El blog trata temas de Historia del Arte y Arquitectura, para un uso pedagógico o divulgativo. Muchos artistas están en el blog Mirador por su relación con Joan Miró. El uso de textos y enlaces, imágenes y grabaciones, no tiene intención comercial y las reclamaciones se atenderían de inmediato. Google ha insertado cookies y se da aviso, según la normativa.
El artista venezolano Carlos Cruz-Diez (1923.-2019).
El venezolano Carlos Cruz-Diez (Caracas, 5-VI-1923) es uno de los grandes maestros del Op Art, o sea del arte óptico y cinético. Vive y trabaja en París desde 1960 (tiene también la nacionalidad francesa). Teórico
del color, su investigación se fundamenta en cuatro condiciones cromáticas:
sustractiva, aditiva, inducida y refleja. Su trabajo ha aportado una forma
nueva de conocimiento del fenómeno cromático, ampliando considerablemente su
universo perceptivo.
Desde 2005, la Cruz-Diez Foundation promueve
actividades educativas y expositivas en torno al pensamiento y a la obra de
Cruz-Diez en pro de su difusión hacia nuevos públicos.
Carlos Cruz-Diez, la vida en el color. 55 minutos.
Exposiciones.
*<Carlos Cruz-Diez. El color sucede>. Palma de Mallorca. Fundación Juan March (2009). Cuenca. Museo de Arte Abstracto (2009). Comisario: Osbel Suárez.
Entrevistas.
García Vega, Miguel Ángel. Carlos Cruz-Diez / Pintor venezolano y creador del ‘op art’.’Ahora vivimos la perversión del arte. Pero es sinónimo de progreso’. “El País” (24-II-2014) 35. Castro, Maolis. Fallece Carlos
Cruz-Diez, el artista del color. “El País” (29-VII-2019).
El artista húngaro Victor Vasarely (Pecs, 1906-París, 1997) fue pintor, tejedor, escultor y grabador, y diseñó edificios como el Campus Universitario de Caracas
o la estación de Montparnasse en París.
Formado en la
Academia Muhely de Budapest, en la que tuvo como profesor a Moholy-Nagy, en sus
inicios fue un pintor y grabador figurativo aunque influido por el
constructivismo. Se instaló en París en 1930 y descubrió la geometría de las
formas de la naturaleza en un viaje a Bretaña. Pronto consiguió el apoyo de la
Galerie Denise René, donde expuso la serie 'Naissances', que ya muestra
sus característicos efectos ópticos, con influencias de la geometría abstracta
de Mondrian y el dinamismo cromático de Robert Delaunay y el cuboputismo de
Fernand Léger y Le Corbusier.
Creador radical y
visionario, publicó el ‘Manifiesto
amarillo’ (1955), en el que
rechazaba la obra única y abogaba por un arte realizado a partir de módulos y
algoritmos. En los años 50 y 60 destacó entre las vanguardias por su
tratamiento geométrico de las formas y el colorido, cuyas vibrantes
obras bidimensionales adquieren la tercera dimensión gracias a la
sensación de movimiento que producen en nuestras retinas las ilusiones
ópticas.
Fue la figura clave del arte cinético y uno de
los grandes renovadores del arte del pasado siglo, como realza Márton
Orosz: «Fue el MoMA, con su exposición *<The Responsive Eye>, en 1965, el que dio celebridad, casi de la noche a la mañana, al
arte óptico y lanzó a la fama a Victor Vasarely». En los años 60 y 70 se puso de moda el Op Art o
Arte Óptico y la «locura Vasarely» lo inundó todo: camisetas, minifaldas, vajillas,
revistas, carteles, fachadas... Había reproducciones baratas de sus obras en la
antesala del dentista, el vestíbulo del cine, la oficina bancaria, la
discoteca, la universidad y hasta en las iglesias.
Guillermo Solana explica su fama:
«Vasarely era el Op, como Warhol había sido el Pop. Consiguió lo que ni
siquiera Warhol había logrado: la perfecta y completa saturación del mundo
visual. Fue morir de éxito». Ambos quisieron democratizar el arte para que éste
de manos de unas élites a las masas. Warhol lo hizo multiplicando en
serigrafías a Marilyn, Elvis, Jackie, Elizabeth Taylor... Vasarely, menos
mitómano, optó por otras estrellas menos mundanas (las del firmamento) y cambió
la moda, el cine, las fiestas, las drogas, el sexo y todos los excesos que vivieron
en la ‘Factory’ por la abstracción geométrica, la física, la teoría cuántica,
los algoritmos y las permutaciones›› Ignacio Vidal-Folch apunta en Esa felicidad geométrica [“El País” Babelia 1.390 (14-VII-2018)]:
‹‹(…) Los efectos ópticos de las obras cinéticas tienen una cualidad
perturbadora y mareante que hace que, a pesar de su sensacional irrupción en el
escenario artístico a mediados de los años sesenta —la exposición fundacional *<Le
mouvement> en la galería parisiense de la abnegada y encantadora Denise René
se celebró en 1955—, no se consolidasen en el gusto de la clientela particular:
la provocación retiniana no descansa, no se integra bien en el contexto
doméstico.
Claro que ese contexto a Victor Vasarely (1908-1997) le importaba
bien poco, pues sólo tenía en consideración al coleccionista particular como
una forma de financiar su trabajo para la sociedad. El propósito declarado de
aquel ex grafista publicitario formado en la sucursal de la Bauhaus en Budapest
y emigrado a París a principios de los años sesenta para trabajar en varias
agencias de publicidad, gran jugador de ajedrez, pero mal perdedor, y experto
manipulador del cubo de Rubik, que se sentía un arquitecto frustrado y se
apasionaba por la geometría en la arquitectura islámica “porque no son cuadros
geométricos colgados en las paredes, sino decoraciones geométricas
perfectamente integradas en la arquitectura”, no era embellecer la vivienda de
uno o de 100.000 clientes, sino transformar el paisaje humano, el paisaje
urbano, con sus intervenciones plásticas, a favor de la dicha colectiva. “El
porvenir nos tiene reservada la felicidad en la nueva belleza plástica, móvil y
conmovedora”, sostiene en el ‘Manifiesto
amarillo’ publicado en el catálogo de la mencionada exposición.
Quizá esto contribuya a explicar, dicho sea de paso, el misterio de que
fuese tan bien acogido en su país, que le tributó su primera gran retrospectiva
en 1969, en plena dictadura comunista de Kádár, donde el dogma era el realismo
socialista, y la abstracción, una forma de la clandestinidad. Consecuente con
esa ambición redentora, esparció sus obras por espacios colectivos de Europa y
América, centros deportivos, nudos de comunicaciones, campos universitarios,
factorías, teatros, hoteles. Y como centros de irradiación de tanta felicidad
geométrica y cinética, en 1970 se abrió el Musée Didactique Vasarely en el
Château de Gordes, una fortaleza en un parque natural de la región de
Provence-Alpes-Côte d’Azur, que funcionaría hasta 1996. En 1976, la Fondation
Vasarely en Aix-en-Provence y el Museo Vasarely en Pécs, su ciudad natal, con
una colección de obras que donó el artista. En 1978, un Centro Vasarely en
Nueva York. En 1987, el Museo Vasarely en un palacio de Óbuda, al norte de
Budapest.
(…) Después de unas décadas de cierto postergamiento, las propuestas
plásticas de Vasarely están de renovada actualidad y de brillante porvenir
precisamente gracias a la revolución digital y los cambios en la idea de
autoría (lo más simpático del op art
es su impersonalidad) y en los gustos estéticos asociados a la informática. La
era del algoritmo es la era del arte geométrico de Vasarely, que podría definirse
como un programador artístico de combinaciones de unidades de colores y formas
elementales —cuadrados, rombos, círculos, óvalos— que se prestan a infinitas
variaciones. De ahí que sea tan oportuna la exposición en el Thyssen, a la que
da suntuosa conversación la de Eusebio Sempere en el Museo Reina Sofía.
La joven conservadora del Museo Vasarely de Budapest, Maïlys Facchi,
está en lo cierto, “la obra sólo es visible y alcanza todo su interés cuando el
espectador la observa moviéndose. Bienvenidos al mundo fantástico e infernal de
la ilusión óptica. Las líneas se deshacen, aparecen tramas, los rombos se
confunden y refunden, surgen las estructuras y vuelven a cruzarse…”.››
Laure
Prouvost nació en Justelieu (Lille, Francia) en 1961. Se estableció en
Londres donde estudió en Central Saint Martins College y luego en el Goldsmith
College.
Vive hoy entre Londres, Amberes y una caravana en el desierto croata.
Artista de inspiración dadaísta y surrealista, sus instalaciones descubren un mundo escondido al otro lado del espejo y exploran con ironía cuestiones trascendentales como el cambio climático o la condición femenina. Sus obras semejan contar historias independientes que se superponen y responden entre
sí, donde la ficción se mezcla con la realidad.
Sus instalaciones invitan a escapar a través de medios diversos: películas, esculturas, pinturas, tapices, performances o fragmentos de
historias, a veces dirigidas directamente al visitante. Humorístico, su trabajo
examina las relaciones entre el lenguaje, la imagen y la percepción, colocando
al visitante en situaciones de duda e incomprensión, pero también de asombro,
tanto intelectual como sensorial.
Con numerosas
exposiciones individuales en el extranjero, incluidas recientes en Haus der
Kunst de Múnich (2015), Fahrenheit de Los Ángeles (2016), Pirelli Hangar
Bicocca de Milán, 2016), Centro de Arte Walker (Minneapolis, 2017), así como en Francia en el museo Rochechouart (2015) o el
Consorcio de Dijon (2016) y. exposiciones colectivas recientes como *<Hybridize or
Disappear (Hibridar o desaparecer)>
en el Museo Nacional de Arte Contemporáneo - Museu do Chiado de Lisboa (2015), *<Practising Habits of the Day> en el
ICA de Singapur (2016), *<Speak>
en la Serpentine Gallery de Londres (2017) o la 13ª Bienal Báltica de Vilnius (2018).
Prouvost está representada por las galerías Nathalie Obadia en París y Bruselas, la carlier / gebauer en Berlín y la
Lisson Gallery en Londres y Nueva York.
Ganadora del Premio Max Mara de Arte en 2011 y del Premio Turner en 2013, fue elegida para representar a Francia en la 50ª Bienal de Venecia
2019, en la que abordó el tema de la nacionalidad, y aunque no ganó medallas sí se consolidó como artista fundamental del presente.
El artista español
Antonio María Esquivel (1806-1857).
El pintor Antonio María Esquivel (Sevilla, 1806-Madrid, 1857) fue uno de los más destacados pintores románticos de su generación. De familia noble pero él mismo de ideología liberal, se asentó en Madrid en 1831 y consiguió el éxito superando contratiempos como una ceguera que le afectó entre 1839 y 1841, de modo que en 1843 alcanzó el cargo de pintor de cámara de la reina Isabel II.
Su formación sevillana se manifiesta en el influjo de Murillo y en general de la gran pintura barroca andaluza, así como en su gusto por la pintura religiosa. En cambio, sus retratos y sus pinturas históricas son de una progenie claramente romántica y denotan su estudio de Goya y sus contemporáneos.
*<El siglo XIX
en el Prado>. Madrid. Museo del Prado (31 octubre 2007-20 abril 2008).
Obras de Goya, Juan Antonio de Ribera, José de Madrazo, Vicente López, Federico
de Madrazo, Eugenio de Lucas, Antonio María Esquivel, Mariano Fortuny, Luis
Rosales, Carlos Haes, Francisco Pradilla, Joaquín Sorolla… Reseña de Luzán,
Julia. Juana la Loca resucita en el Prado. “El País” Semanal 1622
(28-X-2007) 90-100.
<Antonio María
Esquivel. Pinturas religiosas>. Madrid. Museo del Prado (9 julio 2018-20
enero 2019). Tres obras recién restauradas: El
Salvador, La caída de Luzbel, y La Virgen María, el niño Jesús y el Espíritu
Santo. [https://www.museodelprado.es/actualidad/exposicion/antonio-maria-esquivel] Reseña de Mascia, Carla. Resucita
la obra religiosa del pintor romántico Esquivel. “El País” (10-VII-2018).
Joseph Mallord William Turner
(Londres, 1775-Chelsea, 1851), pintor y dibujante paisajista de extrema calidad,
sobre todo en su faceta de acuarelista que en pocos momentos plasmaba el
temperamento de la naturaleza. Alcanzó una suprema madurez a los 60 años, hacia
1835, cuando reveló un espíritu abstracto en su captación de la luz.
Mr. Turner (2014). Dirección: Mike
Leigh. Intérprete: Timothy Spall. Duración: 144 minutos. Biografía de los
últimos 25 años del pintor. Reseña de Boyero, Carlos. Admirable retrato
del artista de la luz. “El País” (19-XII-2014) 46-47. Belinchón,
Gregorio. Mike Leigh. “El País” (19-XII-2014) 46-47. / Reviriego,
Carlos. Timothy Spall. ‘Turner sacrificó su felicidad por su pintura’. “El
Cultural” (19-XII-2014) 44-45. / Muñoz Molina, A. El pintor en el cine. “El
País” Babelia 1.206 (3-I-2015) 5. Un resumen biográfico.
Exposiciones.
<Turner y el mar>. Madrid. Fundación Juan
March (20 septiembre 2002-19 enero 2003). Procede de Baltimore y pasará a la Fundaçao
Gulbenkian de Lisboa. 70 obras (dos óleos, nueve grabados y 59 acuarelas) sobre
el mar (seleccionadas entre 1795 y 1851). Cat. Textos de José Jiménez y Ian Warrell
(comisario). J. M. W. Turner (Londres, 1775-1851), un pintor del color y la luz
que preludia en estas obras el impresionismo; su enorme producción, de 20.000
obras, se alberga en gran parte en la Tate Gallery, a cuyos fondos pertenecen
estas obras.
*<Turner y los maestros>. Londres. Tate Britain (2010). París. Grand Palais (2010). Madrid. Museo del Prado (22 junio-19 septiembre 2010). 80 obras de Turner (42), Tiziano, Veronés,
Claudio de Lorena, Rubens, Rembrandt…, Comisarios: David
Solkin, Javier Barón. Cat. Turner – Ses maîtres et ses héritiers. Beaux
Arts éditions. 144 pp. Reseña de Muñoz Molina, A. Turner en su tiempo. “El País” (19-VI-2010)
49. Verdú, Vicente. Turner o la impostura.
“El País” (8-VII-2010) 31. Ataque a Turner, presentado como un copista, sólo excelente
como dibujante y acuarelista.
*<Turner inspired: in
the light of Claude>. Londres.
National Gallery (14 marzo-5 junio 2012). Comisarios: Ian Warren, Susan
Foister. Reseña de Jarque, Fietta. Y Turner mató al padre Claudio de
Lorena.... “El País” (19-III-2012) 38.
<Late Turner. Painting set free>. Londres. Tate Britain (desde 10 septiembre 2014). Comisarios: Sam Smiles,
David Blayney Brown y Amy Concannon. Reseña de García, Ángeles. El grito abstracto del último Turner.
“El País” (9-IX-2014) 36.
Libros.
Gage, John. Turner.
Citadelles & Mazenod. París. 2010. 400 pp.
Hill, David. Turner’s Birds. Phaidon. Oxford. 1988.
Ogée, Frédéric. J. M. W. Turner. Hazan. París. 2010. 416 pp.
Stainton, Lindsay. Turner
à Venise. Flammarion.
Wat, Pierre. Turner. Hazan. París. 2010. 152 pp.
Wilton, Andrew. Turner en voyage. Flammarion. Paris. 1983.
Wilton, A. Turner
aquarelles. Biro. Paris. 1987.
Wilton, A. Turner et son temps.
Denoël. Paris. 1987.
Luisa Ignacia Roldán (Sevilla, 1652-Madrid, 1706), conocida
como ‘La Roldana’ fue tal vez la mejor escultora barroca, no solo de España (es la primera conocida en nuestro país). Hija de
otro gran escultor, Pedro Roldán, consiguió el aprecio de importantes mecenas, con su obra religiosa (destacan sus belenes) en madera o terracota, de notable perfección técnica y un dramatismo
contenido, muy clasicizante, al modo de la corriente andaluza, pero que era también capaz de un dramatismo exaltado cuando se le encargaban pasos de Semana Santa. El más famoso historiador de arte coetáneo, Antonio Palomino, la puso al mismo nivel que a su padre.
Su marido desde 1671, el pintor (poco conocido) Luis Antonio de los Arcos, la apoyó siempre. En 1686 dejaron Sevilla y se instalaron en Cádiz hasta su definitiva marcha a Madrid en 1688, y pronto ganó fama en la Corte española, ascendiendo a escultora de cámara de Carlos II y después de Felipe V, pero su posición oficial fue escasamente remunerada. Sufrió la pobreza pero se mantuvo independiente hasta el final.
Margot Molina resume en La Roldana, una ‘alhaja’ de escultora [“El País” (16-IV-2017)] su
recuperación actual:
‹‹A pesar de que fue la primera mujer nombrada escultora
de cámara en España y sirvió a los reyes Carlos II y Felipe V; de que el
célebre Antonio Palomino reconoció sobradamente su talento y la incluyó en su
tratado de la pintura y la escultura de principios del XVIII, y de la
popularidad que alcanzaron sus obras en las tres ciudades en las que trabajó
(Sevilla, Cádiz y Madrid), su nombre cayó en el olvido. La resurrección de La
Roldana en su país se está produciendo empujada por el mercado internacional, donde
algunas de sus terracotas policromadas han salido a la venta por tres millones
de euros, aunque se desconoce el precio que han pagado por ellas museos como el
Metropolitan, que el año pasado compró a la casa de antigüedades Coll &
Cortés El entierro de Cristo, un
conjunto de barro cocido fechado hacia 1700. (…)
Estos pequeños conjuntos que
modeló durante los años que vivió en Madrid (desde 1688 hasta su fallecimiento,
en 1706) y que policromó su cuñado Tomás de los Arcos, no eran más que una
forma de ganarse la vida mientras esperaba los grandes encargos reales. “Estas
‘alhajas de escultura’, como ella misma definió a sus terracotas en la carta en
la que solicitaba a Felipe V que validara su nombramiento de escultora de
cámara, son las que le han aportado su creciente fama internacional; pues el
resto de su producción no está en el mercado. Especialmente las obras en madera
a tamaño natural como el soberbio San Miguel
del Monasterio de El Escorial o el famoso Padre
Jesús Nazareno del convento de las Franciscanas de Sisante (Cuenca)”,
explicó la pasada semana en el Prado Patrick Lenaghan, conservador y
especialista en escultura de la Hispanic Society.
Formada en el taller su padre, de donde salió en 1671
para casarse con el también escultor Luis Antonio de los Arcos en contra de la
voluntad paterna, Luisa Roldán conoció y trabajó junto a grandes como Murillo o
Valdés Leal. La creadora demostró pronto una sensibilidad especial para la
escultura y una firme determinación en conseguir grandes encargos donde poder
mostrar su valía; algo poco frecuente para una mujer de su época.
“Está entre los mejores escultores del siglo XVII.
Tiene una sutileza, una elegancia y una gracia que hace que todo parezca
absolutamente natural”, añade Lenaghan, quien recuerda las palabras que
escribió sobre ella Antonio Palomino: “Su modestia era grande; su pericia,
superior, y su virtud, extraordinaria”.››
La Roldana: la primera escultora española. 40 minutos.
Artículos.
Molina, Margot. La
Roldana, una ‘alhaja’ de escultora. “El País” (16-IV-2017). La recuperación
de la escultora barroca.
Cañas, Jesús A. Dos
particulares devuelven las tallas de La Roldana desaparecidas. “El País”
(3-VII-2018). Dos personas cercanas a la catedral de Cádiz que dijeron haberlas
recibido en 2000 porque, tras una limpieza, las iban a tirar. También han
devuelto tres piezas de otros artistas barrocos.
Cañas, Jesús A. ‘Ne
sabía que los ángeles eran La Roldana ni que procedían de la catedral’. “El
País” (7-VII-2018). El hombre que los tuvo 12 años explica su versión.
Annette
Messager (Berck, 1943), artista polifacética tiene cuatro estudios, cada uno
para el dibujo, la costura, el ordenador de sus proyectos y, por último, el
mayor para las instalaciones y esculturas. Admiradora
de Joseph Beuys y sobre todo de Bruce Nauman, al que destaca como “el mayor
artista del siglo XX junto a Picasso”. Rechaza ser una artista feminista,
aunque sus primeras obras trataban sobre la condición de la mujer.
Pareja del artista Christian Boltanski desde los años
70, reside en el suburbio parisino de Malakoff, con vecinos como Sophie Calle o
Antoni Taulé. Ganadora del Premio Julio González 2018.
<Annette
Messager, Púdico-Público>. Valencia. IVAM (5 julio-4 noviembre 2018). Retrospectiva
de sus últimos dos decenios. Comisario: José Miguel G. Cortés. [https://www.ivam.es/es/exposiciones/annette-messager/] Reseña-entrevista de Vicente, Álex. Annette Messager. ‘Hacer exposiciones de mujeres
es meterlas en un nuevo gueto’.“El País” Babelia
1.388 (30-VI-2018). / De la Villa, Rocío. Estallido de emoción, humor y denuncia en femenino. “El Cultural”
(20-VII-2018).