miércoles, 13 de julio de 2016

La literatura artística española en el siglo XVI.

LA LITERATURA ARTÍSTICA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVI.
Las obras de Sagredo, Pérez de Oliva, Villalón y Ruiz el Joven nos muestran cómo llegó tardíamente el debate del clasicismo a España y que sus temas fueron producto de la difusión el modelo italiano del orden, la proporción, el naturalismo y la perspectiva. Los antiguos Vitruvio y Plinio y los renacentistas Rafael y Miguel Ángel eran conocidos y estimados en España. Así, Pedro de Mexía usa los canones de Vitruvio en su Silva de varia lección.

Sagredo.


El tratado de Diego de Sagredo, Medidas del romano (1526, Toledo), alcanzó un rápido triunfo en Europa, reflejado en varias traducciones. Sagredo era capellán-confesor de la reina doña Juana de Castilla, después de una larga estancia en Italia, donde estudió a Vitruvio. Codifica la tradición local y su adaptación a la influencia italiana. Es un texto esencial para comprender su época artística e inició la polémica de los modelos medieval y renacentista (naturalismo, proporción y perspectiva) hacia 1530, cuando hubo una toma de conciencia sobre los problemas teóricos del arte.
Es un diálogo entre tres personajes: el propio Sagredo, un discípulo llamado Tampeso y un pintor llamado León Picardo. Los temas son:
- La reivindicación de la arquitectura y del arquitecto respecto a la construcción y el maestro de obras.
- El estudio de la proporción del cuerpo humano.
- La aplicación de los principios de geometría a la arquitectura.
- La definición de los elementos arquitectónicos: columnas, géneros, decoración.
- El registro de los repertorios ornamentales, de la escuela lombarda casi todos.
Sagredo se opone a la mezcla de estilos. Desea que las obras sean de un estilo o de otro, romano (el clásico renacentista) o moderno (el gótico en la opinión de la época).
El tema más significativo es el segundo, que estudia la el sistema de proporciones y la relación del hombre respecto a la naturaleza. Establece un canon en las imágenes humanas, con una solución que toma de Felipe Vigarny, con una proporción de la cabeza de “nueve y un tercio” respecto al cuerpo. Sagredo da la primacía a la teoría antes que a la observación y estudio de la naturaleza y así la belleza ideal es la del modelo intelectual que concuerda con sus tesis geometrizantes: divide el cuerpo en un sistema de figuras ideales: cuadrados y círculos. Si bien su mayor interés es la arquitectura también lo aplica a la escultura. En pintura preconiza el estudio de la geometría y la aritmética, para conocer la ciencia de la perspectiva, la base de la pintura.

Pérez de Oliva.
Fernán Pérez de Oliva (¿1494?-1531) escribió Diálogo de la dignidad del hombre (escrito en 1530 y publicado en 1585 en Córdoba). Humanista cordobés, formado en Bolonia y París, fue rector de la Universidad de Salamanca. Fue un difusor de las ideas de Sagredo, pero desde un planteamiento ético: exalta la grandeza y belleza del hombre y defiende que la belleza está en la compostura y la proporción.

Villalón.
Cristóbal de Villalón (fechas muy dudosas, probablemente cerca de 1510-1562) es autor del Escolástico y se le atribuye la Ingeniosa comparación entre lo Antiguo y lo Presente (1539). Alumno de Pérez de Oliva, más tarde fue profesor de la Universidad de Salamanca.


El libro Escolástico tiene la forma de un diálogo entre su maestro Pérez de Oliva y otros contertulio sobre cuestiones de la formación de los estudiantes, según el ideal cortesano (como el de Il Cortegiano de Castiglione) que consigue tanto mayor prestigio como más amplia sea su formación, en todas las artes y saberes. Introduce la tesis de la «pictura poesis», de la poesía como pintura hablada y de la pintura como poesía sin lengua; mostrando un claro predominio de la influencia italiana sobre la medieval.
Pero en la Ingeniosa comparación entre lo Antiguo y lo Presente la tesis es la contraria (por ellos hay dudas sobre su atribución a Villalón, salvo que sus tesis hubieran evolucionado), con su defensa de un sepulcro gótico (“moderno”) de un cardenal, que admirarían los maestros antiguos (“renacentistas”). Es un planteamiento ecléctico, en el que se valoran tanto las obras góticas como las renacentistas.

Ruiz el Joven.
El arquitecto Hernán Ruiz el Joven (¿1514?-1569) publicó Libro de Arquitectura (1545-1562). Es una serie de opúsculos con una traducción comentada del antiguo tratado de Vitruvio y de la lectura que de este había hecho el manierista Serlio. Introduce la teoría del Manierismo. cuyo influjo en Andalucía será inmediato en los años 1560.


FUENTES.

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