lunes, 8 de febrero de 2021

Comentario: Borromini y San Carlo alle Quattro Fontane (desde 1638).

Comentario: Borromini y San Carlo alle Quattro Fontane (desde 1638).

SAN CARLINO ALLE QUATTRO FONTANE / FRANCESCO BORROMINI - Casiopea


Descripción y datación.
La iglesia barroca de San Carlo alle Quattro Fontane en Roma es probablemente la obra maestra del arquitecto Francesco Borromini (1599-1667), por encargo de la la orden española de los Trinitarios y el patronazgo del cardenal Francesco Barberini.
La obra contó con unos recursos económicos relativamente menores, lo que explica su largo tiempo de construcción, la pobreza de los materiales (más piedra y poco mármol, además de ladrillo y estuco) y sus pequeñas dimensiones, por lo que a menudo se la llama San Carlino.
Fue construida en piedra y mármol, en dos periodos bastante separados, comenzando por la iglesia y el claustro del monasterio en 1638-1641, hasta que se acabó el dinero, de modo que la fachada hubo de esperar dos decenios largos, hasta 1665-1667, quedando inconclusa a la muerte del arquitecto, y se terminó en 1680. 
La inscripción de la fachada explica que está dedicada a la Santísima Trinidad y a San Carlos (Borromeo) y la data en 1667.

San Carlos de las cuatro fuentes - Roma - María Jesús De la Cerda - Casiopea

La construcción deL convento de san carLino aLLe Quattro Fontane: aLgunas  notas sobre La historia y La génesis de La Fábrica

Italia, Roma, Quattro Fontane; M. Vasi - Piazza delle - Catawiki

✅ San Carlo alle Quattro Fontane - Ficha, Fotos y Planos - WikiArquitectura

Quattro Fontane - Wikipedia, la enciclopedia libre
Se halla en un privilegiado lugar, enfrente del palacio Barberini, en el cruce de las importantes vías del Quirinale y Quattro Fontane, llamada así por las Quattro Fontane (Cuatro Fuentes), un grupo de estilo manierista (1588-1593, que se halla en los chaflanes de la intersección y representa a los ríos (y dioses para los romanos) Arno y Tíber, y a las diosas Juno y Diana, encargado por el papa Sixto V para su ambicioso proyecto de remodelación urbanística de la ciudad, que abría espaciosas avenidas para llevar a los peregrinos a través de la urbe hasta el Vaticano. 



Análisis formal.


La planta es uno de los mejores ejemplos del característico movimiento o dinamismo del Barroco, basado en el predominio de la línea curva sobre la recta. Aquí impera la elipse de contorno sinuoso con sus segmentos cóncavos y convexos.
Hay que señalar que la estructura de la fachada de tres calles, a modo de retablo, no se corresponde con la planta interior de forma elíptica, por lo que algunos autores han señalado con acierto que es una "fachada pantalla" o "fachada telón" por su función teatral. 

San Carlo Alle Quattro Fontane | SANCHO LOVES ARTS
Alzado.

La fachada fue realizada dos decenios después del interior del templo y entretanto la creatividad de Borromini había crecido, lo que se nota en la mayor presencia de movimiento curvilíneo o alabeado en horizontal por el ancho podio y el análogo entablamento ondulante que la divide en dos cuerpos, a la vez que consigue un sentido direccional ascendente gracias a sus altas columnas adosadas, y lo funde todo con una búsqueda de efectos de claroscuro mediante los entrantes y salientes, modelando las formas de un modo escultórico, una tridimensionalidad como pocas veces se ha conseguido, con elementos como la misma fuente del chaflán (medio siglo anterior y que Borromini integró en el conjunto), las hornacinas o nichos con esculturas, los medallones, los capiteles compuestos, o el mismo friso con una inscripción que actúa como filacteria para enfatizar el movimiento. 

Podemos distinguir en el alzado de la fachada dos cuerpos, el inferior y el superior.




El nicho central con la imagen de San Carlos Borromeo está enmarcado por un arco de medio punto con intradós decorado con palmas de peregrino, por columnas con querubines alados, por abajo con un medallón de la Orden Trinitaria y arriba por un grutesco con palmetas.


El cuerpo inferior está estructurado como un retablo con las calles laterales cóncavas divididas en dos niveles mediante hornacinas con esculturas de santos de los Trinitarios, y una calle central convexa con dos niveles, el de la puerta y el de la hornacina con su propia escultura dedicada a San Carlos Borromeo. Las altas columnas compuestas funden en sus capiteles elementos de los órdenes jónico y corintio. 





El cuerpo superior tiene nuevamente unas calles laterales cóncavas, con nichos vacíos (tal vez por falta de dinero para ocuparlos con esculturas) enmarcados con pequeñas columnas, pero la calle central también es en este caso cóncava, como contraposición a la convexa inferior y se abre con una ventana a modo de la puerta de un templete, y el arquitecto marca este espacio cóncavo con un balcón de balaustrada convexa que lo enlaza así con la calle del piso inferior.
Arriba, finalmente, el entablamento se dibuja con segmentos cóncavos a ambos lados y también el central, interrumpido por un medallón ovalado (la idea de la almendra mística asoma aquí) que refuerza el impulso ascensional que las cuatro columnas dan a la fachada. 


Borromini divide los muros del interior en tramos mediante grandes columnas de orden compuesto. Entre los tramos dispone nichos, altares y unas puertas hacia el monasterio. Los principales elementos decorativos son los capiteles con volutas invertidas. los nichos con veneras de peregrinaje, los querubines, las guirnaldas y las cruces.  


San Carlo alle Quattro Fontane, la joya barroca de Roma - En el mundo  perdido
        
El entablamento está formado por líneas curvadas y contracurvadas, y encima hay cuatro bóvedas de cuarto de esfera decoradas con casetones al típico modo romano, soportadas en cuatro pechinas decoradas con paneles ovalados, y en la cúspide la cúpula oval decorada con hexágonos y cruces que disminuyen de  tamaño hacia la linterna para crear una perspectiva de gran profundidad. La linterna está iluminada mediante ventanas y su bovedilla  porta el símbolo de la Santísima Trinidad.

La cúpula alveolada, con sus cuatro pechinas y las cuatro bóvedas acasetonadas. 

Significado.


El edificio muestra en su expresividad teatral, su dinámica de volúmenes, su tensión dramática plena de movimiento e inestabilidad estructural y en sus juegos de contrastes de formas y luz, la plenitud de a estética barroca del siglo XVII, que ha sido definido como un periodo de crisis ideológica y religiosa, una época de guerras, de conflictos tanto materiales como espirituales, y no solo entre protestantes y católicos.

La Iglesia católica de entonces es contrarreformista, siguiendo las pautas establecidas en el Concilio de Trento, y pretende atraer a los fieles con un mensaje que aúna lo visual y  lo emocional: movimiento, sorpresa,  exageración, irracionalidad... Pero a la vez se fundamenta en un sólido conocimiento de la razón, una contradicción que no es tan extraña, pues solo desde el pleno dominio del lenguaje renacentista y manierista la arquitectura del siglo XVII podía elevarse hacia la perfección barroca.

 

Contexto histórico-artístico.

Gian Lorenzo Bernini (1598-1680) y Francesco Borromini (1599-1667) son los grandes arquitectos del siglo XVII en Roma, su auténtica edad de oro arquitectónica, cuando el primero realiza la extraordinaria plaza de San Pedro del Vaticano y otros encargos monumentales para los papas, y goza de un enorme prestigio en Europa, mientras que el segundo, de menor éxito entre la élite, lo que tal vez incentiva su carácter atormentado, se ha de conformar con encargos de instituciones religiosas de menor poder económico, 

El gusto de Borromini por el volumen y el movimiento le emparenta con la manera de hacer de Bernini (y su modelo Miguel Ángel), pero si Bernini es un clasicista, en cambio Borromini es un anticlasicista, que experimenta y transgrede las convenciones que su gran rival a su modo respetaba.

Las mejores fachadas de Francesco Borromini en Roma son las de San Carlo alle Quattro Fontane, Santa Agnese in Agone y San Ivo alla Sapienza, para órdenes religiosas, con sus curvas y contracurvas y su interpenetración de figuras geométricas.

San Carlo alle Quattro Fontane (1638-1641 y 1665-1667) muestra una gran plasticidad, con un juego de órdenes de escala monumental y humana, con una sabia disposición de los formas curvas. 

Santa Agnese in Agone (1652-1757) tiene un gran efectismo visual, con una cúpula que avanza respecto a la fachada hacia la Piazza Navona como punto de partida para su visión. Su fachada de órdenes clásicos se recrea en los ritmos y el movimiento.

Sant Ivo alla Sapienza (1642-1662) tiene una estructura determinada por sus atrevidos volúmenes, que dominan sobre la decoración. 


La Galleria Spada (1653) de Borromini está diseñada con un efecto de profundidad d especial eficacia: con solo 8,6 metros de largo aparenta unos 30 metros. 


En el norte de Italia destacan los arquitectos de la ciudad de Turín, como Guarini y Juvara, y de Venecia, como Longhena.

El gran arquitecto piamontés Guarini (1624-1683) es autor de la capilla del Santo Sudario de Turín, que alberga una de las grandes reliquias de la Cristiandad.

Filipo Juvara realiza la gran Basílica de Superga (1717-1731) en Turín, con una planta barroca de octógono irregular y un pórtico clásico, con atrio exterior y atrio interior; es una fórmula mixta de tradición basilical; también realizará el Palacio Real de Madrid (1738-1764, terminado por Sacchetti).

En Venecia destaca el arquitecto Baldassare Longhena, autor de la espectacular Santa Maria della Salute, de atrevido movimiento barroco en su exterior.

 

Influencias anteriores y posteriores.

Las influencias anteriores en Borromini son múltiples, desde elementos que perviven del gótico como el arco conopial; renacentistas clásicos como la balaustrada o los medallones, manieristas tomados de Miguel Ángel como el orden gigante de las columnas o las parejas de dobles columnas (aunque Borromini las separa).





Un ejemplo de su influencia posterior más inmediata es la fachada de la catedral de Valencia (1703-1713) de Conrado Rudolf.


La Casa Milá, llamada La Pedrera (1912) de Gaudí, en Barcelona.

 

Más distante en el tiempo es su influjo en Gaudí, que experimenta con sus muros alabeados en la Casa Milà o el Parque Güell de Barcelona, enlazando con la corriente expresionista de la arquitectura del siglo XX, hasta la deconstrucción de Gehry en el Museo Guggenheim de Bilbao.


FUENTES.
Internet.

Blogs.

Música de la época.


Monteverdi. Gloria in excelsis Deo. De la Selva Morale (1640-1641). 11:54. [https://www.youtube.com/watch?v=cK8khdVRCjk] Esta es una pieza muy adecuada para acompañar el comentario.

Documentales / Vídeos.


Geometry and motion in Borromini's San Carlo. SmartHistory. 5:19. [https://www.youtube.com/watch?v=r1B3UkErHes]


San Carlo alle Quattro Fontane. Jesús Alonso Romero. 15:35. [https://www.youtube.com/watch?v=oWdZSjyDyQs]

1 comentario:

  1. Muchas gracias. Fue muy útil para mi trabajo. Esta muy bien detallado y bien explicado que me resulta fácil de entender.... GRACIAS

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