COMENTARIO: LOS RELIEVES DEL PALACIO DE ASURBANIPAL.
Descripción.
Los relieves del palacio de la capital Nínive (actual Kuyunchik, Irak) del rey Asurbanipal III (669/668-630/627 aC ) son los más famosos de la escultura asiria. Entre ellos destacan los cinegéticos.
Las mejores colecciones de relieves asirios se hallan en el British Museum de Londres (que también guarda la colección de tablillas de la biblioteca de Asurbanipal), el Louvre de París y el Metropolitan Museum de Nueva York.
Los palacios de Senaquerib y Asurbanipal (Palacio Norte) en Nínive, con la biblioteca de Asurbanipal.
Asurbanipal cazando leones. British Museum, Londres.
La leona herida. British Museum, Londres.
Asurbanipal y el león. British Museum, Londres.
Éxodo de una población conquistada. Del palacio de Asurbanipal en Nínive.
Asurbanipal sobre un carro en un desfile. Musée du Louvre, París.
Asurbanipal con su esposa y la cabeza del rey de Elam en el jardín del palacio. British Museum, Londres.
Análisis formal.
Las características formales de la escultura en relieve asiria fueron muy estables a lo largo del tiempo.
Los relieves se disponen en frisos corridos en los pasillos principales del palacio, a partir de las puertas monumentales protegidas por los toros androcéfalos lamassu, con la intención de que los visitantes del rey queden impresionados ante su valor y fuerza.
Son bajorrelieves muy planos, con figuras que apenas presentan un ligero bulto, lo que permite resaltar las líneas de la anatomía.
El rey y sus ayudantes posan en actitud hierática, ausente de movimiento, con rostros inexpresivos de ojos almendrados, expresando una solemnidad ritual, propia del poder real, que se quiere transmitir es tan estable y perdurable como el de los dioses. En agudo contraste, los animales están animados por un dramático movimiento que indica la proximidad de la muerte, como esa leona herida que aún agonizante intenta arrastrar las patas traseras.
Los cabellos están estilizados, tanto los humanos como los de los animales, pero estos muestran en cambio una sorprendente fidelidad anatómica, con una precisa reproducción de los músculos en tensión, sobre todo en las posturas de salto.
No hay profundidad, colocándose todas las figuras en el mismo plano sobre un fondo liso.
La composición es muy estudiada, buscando crear efectos de continuidad y discontinuidad muy marcados. Por ejemplo, en Asurbanipal y el león la acción se centra espacialmente en la muerte final que el rey inflige al león, sosteniéndole con la mano izquierda el cuello al tiempo que le atraviesa con la espada que sostiene rígidamente en su mano derecha, a la vez que el león intenta agredir en vano al rey. Esta confusa agitación de brazos y patas en el centro concentra la atención del espectador. Pero también se sugiere el acto anterior, en el que el rey ha herido con flechas al león (hay una clavada en su cabeza), teniendo detrás suyo a un tranquilo acompañante de su séquito que le porta el arco y las flechas sueltas sin carcaj.
Significado.
Asiria fue un reino muy importante en Oriente Medio en varias épocas durante 1340-612 aC. La época más gloriosa y la más rica en arte transcurrió en los siglos VIII y VII aC, con varios reyes importantes, entre los que destacó Asurbanipal III, el famoso Sardanápalo para los griegos, rey entre 669/668 y 630/627 aC, por su cultura artística y literaria (su biblioteca era inmensa, lo que se correspondía con su formación inicial como sacerdote, hasta que la muerte de sus hermanos mayores le llevó al trono), espíritu guerrero y grandes victorias sobre Elam, Babilonia y el norte de Arabia que llevaron al imperio a su máximo extensión, aunque el inmenso costo bélico y el creciente número de enemigos dejó su imperio en una situación muy débil y poco después de su muerte estallaron guerras civiles y en 612 el imperio fue aniquilado para siempre (el pueblo asirio subsiste solo como una pequeña minoría en el actual Irak) por los medos y babilonios, como venganza por las masivas tropelías asirias: ejecuciones, torturas, saqueos, deportaciones, trabajos forzados..., de todo lo cual nos informan los relieves asirios, cuya temática fundamental es política y religiosa, pero los más bellos, los de Asurbanipal, se centran en los temas bélicos y de cacería.
La guerra era la principal fuente de legitimidad del poder de los reyes asirios, que debían regularmente combatir y aplastar a sus enemigos, con una violencia cruel y despiadada, famosa en su época. Los reyes se presentaban usualmente dirigiendo a sus ejércitos, recibiendo la rendición y tributo de los enemigos o desfilando con sus tropas victoriosas, como sucede en Asurbanipal en carro, donde su alta figura se magnifica mediante una tiara y el cobijo de un parasol que le sirve de cúspide simbólica. En él aparece Asurbanipal supervisando la deportación de los vencidos elamitas tras el saqueo de su capital Susa en 646 aC.
La caza simboliza el poder del rey con una lectura religiosa y política a la vez. El aspecto religioso lo ilustra un relato de las hazañas del rey Tiglatpileser I (s. VIII aC): ‹‹… Por mandato de Ninurta, mi protector, maté ciento veinte leones de corazón valiente en heroico combate a pie, y otros ochocientos leones, desde mi carro de combate…›› Matar leones lanzaba además un poderoso mensaje político: el rey vencía sobre los animales que encarnan la naturaleza indómita que amenazaba a sus súbditos, asimilándose así a los héroes legendarios, como el sumerio Dumuzi, que castigaba a los animales que alteraban el orden y la civilización, en paralelo a lo que aparecen en otras culturas o civilizaciones, como Sansón entre los judíos y Hércules entre los griegos, y que tendrá continuidad por ejemplo en las representaciones de los reyes como cazadores que vemos en mosaicos de Alejandro Magno o en retratos que Velázquez hizo de Felipe IV. No extraña pues que la caza del león fuera un tema artístico antiguo entre los asirios, que ya aparecía en los relieves del palacio de su homónimo Asurbanipal II (883-859 aC) en Kalakh, pero su mejor representación es la de obras para Asurbanipal III como La leona herida y Asurbanipal y el león. Los asirios cazaban solos o acompañados por un séquito de hombres, a pie, a caballo o en carro, armados con arco y flechas, lanzas, jabalinas o espadas.
Fuentes.
Exposiciones.
*<Asiria. Arte e imperio>. Alicante. Museo de Arqueología (2 abril-30 septiembre 2007). 235 obras y 17 documentos. Reseña de Pecci, Hipólito. Asiria. Arte e imperio. “Revista de Arqueología”, v. 38, nº 318 (2007) 14-23.
Documentales.
Relieves asirios (2 minutos 32 segundos) en el British Museum y el Louvre: [http://www.youtube.com/watch?v=KM6DLRoIiIk&feature=fvsr]
Libros.
AA.VV. Historias de Arte para Bachillerato de Algaida, Anaya, Edebé, ECYR, Santillana, SM, Teide,Vicens Vives...
Klíma, Josef. Sociedad y Cultura en la Antigua Mesopota mia. Akal. Madrid. 1980 (1961 checo). 318 pp.
Roux, Georges. Mesopotamia. Historia política, económica y cultural. Akal. Madrid. 1987. 495 pp.
Starr, Chester G. Historia del Mundo Antiguo. Akal. Madrid. 1974 (1965 inglés). 838 pp.
hola que tal
ResponderEliminartenés alguna imagen de la obra leona bajo una palmera del mismo palacio, del 650 a.C?
psychoblue666@gmail.com
si podés y conseguis mandamela
saludos y gracias...
Hay una imagen de una leona junto a la diosa Ishtar, ambas bajo una palmera, con fechas estimadas en 750-650 aC. Una copia accesible se puede consultar en Johanna Stuckey, Spirit Possession and the Goddess Ishtar in Ancient Mesopotamia. [http://www.matrifocus.com/SAM08/spotlight.htm] Esta fuente considera que es un león, pero la imagen y la costumbre de la época apuntan a que es una leona.
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