.
La organización profesional de los artistas en el siglo XVI es aún corporativa, en una concepción del arte como actividad manual controlada por los gremios. La excepción es siempre gracias a mecenazgos concretos, como ocurre los arquitectos del rey.
La enseñanza artística se difunde y se promueven las Academias de Arte como centros educativos obligatorios.

EL COLECCIONISMO.
El mercado del arte y el coleccionismo aumentan al socaire de la multiplicación y enriquecimiento de la clientela, que ya no será de un modo preeminente la Iglesia, pues en el siglo XVI se consolidan definitivamente los nuevos clientes: la nobleza, la monarquía y, en menor medida, la burguesía.
La colección toma una doble dimensión, privada y pública, con un cambio del gusto, pues en la Edad Media el ideal era la acumulación de tesoros y de reliquias con valor simbólico, mientras que durante el reinado de los Reyes Católicos se evoluciona progresivamente hasta la búsqueda de objetos de valor material y exóticos, aunque la Iglesia es aún la principal propietaria de obras de arte. Los nuevos coleccionistas privados exigen, en contraste con la Iglesia, el carácter privado del lugar de exposición.
Durante el reinado de los Reyes Católicos se evoluciona progresivamente hasta la búsqueda de objetos de valor material, y exóticos, aunque la Iglesia es aún la principal propietaria de tesoros. Cambia la presentación de las obras, que sigue un criterio clasificatorio en la Sacristía de Guadalupe por razones de materia o tamaño. La Capilla Real de la Catedral de Granada albergó la colección real de los Reyes Católicos.
La concepción del coleccionismo con Carlos I se caracteriza por:
- Un mayor contenido profano.
- La creciente valoración del objeto por lo formal y artístico, más que por su simbolismo.
- La valoración del objeto exótico, raro o natural (Cámaras de Maravillas, con dos criterios, la Naturalia y la Artificialia).
Oro aspecto es el carácter privado del lugar de exposición de las colecciones, que no se guardan sólo en iglesias sino en palacios o mansiones, para el disfrute privado o semiprivado, abriéndose en días señalados.

La arquitectura y el urbanismo.
La arquitectura española del Renacimiento se caracteriza por la fusión de la estructura gótica y de la decoración renacentista, en un estilo plateresco, cuyas fachadas aparecen como de orfebrería, con candelabros y tallos vegetales italianos, más escudos y medallones españoles. Los edificios más representativos son las catedrales, hospitales de grandes patios (Santiago, Granada, Toledo), universidades de fachadas humanistas (Salamanca, Alcalá), palacios (Monterrey en Salamanca). Salamanca aparece como la ciudad plateresca, con la Casa de las Conchas (arquitectura gótica, pero decoración renacentista), la Universidad (una fachada ricamente adornada con motivos humanistas), el palacio de Monterrey (con muros austeros y un remate de rica decoración plateresca).

El Ayuntamiento de Sevilla, ordenado por el rey Carlos I y proyectado por el arquitecto Diego de Riaño, que inició las obras en 1526, fue el primer edificio renacentista de la ciudad, con partes tan emblemáticas como la Sala Capitular Baja, de decoración clásica. Un anexo muy posterior, fruto de la desamortización del convento de San Francisco, se construyó a mediados del siglo XIX, en estilo neoclásico.

El Escorial es la cumbre de la arquitectura española, construida por Juan de Herrera (estilo herreriano) entre 1563 y 1584 para conmemorar la victoria de San Quintín. De planta geométrica cuadrada con la iglesia en el centro y la biblioteca y las estancias reales a los lados, cúpulas esféricas, fachadas rectangulares, muros austeros, patios casi cuadrados. Es una obra de complejos mensajes ideológicos.

La escultura.
La escultura española es de tema religioso, muy influenciada por Miguel Ángel, pero atendiendo menos a la energía y más a la piedad y el amor a Dios, despreocupándose de la belleza física.
El palentino Alonso Berruguete, formado en Italia, y destaca con el retablo de Olmedo (San Sebastián, San Jerónimo, grupo de Abraham e Isaac) y el coro de Toledo (grupo de la Transfiguración), obras de llameante espiritualidad, figuras retorcidas y dramáticas, de cuerpos delgados y débiles, rostros expresivos.
El borgoñés Juan de Juni trabajó en León, Valladolid y Segovia. El grupo del Descendimiento muestra sus figuras más amplias, menos delgadas que Berruguete, más miguelangelescas, ropajes movidos y gestos teatrales, de expresividad que domina sobre la belleza física.

La pintura.
La pintura hispana tiene a Morales “El Divino”, como autor de enternecedoras Vírgenes con el Niño, llenas de sentimiento religioso.
El principal pintor será El Greco (1541-1614), cretense formado en Venecia, que vivió en Toledo y mostró la religiosidad toledana. Sus rasgos son: alargamiento extraordinario de las figuras para dotarlas de espiritualidad (con cabezas muy pequeñas), ropas flotantes que aumentan la sensación de ingravidez y ausencia de peso de las figuras, colores fríos (gris, violeta, gamas de verdes), ausencia de paisaje (sólo lienzos de cielo, con luces de tormenta, extrañas como si fuera una visión irreal). Las principales temas son la religiosa y el retrato.
Destacan El martirio de San Mauricio para El Escorial (que no gustó a Felipe II), El Expolio y, sobre todo, El entierro del conde de Orgaz (iglesia de Santo Tomé en Toledo) en cuyo cortejo fúnebre introduce una serie de extraordinarios retratos. El retrato más famoso es El caballero de la mano en el pecho, de concentración en el rostro de mirada melancólica y en la mano.

FUENTES.

Exposiciones.

*<La invención del cuerpo. Desnudos, anatomía, pasiones>. Valladolid. Museo Nacional de Escultura (6 julio-4 noviembre 2018). Obras de Tiziano, Ribera, Pedro de Mena, Goya… de figuración religiosa y el cuerpo femenino desde el Renacimiento al Barroco tardío. Reseña de Parreño, José María. El descubrimiento del cuerpo. “El Cultural” (7-IX-2018).

 

Libros.
Morán, Miguel; Piñeiro, Gustavo. La memoria de las piedras. Anticuarios, arqueólogos y coleccionistas en la España de los Austrias. Centro de Estudios Europa Hispánica. 2010. 452 pp. Reseña de Luis Ribot. “El Cultural” (9-VII-2010) 23.
Triadó, Juan-Ramón. Carlos V y su época. Carroggio. Madrid. 2000. 400 pp. Historia, arte y cultura.
Yarza Luaces, Joaquín. Los Reyes Católicos. Paisaje artístico de una monarquía. Nerea. Madrid. 1993. Propone una nueva valoración crítica del arte del periodo, a través de la clientela y los artistas, en aquel momento todavía artesanos subordinados a los intereses de sus clientes. Los modelos confluían y se mezclaban: Renacimiento italiano, arte nórdico, tradición gótica y mudéjar.
Ynduráin, Domingo. Humanismo y Renacimiento en España. Cátedra. Madrid. 1994. 528 pp.

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