martes, 30 de agosto de 2016

La pintura del Renacimiento y Manierismo en España.

LA PINTURA DEL RENACIMIENTO Y MANIERISMO EN ESPAÑA

ÍNDICE.
Introducción.
1) PRIMERA FASE, 1488-1526.
Escuela de Valencia: Yáñez de Almedina, Hernando Llanos:
Escuela de Castilla: Fernando Gallego, Pedro Berruguete.
2) SEGUNDA FASE, CLASICISMO, 1526-1563.
Las características.
Escuela de Valencia: Vicente Massip y Juan de Juanes.
Escuela de Andalucia: Alejo Fernández, Pedro Machuca.
Escuela de Castilla: Alonso Berruguete.
La escuela de Extremadura: Luis de Morales.
3) TERCERA FASE, MANIERISMO, 1564-1599.
Gaspar Becerra.
Pintores italianos en El Escorial.
El retrato de Corte: Sánchez Coello.
EL GRECO.

Introducción.
Es una pintura predominantemente religiosa, fruto de una demanda de la nobleza y de la alta burguesía. Estilísticamente tiene soluciones eclécticas, para pasara después decantarse a soluciones italianas. En la última fase, con Felipe II, hay una lectura propia del Renacimiento, recuperando las influencias flamenca y medieval, con la perspectiva renacentista, con temas religiosos preferentemente.
Estas tres fases son:
1) La ecléctica (gótica con introducción italiana), con los Reyes Católicos. 
2) La mimética de los maestros italianos con Carlos V.
3) La recopilación teórica y el uso de la perspectiva, con Felipe II.
La incorporación de la perspectiva es el único signo de la incorporación del Renacimiento, porque la iconografía no es renacentista. En España la burguesía no accede al mercado de la pintura, aunque sea esta más asequible. Los pintores españoles pintan temas religiosos y los extranjeros los temas profanos.

Hay al mismo tiempo una tendencia de pervivencia de la influencia flamenca, como vemos en el Maestro de la Mendicidad, que pintó el llamado Tríptico del Maestro de la Mendicidad (1525, col. Ayuntamiento de Sevilla).

1) PRIMERA FASE, 1488-1526.
Destacan las escuelas de Valencia (Yáñez de la Almedina y Hernando Llanos) y Castilla (Fernando Gallego y Pedro Berruguete).

Escuela de Valencia: Yáñez de Almedina, Hernando Llanos:
El pintor italiano Starnina llega a Valencia e introduce las formas de Giotto a finales del siglo XIV. En la segunda mitad del siglo XV figuran Paolo de San Leocadio, de Reggio (Emilia), y el napolitano Francesco Pagano, que c. 1470 difunden la pintura del Quattrocento, creando una escuela local, la más italianizante de toda España. 
Dos artistas españoles de esta escuela son: Hernando Yáñez de la Almedina y Hernando Llanos, hermanos que trabajaron juntos. A menudo eran copistas de obras de otros pintores, algo común en España, y sus obras son casi indistinguibles y ambos están seducidos por las enseñanzas de Leonardo. “Ferrando Spagnolo”, que era posiblemente el mismo Hernando Yáñez de la Almedina, trabajó con Leonardo en Florencia en La batalla de Anghiari (1505); cuando regresa de Florencia difunde el nuevo estilo.

Escuela de Castilla: Fernando Gallego, Pedro Berruguete.
Fernando Gallego.
De Fernando Gallego se conoce muy poco de su vida, salvo que era de formación hispano-flamenca y trabajó en el periodo 1466-1507 en Castilla y León. Enlaza con el humanismo renacentista.
Piedad, en un marco arquitectónico y paisaje naturalista, con donantes en escala menor.
Martirio de Santa Catalina, con vestidos flamencos, figuras del Gótico local, monumentalidad medieval.
Crucifixión, con patetismo en las tres figuras, paisaje castellano, imita la triangulación renacentista italiana (aunque tal vez a través de la tradición flamenca).
Destaca la Bóveda de la Universidad de Salamanca con un Ciclo sobre las Artes Liberales en clave astrológica (1480-90), que muestra una gran formación humanista, lo que ha fomentado la idea de que Gallego no fuese español. Los astros se asocian a figuras simbólicas. El ambiente de la Universidad era, en todo caso, muy culto y versado en el Humanismo.

Pedro Berruguete.
Pedro Berruguete (Paredes de Nava, Palencia, c. 1450-c. 1503) es un pintor fundamental de la primera fase. Se educó en el ambiente flamenco de la corte y se trasladó a Urbino, antes de 1477, adoptando el nombre de “Pietro Spagnolo” y allí estuvo hasta que en 1482 volvió a Palencia. La corte de Federico de Montefeltro era el centro de la influencia flamenca en Italia, por lo que Berruguete encajó bien. Fue influido por Perugino, Melozzo da Forli y por los venecianos Gentile Bellini y Carpaccio. Tuvo en Urbino una doble influencia, italiana y flamenca, pues también se encontró allí con Justo de Gante.
Las obras hechas en Urbino son plenamente renacentistas, con un espléndido dominio del naturalismo y de la perspectiva, similares a las de un Piero della Francesca, como los bustos de sabios y el retrato de Federico de Montefeltro con su hijo Guidobaldo leyendo ante un atril, pintados para el studiolo ducal, otro cuadro que representa al duque con su hijo asistiendo a una disertación filosófica y, por último, las tablas de las Artes Liberales, con la alegoría de la Fortaleza, pintadas para la biblioteca ducal.
A su vuelta a España en 1482, regresa a Palencia y residió en Toledo de 1483 a 1500, con algunas breves salidas. Hay una involución al gótico tardío y a la tradición flamenca. Volvió a la linealidad y la energía del estilo hispano-flamenco y perdió los efectos de modelado profundo de las figuras en los contrastes de luz y sombra, pero conservó algunos elementos renacentistas, como el color y la perspectiva. Alterna en sus obras la arquitectura gótica y la renacentista (con detalles hispanos como los techos mudéjares de lazo). Naturalista y muy expresivo en los rostros y manos, con una gran calidad en los retratos.
En sus primeras obras en España choca con el gusto más medieval y flamenco de su clientela, que le llevará a juicios por incumplimiento de las rígidas normas de los contratos, por lo que deberá ser menos naturalista y más expresionista, pero aun así su espléndida recepción del clasicismo italiano (a través de Perugino) es evidente en La Adoración de los Reyes Magos (El Prado).
Pinta el retablo mayor de la iglesia de Santa Eulalia en Paredes de Nava. La Degollación del Bautista (iglesia de Santa María del Campo, Burgos), con una perspectiva perfecta.
El retablo mayor de Santo Tomás de Ávila, con brocados flamencos. Para la misma iglesia (hoy en El Prado), pinta las tablas de los retablos de Santo Domingo y San Pedro Mártir, en el que hay un lujo flamenco en los vestidos de los pobres tullidos que rezan ante el sepulcro, mientras que en la emotiva tabla de la oración de San Pedro Mártir la ambientación es muy austera.
La tabla de Auto de Fe es un cuadro de una multitud a la manera veneciana de Gentile Bellini, con doble punto de vista.
Su última obra, inacabada (la terminó Juan de Borgoña), es el retablo mayor de la catedral de Avila, del que pudo pintar el bancal y dos tablas, una la Flagelación, con los testigos alejados y Cristo en primer término, y la otra de varios santos con rostros muy expresivos (Gregorio Magno, Jerónimo, Ambrosio, etc.). Una obra muy flamenca (de fecha desconocida) es la “Anunciación” de la cartuja de Miraflores (Burgos).
Tuvo muchos discípulos, como su hijo Alonso de Berruguete y los Maestros de Becerril y de Paredes.

2) SEGUNDA ETAPA, CLASICISMO, 1526-1563.
Las características.
El triunfo del clasicismo: la composición equilibrada de Rafael, la fuerza del volumen de Miguel Ángel.
Hay en esta fase cuatro escuelas: Valencia, Andalucia, Castilla y Extremadura.

Escuela de Valencia: Vicente Massip y Juan de Juanes.
La escuela de Valencia destaca por Vicente Massip y Juan de Juanes.

Vicente Massip.
Vicente Massip, 1475-1550, en Valencia. Se relaciona su obra con la de su hijo. Colaboran juntos y es difícil distinguir su obra, salvo en las obras finales de su hijo. Es una obra renacentista, con perspectiva, disposición equilibrada de los personajes, tonalidad. Hay psicología en los rostros, con idealización. Tienen un uso del efectismo cromatismo de origen valenciano, y por su estancia en Venecia. Hay obras con sistema de tondo (de Rafael y Miguel Ángel). Cromatismo, luz, perspectiva, propios del Cinquecento.
Descenso de la Cruz, perspectiva, idealización italianizante, cromatismo flamenco.
Tondo de la Visitación.
Matanza de los Inocentes.
Santa Cena, con dibujo, cromatismo, tonalidad, atmósfera; hay una influencia de Leonardo.

Juan de Juanes.
Juan de Juanes, o Juan Massip, hijo del anterior, Valencia, 1510-Bocairente, 1579. Padre e hijo estuvieron en Italia. Recibieron la influencia de los Hernandos. El clasicismo llega a ellos como algo natural y es una síntesis ecléctica de Leonardo, Rafael, Perugino, Sebastiano del Piombo. Para diferenciar sus obras de las de su padre Vicente Massip tiene un clasicismo más racional, mientras que su hijo es más emocional.
Ascensión de la Virgen, en la juventud de Juanes, con influencia de Miguel Ángel, en volumen, pocos colores. Pero hay también la simetría del Perugino.
Virgen con el Niño, con equilibrio, influencia de Tiziano en la composición. Hay una dulzura del Cinquecento.
Virgen con Niño, algo distinta de la anterior.
En las obras finales de su vida muestra cómo la influencia italiana ha sido interiorizada y deriva hacia un manierismo personal. Es evidente la influencia de Rafael, con planos diversos, colores cálidos y paisajes con obelisco. La gestualidad es forzada, con una arquitectura plagada de símbolos, en el ciclo de San Esteban en la catedral de Valencia: Lapidación de San Esteban, Enterramiento de San Esteban.
Cristo en Pasión, con pictoricidad y serenidad, color y luz, dibujo, anticipando el lenguaje barroco, en este Ecce Homo tan efectista, con luz en claroscuro. Con perfección técnica.
Santa Cena, con infuencia de clasicismo, luz controlada en claroscuro, anticipo del barroco.
Tiene retratos cortesanos de medio cuerpo, muy clásicos.

Los pintores cordobeses Llopis (catalanización de López), trabajaron con Juan de Juanes. Quedaron en Mallorca y tuvieron como discípulos a los Homs, cinco generaciones de pintores.

Escuela de Andalucia: Alejo Fernández, Pedro Machuca.
La escuela andaluza la componen dos grandes pintores: Alejo Fernández, Pedro Machuca, a los que bien podría añadirse Alonso Berruguete, aunque por su larga vida en Valladolid se le incluye en la escuela castellana.

Alejo Fernández.
Alejo Fernández, de posible origen flamenco, se instaló en Sevilla y murió en 1545. Origina la escuela andaluza renacentista, con síntesis del lenguaje nórdico e italiano, con naturalismo que influirá en toda Andalucía.
Una Anunciación con una construcción empírica, pero es renacentista en la luz, color y paisaje con perspectiva.
Adoración de los Reyes Magos, con una desproporción de origen flamenco, hiperdecoración y detallismo en el vestido.
Flagelación de Cristo, clasicismo en la escenografía.

Pedro Machuca.
Pedro Machuca (Toledo, 1490-Granada, 1550), formado en Italia con Miguel Ángel. Fue también el arquitecto del palacio de Carlos V en Granada. Su pintura es miguelÁngelesca, en la forma y el tema, como una “Virgen de la Leche”, con el Niño, con condenados abajo y querubines.
Hay un manierismo de influencia italiana, tal vez propio de una etapa de aproximación de unos artistas de formación italiana.

Escuela de Castilla: Alonso Berruguete.
La escuela de Castilla comprende una sola figura capital, la de Alonso Berruguete, muy afín a a la escuela andaluza, pero que se sitúa en la escuela castellana por su amplia obra en Valladolid.
Alonso Berruguete.
Alonso Berruguete (Paredes de Nava, Palencia, c. 1490-Toledo, 1561). Pintor y, sobre todo, escultor, hijo de Pedro Berruguete. Realizó un viaje de formación por Italia, estudiando obras del Manierismo en Florencia, sobre todo de Miguel Ángel, del que recogió el dramatismo pero no la monumentalidad, y en Roma fue sugestionado por el grupo del Laocoonte. En Italia pintó varios cuadros, y se le atribuye la finalización (junto a otros pintores) de una Coronación de la Virgen (Louvre), empezada por Filippino Lippi.
Volvió a España en 1517, donde pasó al servicio de Carlos I, que le nombró pintor de cámara. Trabajó gran parte de su vida en Andalucía y consiguió hacer un arte de su gusto personal, lo que no pudo hacer su padre. En Granada comenzó con pinturas para poco a poco dedicarse por completo a la escultura, en un proceso favorecido por su estancia en Valladolid, una ciudad con gran tradición escultórica, donde creó un notable taller, con varios discípulos importantes, y alcanzó puestos importantes en la administración, junto con riquezas y honores, ya que era el más famoso escultor de Castilla y el emperador le apreciaba sobremanera.
Las tablas que pintó en el Retablo de San Benito en Valladolid (1526-32), también uno de sus mejores trabajos de escultura, nos muestran a un pintor manierista influido por Miguel Ángel y Leonardo, con un estilo ecléctico que también recuerda al Rosso, Sodoma, Beccafumi y Rafael. Tiene una paleta con pocos colores en tonos metálicos propiamente manieristas, con un volumen escultórico, indefiniciones formales como una desproporción en las figuras muy estilizadas, en encuadres parciales, no tiene ambientes arquitectónicos.
La huida a Egipto muestra una iconografía poco convencional para este tema, con un encuadre manierista. Otros temas de sus obras religiosas son las Crucifixiones y los Nacimientos.

El pintor manierista español Luis de Morales (1510/1511-1686).* 
3) TERCERA FASE, MANIERISMO, 1564-1599.
En esta tercera etapa destacan los pintores Gaspar Becerra, los pintores italianos en El Escorial, y  sobre todo Sánchez Coello y por encima de todos El Greco.

El retrato de Corte en Madrid: Sánchez Coello.
Claudio Sánchez Coello (Benafairó, 1531-Madrid, 1588). Llegó a Madrid en 1557. Formado en Valencia. Con depurada perspectiva, conoce la técnica de Rafael y la escuela de Valencia. Color muy efectista, inicia una iconografía cortesana de 3/4 o enteros. Los fondos pueden ser naturalistas o monocromos. Introspección psicológica. Detallismo flamenco.
De temas religiosos: Santa Isabel de Hungría.
De retratos: Felipe II es el iniciador de su iconografía del retrato cortesano. Ana de Austria, con vestidos minuciosos y luz. Príncipe Carlos. Las infantas Clara Eugenia y su hermana, La infanta Clara Eugenia, pintada varias veces de niña (con silla) a adulta, con fondo de tapiz y su criada. Pinta retratos de nobles, siendo el más famoso retratista de la segunda mitad del siglo XVI, con su excelente técnica y naturalismo. Una noble, es la única imagen de un rostro en primer plano.

EL GRECO.* 

FUENTES.
Artículos. Orden cronológico.
Montañés, J. Á. Sant Pere y los cuarenta dragones. “El País” Cataluña (30-XII-2014) 5. Localizadas en Sant Pere de Ripoll pinturas de 1561: cuarenta dragones protectores pintados en las bóvedas. Un tema medieval que pervivía.

Montañés, J. Á. Joanot de Pau, el pintor sordomudo del excepcional retablo de los Moxó. “El País” (19-VI-2017). Identificado un retablo suyo, del siglo XVI.