Comentario: El Erecteión (421-406), de Mnesicles.
Descripción.
Vista desde el SO, con los restos del antiguo templo de Atenea Poliás y otros edificios posteriores en primer término.
El Erecteión (o Erecteón), probablemente
obra de Mnesicles, fue erigido en 421-406, en el lado norte de la acrópolis, en paralelo
al Partenón, al otro lado de donde antes habían estado los templos de Atenea
Poliás y el Hecatompedón, destruidos por los persas en el 480.
Vista idealizada desde el Oeste de la Acrópolis en época clásica, con los Propileos y los principales templos.
Vista idealizada del interior de pórtico y de la acrópolis, con la fachada interior dórica. Al fondo a la derecha se observa el Partenón y a la izquierda la estatua de Atenea Prómachos y más allá el Erecteión. Es realidad esta vista no era posible porque había varios muros intermedios que encauzaban y bifurcaban los caminos.
Vista del Erecteión en un grabado del francés Turpin de Crissé h. 1800. Entonces era el edificio del harén del gobernador turco, estaba cerrado y compartimentado, y en algunos grabados incluso se ve la ropa para secar colgada de las Cariátides.
El Erecteión en una pintura del irlandés Edward Dodwell (1821). Se observa detrás a la derecha el edificio del harén, y al fondo a la izquierda la guarnición turca. Poco después el Erecteión fue bombardeado y padeció graves daños.
El templo se quemó en el
siglo I aC y fue reparado posteriormente con alteraciones menores. En el siglo
IV se convirtió en una iglesia paleocristiana dedicada a la Theometor (Madre de Dios). Se convirtió
en palacio bajo el dominio franco en el siglo XIII y fue la residencia del
harén del gobernador turco durante el dominio otomano hasta principios del siglo
XIX, cuando Lord Elgin se llevó una de las Cariátides y una columna a Londres.
Durante la inmediata Guerra de Independencia griega, hacia 1823-1824, el
edificio fue bombardeado y dañado severamente. Se restauró hacia 1830
y después de padecer un terremoto en 1852, fue reconstruido por los arqueólogos
de la Escuela Francesa de Atenas, y de nuevo fue ampliamente restaurado en
1979-1987.
Análisis formal.
Es un templo jónico excepcional. El hecho de que el
terreno fuera accidentado, y el temor a destruir los importantes santuarios
anteriores del pequeño lugar (entre otros mitos, se creía que en ese punto
exacto la diosa Atenea había fundado la ciudad), forzaron al arquitecto a
idear una complicada planta asimétrica, por lo que el conjunto une dos edificios
perpendiculares entre sí, con dos niveles. Construyó el conjunto en el
mismo mármol pentélico del Partenón y lo pintó con ricos y caros colores, gris
para la mayor parte y dorado (con láminas de oro) en las más importantes, de
cuyo presupuesto nos ha quedado una inscripción hallada en las excavaciones.
1. Naos consagrada a Atenea. 2. Pórtico Norte consagrado a Poseidon. 3. Naos de Poseidon-Erecteo. 4. Naos del héroe Butes. 5. Naos de Hefesto. 6. Tribuna de las Cariátides.
Vista desde el SE del edificio oriental dedicado a Atenea Poliás.
Vista desde el E del edificio oriental dedicado a Atenea Poliás.
Atenea Poliás, en una probable copia de la xoana del Erecteión.
El edificio oriental, de un nivel más alto, de eje
mayor en sentido este-oeste y pórtico jónico hexástilo en la fachada del este,
se dedicaba a Atenea Poliás, la antigua diosa de culto agrícola, y cuenta con
una amplia naos de forma rectangular, en la que se guardaba el xoanon de Atenea, el más sagrado de la
ciudad, una antiquísima y muy venerada (los atenienses llamaban popularmente al
Erecteión “el templo de la acrópolis donde se guarda la antigua estatua”) estatua
de madera de olivo de la diosa, de la que se decía que era un regalo de Zeus
caído del cielo y había sido consagrada por el rey Cécrope. Ante la estatua de
la diosa ardía permanentemente el aceite de la famosa “llama eterna” en una
lámpara de oro con forma de palmera. También se guardaban en la naos los
trofeos y tesoros de las Guerras Médicas, entre otros la espada del general
persa Mardonio tomada en la batalla de Platea en 479.
El edificio occidental, situado a un nivel tres metros
más bajo que el anterior, tiene un eje mayor en sentido sur-norte y cuenta con
pórticos en ambos extremos, al sur y al norte. Es el de estructura más compleja
y se dedicaba a los dioses Poseidón Erecteo y Hefesto, y a los reyes Erecteo,
Butes y Cécrope.
El espacio principal es el de Poseidón Erecteo (“el
que sacude la tierra”, uno de los epítetos áticos del dios marino y de los
terremotos).
Imagen del dios Poseidón Erecteo.
Imagen del dios Poseidón Erecteo.
Pórtico norte del Erecteión.
Se abre con un pórtico tetrástilo con seis columnas jónicas
(cuatro enfrente y dos a los lados), en el que se veneraba (hoy los visitantes se
conforman con la visión de unas fracturas similares en un arquitrabe) como un
tesoro una roca estriada por el tridente del dios durante la mítica disputa por
el dominio de Atenas entre Poseidón y Atenea, que fue finalmente vencedora según
el juicio del rey Erecteo porque le regaló un olivo.
Debajo del pórtico había una habitación con una estatua del rey Cécrope como dios-serpiente, a la que los atenienses ofrendaban unas tortas de miel en agradecimiento a su ley por la que prohibía los sacrificios humanos a Zeus, sustituyéndolos por dichas tortas.
Cécrope representado como dios-serpiente en una cerámica. La estatua del Erecteión sería muy similar.
Debajo del pórtico había una habitación con una estatua del rey Cécrope como dios-serpiente, a la que los atenienses ofrendaban unas tortas de miel en agradecimiento a su ley por la que prohibía los sacrificios humanos a Zeus, sustituyéndolos por dichas tortas.
Cécrope representado como dios-serpiente en una cerámica. La estatua del Erecteión sería muy similar.
En el interior sigue una naos amplia, de forma rectangular
en sentido norte-sur, consagrada al mismo dios Poseidón Erecteo y al rey
Erecteo, llamada por este doble vínculo Erecteión (de esto viene el nombre con
que el hoy se conoce a todo el conjunto). Del dios se contemplaba aquí un manantial
sagrado de agua salobre que vendría del “mar de sal” bajo la tierra, que según
el mito abrió Poseidón con un golpe de su tridente, y que hoy está cegado y
seco. En cuanto a Erecteo, homónimo del dios, fue un famoso rey de Atenas que
tuvo un destino aciago según varios mitos (uno contaba que había sido fulminado
por Poseidón y otro por Zeus), y en esta naos estaba su tumba.
En el lateral de la naos situado al este había dos
puertas por las que se accedía a otras dos naos más pequeñas, casi cuadradas, una
de ella consagrada al dios Hefesto (del fuego y protector de los herreros) y la
otra a Butes (el hermano sacerdote de Erecteo y su sucesor en el trono, casado
con su hija Ctonia, la única superviviente del sacrificio que más abajo se comentará)
y sus descendientes, que constituyeron la familia real ateniense.
Vista desde el SE del Pórtico de las Cariátides.
Vista desde el S (posición del Partenón) del Pórtico de las Cariátides.
Prosigue este nivel occidental en el pórtico meridional,
llamado comúnmente Pórtico o Tribuna de las Cariátides, que cubre la escalera
que desciende a la tumba de Cécrope (Pausanias y Heródoto le llamaron Erecteo
y con este nombre aparece en varios textos en vez de Cécrope), el mítico segundo
rey del Ática, representado como un sabio dios-serpiente y reverenciado como fundador
de Atenas. Tiene seis columnas jónicas, con fustes policromados de figuras
femeninas de 2,3 metros de altura, que visten túnicas jónicas y llevan sobre
la cabeza un cesto que actúa como capitel para soportar la carga del arquitrabe.
Les faltan las manos pero se supone que la izquierda sujetaría la vestimenta y
la derecha algún objeto de culto. Actualmente se muestran copias, pues cinco
originales están en el Museo de la Acrópolis y la otra en el British Museum.
Fueron esculpidas probablemente por el taller de Alcámenes, un brillante
discípulo de Fidias, pues se reconoce su estilo en estas figuras y en otras
obras de su mano. Algunos autores señalan al escultor Calímaco, que trabajaba
por entonces muy cerca, en el templo de Atenea Niké, pero su estilo parece bien
distinto.
El Pórtico de las Cariátides en un grabado h. 1830, una vez despojado de los elementos añadidos del harén turco.
Parece razonable suponer que el mismo escultor
Alcámenes o comentaristas posteriores fundieron la historia original de las
hijas de Erecteo con este rito de la ciudad de Caria y, mucho más cercano, el
rito de las korai, las jóvenes que
participaban en la Procesión de las Panateneas y en otros eventos religiosos atenienses,
probablemente imitando el rito cario, que aprenderían en el Brauronión (el
santuario dedicado a Artemesa muy cerca
de la entrada de la acrópolis).
Las Cariátides en el nuevo Museo de la Acrópolis.
Vista desde el O, con el falso pórtico en el centro, el pórtico septentrional de Poseidón a la izquierda y el pórtico meridional o de las Cariátides a la derecha.
Volviendo al edificio, el pórtico occidental era en
realidad un falso pórtico, con ventanas separadas por semicolumnas adosadas a
pilastras. Tenía probablemente una doble función, de acceso y lugar de
contemplación en un nivel superior sobre el Pandroseión, situado más abajo.
Pero en algún momento que desconocemos (o tal vez desde el inicio) el acceso a
la escalera se abrió unos metros más al norte, en un lateral del pórtico
septentrional.
Vista desde el O, con el terreno del antiguo santuario del Pandroseión en primer término. El olivo actual fue sembrado en 1917 en homenaje al olivo sagrado de Atenea.
Más allá del nivel occidental, en un nivel todavía más
inferior, está el Pandrossos o Pandroseión, un pequeño santuario en forma de
jardín abierto o exedra, para honrar el primer olivo, un regalo de Atenea a la
ninfa Pandrosia, una hija de Erecteo (o Cécrope según otros). Se erigió también en 421 y los autores
todavía discuten si debe considerarse un templo independiente o una parte más
del gran conjunto del Erecteión (la tesis por la que me inclino).
Significado.
A la salida del Partenón, ya alcanzada la parte más
alta de la Acrópolis, el camino de las Panateneas proseguía con la obligada
visita al más ancestral de los templos, situado justo enfrente, el Erecteión,
en realidad un conjunto de al menos seis pequeños santuarios y templetes, y al
menos dos tumbas, erigidos en distintas épocas, descollando los templos
antiguos de Atenea Poliás y Erecteo, lo que explica la diversidad de espacios y
niveles del edificio, que fueron restaurados y reformados (421-406) por el
arquitecto Mnesicles para que tuvieran una unidad estética en un estilo jónico,
del que es una de las obras maestras en la arquitectura griega.
Procesión al Erecteión en sentido O-N de la acrópolis. A la derecha está el Pandroseión.
Asombra el hecho de
que la ciudad de Atenas emprendiera este caro y ambicioso proyecto justamente
durante la época final de la Guerra del Peloponeso, puesto que la situación
financiera de la ciudad fue a menudo desesperada, en medio de las frecuentes
derrotas, de las constantes bajas humanas, de los excesivos gastos militares, pero
el pueblo ateniense demostraba en el Erecteión su compromiso religioso con sus
dioses y antepasados ancestrales. En medio de la peor crisis, la vuelta y el
respeto al pasado eran anclajes de estabilidad emocional y política. Un año
después de acabar las obras del Erecteión, Atenas fue vencida finalmente por
Esparta, pero su espíritu democrático no fue destruido y al cabo de pocos años
retornó con nuevo vigor.
Fuentes.
Internet.
Libros.
AA.VV. Arquitectura griega. Parramón.
Barcelona. 2000. 95 pp.
AA.VV. Historias
de arte para Bachillerato de las editoriales Algaida, Anaya, Bruño, ECIR, Edebé, Santillana, SM, Vicens Vives...
Boardman,
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Destino. Barcelona. 1991 (1967). 252 pp.
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Papaioannou,
Kostas. Arte griego.
Gustavo Gili. Barcelona. 1973. 531 pp.
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Summa Artis IV. Espasa-Calpe. Madrid. 1982. 591 pp.
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Destino. Barcelona. 1980.
Robertson,
Martin. Arquitectura Griega y
Romana. Cátedra. Madrid. 1988. 357 pp.
Robertson,
Martin. El Arte Griego.
Alianza. Madrid. 1987. 434 pp.
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