Comentario: Rafael y La escuela de Atenas (1510-1512).
Descripción.
La Escuela de Atenas es una pintura al fresco que tiene una base de 7,7 metros de ancho y alcanza una altura máxima de 5 metros en el extremo del arco. Rafael Sanzio la realizó entre 1510-1512 (muchos la datan con más precisión en 1511). Está ubicada en la Estancia del Sello o Stanza della Segnatura, que debía ser la biblioteca de las “Estancias del Vaticano”, un conjunto de cuatro habitaciones del Palacio del Vaticano, cuya decoración fue encargada por el papa Julio II a varios artistas, aunque finalmente estos fueron remplazados por Rafael en 1508. Por eso hoy en día esas estancias se conocen también como “Estancias de Rafael”.
Los cuatro frescos de esta Estancia del Sello son alegóricos, personificando La teología, La filosofía, La poesía y La justicia, respondiendo a un programa iconográfico de las actividades intelectuales del hombre. En una de las paredes, bajo La teología, se sitúa La disputa del Sacramento, que representa el misterio de la Eucaristía; la escena queda dividida en dos zonas, la terrenal y la celestial. Enfrente, establecendo un contraste entre las creencias religiosas y las laicas, se sitúa La Escuela de Atenas (que representa la filosofía) y que fue el tercer fresco que completó Rafael, después de La disputa del Sacramento y El Parnaso (la literatura), en el que el dios Apolo aparece rodeado por las nueve musas y 15 grandes poetas (Homero, Virgilio, Dante, Boccaccio..,), con un colorido brillante y variado, cuya composición está marcada por el equilibrio y la simetría, creando una escena de gran belleza. Por último, bajo La justicia, se puede observar el fresco del papa Gregorio IX aprobando los Decretales.
La segunda estancia, la de Heliodoro (1512-1514), pintada por Rafael y sus discípulos Giulio Romano y Giovanni Penni, contiene escenas que representan el triunfo de la Roma católica sobre sus enemigos: La expulsión de Heliodoro del templo, La liberación de san Pedro, El encuentro de Atila y León Magno o El milagro de Bolsena, todos ellos ejemplos de liberaciones gracias a la intervención divina.
La tercera estancia, la de El incendio del Borgo, narra el suceso ocurrido en el barrio romano del Borgo en el 847, cuando el papa León III consiguió extinguir el incendio con su poder milagroso. Debido a sus numerosas actividades, Rafael sólo consiguió pintar parte de los murales de esta estancia; el resto corresponde a sus ayudantes, lo que hace que el efecto general sea menos armonioso y carezca del consumado equilibrio propio de Rafael. El conjunto hace numerosas referencias a la antigüedad clásica y se anticipa al Manierismo por su marcado carácter dramático o teatral, con los cuerpos torsionados y potentes claroscuros.
Finalmente, para la cuarta cámara, sólo realizó los bocetos preparatorios.
Análisis temático.
La pintura de Rafael alcanza un grado sublime en esta obra, posiblemente la más famosa de su producción. Cuando el espectador contempla el fresco se introduce en el mundo clásico y aprecia el movimiento de los diversos personajes, en un templo de inspiración romana, posiblemente siguiendo los proyectos de Bramante para la nueva basílica vaticana, enlazando con la idea del templo de la Filosofía evocado por Marsilio Ficino.
La Escuela de Atenas tiene muchos personajes, que probablemente representan las disciplinas que componían el "Trivium" y "Quadrivium". Hasta hoy siguen faltando algunas identificaciones y otras son dudosas, de manera que existen diferentes hipótesis. En varios casos, Rafael usó como referente físico a personalidades contemporáneas, como a sí mismo en un autorretrato, y a Bramante o Miguel Ángel.
Dos figuras escultóricas flanquean la escena y la dominan en la mitad superior. Se trata del dios Apolo, símbolo del orden, la armonía y la razón, y la diosa Atenea (Minerva en Roma), símbolo de la sabiduría, las artes y la inteligencia bélica.
Sobre este escenario, vemos la representación de diversos personajes históricos del ámbito de la filosofía, la matemática, la ciencia, las artes y la política. Ellos conviven con la presencia de algunas figuras de la propia época renacentista.
Las figuras se sitúan en un graderío, formando diversos grupos que rodean el centro de la composición, que fácilmente podemos ubicar por el cielo claro y diáfano que se abre detrás de las cabezas de los dos grandes filósofos clásicos, los protagonistas indiscutibles de la escena: Platón (para el que escoge el rostro de Leonardo da Vinci), que levanta el dedo y sostiene su diálogo del "Timeo", y Aristóteles, que tiende su brazo hacia adelante con la palma de la mano vuelta hacia el suelo con su "Ética" sujeta en el otro brazo. Representan las dos doctrinas filosóficas más importantes del mundo griego: el idealismo y el realismo.
Ambos personajes dialogan y avanzan ante un grupo de figuras que forman un pasillo y les rodean, en distintos niveles.
Estos personajes evocan lo que fue la Academia de Atenas, una escuela fundada por el propio Platón hacia el siglo IV aC para la enseñanza de la filosofía, las matemáticas, la astronomía, la medicina y la retórica. En ella aprendieron y colaboraron Aristóteles y otros grandes miembros de la cultura clásica, y su existencia se prolongó hasta el siglo V dC, casi nueve siglos, gracias a la protección y el mecenazgo de la ciudad ateniense y después de los emperadores romanos.
Análisis formal.
La Escuela de Atenas, como los otros tres frescos de las Estancias, Rafael muestra su dominio de la composición espacial, en profundidad y amplitud, superando los modelos florentinos de su juventud e iniciando su floreciente periodo romano.
Vasari dijo refiriéndose a Rafael: “fue en la composición de las historias tan fácil y rápido que competía con la palabra escrita”. Esta referencia es perfectamente aplicable a esta escena donde los gestos, las expresiones o los movimientos de las figuras están interpretados con sabiduría, creando un conjunto dotado de gracia y vitalidad.
El fresco utiliza la perspectiva lineal o en punto de fuga, puesto que Rafael aprovechó la técnica de la arquitectura pintada para crear una mayor sensación de profundidad, tal como había aprendido de Perugino. Los diferentes grupos de personajes se ubican de manera simétrica, dejando el espacio central vacío para contemplar mejor a los protagonistas, recortados ante un fondo celeste e iluminados por un potente foco de luz que resalta la monumentalidad de la construcción.
En las paredes del templo contemplamos las estatuas de Apolo y Minerva así como las bóvedas de casetones y los espacios abiertos que dominan el edificio, creando un singular efecto de perspectiva.
La escena se enmarca en un espacio arquitectónico que representa un templo propio de la arquitectura romana, lo que llama la atención en una obra que pretende recrear el mundo cultural griego. Las referencias constructivas son las del mundo romano, particularmente según la concepción que vemos en Bramante, que había estado a cargo del proyecto para la renovación de la Basílica de San Pedro, que era de estética paleocristiana, sustituyéndola por una renacentista de planta centralizada y es muy probable que el espacio de esta pintura se fundamente en este proyecto.
El escenario se conforma con tres bóvedas de cañón sucesivas, formadas por arcos de medio punto, cuyos fondos abiertos y separaciones sugeridas crean mayor sensación de profundidad. A los lados de tales bóvedas, vemos una galería de columnas y estatuas, referencia alegórica de la cultura grecolatina.
La amplia gama cromática, la luminosidad que brota de varias fuentes de luz creando distintos claroscuros, la calidad del dibujo, la volumetría perfecta de los cuerpos, la composición equilibrada de los grupos de personajes que dialogan con naturalidad, muestran el extraordinario dominio técnico de Rafael, que aquí logra una obra maestra de la pintura del Cinquecento, mostrando sus principales características.
Significado y contexto histórico-artístico.
La Escuela de Atenas representa el valor del pensamiento científico y la verdad natural, cuyo desarrollo es atribuido a la Antigüedad clásica.
La obra encarna el programa cultural del Renacimiento, pues vemos la presencia de los grandes pensadores y científicos del mundo clásico, e incluso del mismo Renacimiento, a inicios del siglo XVI, la época del Cinquecento, cuando a Florencia se le une Roma como gran centro artístico, gracias a que atrae a muchos de los mejores maestros florentinos mediante el activo mecenazgo de los papas (sobre todo los de la familia Médicis: Julio II y León X), mientras otras ciudades italianas (Venecia, Nápoles, Milán) se convierten también en grandes centros artísticos, más proclives al color y la luz, que Florencia, donde siempre se estimará más el dibujo.
Raphael, School of Athens. SmartHistory.
10:41. [https://www.youtube.com/watch?v=Smd-q44ysoM]
Rafael. La Escuela de Atenas. KhanAcademy. 10:43. [https://www.youtube.com/watch?v=UTUwaWuJhGs]
La Escuela de Atenas. 22:31. [https://www.youtube.com/watch?v=m49vSgFcUj0]
muy buen trabajo señor!!
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